Recta
final, aquí en Sevilla, en el XIX Festival de Cine Europeo y, en especial, en la Sección
Oficial donde ayer asistimos a la proyección de Vera de los directores
Tizza Covi y Rainer Frimmel, italiana y austríaco respectivamente, que llevan
varios años filmando juntos, sobre todo documentales. La propia directora se
encargó de la presentación en la sala de cine.
De hecho, Vera se ha rodado así, como un falso documental donde la cámara de los realizadores sigue a la protagonista, Vera Gemma ⸺que se interpreta a sí misma⸺, hija del célebre actor italiano del spaghetti western, Giuliano Gemma. Vera es una mujer madura que se resiste al paso de los años y le cuesta abandonar la vida de lujo que tenía cuando vivía su padre, algo que ya no se puede permitir. Múltiples operaciones, ropa llamativa y sombrero del oeste son sus señas de identidad, pero no bastan para que las productoras se fijen en ella.
Como
un juguete roto, pues, nos la presentan los realizadores. El punto de inflexión
de la película se produce cuando el chófer de Vera, último reducto de su otrora
vida de opulencia ⸺chófer y diva recuerdan mucho a la pareja Erich Von Stroheim-Gloria
Swanson en la obra maestra El crepúsculo de los dioses⸺, tiene un
accidente y deja herido a un niño de ocho años que vive con su padre y su abuela
en un barrio humilde. A partir de aquí, la actriz se implica en la vida de esa
familia, como una Ingrid Bergman rediviva en Europa’51 de
Rossellini.
Siguiendo con las referencias cinematográficas, Vera se comporta más como Giulietta Masina en Las noches de Cabiria, que como la Swanson o la Bergman en los filmes citados. En efecto, la sincera bondad de Vera raya en la inocencia extrema, lo que la convierte en blanco ideal para los que quieran aprovecharse de ella. Y son unos cuantos.
Película simpática, mitad comedia mitad drama, de Covi y Frimmel, que hacen un ejercicio de estilo donde prima el realismo sobre todas las cosas. Donde los personajes que giran alrededor de Vera también se interpretan a sí mismos (la directora y actriz Asia Argento, amiga íntima de Vera en la vida real; la hermana de la protagonista, Giuliana Gemma, etc.), donde la sombra de Giuliano Gemma planea por todo el metraje, y donde el espectador asiste a la proyección con una sonrisa permanente, aunque al final, como en Cabiria, lo que quede sea un regusto amargo.
Buenas Ethan, mi nombre es Jesús y te dejo mi primer comentario por estos lares. A mí la película me sorprendió para bien, me esperaba algo más ligero, y ese último tercio dramático le da ciertas maneras y poso. A nivel estilístico me gustó también que empiece pareciendo una cosa y termina siendo otra. Enhorabuena por el blog. Saludos.
ResponderEliminarHola, Jesús, ¡bienvenido! Tienes razón, ese cambio dramático es casi lo mejor de la película.
EliminarSaludos.