Tercer día en el XX Festival de Cine
Europeo de Sevilla y ya estamos en el ecuador del certamen. Ayer asistimos a
dos películas alemanas: la primera de ellas, dentro de la Sección EFA, El
cielo rojo, se encuentra dirigida por Christian Petzold, tiene un título
muy a Eric Rohmer, y un estilo también parecido al del cineasta francés ya
fallecido. Una historia simple a cuatro bandas (cuatro jóvenes en una casa en
el bosque) aunque centrada en uno de ellos que quiere escribir una novela.
Pequeñas sorpresas, una metáfora (el bosque se quema y refleja los sentimientos
de unos y otros, pero también el fuego purifica y sale a relucir el amor) y
pocas cosas más son las que se pueden extraer de esta cinta que, no obstante, viene
con el beneplácito de la Berlinale donde ganó los premios más importantes.
Después de El cielo rojo
asistimos dentro de la Sección Oficial a la proyección de una película también alemana: La teoría universal. Realizado
por Timm Kröger, el filme narra el viaje que el joven Johannes Leinert (Jan Bülow)
hace a Suiza para asistir a un congreso de mecánica cuántica junto al profesor
que le está dirigiendo la tesis.
El alumno defiende una teoría basada
en el multiverso, pero el profesor no la admite. Cuando aparece Karin (Olivia
Ross), una pianista de jazz, todo se vuelve del revés y comienzan a suceder
cosas extrañas: Karin sabe cosas de la vida de Johaness que es imposible que
sepa; uno de los asistentes al congreso muere, pero Johaness lo vuelve a ver vivo;
se descubre un túnel con extrañas propiedades…
La película, rodada en blanco y
negro, tiene un sabor a cine clásico que permite disfrutar a los cinéfilos sólo
por las imágenes y el ambiente que rodea a la trama. Un entorno de suspense a
la vieja usanza, con el mejor estilo expresionista alemán, envuelto en una
música invasiva que recuerda mucho a Bernard Herrmann y, por tanto, nos remite
a Alfred Hitchcock.
Pero es un espejismo. Si la forma es muy disfrutable, el fondo no acompaña del todo. La película se queda lejos de ser una cinta redonda cuando el suspense da paso al misterio, y cuando el misterio se queda en eso: en misterio que alimenta una cinta fantástica más de ciencia ficción. Una pena porque el realizador (con estudios y experiencia de director de fotografía) pone todo el empeño en darle al largometraje un envoltorio muy atractivo, pero el guion (también escrito por Kröger) no acompaña y el resultado no es todo lo óptimo que debería.
Hola Ethan!
ResponderEliminarUna curiosidad, ¿a que horas se proyectan las películas? Te lo pregunto pues a veces escucho a críticos comentar que acuden a sesiones por la mañana bastante temprano. ¿Crees que influye a que hora ves una película?
Saludos!
Sí que influye, y más si has visto una o incluso dos películas antes y ya estás cansado. Este año han recortado bastante las proyecciones para prensa, de hecho casi no hay ninguna, y siempre eran por la mañana. Yo solía ir bastante para no tener que asistir a las de público, pero este año nada, por eso me he perdido bastantes películas al no haber entradas.
EliminarSaludos.
En Madrid se hace un festival de cine alemán y la verdad es que te encuentras con sorpresas muy gratas. Respecto a la segunda película que comentas me parece muy atractiva en lo visual y me apena que su fondo no esté en concordancia.
ResponderEliminarGracias por la crónica.
Un abrazo.
Es una pena, podría haber sido una película redonda, la mejor del festival, pero el guion no estaba a la altura.
EliminarAbrazos.
Me recordó a un cuento de ciencia ficción llamado LA MOSCA. Pero es una lástima lo que dices de esa película,
ResponderEliminarPues sí, una lástima. Está claro que no basta con una buena fotografía, un buen sonido (de hecho el mejor sonido hasta ahora, puede que caiga un premio en estas cuestiones técnicas) y una buena puesta en escena.
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