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jueves, 11 de junio de 2009

SILENCIO SE... GRABA (Semana del 12 al 18 de junio de 2009)

Celebramos estos días el primer aniversario de la sección “Silencio se… graba”. Un año en el blog y parece que fue ayer cuando iniciamos la primera entrada, un tímido post donde comentábamos Simbad y la princesa y Paso al Noroeste. Hoy tenemos la suerte de contar con verdaderas obras maestras para conmemorar el evento. Encontramos películas tan importantes como Lo que el viento se llevó, Los Comulgantes, La Lista de Schindler, Río Grande o Escrito sobre el viento. También destacan producciones mudas de Buster Keaton (El Colegial) o del genio Von Stroheim (Esposas Frívolas); la inacabada cinta del maestro Jean Renoir (Una Partida de Campo), homenaje a su padre; la divertida comedia de Gregory La Cava (Al servicio de las damas); el thriller de Hitchcock, con Grace Kelly como protagonista; y muchas otras más. Un afectuoso saludo a todos los lectores.

Pinchar en la tabla para verla mejor (las películas en rojo no son necesariamente las mejores, son las que se comentan más abajo)

Comentarios de algunas de las cintas recomendadas:

El Perdón (The Claim de Michael Winterbottom, 2000). Natasha Kinski, Wes Bentley, Peter Mulan, Milla Jovovich. (Aragón Televisión, domingo 14 a las 01:20)

Moderno y atractivo western del buen realizador Michael Winterbottom. Muy en la línea de Los Vividores (McCabe and Mrs. Miller de Robert Altman, 1971) tanto en la estética: planos atrapados por el teleobjetivo mezclados con otros muy generales; como en el entorno nevado: un blanco inmaculado que contrasta con la oscuridad del pueblo -y con el carácter gris de los que allí habitan- y que hace más hostil, si cabe, la vida en el ya complicado Oeste

Quizás lo que más destaque, en la citada aproximación al cine de Altman, es el empeño en mostrar una trama realista. Una forma de hacer cine que persigue un claro objetivo: desmitificar al género. Mientras tanto, la separación entre ambos cineastas se apoya en la diferente estructura narrativa y en la ausencia de elementos de comedia por parte de Winterbottom. En The Claim los insertos, a base de flash-back, van acompañando a la historia del cacique del pueblo que ve como su pasado acude para rendirle cuentas; un argumento basado en la novela de Thomas Hardy (autor ya utilizado por Winterbottom en Jude, 1996) y que el director inglés convierte en tragedia, con final apocalíptico incluido.


El director se rodea de buenos actores, donde destacan Peter Mulan (presente en varias de las mejores cintas británicas del nuevo cine social) y una consagrada Natasha Kinski. Además la elegante cámara de Winterbottom nos regala algunos planos memorables, como el de la muerte de un personaje que el director, por respeto, esconde tras un caballo; o el largo travelling final, que recuerda al de Infierno de Cobardes (High Plain Drifters de Clint Eastwood, 1973).

Con El Perdón, Winterbottom investiga en el género épico por excelencia, pero se resiste a abandonar del todo su cine social y de denuncia. De hecho, aprovecha el western para mostrarse más duro de lo habitual, obteniendo un resultado excelente.



Detour (Edgar G. Ulmer, 1945). Tom Neal, Ann Savage (Canal 300, domingo 14, a las 04: 45, y lunes 15, a las 05:55)

Cinta negra del cada día más admirado Edgar G. Ulmer, un director especialista en conseguir que películas de la serie B se conviertan en clásicos.

El filme se estructura a lo largo de un flash-back contado en off (como señal inequívoca del género al que pertenece). Es un relato en primera persona desde la barra de un bar de carretera. Un relato que se convierte en pesadilla, que transforma el rostro del protagonista y que, gracias a las sombras, lo muda en una máscara de la propia muerte.

La cinta trata de las zancadillas del destino. De lo imposible de luchar contra él. Un largometraje, por tanto, muy langiano. Con pocos personajes, contados decorados, pero con una riqueza en los diálogos que compensa todo lo anterior. Son frases cortas y cortantes; cargadas de pesimismo que caen como losas sobre los hombros de la pareja protagonista: dos perdedores que están condenados a entenderse, en un inútil intento de salir de una situación desesperada.

Ulmer los sitúa en muy pocos escenarios, pero en todos ellos se encontrarán atrapados: en un automóvil, causante de todos sus males; o entre las cuatro paredes de la habitación de un motel, donde el propio destino es el guardián de la única llave.

La visión amarga de Detour recuerda a algunas obras importantes del film noir donde una pareja transita errante por la carretera acercándose a un final trágico. Sólo se vive una vez, Los Amantes de la Noche, Bonnie and Clyde, etc., todas ellas tienen en común el destino fatal, y disponen del amor redentor como compensación final. Detour cumple con lo primero; pero se le niega lo segundo.



Manuale d’Amore (Giovanni Veronesi, 2005). Carlo Verdone, Sergio Rubini. (Televisión de Galicia, domingo 14 a las 17:45)

La cinta, en apariencia, es una comedia sin muchas pretensiones acerca del amor y de todo, o casi todo, lo que le rodea. Aunque su principal objetivo es entretener existe un trasfondo muy interesante de homenaje al género que vamos a tratar de analizar… leer más.



Río de Sangre (The Big Sky de Howard Hawks, 1952). Kirk Douglas, Martin Dewey, Elizabeth Threatt. (Castilla-La Mancha TV 2, lunes 15 a las 00:30)

Western de los llamados menores de Howard Hawks, pero que a mi juicio es una de sus obras más personales. La cinta propone una historia muy conectada con el descubrimiento del paso hacía el Pacífico. Aunque la película tiene un desarrollo sensiblemente diferente –y una mayor calidad- la trama coincide en su planteamiento con Paso al Noroeste (Northwest Passage de King Vidor, 1940) y Horizontes Azules (The Far Horizons de Rudolph Maté, 1955). Con la segunda, la semejanza también tiene que ver con el conflicto entre los tres personajes principales: dos colonizadores (Kirk Douglas y Martin Dewey) y una indígena (Elizabeth Threatt) mucho mejor caracterizada que la nativa de la cinta de Maté.

El paisaje y los rodajes exteriores del parque Grand Teton de Wyoming dan una muestra del realismo con el que Hawks se enfrenta a la historia. La película es un bello documental, cuando transcurre de día (la secuencia del remolque de la balsa es de lo mejor que se ha rodado en exteriores), y un relato intimista por la noche, cuando los personajes se despojan de sus ataduras y confiesan sus temores y ambiciones a la luz de las fogatas.

El narrador de la historia es el magnífico tío Zeb (Arthur Hunnicutt), un personaje que emerge progresivamente a medida que transcurre la acción, controlado por un magnífico guión a cargo del reputado Dudley Nichols, habitual colaborador de John Ford en la década de los treinta y cuarenta.

Comparado con los otros “Ríos” de Hawks, Río de Sangre es tan épico como Río Rojo, resulta tan entretenido como Río Lobo y se acerca al intimismo de Río Bravo. Pero, sobre todo, está muy bien narrado por uno de lo mejores contadores de historias: Howard Hawks, que en seguida se hace con las riendas de la película para hacerla suya.
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