El bautizo de mar para un director de cine aficionado a la navegación como era Tay Garnett comenzó en 1932. La cinta se tituló Viaje de ida y resultó ser uno de sus mejores filmes, con un guion merecedor del Óscar:
A bordo del SS "Maloa" viajan Dan Hardesty (William Powell), al que le espera la horca en San Quintín; Steve Burke (Warren Hymer), el policía que lo ha detenido; Joan Ames (Kay Francis), una adinerada mujer enferma de corazón que vive sus últimos días; y los amigos de Dan, Skippy (Frank McHugh) y Betty, alias “La Condesa” (Aline MacMahon). Dan y Joan se enamoran sin que ninguno conozca la historia del otro. Mientras tanto, Skippy y Betty elaboran un plan para salvar a Dan: “La Condesa” entablará una relación con Steve para poder liberar a Dan...
El largometraje es un melodrama místico de amour fou cuya conclusión lo acerca al género fantástico, pero que no deja de ser una bellísima película, uno de los grandes clásicos del cine romántico. El largometraje lo entiende Garnett como crepuscular. Los diálogos inciden en ello (“míralo, parece un fantasma”, le dice Betty a Skippy cuando ven a Dan junto a Joan, “la muerte no era suficientemente mala; ha tenido que enamorarse”, sentencia), pero también las imágenes de las puestas de sol en cubierta o en la playa van en el mismo sentido. Hasta las tramas secundarias como la de Betty complementan la acción principal cuando “La Condesa” quiere abandonar su vida de delincuente y casarse con Steve. A éste le ocurre lo mismo y se decide por Betty a pesar de que sabe que lo ha engañado.
Garnett no sólo se limitó a dirigir la película sino que también intervino en el guion. De las ideas del director, la más importante fue la conclusión, que rebajaba algo la tragedia. Se intuye que también son suyos los gags cómicos a cargo del simpático Frank McHugh. El humorista de la risita contagiosa interpreta su personaje habitual de borracho pendenciero, pero amigo fiel. La escena del espejo es hilarante, como también lo es la batalla particular que libra contra el barman.
Las ganas que tenía Tay Garnett de filmar una película a bordo de un barco se cumplieron cuando la Warner contrató al SS “Calawall”. Para el resto del equipo la idea no fue tan buena. Las quejas de operadores, técnicos, y hasta actores llegaron a oídos de los directivos que finalmente decidieron acabar el rodaje en los estudios. Sin embargo, a la protagonista del filme, a Kay Francis, la actriz mejor pagada de la Warner en aquella época, no se le oyó ninguna protesta ni lamento. Se limitó a hacer su trabajo como la profesional que era. De hecho, es posible que la película sea la mejor de toda su carrera.
La estrella de aspecto de modelo de Curro Romero de Torres era bastante crítica consigo mismo y casi siempre se veía mal en pantalla. La excepción fue Viaje de ida cuando por fin reconoció que estaba realmente guapa, no obstante matizó que fue gracias a Bob Kurrle, el operador, que experimentaba con las luces y las sombras. Kay tenía razón porque la fotografía es, sin duda, uno de los activos de la película. La silueta del reo que va a ser ahorcado y los crepúsculos en las escenas de la pareja a bordo o sentados en la arena son ejemplos de lo que era capaz de hacer Kurrle. También los claroscuros del arranque cuando Dan es atrapado por Steve. La secuencia es precursora del ciclo noir que vendrá años más tarde de la mano, entre otros, del propio William Powell en su serie de comedias negras titulada The Thin Man.
William Powell siempre será recordado por esas películas con Myrna Loy, pero hay que tener en cuenta que el actor ya había realizado media docena de filmes con Kay Francis. Por tanto, no es de extrañar la buena química que había entre ellos y que se refleja en pantalla en las creíbles escenas románticas. Nada que ver con el remake que dirigió Edmund Goulding en 1940 titulado Viaje sin retorno (Til We Meet Again), con Merle Oberon en el papel de Joan, y George Brent en el de Dan. Como curiosidad hay que decir que Frank McHugh repetía personaje aunque con diferente nombre.
El post es un extracto corregido para la ocasión del capítulo dedicado a Viaje de ida en mi libro: CINE Y NAVEGACIÓN. Los 7 mares en 70 películas
Cine clásico con grandes intérpretes.
ResponderEliminarCierto, una bella película pre-code romántica, con ciertos toques de humor y buenos actores.
EliminarTay Garnett es uno de esos directores que desgraciadamente no llegaron a gozar de excesiva popularidad, pese a que su larguísima carrera se prolongó hasta 1975, dos años antes de su fallecimiento.
ResponderEliminarSaludos.
Me parece un director estupendo, con cierta tendencia a dirigir películas donde la navegación y la mar estaban presentes como Her Man, Sin Rumbo, SOS Iceberg, Redención, La fugitiva de los trópicos, De isla en isla, Mares de China, y este Viaje de ida, la mayoría buenas películas.
EliminarSaludos.
Un director al cual nadie parece recordar, por suerte estás tú para ello.
ResponderEliminarSaludos.
Tay Garnett era un director todo terreno, el paradigma de director para el sistema de producciones de la edad dorada del cine. Para algunos sería un artesano, yo creo que era más que eso, en esta película lo demuestra con algunas secuencias memorables como la metáfora de las colillas en la arena de la playa o, en el mismo sentido, las escenas de las copas de champán.
EliminarSaludos.
Un extracto excelente de una película que lo tiene todo para gustar: melodrama, buenos personajes y enredos, el mar, el romance y por supuesto a la bella Kay Francis que por fin se vio guapa :) Nos dejas un bonito homenaje al gran Tay Garnett.
ResponderEliminarAbrazos.
También hay buenas dosis de comedia, aunque el drama y la tragedia no faltan, tampoco la fantasía o el halo espiritual.
EliminarAbrazos.
Gracias por la reseña. Tomó nota. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias a ti. Abrazos!
EliminarQuerido amigo, no vi esa pelicula y tampoco conozco al director.
ResponderEliminarParece muy buena, voy a ver si la encuentro y la veo, despues de mis vacaciones, gracias por la reseña y compartirla.
Abrazos y te dejo un besito, que tengas un feliz inicio de semana.
💋🌹💋
Creo que te puede gustar, es una película romántica, pero con buenas dosis de humor y de drama.
EliminarFeliz vacaciones.
Abrazos!
Que linda peli! La voy a buscar 🖤
ResponderEliminarSaludos desde Plegarias en la Noche
Una peli con un trasfondo dramático e incluso trágico, adornada con tintes cómicos y fantásticos.
EliminarSaludos.
Querido ethan, gracias por la recomendación, como dices es una película romántica con buena dosis de humor, voy a verla.
ResponderEliminarTe dejo todo mi cariño y besos
La puedes ver aquí en versión original:
Eliminarhttps://m.ok.ru/video/324716006051
Espero que te guste.
Abrazos!
Gracias por todo lo que aprendo aquí.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias a ti por pasarte y comentar.
EliminarSaludos.
De todo lo que dices me quedo con el aspecto de modelo de Julio Romero de Torres, has dado en la diana.
ResponderEliminarMuy feliz martes.
¡Hola, Marigem, cuánto tiempo! Es que Kay Francis se parece al tipo de mujer que el pintor retrataba en sus cuadros, ¿verdad? Estas eran las palabras que dijo la actriz con respecto a si estaba guapa o no:
Eliminar"Era más cuestión de iluminación que de mi rostro. Estaba bella porque Bob Kurrle, el operador, se tomó mucho tiempo y hasta cincuenta posiciones diferentes de cámara mientras experimentaba con las luces y las sombras.”
Feliz martes para ti también.
Por cierto, no puedo entrar en tu blog desde hace tiempo.
EliminarGreat blog
ResponderEliminar¡¡¡Ethan, adoro esta película!!! Qué alegría leer tu reseña. Es tan bonita y tan trágicamente romántica. Lo explicas estupendamente en el texto. Es un maravilloso amor fou. Es difícil no dejarse atrapar por esa travesía en barco con dos condenados a muerte, nunca mejor dicho, que se enamoran.
ResponderEliminarBeso
Hildy
A mí también me parece una película estupenda. Una buena idea del autor original, Robert Lord, titulada “Trasatlantic”. Un argumento trágico que se les había atragantado a los guionistas de la Warner. El estudio no conseguía dar con un tratamiento adecuado y dejó que Garnett lo leyese y se llevara la historia a un crucero de placer junto a su mujer Patsy Ruth. El realizador le dio la vuelta a la trama con la intención de convertirla en comedia y se la presentó a los productores. Muchas de las ideas de Garnett permanecieron en el libreto, pero éste no pudo impedir que fuera retocado por los escritores que figuran en los créditos, Wilson Mizner y Joseph Jackson. El resultado final fue el siguiente: todos los honores para Robert Lord, que se fue con el Óscar a casa, y ni una sola referencia al trabajo de Garnett.
EliminarAbrazos!
Llevar en barco a un condenado a muerte, se me antoja como el colmo de la crueldad. Vaya crucero de placer.
ResponderEliminarY tanto, pero no veas lo que da de sí esa situación: que si tenerlo o no encerrado durante el viaje, que si tener cuidado de que no se escape en las escalas, que si dejarle socializar con otras personas a bordo, etc.
EliminarMe encanta el cine clásico. Esta película me parece que me va a gustar.
ResponderEliminarUn placer tu reseña.
Un abrazo.
Si finalmente la ves, seguro que te va a gustar.
EliminarAbrazos!
Recuerdo esta reseña.
ResponderEliminarEse libro sigue vivo, es de consulta y con las correcciones (que supongo serán pequeñas) ya tendríamos que ir pensando en una reedición corregida.
Abrazo grande, Ethan querido
Es verdad que haría falta una reedición con actualizaciones varias. Yo sigo escribiendo reseñas de películas que tienen que ver con la navegación en la Revista General de Marina, los enlaces los voy subiendo en la zona derecha del blog, la que tiene que ver con la cartelera: "Así hemos visto algunos estrenos".
EliminarAbrazos!
Con casi cuatro mil películas votadas en Filmaffinity y siempre traes las que no he visto. ¡Me encanta!
ResponderEliminarBueno, pues me alegro, jajaja, la verdad es que hay un montón de películas por ver. Esta es muy recomendable.
Eliminar