martes, 7 de septiembre de 2010

WHERE DANGER LIVES (John Farrow, 1950)

En nuestra búsqueda insaciable de buen cine negro nos hemos topado con una joya injustamente olvidada. Una película oscura de un gran director y escritor: John Farrow. Padre de Mia Farrow y marido de Maureen O’Sullivan (la famosa Jane de Tarzán, a la que le reserva un papel secundario en este drama), es autor de filmes de muy buena factura (recomendamos al menos dos: El reloj asesino y Mil ojos tiene la noche), entre ellos este largometraje que roza la obra maestra.



Jeff es un joven médico (Robert Mitchum) que comienza su carrera trabajando como cirujano en un hospital. Allí se enamora de Margo (Faith Domergue), después de que ella ingresara tras un intento de suicidio. Margo le domina y le hace creer que es soltera, pero no libre del todo por la interferencia de un padre posesivo (Claude Rains). El engaño funciona hasta que Jeff se enfrenta con él y descubre que en realidad es el marido. Farrow define el triángulo; y éste resulta fatal.

Mitchum, con el mismo registro que tendrá en Cara de Ángel (Angel Face de Otto Preminger, 1953) -eso sí, aquí con algo más de categoría, en tres años Preminger lo degradará a conductor de ambulancia-, resulta igual de manipulable por las mujeres. El masoquismo del personaje es alarmante. El espectador sabe que se va a meter en problemas. Lo intuye por la sombría estética, por la dureza de los rostros, por la ausencia de romanticismo en unos diálogos que hieren.

Por su parte, Claude Rains también da vida a su personaje más aplaudido: el de cínico, aparentemente tranquilo, extremadamente educado, un hombre adinerado que no le importa casarse con una mujer mucho más joven que él, aún sabiendo que va tras su dinero. En la inevitable pelea entre el médico y el marido Jeff resulta herido, sufre una conmoción cerebral que le aturde y confunde. La pareja decide huir; más bien es Margo –prototipo de femme fatale- la que toma esa determinación ante la poca resistencia de Mitchum que vive con un permanente dolor de cabeza, y con el remordimiento del asesino, certificando así la pesadilla en la que se convierte su particular viaje a los infiernos.

La cinta arranca de nuevo, y entra a formar parte del subgénero oscuro más interesante: el de la pareja que huye fuera de la ley. Where danger lives resulta menos romántica que Los Amantes de la Noche (They Live by Night de Nicholas Ray, 1949) y Sólo se vive una vez (You Only live once de Fritz Lang, 1937), pero la fatalidad se ceba igualmente con ella; no es tan moderna como El Demonio de las Armas (Gun Crazy de Joseph H. Lewis, 1949), pero sí más negra; tanto que llega a alcanzar a Detour (Edgar G. Ulmer, 1946) por el ambiente de pesadilla que vive el protagonista.


La huida es dramática. El destino es implacable con ellos; y aún peor ya que el amor que podría redimirles va desapareciendo poco a poco, igual que se van mermando las facultades del protagonista. Y es que la herida de Jeff es física, pero también psicológica. La nebulosa en la mente del protagonista coincide con la propia del género. Sombras distorsionantes, trama borrosa, ambigua y subversiva, mujer psicópata y dominante tejen un obscuro envoltorio que agobian al personaje; y que no le dejan otra salida que la de escapar hacia delante, sin posibilidad de regreso, al menos hasta que ese terrible dolor le deje pensar con claridad.

Los equívocos del malintencionado guión consiguen llevar a la pareja a la destrucción típica del cine más negro. La fotografía se ensaña con ellos, incluso de día. También los personajes con los que se cruzan. Todos sacarán provecho de los pocos bienes que les quedan. El saqueo previo al hundimiento. Pero que nadie se lleve a engaño, es John Farrow el que abre la espita, el que los arrastrará hasta el maravilloso y trágico final.


Ver Ficha de Where danger lives.

17 comentarios:

  1. Las mujeres fatales, siempre tan atractivas, tan manipuladoras y siempre encuentran en el camino algún pardillo al que llevar a la perdición. Bendito cine negro.

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  2. No la he visto, pero la apunto.
    Un saludo.
    PD: Me ha hecho gracia lo de la "degradación" de Preminger.

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  3. Pues sí que es injustamente olvidada porque yo no la he visto jamás. ¡Otra más al saco de las pendientes. He de confesar que ésta la veré muy pronto pues soy un apasionado del cine negro y de ese Mitchum cegado por las mujeres. Un abrazo.

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  4. Gracias Ethan por este descubrimiento aunque ¡hay tanto por ver! ya ves y yo por el Japón y lo que me queda.Un abrazo.

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  5. No la he visto,pero me encantan este tipo de pelis de cine negro con la tensión que genera el asesinato y esas huidas en las que nos solemos posicionar en favor del prófugo de la ley;)
    bss

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  6. Pepe: Esta mujer fatal (Faith Domergue)es una mezcla de Hedy Lamarr y Joan Bennett, menos guapa que las anteriores, pero mala malísima. Siempre hay en estas pelis el contraste, la buena; en este caso es Maureen O'Sullivan, algo madurita ya para el papel.

    A Mitchum le van muy bien este tipo de papeles, Marcos, de masoquista que cae en las redes de la vampiresa.

    David, Trecce: Película para disfrutar de buen cine negro, muy estilizada, llena de sombras y fatalidades.

    Yuri: Hay mucho que ver. De Japón hay cada maravilla...

    Troyana: Las huidas de parejas es casi un género aparte (Bonnie and Clyde ¿no?).

    Saludos a todos!

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  7. "Donde habita el peligro"... Buena peli, sí señor, una muy buena peli que tendré que revisitar.

    Pd,. Hoy hemos cruzado nuestros comentarios, querido amigo.

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  8. Gran comentario, Ethan. Conozco poco de la filmo de John Farrow, pero lo que he visto me ha demostrado que es un buen artesano.
    Y como dices, a Mitchum le van como anillo al dedo este tipo de papeles de perdedor.

    Nada, que sin más dilación me pongo a la búsqueda y captura. Gracias por la recomendación ;

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  9. Padre de Mia Farrow que es hija de Maureen O'Sullivan y fue pareja de Woody Allen: endogamia de celuloide.
    No he visto esta película o no me acuerdo, que me pasa con muchas de estas antiguas y luego, con la excusa, vuelvo a verlas y ya las recuerdo. Y mencionas a Claude Rains, el secundario mítico de "Casablanca" o "Encadenados". Pues a ver si la vemos y, ojalá, por primera vez.
    Saludos.

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  10. Una película ideal para uno de tus relatos cortos, Raúl.

    Un director algo olvidado, Inquilino, pero muy efectivo y con algunas cintas muy destacables como ésta.

    Rains está aquí más cerca de su papel en "Encadenados" que en "Casablanca", Licantropunk, pero igual de bien que siempre.

    Saludos!

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  11. No he visto ésta peli pero me sumo a los muchos que gustamos del ' noir'.
    Tomaré nota porque has hecho que parezca interesante. Claude Rains me gusta y en Encadenados está muy bien, no tanto como en Casablanca por supuesto.. Y del Sr. Mitchum..¡ uhmm ! Un poco cara-de-piedra, lo mismo le decia a la chica :"te quiero, que te odio "sin despeinarse un pelo..
    ¡ Gracias por pasar por el apartamento y por tu acertado comentario !
    Un saludo:-)

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  12. El rostro triangular, su expresión de "todo me da igual" y su forma inconfundible de andar. Si el cine se define como ver caminar a Henry Fonda, lo mismo podría decirse de Robert Mitchum.
    Gracias por tu comentario abril!

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  13. Miraba de soslayo, así:

    de una manera curiosa

    En fin, se podía poner una gabardina al hombro, o un pitillo en los labios, meter las manos en los bolsillos, o un revólver...

    Tenía una impronta espezzial. Va, era una estrella.

    Caperuzzita

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  14. Estaba pensando cuál de las estrellas actuales se pueden comparar en personalidad, delante de las cámaras, a Robert Mitchum. No se me ocurre ninguna.

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  15. Lo primero, Ethan, gracias por el detalle. Estamos hablando de una pequeña obra maestra del Noir clásico. Lo segundo, precisar algo muy importante: los actores hechos de otra pasta y sus andares. Piense en la manera de andar de R. Mitchum, R. Ryan y el duque Wayne. No he visto un balancear tan sutil y portentoso cuando abrían plano los operadores de cámara a este trío de ases, pero Mitchum, ufff. Marca una órbita. Tu crítica fantástica— la vi ayer— es volver a ver lo que tenía delante y en inglés sin subtítulos en francés. Me la he compré por Amazon de la colección film Noir. Al final como decía un viejo profesor letra y la lengua con sangre entra, pues a esforzarse con Shakespeare. Un lujo, todo lo que se ve aquí; gente que amaba al cine, lo mimaban y estaban repletos de talento. El talento se nace con él, a veces, se hereda pero no es una certeza (lo digo por el negado de Chris Mitchum y la exquista Mia Farrow), la genética es un misterio. Propongo un altar para el gran John Farrow and Cia. En fin, siempre nos quedará el DVD y la filmoteca. Le dejo mientras me repongo de mi última hazaña por los quirófanos. Un abrazo

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  16. Secundo la propuesta: un altar para Farrow ya! Y un nuevo mandamiento: amarás el cine negro sobre todas las cosas.
    Un abrazo

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