lunes, 29 de mayo de 2023
MASTER AND COMMANDER. AL OTRO LADO DEL MUNDO (Master and Commander: The Far Side of the World de Peter Weir, 2003)
domingo, 14 de mayo de 2023
2 X 1: "PRIVATE DETECTIVE 62" y "MATANDO EN LA SOMBRA" (Michael Curtiz) (I)
Private Detective 62 (1933)
El
gran director Michael Curtiz tuvo una de las filmografías más extensas y de
mayor calidad del universo cinematográfico que ahora llamamos cine clásico. De todas
sus películas destacan aquellas que dirigió en el seno de la Warner Brothers.
De origen húngaro, Curtiz llamó la atención de Jack Warner allá por los años
veinte cuando veía lo bien que se desenvolvía el realizador en Austria dirigiendo
películas épicas (Esclava Reina, Sansón
y Dalila, Sodoma y Gomorra, etc.). Cuando lo contrató, el
productor seguramente ya tenía en mente encargarle El arca de Noé
(Noah’s Ark, 1928), una cinta estilo DeMille con la que prácticamente se
decía adiós al cine mudo.
Pero a Curtiz no solo se le daban bien las superproducciones, enseguida demostró su habilidad para todo tipo de estructuras narrativas. Se quedó en la Warner y ellos que salieron ganando. Dos ejemplos de aquellos filmes tan bien realizados son los policíacos que dirigió en los primeros años treinta con William Powell de protagonista:
En Private Detective 62, el primero de ellos, Powell es Donald Free, el detective privado del título. Después de haber caído en desgracia por haber sido declarado persona non grata en Francia, Free tampoco tiene demasiada suerte al asociarse con Dan Hogan, un colega con pocos escrúpulos, que sigue las instrucciones del dueño de un casino. Free reacciona cuando Hogan y el mafioso planean engañar a una joven a la que el segundo debe mucho dinero.
Entretenido filme, que Curtiz realiza sin muchos medios, al estilo de las películas de serie B, pero con un ritmo muy rápido, una narrativa casi perfecta y un dominio de las elipsis prodigioso. Así, Curtiz es capaz de pasar de un país a otro en pocas secuencias mientras el protagonista se mete en problemas, lo detienen, lo juzgan, viaja en un barco, escapa de él y busca trabajo.
El caso de Curtiz no deja de ser curioso porque le sucedió lo contrario que a la mayoría de directores: de especialista en rodar largometrajes colosalistas, con grandes medios, superproducciones costosas del cine mudo, pasó a dirigir películas de escaso presupuesto, policíacos, dramas, comedias, cintas de aventuras, es decir, de cualquier género, pero siempre con su sello de realizador imaginativo, que manejaba ⸺y acaso inventaba⸺ todos los recursos cinematográficos para convertirse en uno de los que cambió el cine norteamericano para siempre.
Matando en la sombra (The
Kennel Murder Case, 1933)
El segundo de los filmes que Curtiz dirigió en 1933 con William Powell al frente del reparto fue Matando en la sombra, adaptación para la gran pantalla de la novela homónima de S.S. Van Dine, creador del personaje protagonista, el detective Philo Vance:
Vance sospecha que el suicidio de un magnate y coleccionista de cerámica china es en realidad un asesinato. La lista de sospechosos (la sobrina, la amante, la pareja de la amante, el secretario, el cocinero chino, el mayordomo que no falte, el hermano, etc.) es extensa debido al mal carácter del finado y a sus chanchullos comerciales, pero la solución del caso se presenta complicada, ya que la víctima se hallaba en un cuarto cerrado por dentro.
Entretenida trama donde todos tenían motivos para matar a la víctima; donde un jarrón chino y una daga son las claves del misterio; y donde la policía se deja aconsejar ⸺y mandar⸺ por un detective famoso, al estilo de las novelas de Sherlock Holmes o Agatha Christie.
La cinta es un ejemplo del típico
misterio locked-room o habitación cerrada, también llamado “crimen
imposible”. Es, sin duda, la mejor de la larga serie de películas que se
realizaron sobre la figura del detective Philo Vance ⸺en 1940 se hizo un remake
titulado Calling Philo Vance (William Clemens)⸺; Matando en
la sombra es la quinta de la saga, la cuarta y última protagonizada por
William Powell, y la única dirigida por Michael Curtiz, con su acostumbrada
maestría.
La película es un pre-noir donde ya hay algunos estilemas del género que se desarrollaría en los años cuarenta, con la presencia de William Powell ⸺y de Mary Astor, futura femme fatale⸺ un año antes del éxito La cena de los acusados (The Thin Man, W.S. Van Dyke, 1934), que iniciaría otra larga serie de películas inolvidables con Powell, Myrna Loy y el perrito Asta, que por cierto también actúa en Matando en la sombra.