miércoles, 1 de abril de 2009

COLABORACIÓN: Misterioso asesinato en Manhattan (Manhattan Murder Mistery de Woody Allen; 1993)



Misterioso asesinato en Manhattan es uno de esos maravillosos caprichos que el gran maestro Woody Allen se concede - ¿se concedía?- de cuando en cuando y en los que además se permite - ¿se permitía?-el lujo de desarrollar sus particulares tesis sobre los géneros y la comedia, ya saben lo de la tragedia más tiempo y esas cosas. Un suceso en apariencia trágico, nada menos que un asesinato, desencadena una serie de cómicas situaciones dando pie a una de las comedias más ingeniosas e hilarantes de las últimas décadas.
Larry y Carol Lipton son un matrimonio de mediana edad y posición social acomodada que vive en un lujoso apartamento situado en el centro de Manhattan. Una noche al volver a casa, ¡¡después de ver en un cine Perdición¡¡, la pareja descubre que su anciana vecina a la que acababan de conocer la noche anterior ha muerto tras sufrir un infarto. Cuando Carol comienza a sospechar que la viejecita no ha fallecido de muerte natural y que en realidad ha sido asesinada, Larry cree que se ha vuelto paranoica y trata por todos los medios de quitarle de la cabeza una idea que considera a todas luces descabellada. Sin embargo Carol sigue convencida de que en su mismo rellano se ha cometido un crimen y comienza a seguir la pista del supuesto asesino con ayuda de Ted, un amigo íntimo que siempre se ha sentido atraido por ella. Movido por los celos y muy a regañadientes, a Larry no le queda otra que sumarse a la investigación instigado por una atractiva escritora de novelas de misterio amiga suya interesada también por el caso.
Woody Allen escribe un primer borrador de esta genial historia a finales de los setenta coincidiendo con su etapa cinematográfica más fecunda, aquella que da pie a obras capitales en su filmografía como Manhattan o Annie Hall. Más preocupado por labrarse una reputación como director "serio" Allen decide aparcar el proyecto para más adelante. La ocasión llega en 1.993; es entonces cuando la cita anual de Woody con el público llega al fin cargada de humor y misterio. Allen rescata la idea de aquel viejo borrador y reescribe el guión definitivo con la ayuda de Marshall Brickman –uno de los pocos guiones de Woody escritos a cuatro manos. Tal vez por ser una idea parida a finales de los setenta, el director recupera también a su musa de aquellos tiempos, Diane Keaton, que no había protagonizado una película del director en años – la vimos en un pequeño papelito en Días de radio- y que aquí borda su papel de neurótica compulsiva y al borde permanentemente del ataque de nervios. Junto a ella, nos encontramos al propio Woody dando rienda suelta una vez más a su vis de eteno hipocondríaco que tanto irrita a los detractores del cineasta y que provoca siempre una medio sonrisilla cómplice en quienes somos de la cuerda. La química entre la pareja por cierto permanece intacta, como si no hubiesen pasado los años. Completan el cuarteto protagonista unos como siempre espléndidos Anjelica Huston y Alan Alda que, eso sí, salen poquito (tal vez es el único pero que le pongo yo al film, la poquita presencia que tienen estos dos monstruos de la interpretacion).
Si algo tiene de especial Misterioso asesinato en Manhattan además de su ritmo –uno de los montajes más ágiles y vibrantes de la filmografía de su autor- es su carácter de homenaje. A pesar de contar con un estilo y una personalidad propias, Woody se ha mostrado siempre sumamente respetuoso con sus fuentes. Si en anteriores trabajos el neoyorkino saldaba deudas con los maestros europeos que más le influyeron como cineasta y como cinéfilo (Bergman, Fellini, Lang) aquí le llega el turno al clásico thriller y cine negro hollywoodiense de toda la vida, uno de los géneros predilectos del director. Muestra de ese tributo son los guiños más que explícitos que se suceden a lo largo del film y que remiten a películas inolvidables como la citada Perdición, Vértigo, La ventana indiscreta o La dama de Shangai.
Arranca Misterioso asesinato en Manhattan con los ya legendarios títulos de crédito blancos sobre fondo negro acompañados por la base musical del standard de turno ( en esta ocasión "I happen to like New York" de Cole Porter). Tras éstos, algo más de hora y media de risas, carcajadas, y momentos gloriosos. Cómo no recordar la lección de poker que Anjelica imparte – o intenta al menos impartir- a Woody o la hilarante escena de las grabadoras. Aquí también nos enteramos por primera vez de que al neoyorkino le entran ganas de invadir Polonia cada vez que escucha a Wagner o de que considera el canibalismo como un modo de vida alternativo o de que...en fin, se descubren siempre tantas cosas con este señor.

10 comentarios:

  1. Qué divertida la peli que hoy propones, hace tiempo que no la he revisado, igual va a ser hora de volver a verla. Y es que me encanta Woody, y Woody + Diane, y bueno la presencia aunque breve de Angelica y Alan pues también se agradece, así que tendré que buscar un hueco, jeje!!
    Por cierto no hace mucho discutía con un amigo eso tan sabio que explica el amigo Woody de TRAGEDIA+TIEMPO=COMEDIA, y con lo que jugó tan bien en MELINDA, MELINDA y ahí que nos dimos la brasa rato y rato sin acabar de concretar nada, y mira que yo veo la fórmula de cajón!!

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  2. Y que peli (pesdición) jeje...
    Pero esta también es fantástica, me encanta esa época de Woody, es que desde que vi la última...bueno todo el mundo tiene derecho a un descansito, ademas así te sorprende luego con una buena, a mi Macht point me gustó por ejemplo.
    Pero volviendo a la que comentas, la verdad es que mola, recuerdo a Alan Alda, le recorde en Mash, por cierto, bueno tendre que volver a ver en esta peli.

    Saludos

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  3. Magnífica. Y creo que aquí se acabó el genio de Allen; luego estuvo repitiendo la misma fórmula sin mucha gracia antes de cruzar el charco y cagarla profundamente. Porque (y teniendo en cuenta que MATCH POINT me parece una película aceptable) Woody Allen ya no existe, ha dado paso a una especie de lameculos de Bergman que no se atreve a mirar los sentimientos de frente, como el sueco. Y así le va. Pero esta sí me gustó.

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  4. Pues sí, Aru, la cosa es de cajón. La próxima vez que hables con tu amigo le dices cómo explicaba la cosa el propio Alan Alda en Delitos y faltas. Si vemos a un tío caminando por la calle y de repente le vemos que tropieza con una piel de platano y se pega un castañazo, lo más probable es que al principio pensemos "uy, pobrecico, el mal que se ha tenido que hacer". También es muy probable que pasado un tiempo acabemos riéndonos y digamos "pero qué tío más tonto, mira qué es torpe, joer".

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  5. Leerte me ha recordar que tengo q volver a ver después de varios años esta divertidísima comedia alleniana ;)

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  6. Hace poco, una tarde de estas, a la hora de costumbre de concursos infumables, documentales de la sabana africana, etc, encontré esta peli empezada. Hacia años que no la veía y me enganchó totalmente. La verdad es, que aparte de toda esa busqueda de misterio de unas personas que han olvidado en sus vidas todo tipo de emoción también nos habla de esas crisis tan comunes en las parejas cuando ya se convienrten en un par de zapatos viejos( creo que era lo que decía Diane Keaton, NO?).
    Los personajes de Allen y Keaton me parecen geniales y la femme fatale de la Huston, maravillosa. A mi Allan Alda siempre me ha hecho menos chiste pero aquí está muy bien del típico amigo que acaba confundiendo admiración y atracción. Desde luego un encanto de película, de esas que te recargan las pilas.
    Un saludo

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  7. Gran película. Y gran Woody. Creo que lo sigue siendo, o al menos tienes sus momentos, aunque no logre ya hacer películas tan redondas como la que comentas. Desde luego nadie puede decir que no lo siga intentando: su peliculita al año no hay quien se la quite.
    Saludos.

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  8. ¿Puedo introducir un concepto en esta coyuntura? que diría Danny Rose, bueno por partes. Para empezar, dvd, no creo que el genio de Allen se acabe aquí. Sin ir más lejos, al año siguiente Allen despacha Maridos y mujeres que es uno de sus dramas más logrados ( y sí, es Secretos de un matrimonio 2, pero a ver quien es capaz de plagiar con tanta clase como aquí el amigo). Y luego tiene bastantes cosas que están muy bien. A mí Desmontando a Harry me parece una comedia bastante redonda y Todos dicen I love you un homenaje entrañable. Y si tiene castañas, por cierto Vicki, Cristina Barcelona no me parece la peor, Granujas de medio pelo y Todo lo demás son bastante mucho más infumables.
    Enrique, me alegro de verte por aquí, déjate caer de vez en cuando que aquí nos lo pasamos muy bien, hombre. Y sí, Bela, lo de los zapatos viejos lo dice Diane. Una de las cosas que más me gusta de la película es su tono de farsa y el caracter de aventura que tienen las peripecias que viven los personajes. Todos la afrontan como la última locura que van a vivir antes de hacerse definitivamente viejecitos. "Guarda un poco de locura para la menopausia" le recrimita Woody a su mujer para intentar frenar sus impulsos (por cierto y no es por ser malo, la Keaton tiene la menopausia ya en los pies).

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  9. Woody Allen debería contratar a alguien como dexter para divulgar sus películas. No sólo por lo bien que escribe si no por que se le nota su entusiasmo por el director neoyorquino. Yo también me uno a su club de admiradores (al de Allen y al de Dexter) y tengo la certeza de que aún nos esperan buenas películas a pesar del desastre de "Vicky Cristina Barcelona".
    Después de "Misterioso asesinato..." ha habido cintas incluso mejores o por lo menos del mismo nivel ("Maridos y mujeres" creo que es de un año antes). Pensemos en "Balas sobre Broadway" (una de mis preferidas) o "Desmontando a Harry" o "Un final made in Hollywood", con ese director "ciego", además de "Match Point" claro.

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  10. Es tremendo Allen. Me gusta hasta poniendo los títulos de crédito y me gusta cuando elige la música; cuando dirige en blanco y negro y me gusta cuando azztúa con toda esa verborrea. Me gusta cuando tiene miedo a morirse porque a mí, antes, me pasaba lo mismo. Me gusta con todos sus enredos amorosos que tan bien retrata en las pelis (ahora me caso, ahora me divorzzió, ahora me lío con mi cuñada y después me mato. Me gusta serio y me gusta cuando hazze comedia. Cuando fulmina a sus protas en un Smart contra un árbol y cuando corre zzerca del Central Park sin saber que, irremediablemente, ya he perdido a la chica de su vida (por imbézzil, que se dizze). Me gusta cuando se cree que le ha salido un melanoma repentino, pero no se entera de que se manchó de tinta en la espalda; cuando se enamora de una tontita que le saca la cabezza y que luego resulta que no es tan tontita.

    Me gusta cuando dizze eso de:

    Se baja el telón. Se ve todo negro. Se acabó!!!!, porque yo estoy convenzzida de lo mismo.

    Me pasa como a ti, Dexter y como a tú, Ethan.

    Me gusta, me gusta Allen.

    Pues eso, Caperuzza Bajando el Telón

    Todo negro

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