jueves, 8 de mayo de 2014

LOS ROMPEPELOTAS (Les Valseuses de Bertrand Blier, 1974)

Es habitual referirse a los años setenta en Europa, y en el mundo entero, como a la época más floja del cine (lo decimos en general, puesto que sabemos de la existencia de grandes películas en ese período). Fueron los años del uso desmedido del zoom, de la descuidada fotografía en color y del manierismo desatado con exceso de simbología y modernismo mal entendido. De todos esos "logros" y alguno más que dieron al traste con demasiadas producciones que hoy en día son para olvidar. Sin embargo, algunas de estas películas, digamos de realismo sucio y provocador, algo envejecidas en la actualidad, han conseguido superar el lastre de los años sencillamente por el buen hacer de realizador e intérpretes. Es el caso de Los Rompepelotas.























Les Valseuses (Los cojones, si empleamos una traducción literal) es un producto muy personal de su director, el escritor Bertrand Blier (hijo del actor, Bernard Blier) y no tiene nada que ver, que nadie se lleve a engaño, con las típicas y poco afortunadas comedias-norteamericanas-de-universitarios-salidos-y-desmadrados. Es el primer éxito del realizador francés y da origen a una singular carrera que comienza con cintas del mismo corte: comedias surrealistas, provocadoras, con mucha carga sexual, pero muy apreciadas por la crítica y por cierto sector que las encumbra como filmes de culto.

Los Rompepelotas son dos jóvenes, Jean-Claude y Pierrot, (Gerard Depardieu y Patrick Dewaere, respectivamente) que se dedican al robo de poca monta por diversión y buscan en las mujeres el sexo sin tapujos. No las violan, sólo intentan que ellas consientan en la práctica de un sexo alegre y distendido. Digamos que los hippys han pasado de moda y ellos son una especie de continuación del amor libre de los sesenta, pero en su versión de delincuentes pasotas. En uno de sus atracos, un robo de un automóvil que terminan por devolver, las cosas salen mal y a Pierrot le disparan en los testículos. En la huida, se les une, al principio  obligada, luego no tanto, Marie-Ange (Miou-Miou), una joven distante que se comporta en la cama como un témpano de hielo, a la que los dos amigos se empeñan en curarle la frigidez. Al mismo tiempo, Jean-Claude intenta convencer -y demostrar- a Pierrot que no debe preocuparse por las secuelas del disparo: que no lo han dejado impotente.



La cinta, por tanto, discurre a través de una serie de sucesos absurdos, con una estructura de road-movie, donde el trío se encontrará con diversos personajes tan extraños como ellos: una mujer madura (Jeanne Moreau) recién salida de la cárcel, en quizás el mejor segmento del largometraje por lo que recuerda a la excelente Jules et Jim de Francois Truffaut (1962); el hijo de la anterior, otro expresidiario, pero esta vez virgen; la flamante esposa de un militar, que viaja para ver a su marido de permiso mientras amamanta a su hijo en el tren; una familia burguesa, cuya hija (una jovencísima Isabelle Huppert, antes de que la descubra Chabrol) quiere unirse al trío de delincuentes; etcétera.

Bertrand Blier no sigue la moda -lo cual se agradece bastante- y rueda sin usar el maldito zoom, mientras prefiere mover la cámara o emplear recursos tan elegantes como el largo y cuidado travelling de la secuencia del auto-stop. También se presenta como un cinéfilo empedernido, con más referencias a películas clásicas a parte de la citada de Truffaut (anotamos una muy clara: Sucedió una noche (It Happened One Night) de Frank Capra, 1934), y con algunos elementos muy cercanos a la Nouvelle Vague (argumento personal sin una trama definida, la muy citada referencia a Jules et Jim, el hecho de adaptar una novela del propio Blier, actores adscritos al movimiento, etc.).

La cinta fue un escándalo en su día y sufrió cortes en numerosos paises que posteriormente fueron subsanados en las distintas ediciones en vídeo y DVD. Hasta se tuvo que rodar un final alternativo (evidente influencia posterior en Thelma & Louise de Ridley Scott, 1991) para poder distribuirla en Estados Unidos. Por supuesto, nosotros nos quedamos -y recomendamos- la excelente conclusión abierta del original de Blier; y la película en su totalidad.


Aquí el trailer USA, donde el filme se tituló con el nombre más convencional de "Going Places":



Ver ficha de Los Rompepelotas.


18 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gente que empezaba como Depardieu o Isabelle Huppert, junto a veteranos de la talla de Jeanne Moreau, casi nada.

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  2. Sí, reparto mítico. Y, qué le ha pasado a Depardieu, tanto física como mentalmente... Es verdad lo que comentas de los setenta, pero, como avanzas, esta tiene algo. Saludos.

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  3. Peli de culto, dicen. Yo no la veo tan minoritaria: gustará a mucha gente que no la ha visto, por su frescura y espontaneidad.
    Saludos.

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  4. Pues no la he visto, pero me has dejado tan anonadado con tu frase inicial ("Es habitual referirse a los años setenta en Europa, y en el mundo entero, como a la época más floja del cine"), que prácticamente no me enterado de lo que ponías respecto a "Los rompepelotas". ¿De verdad eso es así? ¿Tan mala fue aquella época? ¿Dónde metemos entonces a Herzog, a Kubrik, a Fassbinder, a Coppola, a Scorsese, a Bertolluci, a Peckinpah, a Penn, a Altman, a Bogdanovich, a Cassavetes, a Malick, a....? Yo opino que los setenta fueron una gran época para el cine, donde autores geniales dieron sus primeros pasos y dispusieron de total libertad creativa. Claro que también habría quien realizara un cine pésimo, pero ¿cuándo no ha pasado eso?
    Saludos.

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    1. Y has nombrado a unos pocos sólo. Pero sí, a pesar de obras maestras de esos autores que nombras, es sin duda la peor época del cine para la mayoría de los críticos, después de la edad dorada del cine, y de las nuevas olas, el bajón fue tremendo. Claro que de todas las crisis nacen nuevas y frescas propuestas, como los citados (los de la barba en USA por ejemplo).
      Por eso decía que es una afirmación en general. Y es que la cantidad de malas películas para olvidar en esos años es abrumadora. En este caso no es una apreciación mía, es algo conocido.

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    2. Pues de la década actual ni hablamos, ¿no?, de todo lo olvidable: todo lo que suele anunciar cualquier cadena de televisión como impresionante estreno o todo lo que veo en la cartelera del centro comercial para este fin de semana. Yo de los 70 tengo una apreciación completamente diferente, una mirada nostálgica hacia un gran cine, y sobre todo por el cine de Hollywood, que me parece que en esa década realiza de lo mejor que se verá desde entonces y en adelante, una década de oro que se inicia a finales de los 60 y termina a principios de los 80 (me remito al popular estudio, que me parece completamente válido, escrito por Peter Biskind: "Moteros tranquilos, toros salvajes"). Y en Europa se contempla la prolongación de la Nouvelle Vague francesa y la eclosión del Nuevo Cine Alemán, sin olvidar en oriente, en Japón, la continuación de la Noberu Vagu. Y hablo de cine, claro, de Cine con letra mayúscula, porque hay muchas películas pero Cine... no tanto.
      Saludos.

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    3. El cine de ahora es un desastre, pero eso habrá que juzgarlo con perspectiva dentro de unos cuantos años-. La edad de oro del cine, llamada así creo que por consenso, es la que se desarrolla en los grandes estudios, décadas de los 30, 40 y 50. La decadencia comienza en los cincuenta con el fin de los trust y continua en los 60, ya sabemos el daño que hizo la televisión, conocemos lo de las superproducciones para combatir el nuevo medio, etc. La suerte es que en esos años, en Europa, y en otros países, surge una eclosión de cine fresco el llamado de las nuevas olas. Pero los setenta fue el pozo oscuro del cine que se hacía en Hollywood, del que se salió con esos nuevos valores que nombras. Digamos que esto es aplicable a Hollywood, en cualquier libro de la historia del cine verás como hablan de los setenta como la década de la gran crisis en la cuna del cine. Quizás debí referirme Hollywood cuando hablé de crisis de los setenta, pero bueno ahora lo aclaro. Fue una realidad de la que se salió gracias en parte al cine independiente y a observar lo que se hacía fuera de USA.
      Saludos

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  5. Y si los setenta son considerados mediocres parémonos a pensar en el cine de hoy y las películas que realmente merecerán ser considerados clásicos, Qué miedo.
    Esta creo que no la he visto, echa´re un ojo a ver si la puedo alquilar
    Besos

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    1. Creí que era sabido y compartido lo que decía, pero parece que he creado una polémica sin pretenderlo jajajaja:
      Bueno, mirar lo que dice T.Moix en su "Gran Historia del Cine":
      "Los años setenta son los de la gran crisis de Hollywood [...] Occidente comprende que no está solo. En realidad comprende que su feuerza se está agotando"
      Más adelante dice algo que ya hemos comentado:
      "Sumido en su propia crisis, Hollywood ha oído el mensaje que, desde unos años antes, le mandaban los movimientos underground de Nueva York [...] Las grandes productoras deciden jugar la carta de un cine más adulto, se apartan del patrón convencional para buscar la imagen del individuo medio y consagrarla como mito"

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  6. Es cierto, en los 70 se hicieron muchas pelis para olvidar, pero eso, creo yo, ocurre en casi todas las décadas. En los 80 hay de todo sin ir más lejos. De todos modos en esa década se hicieron también verdaderas joyas: El padrino, La naranja mecánica, Apocalypse Now, Alguien voló, El golpe, Manhattan, Dersu, Johnny cogió su fusil, Chinatown, Amarcord, Annie Hall, Solaris, La matanza de Texas, La huella… y un largo etcétera. No es tan mala década como algunos pueden suponer. De hecho yo prefiero esta década a la de los 80 y 90.
    Hablas de una peli de la etapa temprana de Depardieu, cuando, al parecer, era un randa y se metía en bastantes líos, por lo que tengo entendido. No he visto nada de él de esa época y no estaría mal empezar mismo con ésta de la que comentas, ethan. Un saludo.

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    1. De acuerdo contigo, es lo que deciamos, el cine se da cuenta de su agotamiento (siempre me refiero a Hollywood) y vienen al rescate los que yo llamo los de la barba (Coppola, Spielberg, De Palma, Scorsese) los independientes de Nueva York (Allen y compañía) y se dan una vuelta para ver que hacían aquellos que nacieron de las nuevas olas (Polanski, Forman, los franceses; tambien los orientales) y entre todos sacan esto adelante. Fíjate que la mayoría de las películas que nombras corresponden a todo esto que estamos diciendo. De las crisis suelen salir nuevas formas de entender el cine.
      De Depardieu y Deware hay una especie de continuación, en la misma línea del trío que busca ser feliz, surrealista y cómica, del mismo director, que también merece mucho la pena verla: ¿Quieres ser el amante de mi mujer?. Aqui el contrapunto a los dos jóvenes es el pedazo de actor Michel Serrault.
      Saludos.

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  7. Recuerdo esta película -de título tan desafortunado en la traducción- pero la recuerdo vagamente.
    Es cierto que los 70' salvo las honrosas excepciones -muchas- que todos conocemos, no fueron muy buena década para esto del cine. Todos esos vicios que tú refieres han hecho que incluso las historias que en su contemporaneidad resultaron bien contadas, hoy hayan envejecido mal. Muy mal.

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    1. Lo del título es que echa para atrás. Le película es divertida, para esos años provocadora; con algunas secuencias que se han hecho justamente famosas como la del tren, con los dos amigos observando a la mujer amamantando a su bebé.
      Lo de los setenta es así, ¿cuántas películas se malograron, por ejemplo, por el uso excesivo y equivocado del zoom?
      Saludos.

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  8. Vaya pintas tenía el Depardieu... Bien es cierto que tiene un físico muy particular pero con pelo largo no lo veo. Ahora le vi hace poco y me recordó a esos animales de los documentales de La 2, los leones marinos. Eso sí, un actor como la copa de un pino, todo hay que decirlo.

    ¡Un saludo!

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    1. Sí, ha cambiado bastante. Hay gente propensa a engordar. También sus registros como actor se agrandaron con su figura.
      Saludos

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  9. Mas vale tarde que nunca Ethan y finalmente he conseguido ver la película en francés original pues me traía recuerdos de mi época de joven estudiante de BUP.
    Decirte que me ha encantado y sorprendido sobre todo escenas como el suicidio de la mujer salida de la cárcel (Jeanne Moreau) y el trato de ambos hacia Marie Ange :en cuanto abría la boca se ganaba un bofetón .Hoy en día esta película sería prohibida por la Sra. Valenciano.
    También me ha gustado la iniciación al sexo de la joven en la parte final de la película.
    Un saludo.

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    1. Tienes razón, creo que hoy en día sería más transgesora que cuando se estrenó. Hay muchas secuencias míticas en esta película que la llevan va más allá de la típica cinta de culto.
      Saludos.

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