miércoles, 3 de junio de 2009

EL ÚLTMO VALS (The Last Waltz de Martin Scorsese, 1978)

Escribíamos y preparábamos un artículo sobre Claudette Colbert y esa maravilla que es Medianoche; andábamos con la programación de televisión para nuestra sección del jueves; robábamos tiempo a nuestros quehaceres, en estos días de fin de curso; en eso estábamos cuando vimos de nuevo el documental de Scorsese, aquél que inmortalizó el último concierto de The Band. No tuvimos más remedio que dejarlo todo para hacer un hueco a este grupo con cuyas canciones hemos crecido, no hemos enamorado, hemos bailado y cantado cosas como “The Night They Drove Old Dixie Down…” El grupo de Robbie Robertson representa a todos las bandas de rock de la época dorada de la música, y no sólo por su nombre genérico (ellos intentaban llamarse de mil maneras sin conseguirlo: todos les llamaban The Band) sino por su grandeza. Son, por ejemplo, antológicas sus colaboraciones con Bob Dylan, En especial aquel disco-borrador fantástico de las cintas del sótano. ¿Has bailado con tu chica “Going to Acapulco”? Pues a que esperas… Realmente no nos apartamos un ápice de nuestro tema favorito, el cine. El documental de Scorsese no es un rodaje convencional de un concierto. El “enano gafotas” (guiño a Caperuza) es tan cinéfilo como apasionado de la música rock. Y se nota. Pero sobre todo es un gran profesional; lo demuestra en este tipo de filmes donde el montaje es esencial. Independientemente del número de cámaras que tengas -cuantas más, mejor- lo importante es decidir la sucesión de planos que van a verse en pantalla. Seguro que la experiencia adquirida en el documental de Woodstock –donde se encargó de parte de la edición-, más todo su recorrido posterior, sirvió a Scorsese para escoger las tomas adecuadas. Para detectar esas miradas entre Robbie y Bob Dylan; las que dan pie a que el primero inicie su solo de guitarra o a que el segundo cambie de tema. Para elegir los planos generales que captaban el duelo de guitarras entre Eric Clapton y Robbie, en la excelente jam que ambos se marcaron; o para decidirse por un contraluz, mientras Joni Mitchell acompaña al micrófono, enriqueciendo una excelente versión de "Helpless" a cargo de su autor: Neil Young. Pero además hay que construir un argumento que acompañe a la música, verdadera eje del documento. Hay que seguir un guión. O fabricarlo con todo el material del que disponemos. Así, Scorsese presenta una introducción, donde la banda anticipa el tema del concierto: son los cinco músicos atendiendo el bis del público durante una de sus giras. Pronto darán su último recital. Después, en el desarrollo de la película, Scorsese entrelaza, hábilmente, las canciones con las entrevistas. Estos impulsos narrativos dan pie a que desfilen leyendas del blues como Muddy Waters (impagable la versión de "Mannish Boy"); del country como Joni Mitchell; o del folk como Emmylou Harris, para confirmar que The Band han tocado prácticamente todos los géneros. El vocalista y batería, Levon Helm lo resume mejor que nadie: “Sólo es rock and roll”. El final es mucho más fácil: sin olvidarse de una cámara para Ringo, en el extremo izquierdo del escenario, y de otra para Ron Wood, en el derecho, para tener contentos a los fans de los Beatles y los Rolling, el resto es dejarse llevar por la leyenda; y aguantar sin desmayarse mientras hacen voces Dylan, Van Morrison (guiño a Vivian) y Robbie, por un lado, y Young, Mitchell y Danko por otro. The Last Waltz es más que un homenaje a una gran banda de rock. Creo que Martin Scorsese se daba cuenta de que estaba rodando un hito en la historia de la música. El tag line del filme no exageraba cuando decía aquello de “la mejor película de rock jamás realizada”; desde luego no seré yo el que diga lo contrario. Un par de ejemplos de lo que uno se puede encotrar en El Último Vals; ambas canciones compuestas por el alma del grupo, Robbie Robertson, y cantadas por Levon Helm: Ver Ficha de El Último Vals

6 comentarios:

  1. ¿Qué hemos crecido oyendo The Night they drove Dixie Down? Eso serás tú, que estás muy mayor , jaja, yo era más de los Pegamoides.
    Bueno en esta película de Scorsese, que por cierto tengo algo perdida en la memoria, influyó mucho el factor nostalgia al tratarse de la última actuación del grupo. La melomanía del amigo Martin no se nota sólo en estas peliculas conciertos como ésta, Shine a light o el No direction home dedicado a Dylan, sino en el interés que se toma para seleccionar los temas de las bandas sonoras de sus films digamos convencionales. Tengo entendido que casi la mitad del presupuesto de Malas calles se lo comió la compra de los derechos del Simpathy for the devil o el Gimme shelter no recuerdo bien. Los Rolling le privan a este señor. Por cierto que al presentar Gangs of Nueva York Leonardo DiCaprio la definió como la única película de Scorsese en la que no suena Gimme shelter, jaja qué jodio este Leo (¿acaso sonaba en Kundum o en La edad de la inocencia?) Y por cierto que co.. pintaba Christina Aguilera en Shine a light?

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  2. Magnífico artículo, estoy impresionada! Sólo lo pude ver una vez, en casa de unos amigos. Da cierto sentimiento de nostalgia, aunque no sea de mis bandas favoritas de por aquel entonces, pero hay artistas muy grandes en este documental, de una época también muy grande para el rock. Ahora, ya no es lo mismo... o será que me estoy haciendo mayor...

    Un saludo!

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  3. El otro día vi "Shine a light", el documental que Scorsese le dedica a los Rolling. No está mal pero tampoco muy bien y eso que soy un rendido admirador del grupo británico. "El último vals" no la he visto: probaremos.
    Saludos.

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  4. Cuando fui a ver esta peli en su estreno debía tener 14 años recuerdo que fui (sólo) porque salía de colaborador Ringo Star (entonces era un fan de los beatles y esa semana vi Let it be y Yellow Submarine), o eso creo recordar, la peli me encanto.
    Luego me compre la banda sonora, bueno en esa época eran tres cintas de casete, una pasada!!, no se que fue de ellas.

    Esta mañana escuchaba en mi i-pod a Bob dylan...como avanza la ciencia pufff!!

    saludos

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  5. Pus que casualidad Dexter, en mi opinión las tres que nombras en las que no suena Gimme Shelter son bastante flojas. Pues no debía pintar mucho (C. Aguilera), de todas formas no he visto todavía Shine a Light.

    No es lo mismo babel: ahora no hay esa mitomanía, probablemente porque los músicos no están a la altura. No somos mayores a pesar de lo que diga dexter...

    Licantropunk: yo te lo recomiendo, la reunión de músicos que para mí son ya leyenda es antológica, además reconozco ser un leal fan de The Band.

    Atikus: Ringo sale muy poco, sólo en el número final, igual que Ron Wood, casi testimonial.

    Abrazos a todos!

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  6. The night they drove old… Me encanta esta canción, y me ha encantado esta entrada, dan ganas de salir corriendo a conseguir el documental, tendré que hacer un alto en mi camino para verla.

    Un beso con guiño, me encantó mi guiño, ahhhhhhh, mi Vannnnnnnn…

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