Entre los reservistas voluntarios de la Segunda Guerra Mundial se encontraba el alférez de fragata Nicholas Monsarrat. Educado en Cambridge, periodista y escritor, se alistó en la armada y estuvo toda la guerra destinado en escoltas. Monsarrat llegó a ser capitán de corbeta y a mandar varios barcos. De sus experiencias en la mar escribió “The Cruel Sea”, una conocida novela que fue llevada al cine en la posguerra:
La corbeta “Compass Rose” es una unidad recién construida de la clase Flower. El mando de la nave ha sido asignado al capitán de corbeta Ericson (Jack Hawkins) de la reserva naval, procedente de la marina mercante. Su segundo es el teniente de navío Bennett (Stanley Baker), un déspota con sus subordinados, los alféreces de fragata Lockhart (Donald Sinden), Ferraby (John Stratton) y Morell (Denholm Elliott). La guerra en Francia aún no se ha desatado y los submarinos todavía no han aparecido en el Atlántico. Sólo el mar embravecido parece amenazar a la pequeña embarcación que hace aguas por todas partes, pero que resiste bien los temporales...
Si la novela de Monsarrat es el armazón de The Cruel Sea, el alma de la película es el buen guion de Eric Ambler. De hecho, su trabajo en el libreto de la película fue reconocido con un Óscar al mejor guion adaptado. La dirección corrió a cargo de Charles Frend, un discreto realizador que procedía de la inagotable cantera de editores. La cinta se centra en el interior de la cámara de oficiales para seguir la relación que existe entre los protagonistas. La unión de los tres alféreces en contra del segundo, o el vínculo casi paternal entre el comandante y Lockhart son algunos de los puntos de interés. También lo es el cambio del comandante a partir del nuevo destino en la fragata: Ericson se deshumaniza y se transforma en un nuevo Ahab que sólo busca vengarse de lo sucedido con su querida “Compass Rose”.
La propaganda de este tipo de largometrajes desaparece en The Cruel Sea. Ya no hay discursos patrióticos ni buenas caras, sino angustia cuando se recogen cadáveres y supervivientes; y desesperación cuando la mar se muestra implacable con la pequeña corbeta a la que zarandea como una marioneta. Frend gasta metraje en mostrar al barco navegando con mar gruesa. El director quiere que el espectador sienta el agua fría y salada salpicándolo, que vea el caos en el interior de la corbeta, en las zonas “habitables”, cuando el barco se atraviesa a la mar al variar de rumbo para mantener el puesto.
La película es, por tanto, mucho más cruda y dura que, por ejemplo, Sangre, sudor y lágrimas, y más realista que Acción en el Atlántico Norte, por citar dos películas que tratan el mismo tema. También más sutil cuando la luz del barco que se va a pique se apaga en la cara del marinero que contempla la horrible escena; o cuando el comandante cree oír en la fragata las voces desesperadas de sus hombres ahogándose en la sala de máquinas de su barco anterior.
El realizador maneja bien el suspense en la escena del sacrificio de los náufragos, antes de que Ericson decida si lanzar las cargas de profundidad o no; y en una secuencia muy parecida a la de la citada Acción en el Atlántico Norte: los submarinos acechan y la corbeta se encuentra indefensa a la deriva, con las máquinas paradas, de noche, en mitad del océano debido a una avería. Los primeros planos expresionistas de la tripulación aguardando en silencio a la espera de que finalicen las reparaciones, o a que impacte un torpedo, son deudores de las películas de terror.
The Cruel Sea fue el largometraje británico de mayor éxito en 1953. En toda la película no se llega a ver al enemigo, ni siquiera cuando Ericson y Lockhart hunden su segundo submarino: “¿te das cuenta de que nunca hemos visto la cara del enemigo?”, le dice uno al otro cuando recogen a los supervivientes. Por fin los ven, pero el público no. El director no lo permite para tratar a los alemanes como un elemento hostil más del océano, una dificultad añadida que se suma a las aguas heladas y a los temporales. La frase con la que arranca el filme lo deja claro: “Los hombres son los héroes, las naves son las heroínas. El único villano es el mar, el mar cruel que el hombre ha vuelto aún más cruel.”
El post es un extracto corregido para la ocasión del capítulo dedicado a The Cruel Sea en mi libro: CINE Y NAVEGACIÓN. Los 7 mares en 70 películas
Si ya el mar es complicado para navegantes normales, no quiero ni imaginar lo que tiene que ser cuando el prójimo te quiere hundir.
ResponderEliminarExacto, ese es el lema de la película. La segunda premisa es la normal en una cinta bélica. En la primera se hace especial hincapié (igual que en la novela, que recomiendo) cuando la corbeta es un barco relativamente pequeño al que le va muy justo el Atlántico.
EliminarEse Oscar a mejor guion adaptado suele ser de los más fiables para mí y además tenemos la oportunidad de ver una película que no se vale de la propaganda para contar su historia. Una película dura y de verdad por lo que muestras.
ResponderEliminarAbrazos.
Eric Ambler, el responsable de adaptar la novela de Monsarrat, era un escritor que se convertiría en todo un especialista en historias duras, casi documentales, con la crueldad del mar como telón de fondo, tal como demostraría en la excelente "La última noche del Titanic" (A Night to Remember, Roy Baker, 1958). También se llevó a la pantalla otra novela suya de ambiente naval "Journey into Fear" (recomiendo esta novela) para rodar "Estambul", amén de muchas otras.
EliminarAbrazos!
Una peli auténtica!
ResponderEliminarAbrazo.
Pues sí, esto dijeron de ella los medios: "Magnífico documental, con la acción libre de cualquier falsa heroicidad".
EliminarAbrazos!
Un film que se hace entretenido y no carente de emoción, que nos traslada al interior del barco y a su vida cotidiana, mediante una ambientación sencilla, pero bien conseguida y de unas buenas interpretaciones. Para mí, la mayor virtud de la película es que no hay héroes, solo personajes que resultan humanos.
ResponderEliminarEso es, los personajes muy bien podrían haber existido (todos son ficticios), de hecho, la novela de Monsarrat es en parte autobiográfica.
EliminarHola! Acabo de leer un libro que me ha gustado mucho. COMANDANTE (Anagrama") de Sandro Veronesi sobre un submarino italiano durante la Segunda Guerra Mundial. Lo compré en italiano para practicar el idioma pero tuve que pasarme a la edición española pues la tripulación habla en sus respectivos dialectos (siciliano,friuliano...) ¡Saludos!
ResponderEliminarPues no te pierdas la película de cartelera (no sé si ya la han quitado): "El buen italiano", con título original "Comandante", que me imagino que será la adaptación de la novela que citas. Hay otra más antigua que podría ser la original, con la misma trama: "La grande esperanza" de Dulio Coletti, 1955.
EliminarSaludos!
Gracias! Y, por cierto, soy Miquel -Borgo- Zueras. No sé porqué he salido como Anónimo
EliminarHola, Miquel! Cuánto tiempo, alegría verte por estos lares, un abrazo.
EliminarDel mismo director y parecida temática, pero rodada en tiempos de guerra, es San Demetrio London. Ambas las vi (sorprendentemente) en Netflix, no sé si seguirán ahí disponibles.
ResponderEliminar"San Demetrio London" no la he visto, la buscaré en Netflix. Antes de "The Cruel Sea", Charles Frend había dirigido modestas producciones y alguna más ambiciosa como la interesante "Scott of the Antartic" (1948), sobre el famoso explorador y su fracasada conquista del Polo Sur. Otra cinta de Frend ambientada en la guerra naval fue "Duelo en el mar" (Beta Som, 1963), con James Mason al mando de un buque de guerra inglés que lograba averiar a un submarino italiano. Ambos barcos atracaban en el puerto neutral de Tánger donde dotación y comandantes entablaban una amistad que convertiría en tragedia al filme cuando de nuevo tuvieran que verse las caras en la mar. La historia recordaba mucho a "La batalla del Río de la Plata", y además también se basaba en hechos reales, pero no daba más de sí.
EliminarNo he visto esta película que, sin duda, debe de ser impresionante.
ResponderEliminarGracias por la información.
Un abrazo.
Es muy cruda y realista para la época en la que se filmó. Atrás quedaban las cintas de propaganda realizadas durante la guerra.
EliminarAbrazos!
Gracias por la reseña. Lo tendré en cuenta. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias a ti, si te tropiezas con ella, no dudes en verla, creo que te gustará.
EliminarAbrazos!
Ese detalle de no verle la cara a los enemigos es significativo. Por supuesto, despersonifica a los enemigos, el gran objetivo de toda guerra, pero también aumenta la tensión, uno de los logros del terror silente
ResponderEliminarEn este caso, deja a los enemigos como un elemento hostil más de ese mar cruel.
EliminarNo la he visto.
ResponderEliminarApuntada queda.
Gracias.
Si puedes, échale un vistazo, merece la pena. También recomiendo la novela, es muy descriptiva.
EliminarAbrazos!
Gracias, amigo, por lo mucho que nos enseñas sobre este maravilloso mundo del cine... y aunque parezca mentira aún recuerdo haber visto esta película, y de ahí puede venir el que el cine bélico sea mi género favorito de películas.
ResponderEliminarUn abrazo.
La verdad es que es una película que no se olvida. Una adaptación muy buena de la novela de Monsarrat; no fue la única que se llevó a la gran pantalla. The Ship That Died of Shame (Basil Dearden, 1955) era otra historia del autor que nacía de la guerra aunque derivaba en una película de cine negro: tres amigos se licencian y compran su antiguo barco de guerra para dedicarse al contrabando. Cuando las cosas se desmadran, dos de los compañeros se rebelan contra el líder. Una cinta con cierto atractivo, donde destaca Richard Attemborough en uno de sus característicos papeles de “malo”, habituales en sus comienzos como actor.
EliminarAbrazos!
Querido amigo, gracias por la información, no recuerdo haberla visto, voy a ver si la encuentro, me gusta este género de películas.
ResponderEliminarAbrazos y te dejo un beso, que tengas un feliz día
The Cruel Sea, es de las mejores películas del género bélico naval. A ver si la consigues y nos dices si te gustó.
EliminarAbrazos!
Parece una buena película, Tengo un amigo que tiene una gran colección, le preguntaré a ver si la tiene para poder verla. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ojala consigas verla, creo que te gustará.
EliminarAbrazos!