Cuarto día e interesante filme el que hemos visto en la
Sección Oficial del festival de cine europeo de Sevilla: una coproducción
franco-italiana dirigida por Pietro Marcello, que aborda de una forma curiosa
el clásico de Jack London, Martin Eden.
No es la primera vez que se lleva a la pequeña y a la gran
pantalla la novela de London. Mientras El barco de la muerte (The
Adventures of Martin Eden de Sidney Salkow, 1942), acaso la más célebre de
todas las adaptaciones, incluye bastante metraje acerca de las aventuras náuticas del protagonista, en la flamante película de Pietro Marcello es la vida,
digamos amorosa y político-filosófica del protagonista la que centra la
atención del realizador.
La trama de Martin Eden es conocida y se
supone que es una autobiografía no admitida por su autor: Eden (Luca Marinelli) es un marinero sin
estudios ni educación, que conoce a una aristócrata y se enamora de ella. Del
amor surge el afán de querer pertenecer a la misma clase social que su amada.
Para conseguir su propósito, dedica todo su tiempo a leer y a estudiar. Actividades
que le forman política y socialmente, e incluso logran elevar sus aspiraciones.
Las cosas cambian, cuando le confiesa a su novia que quiere ser escritor.
Lo original de la versión del realizador italiano es la
forma en cómo resuelve la ambientación de la cinta: lo hace de forma atemporal
con una suerte de saltos anacrónicos desde las luchas sociales de primeros de
siglo XX (contemporáneas a London) hasta la actualidad, pasando por la llegada
del fascismo. Editado todo ello sin aparente orden, como si el cineasta quisiera
decirnos que la influencia de las ideas nietzscheanas y el individualismo
acérrimo del protagonista ––el de la novela, y el que le achacaron al propio
London, aunque él siempre lo negó––, a pesar de que fueron utilizados por los
fascistas para subir al poder, parece que han llegado a nuestros días intactos.
Buena, por tanto, y actual adaptación del libro
con otro activo importante: la excelente actuación de Luca Marinelli, que ya
consiguió la Copa Volpi al mejor actor en Venecia. Marinelli borda los dos
registros, casi antagónicos, del personaje: el de joven marinero enamorado y
ansioso por aprender, con toda la vida por delante; y el de escritor
consagrado, autodestructivo, embriagado por sus propias ideas, y asqueado de
todo y de todos.
Contentos estamos: Martin Eden se ha llevado el premio gordo: el Giraldillo de Oro al mejor largometraje.
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