domingo, 9 de marzo de 2025

MARES DE CHINA (China Seas de Tay Garnett, 1935)

Con un buen director aficionado al mar, con el mejor reparto posible y con la Metro detrás garantizando una cinta de calidad, sólo faltaba la participación del guionista adecuado para producir una de las películas más conocidas y taquilleras de Tay Garnett. Para darle el tratamiento adecuado, Jules Furthman fue el escritor elegido que dejó su sello personal en un libreto de altura:



Alan Gaskell (Clark Gable) es el capitán del “King Lung”, un barco de pasaje que recorre los mares de China, entre Hong Kong y Singapur. El buque es propiedad de Sir Guy (C. Aubrey Smith), viejo armador que piensa en retirarse y dejarle el negocio a Gaskell. A bordo del “King Lung” viaja China Doll (Jean Harlow), una bella mujer de vida alegre enamorada de Gaskell. Cuando convence al capitán de viajar con él hasta Singapur, una pasajera británica embarca inesperadamente. Se trata de la estirada Sybil (Rosalind Russell), la antigua novia de Gaskell. El conflicto entre las dos está servido. Otro de los pasajeros del navío es el empresario Jamesy MacArdle (Wallace Beery), en realidad jefe de una banda de piratas malayos. MacArdle desea el cargamento de oro que lleva el “King Lung” y camufla a sus hombres entre el pasaje de tercera...

Mares de China es un melodrama triangular donde la relación entre Gaskell, Sybil y China Doll es el centro de atención; pero también es una película colectiva de aventuras en toda regla, con muchas y muy buenas escenas de acción. En cualquier caso, la protagonista indiscutible es Jean Harlow. En 1935, año en el que se estrena Mares de China, Jean Harlow era la indiscutible reina del sex-appeal. Su paso por el cine fue fugaz ya que murió con tan solo 26 años cuando rodaba Saratoga (Jack Conway, 1937). También en aquella ocasión la acompañaba Clark Gable, su pareja “más estable” en la ficción (hicieron seis películas juntos). 

La muerte prematura de Jean Harlow quizás acrecentó su mito de rubia platino, de femme fatale ideal para papeles como el de Mares de China. O como el de Tierra de pasión (Red Dust, Victor Fleming, 1932), donde el entorno salvaje, la pareja protagonista (Gable y Harlow), más salvaje aún, y la intromisión en su turbulento romance de una refinada y estirada oponente (Mary Astor) eran elementos muy similares a los de Mares de China



En la cinta que nos atañe, el guion final de Furthman encajaba muy bien con la fórmula de la Metro en los años treinta. La reunión de un grupo de personas sometidas a tensión en un lugar más o menos acotado era una trama que se repetía tanto para melodramas como para cintas de acción. Igual que en Gran Hotel o Cena a las ocho (de nuevo con Jean Harlow y Wallace Beery, ambos sin pelos en la lengua) los diversos hilos de la historia eran excusa perfecta para un reparto coral estelar, y un reclamo ideal para la taquilla.

Para el director, Tay Garnett, la fórmula de la Metro le venía como anillo al dedo. Si buceamos en su filmografía, veremos que abundan las cintas en las que los protagonistas se encuentran atrapados, física o psíquicamente. En especial en sus largometrajes marineros. En Sin rumbo (1933), donde una goleta se queda sin viento en alta mar y la dotación comienza a ponerse nerviosa; y en S.O.S. Iceberg (1933), medio documental, medio aventura, rodada en un iceberg a la deriva en el que a duras penas sobreviven varias personas. En ambas es evidente el aislamiento frente al peligro. Igual que en la posterior Bataan (1943), donde Robert Taylor y doce soldados más se enfrentan a todo el ejército japonés que los acorrala en Filipinas. Pero también en Viaje de Ida los protagonistas se ven incapaces de escapar a su destino en el espacio reducido de un barco; mientras que en su obra maestra, El cartero siempre llama dos veces (The Postman Always Rings Twice, 1946), son las pulsiones sexuales las que someten a John Garfield y a Lana Turner a una presión insostenible. 

Después de Mares de China, Tay Garnett realizó al menos tres largometrajes con la navegación presente en el argumento: Redención (Slave Ship, 1937), sobre el tráfico de esclavos; La fugitiva de los trópicos (Trade Winds, 1938), con Fredric March persiguiendo a Joan Bennet por el sudeste asiático; y De isla en isla (Seven Sinners, 1940), el regreso al tema de Her Man (1930) diez años después, con Marlene Dietrich y John Wayne como pareja protagonista del complicado romance entre un marino y una cabaretera. Película que da por finalizada la larga incursión del director por los océanos cinematográficos en tan solo una década.




El post es un extracto corregido para la ocasión del capítulo dedicado a Mares de China en mi libro: CINE Y NAVEGACIÓN. Los 7 mares en 70 películas





38 comentarios:

  1. Buen capítulo marino, de una historia del cine.
    Abrazo.

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    1. La afición de Tay Garnett por la mar le venía de muy pequeño. Su madre recordaba cómo de niño navegaba en veleros participando en las regatas de Manhattan Beach, California, y cómo en la época del instituto se pasaba las horas muertas yendo al puerto de San Pedro para ver entrar y salir los barcos. El joven Tay, además, participó en la Primera Guerra Mundial como piloto naval cuando dicha especialidad era toda una novedad, y hubiera seguido en la Marina si un accidente no se lo hubiese impedido.
      Abrazos!

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    2. De nada, gracias a ti por el interés mostrado.

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  2. Espléndida y sugerente belleza la de este mito del cine que es Jean Harlow.

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    1. Por lo visto, Jules Furthman tuvo que reescribir un argumento donde la protagonista era oriental y además estaba preñada. Con las relaciones interraciales en el punto de mira de los censores, del tratamiento inicial sólo quedó el nombre del personaje femenino interpretado por Jean Harlow: China Doll.

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  3. Quizás hablemos de una de las películas más conocidos con el mar de fondo y que a mi parecer es un gran melodrama. Todo un clásico el que nos traes hoy y que nos reconcilia con el cine clásico. Y con un reparto muy sensual.
    Abrazos!

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    1. Sí que lo es, un melodrama mezclado con una cinta de aventuras. Es una película que lo tiene todo, con un reparto estelar de aquella época, y de todas las épocas.
      Abrazos!

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    1. Me alegro de que te interese el cine clásico. La verdad es que a pesar de los años, estas películas siguen siendo muy atractivas.
      Abrazos!

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  5. ¡¡¡Me ha encantado descubrir esa relación de Tay Garnett con los mares y ese leitmotiv temático de sus películas: que los protagonistas se encuentren atrapados, física o psíquicamente!!! Son esas cosas las que permiten trazar y dibujar la trayectoria de un director. ¡Cómo me gusta "Viaje de ida"!
    Qué buenas películas de aventuras son tanto "Mares de China", la película que reseñas, y "Tierra de pasión" con esa pareja con una sensualidad total: Jean Harlow y Clark Gable.
    La rubia platino tiene un carisma extraño. Y una vida tremenda. Poco parecida al entretenido biopic que contaba su vida: Harlow, la rubia platino, con Carroll Baker en el papel de la actriz.
    Tu reseña tiene muchos hilos donde tirar. Por cierto, qué maravilla los guiones de Jules Furthman. He cotilleado y cuenta en su haber películas que me han parecido extraordinarias. ¡Ya solo por El callejón de las almas perdidas...!
    Beso
    Hildy

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    1. En 1935, el mismo año del estreno de Mares de China, Tay Garnett con su segunda mujer y una serie de amigos procedentes del mundo del cine y de la prensa, se embarcaron en el yate “Athene”, propiedad del realizador, para dar la vuelta al mundo. Las intenciones de Garnett eran hacer un crucero de placer, pero también rodar material para próximas películas mientras disfrutaba de un viaje inolvidable navegando por todo el planeta. Así de aficionado era a la mar y todo lo que tuviera que ver con la navegación.
      En las películas que Furthman hizo con Von Sternberg, el escritor se familiarizó con los entornos exóticos y las fuertes personalidades de sus protagonistas femeninas, casi siempre encarnadas por Marlene Dietrich. Un par de años antes de escribir Mares de China, Furthman ideaba la trama de "El expreso de Shanghai", otra aventura oriental donde Marlene era “Shanghai Li-li”, una mujer de armas tomar. Igual que allí, en la cinta de Garnett el nombre de Jean Harlow es “China Doll”, y su reputación es similar a la del personaje de la Dietrich.
      Abrazos!

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  6. Es una linda película. Las otras películas tambien son interesantes. Te mando un beso.

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    1. Tay Garnett es un director a reivindicar, con una personalidad que sólo tenían los grandes realizadores.
      Abrazos!

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  7. Otro de los productos Metro diseñados por Irving Thalberg con el ánimo de complacer los gustos del gran público (la taquilla, lo primero). Pero él, a diferencia de otros mercaderes, siempre tuvo presente la premisa de que la calidad y la coherencia no debían en ningún caso ser sacrificadas. Pero sí el criterio del realizador, si fuera necesario. El olfato y la claridad de visión de este hombre junto a la sabiduría y el buen hacer de competentes artesanos (como es el caso de Tay Garnett) solía dar buenos resultados. El pequeño clásico que ahora nos ocupa, lo demuestra.
    Un saludo.

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    1. El éxito de la película venía de la fórmula Metro de la que hemos hablado (con Thalberg a la batuta), del buen director que era Garnett y del efecto llamada de los actores, Clark Gable y Jean Harlow. También de otros secundarios como Wallace Beery, casi siempre un villano de gran corazón (como ya demostró en La isla del tesoro); Lewis Stone, otro fijo en la nómina de la Metro, aquí una especie de “Lord Jim”; Robert Benchley, un veterano secundario que hace de borracho, el tono cómico que Tay Garnett necesitaba y que empleó de la misma forma que hizo con Frank McHugh en Viaje de ida; y Rosalind Russell, que aún tendría que esperar unos años hasta dar con el filón de la comedia (a partir de Luna nueva de Howard Hawks, la actriz logró encontrar su verdadero lugar en Hollywood).
      Saludos.

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  8. Un recorrido muy interesante por los vericuetos de esta película de época. Tu nos has traído una visión más profunda de ella. Saludos

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    1. La verdad es que cuando profundizas en una película descubres cosas interesantes y enlazas con otras cintas ya sea del mismo director o de temas parecidos.
      Bienvenida al blog!
      Abrazos!

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  9. Un triangulo amoroso en un barco, qué mal puede suceder. ¿Ahogamiento? Ja, ja, ja.
    Qué trágico final para Jean Harlow, tan joven, con muertes prematuras uno se da cuenta de lo volátil que es la vida.
    Contigo siempre aprendo de un cine que siendo sincera lo desconozco demasiado.
    Abrazos, Ethan.

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    1. Jean Harlow tuvo una vida intensa y murió muy joven, cuando estaban rodando Saratoga, también con Clark Gable de compañero. De hecho, hay varias secuencias en las que tuvieron que poner una doble, casi de espaldas para que no se notara mucho que la actriz ya había fallecido.
      Abrazos!

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  10. Querido amigo, gracias por compartirla, no la vi.
    Querido amigo, me despedí del blog, no de mis amigos.
    La amistad es una lluvia de estrellas en el cielo de la vida.
    La amistad no es una cuestión de proximidad, sino de corazón.
    Gracias por formar parte de mi círculo de amigos.
    Los quiero y no los olvido. GRACIAS.
    Abrazos y les dejo besitos, bendiciones. sean felices.

    *♥♫♥**♥♫♥**♥♫♥*--*♥♫♥**♥*

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    1. Me alegro de que sigas en la blogosfera aunque ya no escribas en tu portal. Tampoco te olvidamos!
      Abrazos!

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  11. No la he visto.
    A ver si puedo verla.
    Últimamente veo películas de hace tiempo porque el cine de hoy en día... uffffff...

    Saludos.

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    1. Es una película ideal para ver tranquilamente en una noche o en una tarde especial. El buen cine clásico con respecto al actual tiene esa ventaja: que ya ha pasado por la crítica del tiempo.
      Abrazos!

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  12. Me viene muy bien apuntar algo de cine clásico en mi agenda, pues hay veces que no me gusta nada de la cartelera actual.
    Gracias por tus sugerencias!
    BESOS

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    1. Te digo lo mismo que a Toro: la diferencia entre buen cine clásico y cine de cartelera es que el primero viene recubierto de la pátina que le ha dejado la crítica del tiempo.
      Abrazos!

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  13. Muy bien hilvanadas esta serie de películas clásicas, de las que aún recuerdo algunas de ellas, y que tenían al mar y la aventura como motivo principal, y si además de eso le unimos ese gran reparto, un buen director y la Metro detrás, tenía el éxito asegurado, como lo atestigua que aún se siga hablando de ellas.
    Un abrazo.

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    1. El modelo de Mares de China podría entenderse como una variante de la típica aventura marítima con “mujer a bordo”. Ejemplos de este subgénero los tenemos, entre muchos otros, en la olvidada Filibusteros modernos (Twelve Miles Out, Jack Conway, 1929), con Joan Crawford secuestrada por el contrabandista John Gilbert; en la interesante Capitán China (Lewis R. Foster, 1950), con Gail Russell sobreviviendo a un tifón mientras se enamora de John Payne; en la entretenida La sirena de las aguas verdes (Underwater!, John Sturges, 1955), con Jane Russell bajo las aguas; en la aburrida El crepúsculo de los audaces (Twilight for the Gods, Joseph Pevney, 1958), con Cyd Charisse en una cinta no musical; o en muchas otras como El zorro de los océanos, en clave bélica, o Klondike Annie, en tono de comedia, con Lana Turner y Mae West, respectivamente.
      Abrazos!

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  14. Siempre nos traes unas peliculas que para mí son magníficas Ethan, gracias.

    Un abrazo.

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    1. De nada, gracias a ti por mostrar interés. La verdad es que Mares de China es una joya del cine clásico, muy recomendable y entretenida de principio a fin.
      Abrazos!

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  15. Hola ethan,
    No he visto la película y tengo curiosidad por verla, he buscado en you tube pero no está. ¿Es Mogambo la que es una especie de remake de ésta?
    Abrazos.

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    1. La película la tienes en la red en inglés aquí:

      https://m.ok.ru/video/2975373199899

      Mogambo es un remake de Tierra de pasión, otra película con Jean Harlow y Clark Gable.
      Abrazos!

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  16. Hola.
    Qué gran joya. Muchas gracias por traerla, a mí en concreto me has recordado una obra maestra que tenía olvidada.
    Muy feliz miércoles.

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    1. Es una gran película, de las mejores de Tay Garnett, que dirige una producción Metro Goldwyn Mayer, con todo lo que eso significa.
      Feliz día para ti también.

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  17. Otra reseña que recuerdo de tu grandioso libro. Sigue siendo de consulta, pues fui a buscar información sobre Moby Dick en él al momento de ver The Whale, la que recientemente reseñé.
    Y ahí seguirá ese libro, a mano para cuando vea una nueva película sobre navegación.

    Abrazo grande, Ethan querido

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    1. Pues muy buen uso que estás haciendo del libro porque se puede leer del tirón, pero creo que lo ideal es acudir a él cuando veas una de las películas de las que habla.
      Abrazos!

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  18. Eso de la muerte de la actriz tan joven, es ya un suceso de película. Se debe haber especulado mucho acerca de eso.

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    1. No creas, se murió de una insuficiencia renal en pleno rodaje de Saratoga.

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