domingo, 5 de diciembre de 2021

2 X 1: "GAS-OIL" y "EL DESORDEN Y LA NOCHE" (Gilles Grangier)

Gas-Oil (1955)

En la segunda mitad de los años cincuenta, el director parisino Gilles Grangier hace dos películas con su amigo íntimo y máximo colaborador en tantas cintas, Jean Gabin. Dos policíacos que se sitúan entre sus mejores largometrajes, ambos nombrados en el excelente documental del recientemente fallecido Bertrand Tavernier (Las películas de mi vida, 2016).

El primero, Gas-Oil, es un thriller donde Jean (Jean Gabin), un camionero, pasa la noche con su novia (Jeanne Moreau) y al regresar a su casa atropella el cadáver de un hombre. Al ponerlo en conocimiento de la policía, le confiscan el camión y todo se complica. Para colmo, una banda de gánsteres y la viuda del finado acosan al camionero mientras buscan los 50 millones que supuestamente tenía el fallecido.

Trama entretenida basada en una novela de Georges Bayle, con Jean Gabin y Jeanne Moreau como pareja estelar. Un noir con tintes de melodrama donde la amistad y el compañerismo entre camioneros tiene mucho que decir. Sobre todo, en el trepidante final, complicado de rodar, pero muy bien resuelto por el realizador.

 

Desenlace en el que, al parecer, no se ponían de acuerdo Gabin, Grangier y el tercero en discordia en la mayoría de las películas del director: el guionista Michel Audiard. Dicen que los gritos entre los tres los oyeron a distancia los vecinos de Grangier, que corrieron a contarle el final a sus amigos antes de que se estrenara la película.

La acción, el amor, la amistad, pero también la crítica social tienen su hueco en una película tan completa como costumbrista. Porque, en realidad, la culpa de que la policía acuse a Jean de asesinato la tiene el hecho de que el camionero oculte con quién ha estado la noche del accidente; todo por el temor a los cotilleos y habladurías de los pueblos de la Francia profunda. 


El desorden y la noche (Le désordre et la nuit, 1958)

Grangier y Audiard adaptan otra novela policíaca, esta vez de Jacques Robert, y de nuevo acuden a Jean Gabin para que se sitúe al frente del reparto. Si bien, el actor vuelve a su registro más conocido, el del inspector con gabardina y sombrero. No es Maigret, pero se le parece, también la historia podría haberla firmado Georges Simenon, el autor de las aventuras del famoso comisario:

En la investigación de la muerte de un camello, el inspector Vallois (Jean Gabin) interroga a la amante y principal sospechosa, la drogadicta Lucky (Nadja Tiller). Al enamorarse de ella, el policía pone en peligro todo el caso además de su carrera. Mientras tanto, una farmacéutica (Danielle Darrieux) parece ser el cerebro de la organización criminal.

Con algunos puntos en común con Gas-Oil (los dos largometrajes arrancan con la muerte de un mafioso al que algunas mujeres querían verlo bajo tierra), pero bastante diferente en su desarrollo, Grangier hace una de sus películas mayores, quizás su obra más conocida junto a Arquímedes, el vagabundo (Archimède, le clochard, 1959) con la que Gabin se llevó el Oso de plata en Berlín.



En El desorden y la noche, Grangier vuelve a recurrir a una actriz legendaria de la escena francesa, Danielle Darrieux, para acompañar a Gabin en otro polar (cine negro francés) con trazas de thriller, que visto ahora sorprende por lo, desgraciadamente, actual de una trama que transcurre alrededor del narcotráfico.

Noir de posguerra, con reminiscencias del realismo poético y ecos del ciclo negro americano (todas estas novelas y películas negras se acumularon en la Francia ocupada y salieron a la luz después de la liberación). Cine de luces y sombras, donde los personajes tienen problemas para dormir y no les importa pasear bajo la lluvia. Cine de tugurios y jazz (estupenda banda sonora) en el que Grangier aprovecha para, de nuevo, cargar contra ciertos estamentos sociales y políticos, esta vez al más alto nivel.





12 comentarios:

  1. Qué gran actor era Gabin y además, en el primer film que comentas, acompañado de Jeanne Moreau, todo un lujo.

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    1. Pues sí, una pareja legendaria, ya habían coincidido el año anterior en una obra maestra de Jacques Becker: "No toquéis la pasta".

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  2. Hola ethan.

    Pude ver Gas-Oil en un ciclo retrospectivo de Gilles Grangier y desde luego es de esas películas en cierta manera curiosas que con la presencia de la Moreau dejan un buen regusto final. Interesante también la segunda que comentas sobre todo por su contexto histórico.

    Saludos.

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    1. Dos películas con varios elementos en común, aunque bastante diferentes. La segunda es totalmente actual.
      Saludos.

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  3. Extraordinario programa doble: fruto de una época en la que hasta las películas supuestamente menores alcanzaban la excelencia.

    Saludos.

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    1. Es verdad, dos películas muy recomendables, de aquellas que maltrataron los de la Nouvelle Vague sin razón alguna.
      Saludos.

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  4. Que tal Ethan!
    Pues dos títulos que no he visto de Gabin. Un extraordinario actor que se puede codear con los mas grandes del Hollywood clásico. Anotadas quedan.
    Saludos y feliz semana!

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    1. Habrá alguna, pero ahora mismo no recuerdo ninguna película protagonizada por Jean Gabin que sea mala.
      Saludos!

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  5. No puedo más que leer y aprender, puesto que no puedo comentar con juicio de valor sobre estas películas ya que no las he visto. Me ilumina tu crónica, atrayente sipnosis con aportes siempre interesantes sobre la construcción de la obra cinematográfica.
    Un abrazo.

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    1. Gracias, Jorge, aspiro a que los lectores del blog descubran pequeñas joyas del cine, si lo logro es un estímulo para seguir escribiendo.
      Abrazos.

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  6. Me interesa más "Le désordre et la nuit" pues parece una aventura de Maigret y es que yo no me imagino otro Maigret sin el físico de Jean Gabin.
    Pobre Danielle Darreux, le salió caro su matrimonio con el playboy Porfirio Rubinosa. Cuando los nazis lo retuvieron por haberse puesto su padre Trujillo de parte de los aliados ella tuvo que hacer una gira por Alemania lo que le costó acusaciones de colaboracionista.
    Saludos, Ethan!
    bORGO.

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    1. Desconocía esa anécdota referente a la gran Danielle Darrieux, gracias. Desde luego, hay historias reales, como la que cuentas, que serían estupendo guiones de películas.
      Saludos!

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