domingo, 27 de julio de 2025

EL AUTOREMAKE EN EL CINE. CAPÍTULO III (X)

El guion de Estrictamente confidencial lo escribieron Riskin y Capra pensando en el actor protagonista, en Clark Gable.[1] Con lo que no contaron, consecuencia del éxito de Sucedió una Noche y la consiguiente subida del caché de la estrella, fue con la negativa de la Metro a prestar de nuevo a Gable. Un inconveniente que se saldó con la contratación de Warner Baxter. Si bien el veterano actor se parece físicamente a Gable, resulta mucho mayor que su pareja en la película (Myrna Loy) (3.21), lo que le resta credibilidad a la historia, y, además, se nota que no le gustan demasiado los caballos. Ambas circunstancias se ven reflejadas en pantalla: la relación entre Dan y Alice es bastante fría, “carece del humor y la tensión sexual que había entre Clark Gable y Claudette Colbert” (Girona 2008, p. 215). 

 

También la relación con el equino dista mucho de lo que quería lograr el director en pantalla, que llegó a afirmar que “en realidad es una historia de amor entre un hombre y su caballo“. Capra no pudo rodar muchas de las escenas “calidas” que había entre Dan y Broadway Bill por la fobia que tenía Baxter a los caballos “en especial a aquellos que tenían la cola levantada” (Capra 2007, p.417). Si nos fijamos en dichas secuencias, es cierto que el actor siempre procura mantener una distancia con el pura sangre (3.22).

Cosa que no ocurre con Myrna Loy (3.23), actriz prestada de la MGM que dio muy buen resultado a pesar de no trabajar con su compañero habitual de esos años, William Powell. Su personaje era, en cierto modo, parecido al de Claudette Colbert en Sucedió una Noche: una rebelde que lucha contra el materialismo y el poder del dinero; contra todo lo que representa su padre, de nuevo encarnado por Walter Connolly que hace el mismo papel en las dos películas: un tiburón de los negocios que se comporta como una “ballena” al engullir empresas más pequeñas en quiebra, pero que al final se convence de que lo importante no es la riqueza que uno va acumulando a lo largo de la vida.[2] 

 

Es evidente, por tanto, la afinidad que existe entre Estrictamente Confidencial y Sucedió una Noche. Se puede decir que la primera nació a la sombra de la segunda, por argumento, mensaje social, personajes y actores en común.[3] Algo que también sucede con Dama por un día: de nuevo Connolly participa con un registro que pertenece a la misma clase social de Higgins, el del conde español; por otro lado, el personaje del “Juez”, el que interpreta Guy Kibbee en Lady for a Day, es muy parecido al del “Coronel” en Broadway Bill (3.24); y no digamos el caso de su compañero de estafas, “Happy” McGuire, un sujeto ácido que siempre está de mal humor, y que Riskin bautiza con el mismo nombre del gánster de Dama por un día. Incluso se permite un guiño elegante en la secuencia del hipódromo cuando el Coronel y su amigo apuestan por Bill como ganador: Riskin hace que Happy pronuncie una frase similar a la de su tocayo de 1933: “Esto es como creer en un cuento de hadas”.

Continuará...

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[1] En contra de la política de la Columbia en aquella época, según comentó el propio Capra: “En este estudio tenemos una ventaja. Nos tomamos tiempo para seleccionar una historia. No tenemos la necesidad de escribir para una estrella. La Columbia no tiene estrellas. Es la historia, el tratamiento, lo que cuenta. Después, salimos y conseguimos que los actores encajen en la historia” (Scheuer 1934, p.13).

[2] Otro personaje recurrente en la filmografía de Capra, recordemos el que interpreta Edward Arnold en Vive como quieras.

[3] No sólo Walter Connolly colabora en ambas, también lo hacen otros secundarios como Ward Bond o Alan Hale.


15 comentarios:

  1. Cuando en Hollywood, algo triunfaba, en seguida a sido clonado, en todas las épocas.

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    1. Es verdad, en este caso la referencia (Sucedió una noche) era un éxito sin precedentes, ganador de todos los Óscar importantes: actor, actriz, director, guionista y productor, cosa que no volvió a suceder hasta 1976 con Alguien voló sobre el nido del cuco.

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  3. No me parece bien repetir las historias. Un beso

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    1. El afán de repetir éxitos anteriores provoca esta especie de remake, que no funcionó en taquilla como la película original.
      Abrazos!

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  4. Cada éxito de aquella época dorada acarreaba imitaciones y reiteraciones. Pero, al menos, había personajes, no como en la mayoría de productos prefabricados clónicos de hoy en día.

    Saludos.

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    1. Es cierto, además había toda un equipo de producción detrás con buenos guionistas a sueldo.
      Saludos.

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  5. Es una de mis películas favoritas. Sucedió una noche . Las otras no son tan buenas .Te mando un beso.

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    1. También es de mis preferidas de Frank Capra.
      Abrazos!

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  6. Muy curiosas las cosas que cuentas.

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    1. Buceando en los entresijos de las películas siempre descubres algo.

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  7. Hola, Ethan.
    Algo que no ha variado en la historia es que cuando algo funciona se duplica, solo que no se dan cuenta de que esto no suele funcionar, quizás las segundas partes, pero no indefinidamente, es como las sagas de esta última época, se repite tanto la historia que llega un punto que la historia queda en punto muerto y no genera expectativa. Es más, pierde interés y por eso muchas de éstas se han quedado sin final.
    Abrazos.

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  8. Y, además, muchas segundas partes no son más que remakes de las primeras. Todo por culpa de la falta de imaginación. De todas formas seguiremos de cerca la producción de la Columbia, Estrictamente confidencial, porque tiene cosas interesantes y también su remake.
    Abrazos!

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  9. Gracias amigo, por tan interesantes aportes, todos ellos muy curiosos.
    Y me parece muy acertada la política que tenía Columbia, porque es la única forma de que otros actores, no solo las estrellas, puedan demostrar que son tan buenos o mejores que ellos.
    Un abrazo, y que disfrutes de un buen y feliz verano.

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    1. En aquella época, la Columbia no era como la Warner, la Paramount, la Fox, la RKO o la Metro, que disponían de sus propias estrellas y además controlaban la producción y la exhibición de las películas (Las llamaban las "majors").
      Abrazos!

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