Forbidden (1953)
De los directores de fotografía que se han pasado a la dirección, quizás uno de los más destacados, si no el más destacado, sea Rudolph Maté. Cineasta polaco, estudió en Hungría y trabajó en varios países europeos como operador de Alexander Korda, Dreyer, René Clair o Fritz Lang, entre otros, antes de instalarse definitivamente en Estados Unidos donde siguió su carrera colaborando con los mejores: Wyler, Vidor, Dieterle, McCarey, Hathaway, Lubitsch, Hitchcock y un largo etcétera.
En la segunda mitad de los cuarenta, Maté decide realizar sus propias películas, paradójicamente sin ninguna pretensión estética teniendo en cuenta su virtuosismo como director de fotografía. No obstante, sus mejores filmes se desarrollan a lo largo de los años cincuenta. Uno de las más notables es Su alteza el ladrón (The Prince Who Was a Thief, 1951) donde dirige a Tony Curtis y lanza su carrera como actor. No sería la última vez que ambos trabajasen juntos: en 1953 vuelven a colaborar en el policíaco Forbidden.
El arranque de la cinta es parecido al de Gilda (Charles Vidor, 1946): Curtis es un recién llegado a Macao ⸺¿qúe tiene esta pequeña península que le va tan bien al noir?⸺ que ayuda a un gánster, le salva de ser asesinado, y este para agradecerle el gesto le contrata para supervisar su casino. El conflicto se crea cuando a Curtis le presentan la prometida del gánster.
Joanne Dru, más guapa que nunca ⸺la pantalla parece brillar ante los primeros planos de la actriz, imagino a Maté atando por corto a su operador de fotografía⸺, resulta ser la antigua novia de Curtis. En realidad, el protagonista ha viajado desde tan lejos para buscarla y llevarla a Estados Unidos donde otro mafioso requiere su presencia. Claro que al verla, todo lo que tenía planeado se va al traste...
Buena
película de la Universal, con ritmo creciente. Un largometraje de cine
negro con perseguidos y perseguidores, con amores y desamores, con buena
fotografía y con una música difícil de olvidar del virtuoso Frank Skinner. Maté
parece disfrutar de las escenas de acción donde no se muestra nada tacaño, al revés,
se recrea en las secuencias del intento de asesinato del arranque o, sobre
todo, la de la persecución y el enfrentamiento en el barco.
Aquellos duros años (The Rawhide Years, 1956)
Conforme transcurre el tiempo, Rudolph Maté se convierte en un artesano que comprende bien los cánones de cada género, desenvolviéndose a la perfección en todos ellos. Vale lo mismo para dirigir una película de ciencia ficción que para realizar un péplum. De hecho, solo con Tony Curtis, colaboró en tres géneros distintos: aventuras, cine negro y western.
En efecto, después de
Forbidden, Maté cambia a la aventura con el protagonismo de Tony Curtis
en la más que interesante producción de capa y espada Coraza negra
(The Black Shield of Falworth, 1954). Nada que ver con la última
colaboración entre actor y director: un western titulado Aquellos
duros años.
De nuevo con la Universal detrás y con la música de Frank Skinner, Maté dirige a Curtis en una película del oeste que se desarrolla en el Mississippi, con barcos fluviales, juegos de cartas y bandidos que asaltan a los pasajeros. Curtis sigue en el mismo ramo que en Forbidden solo que ahora no es supervisor de un casino, sino un jugador de cartas profesional al que acusan injustamente de asesinato.
El protagonista, a lo largo del metraje, tendrá que demostrar que es inocente ayudado por su novia Zoe (Colleen Miller, algo sosa) y por un buscavidas de dudosas intenciones (Arthur Kennedy, sobreactuado, aunque con cierta lógica por el carácter del personaje, un vividor que siempre opta por quedarse con el mejor postor).
Western con pretensiones,
que se queda en una aventura algo deslavazada, con Curtis sin encontrar su sitio
excepto en las primeras secuencias, con el juego, las trampas y el cinismo
donde el actor se encuentra en su salsa y avanza lo que serán sus películas a
finales de los cincuenta y en toda la década de los sesenta, cuando alterne dramas
con comedias.
Estas no las he visto, pero Gilda es una de mis favoritas.
ResponderEliminarAbrazo.
Creo que es la favorita de todos, Isabel. Menudo peliculón, ya legendario. Un icono del cine clásico, y del cine de todas las épocas. Forbidden no es tan buena, pero para nada desdeñable.
EliminarAbrazos.
Yo tampoco vi ninguna de las dos,... pero fíjate que el señor Curtis no es uno de mis actores preferidos. Enhorabuena por tus reseñas!
ResponderEliminarLo de Tony Curtis no deja de ser curioso. Su fama se debe a comedias, pero tiene casi más películas de otros géneros. Con respeto a los gustos no hay nada que decir. A mi, por ejemplo, hablando de Gilda, no me gusta demasiado Glenn Ford.
EliminarGracias y bienvenido!
Al margen de lo que comentas tan acertadamente a propósito de estas dos películas, a mí siempre me ha fascinado en especial "Con las horas contadas" (1949), sólido ejercicio de cine negro protagonizado por Edmond O'Brien.
ResponderEliminarSaludos.
"Con las horas contadas" o también "D.O.A." (Muerto al llegar) es una joya del cine negro, con un inicio impactante: "¿A quién han asesinado?" "A mí". Muy buena.
EliminarSaludos.
Es bonito como has relacionado el paso de la dirección de fotografía a la dirección total de una película porque realmente son ellos los que muchas veces llevan las películas. La primera película me resulta inolvidable sobre todo por la semejanzas con Gilda que la podría considerar una de las mejores películas de la historia del cine.
ResponderEliminarLa segunda no la he visto y aunque no sea tan buena me parece interesante su visionado.
Un fuerte abrazo Ethan.
No cabe duda: "Forbidden" es mejor que la segunda, que, no obstante, tiene algunos detalles buenos y merece la pena verla.
EliminarAbrazos.
Hola, ethan
ResponderEliminarNo he visto ninguna de las dos, las tendré en cuenta por si las puedo ver en alguna plataforma, Tony Curtis no es un actor que me guste demasiado, tal vez su cara de "niño bonito" influyó un poco en esto, sí que me resultó sorprendente en su papel en El estrangulador de Boston.
Saludos
Es lo que tiene este actor, que lo asociamos a un papel determinado y luego nos sorprende con registros nuevos que no conocíamos. Has puesto un buen ejemplo, pero hay muchos más, como los de las dos películas de las que hablamos.
EliminarSaludos.
Uno de esos realizadores hoy prácticamente olvidados y que, sin embargo, tiene algunos films realmente interesantes.
ResponderEliminarEs cierto, los que he nombrado en el post, aparte de los dos que comento, son bastante buenos: Su alteza el ladrón y Coraza negra, pero también Con las horas contadas, que hemos comentado más arriba, El caballero del Mississippi, Horizontes azules, etc.
EliminarTomó nota no he visto ninguna de las dos. Te mando un beso.
ResponderEliminarSi te encuentras con ellas, échales un vistazo, creo que te gustarán.
EliminarAbrazos.
Hola de nuevo, tengo una curiosidad: ¿Eres descendiente de Luis Vicente de Velasco quien defendió el castillo del Morro cuando la toma de la Habana por los ingleses? Saludos.
ResponderEliminarPues no tengo ni idea, no lo sé, pero no creo. A menos que el tal de Velasco fuera de Salamanca, que es de donde era mi abuelo, entonces tendría alguna posibilidad.
EliminarSaludos.
Me llama mucho la atención el segundo film. Eso del jugador profesional es algo que siempre ha sido algo admirable y hasta increíble.
ResponderEliminarEn otro orden. Gracias mi hermano por tu visita al cumple de tigrero. Gracias de verdad.
Además, eso del jugador profesional le va que ni pintado al registro más característico de Tony Curtis.
EliminarPor supuesto que no podía faltar al cumpleaños de tu blog.
Abrazos.
Hola Ethan!
ResponderEliminarPues me acabas de descubrir dos títulos, anotadas quedan. Soy muy fan de Curtis.
Saludos!
A mí también me gusta Tony Curtis y últimamente lo estoy descubriendo en facetas de él que no conocía.
EliminarSaludos!
Anótame dos más en la columna de lo que debo. Si esto fuera la libreta del almacenero, con lo acumulado no podría pagar jamás mi deuda.
ResponderEliminarSolo necesito tiempo libre, escaso hoy.
Abrazos, Ethan
Yo suelo encontrarlo, el tiempo libre, justo después de comer. Procuro ver, al menos, una película diaria. Claro que hay días que no lo consigo.
EliminarPor cierto, el poster de "Aquellos duros años" puede servir para tus entradas de cartas perdidas.
Abrazos, amigo
No conozco FORBIDDEN y bien que lo siento por ser Rudolph Maté su director, por la presencia del carismático Tony Curtis y sobre todo, por estar ahí la seductora Joanne Dru.
ResponderEliminarEn cuanto a AQUELLOS DUROS AÑOS, cinta que he disfrutado varias veces a lo largo de los años, es, en efecto, un western de pocas pretensiones, definitorio del estilo Universal en los años 50 (bien aprovechado también por Anthony Mann en sus westerns con James Stewart), resuelto con aplomo y un ejemplar sentido del ritmo y la síntesis narrativa, características que poseían algunos buenos artesanos como es el caso de Maté. Siempre me han gustado los westerns fluviales, esos que sitúan su acción, al menos en una parte de su metraje, en los míticos barcos-casino que navegaban por el Mississippi. El mismo Maté había rodado un año antes EL CABALLERO DEL MISSISSIPPI con Tyrone Power. Otro disfrute.
Creo que Forbidden te puede gustar, tiene todo el sabor del cine clásico, un noir efectivo, con todos esos ingredientes que nombras y es verdad que Joanne Dru está estupenda.
EliminarAquellos duros años tiene dos partes muy diferenciadas. Me gusta más la primera, con Curtis en su salsa.
Saludos
Me apetecen muchísimo las dos. Tony Curtis creo que es un actor injustamente tratado o analizado, porque es un hombre que pasó por un montón de fases, pero creo que mostró su versatilidad. Su vis cómica, su capacidad como galán, aventurero..., pero también podía llegar a ser oscuro o proporcionar varios matices, si le daban oportunidad a sus personajes. ¡Además tiene una filmografía larguísima!
ResponderEliminarNo me importaría un ciclo de Rudolph Maté como director. La única que tengo conciencia de haber visto es Con las horas contadas. Y otras sé que tan solo una vez como Marcado a fuego o Coraza negra.
Beso
Hildy
Opino como tú: habría que reivindicar a Tony Curtis desde su capacidad para disponer de varios registros y no sólo de sus más conocidos.
EliminarRudolph Maté fue un director de esos llamados artesanos, en el buen sentido de la palabra. De "Con las horas contadas" hemos hablado más arriba, pero tiene otras joyas con las que se puede montar un buen ciclo de cine.
Abrazos.
Uno cree que ha visto cine hasta que se da una vuelta por aquí, ya que siempre descubro algo nuevo. Las películas de este director me gustan, pero no son las que más me emocionan.
ResponderEliminarEs que Rudolph Maté es un director a descubrir. Entre las películas nombradas en el post y de las que hemos hablado en los comentarios, ya tienes unas cuantas por ver. No son obras maestras, pero aseguran una buena sesión de cine.
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