Si ésta última es la opción elegida -y le doy la enhorabuena por ello- es probable que se sumerja en una historia bastante confusa, con unos diálogos tan rápidos que es imposible seguir la trama. Puede que se le corte la respiración si una rubia fatal le echa el humo a la cara mientras canta con una voz tan dura que genera dudas -si es a causa de los dry martinis que ya lleva encima o es debida a que lleva tragándose el humo desde que tenía 10 años, o ambas cosas a la vez-.
Además es posible que lo vea todo oscuro; que sólo consiga adivinar los rostros de los personajes gracias al brillo que dejan las farolas, al reflejarse sobre el pavimento húmedo de las calles. Es más que probable que una voz sarcástica le conduzca a través de la historia. Una historia que arranque con el característico: "todo empezó aquella mañana gris...". Apuesto a que también le es difícil distinguir los "buenos" de los "malos". Y me jugaría el cuello si al final no le queda un poso de amargura y unas ganas de volver a verla otra vez.
Si todo esto le sucede, ha tenido suerte, se ha topado con una cinta de Cine Negro.
Nosotros nos topamos con ellas hace tiempo y admitimos que fueron las culpables de nuestra cinefilia empedernida. Creemos que por ello se merecen un homenaje, una sección especial donde se comenten los filmes que hicieron famoso al género y aquellos otros más desconocidos, pero igual de fascinantes. Antes de entrar en materia sería conveniente averiguar de dónde vienen esas películas tan peculiares; y a donde van.
Si todo esto le sucede, ha tenido suerte, se ha topado con una cinta de Cine Negro.
Nosotros nos topamos con ellas hace tiempo y admitimos que fueron las culpables de nuestra cinefilia empedernida. Creemos que por ello se merecen un homenaje, una sección especial donde se comenten los filmes que hicieron famoso al género y aquellos otros más desconocidos, pero igual de fascinantes. Antes de entrar en materia sería conveniente averiguar de dónde vienen esas películas tan peculiares; y a donde van.
El Cine Negro se hizo adulto en Hollywood, en los años cuarenta y cincuenta, pero tuvo una infancia y juventud de lo más ajetreada, y un padre más oscuro si cabe: El Expresionismo (ver el especial). Dicho movimiento artístico, autóctono de Alemania en las primeras décadas del siglo XX, utilizaba ya algunos elementos que luego incorporarían a las cintas negras los directores germanos exiliados durante la Segunda Guerra Mundial. Realizadores como Billy Wilder, Robert Siodmak, Otto Preminger o Fritz Lang utilizaban las luces y las sombras para distorsionar la realidad y, de esta forma, poder transmitir -expresar- lo que los personajes sentían en cada momento.
Pero la negrura cinematográfica no es exclusiva de Alemania o de EEUU, de hecho para algunos el género arrancó de otro movimiento cinematográfico que se desarrollaba en Francia durante los años treinta: El Realismo Poético. Autores como Jean Renoir, Julien Duvivier, Marcel Carné o Jean Gremillón supieron sacar lo mejor de sí mismo en cintas que se convirtieron en legendarias; allí los héroes -y enseguida nos viene a la memoria Jean Gabin- soportaban el peso de un oscuro pasado y luchaban en un presente nada halagüeño, de calles mojadas y canciones que surgían de los tugurios más infectos, como verdaderos lamentos.
Lo cierto es que las cintas negras que han pasado a la historia como las más representativas del género se realizaron en Estados Unidos. Y es que todos los elementos que hicieron posible este despliegue de películas parece que confluyeron allí: por un lado los directores germanos exiliados; por otro los cineastas americanos que ya habían experimentado con largometrajes primos hermanos del Cine Negro, como fueron las películas de gangsters. Tanto Howard Hawks, como Mervyn Leroy o Raoul Walsh, entre muchos otros, habían abonado el campo para la llegada triunfal del "film noir"; como también lo habían hecho escritores de la talla de Dashiell Hammett o Raymond Chandler; o el ambiente de pesimismo que inundaba a la sociedad, embarcada en el conflicto armado más sangriento de la historia. Si además incluimos en la lista de factores a que hubo estudios de producción que se especializaron en ese tipo de historias (la Warner, por ejemplo), pues el resultado no podía ser otro: El Halcón Maltés, Perdición, La Jungla de Asfalto, The Force of Evil, El Sueño Eterno, La Dalia Azul, y un larguísimo etcétera.
Pero la negrura cinematográfica no es exclusiva de Alemania o de EEUU, de hecho para algunos el género arrancó de otro movimiento cinematográfico que se desarrollaba en Francia durante los años treinta: El Realismo Poético. Autores como Jean Renoir, Julien Duvivier, Marcel Carné o Jean Gremillón supieron sacar lo mejor de sí mismo en cintas que se convirtieron en legendarias; allí los héroes -y enseguida nos viene a la memoria Jean Gabin- soportaban el peso de un oscuro pasado y luchaban en un presente nada halagüeño, de calles mojadas y canciones que surgían de los tugurios más infectos, como verdaderos lamentos.
Lo cierto es que las cintas negras que han pasado a la historia como las más representativas del género se realizaron en Estados Unidos. Y es que todos los elementos que hicieron posible este despliegue de películas parece que confluyeron allí: por un lado los directores germanos exiliados; por otro los cineastas americanos que ya habían experimentado con largometrajes primos hermanos del Cine Negro, como fueron las películas de gangsters. Tanto Howard Hawks, como Mervyn Leroy o Raoul Walsh, entre muchos otros, habían abonado el campo para la llegada triunfal del "film noir"; como también lo habían hecho escritores de la talla de Dashiell Hammett o Raymond Chandler; o el ambiente de pesimismo que inundaba a la sociedad, embarcada en el conflicto armado más sangriento de la historia. Si además incluimos en la lista de factores a que hubo estudios de producción que se especializaron en ese tipo de historias (la Warner, por ejemplo), pues el resultado no podía ser otro: El Halcón Maltés, Perdición, La Jungla de Asfalto, The Force of Evil, El Sueño Eterno, La Dalia Azul, y un larguísimo etcétera.
La evolución del Cine Negro en los últimos años cincuenta y los siguientes sesenta fue casi la misma que la del propio cine, es decir decadencia. Sólo algunas muestras de buen cine se salvaron de la quema, y es que a las crisis de los estudios y al auge de la televisión, se unieron las persecuciones de autores y actores por parte del senador MacCarthy y sus secuaces. En Europa, mientras tanto, Jacques Becker, Jean Pierre Melville o Jules Dassin ofrecían un soplo de aire fresco al género al dotarle de mayor realismo y cotidianeidad a la vez que desdramatizaban a los personajes.
Con la llegada de nuevos tiempos, los años setenta y ochenta, se recupera parte del prestigio perdido gracias a la aparición de directores que, o bien homenajeaban al género o bien daban su moderno punto de vista. Así, Roman Polanski, Martin Scorsese o Brian De Palma le dieron una vuelta de tuerca al Cine Negro, mientras Lawrence Kasdan o Dennis Hopper hacían una especie de excelente revival. En los noventa, Curtis Hanson, Quentin Tarantino y, en mayor -y mejor- medida, los hermanos Coen, se han encargado de resucitar al género que sigue evolucionando, que ha pasado a ser más violento, si se quiere más duro, pero que continúa con la mayoría de los elementos que le hicieron triunfar y que nos hicieron amar el cine sobre todas las cosas.
También hemos hablado de:
Hola! Muy buen artículo general sobre el género negro, uno de mis preferidos no sólo en cine, también en lectura.
ResponderEliminarSólo añadiría la represusión del cine negro en Asia, en particular en Japón: en los mismos años que en EEUU, Akira Kurosawa producía unas cuantas películas del género. Probablemente el hecho no es ajeno a esa inclinación pro-norteamericana del director, que no veia con malos ojos esta influencia. Películas como "El ángel ebrio", "El perro rabioso" o "Los canallas duermen en paz" son auténticas obras maestras del film noir poco conocidas en occidente.
Visitaré más este blog, hay material más que interesante. Un saludo!
Hola babel:
ResponderEliminarTienes toda la razón, hay muchas "negruras" más de las que no he hablado. De todas formas si pinchas en "ver las películas del especial", te encontrarás entre las cintas comentadas con "El Perro Rabioso" del gran Kurosawa, una de las películas que has nombrado. Espero que te guste la reseña.
Saludos.
¡'Qué gran artículo!. Las películas de cine negro son mis preferidas y lo serán siempre. Creo que nunca he visto algo mejor que "The big sleep", me encanta el rostro petrificado de Humphrey, y esto me recuerda a otra gran peli, "El rostro petrificado". La verdad es que esta entrada es magnífica, me encanta cómo te expresas. Matrícula de honor. Espero poder compartir opiniones cinematográficas contigo aunque debo de ver más cine para estar preparado.
ResponderEliminarMuchas gracias Marcos.
ResponderEliminarDe acuerdo contigo, "El Sueño eterno" es una maravilla, una confusa maravilla.
La otra peli que nombras, creo que te refieres al "Bosque Petrificado" ¿no? Aquel largometraje basado en una obra de teatro en la que Bogart repetía papel (ya lo hizo en las tablas). Muy buena cinta también.
Encantado de compartir opiniones contigo cuando quieras.
Un abrazo.
“Un artículo fantástico. No se puede esperar otra cosa de ustezz”.
ResponderEliminarA mí, del zzine negro me gusta todo, hasta lo malo; los tiros, las vozzes en off, Perdizzión, el olor de las madreselvas, las calles oscuras, las gabardinas arrugadas, los tipos que han nazzido para perder, las rubias con pulseras en los tobillos que llevan a los pollos a no sé cuántas cosas terribles, las calles adoquinadas sin salida, un sombrero ladeado….
Littel Italy.
Scorsese con una zzierta empanada mental, con Ballhauss siempre detrás, con la muerte del apuntador .
Leone y de Niro fumando una pipa de opio, recordando, ambos el Trastévere romano. La lejana infanzzia con la cara congelada debajo de un gigantesco puente.
Amén
Se le han olvidado las luces de neón, la neblina de las ciudades, la neblina de los tugurios formada por cientos de cigarros humeantes que esperan en la comisura de cientos de labios torcidos por cientos de gestos desafiantes.
ResponderEliminarAsí sea.
Ethan se me olvidó responderte a este comentario. Por cierto aunque ahora sea Dana Andrews sigo llamándome Marcos. Pues bien, sí era "El bosque petrificado". Me encantó esta entrada en su día Ethan.
ResponderEliminarBuen monográfico, Ethan. Se agradece, sobre todo la realidad de un cine anacrónico y que el hecho que ser en B&N produzca tanto reparo admíralo. Yo he intentado buscar un antecedente en una primigenia muy telúrica; el decir el protogansterismo, que le oí hablar de este submundo al maestro Scorsese y había leído hace años a esa bestia del periodismo literario que es H. Asbury. Después vendría el gansterismo (años 30) de Diertele, Le Roy o Walsh con ese inefable, James Gagney. Pasando de década, llegamos a la época dorada donde los expresionistas y los realistas franceses arramblaron con la industria. Lang & Premminger (los germano—austríacos) y Clair & Tourneur (los franceses), como bien has apuntado. Pero, hay una serie de autores— desconocidos— para el público que me vuelven loco: Jack Bernhardt, John Berry, John Cromwell, Phil Karlson, Joseph H. Lewis y el caso E. G. Ulmer. La cantidad de pelis que estoy buscando—muchas de ellas, prohibidas y ahora están reeditando— cuasi, la génesis de eso que todo el mundo magnifica con “The Wire” y se tira de los pelos. Madre mía. Si vieran “el Imperio del Terror” 1955... Por último, eso que ya está entre el B/N y el color que le llamar thriller moderno (años 60/70 y algo de los 80) y los puristas del Neonoir (finales de los 80 hasta la actualidad con los Coen and Cia). La sorpresa de “Driver” 2011. Tarantino, se me indigesta. Sólo me gusta “Jackie Brown” adaptación de la novela “Rum Punch” de ese Sr., llamado E. Leonard que tiene 84 años. Cómo hay gente que se atreve a “l´enfant terrible” de Tennesse situarlo entre los 100 mejores de la historia ¿Qué deberíamos hacer con su plagiado D. Siegel? Me encanta el Noir, mi vida es Noir, todos somos un poco Noir. Un abrazo
ResponderEliminarBuscar el noir de Ulmer, Cromwell, Siodmak, Farrow, Berry, Mann, Fuller, Ray, Foster, Fleischer, (largo etcétera) es de las mejores actividades a las que uno se puede dedicar. Veo que la compartimos.
EliminarUn abrazo!
Un buen repaso al cine negro, Ethan. Te felicito. Hay muy buenas películas en este género y para mí es la saga de El padrino la que se lleva la palma, sin desmerecer a otras, por supuesto. Marlon Brando es que lo borda. Un abrazo, Paco.
ResponderEliminarLa trilogía es una maravilla, una obra maestra. Aunque podríamos encuadrarla en el subgénero de películas de gángsters más que en el noir puro.
EliminarUn abrazo
Me ha encantado el articulo, lo que mas me gusta es eso, que son pelis de tipos duros con corazón de gelatina...ay que tiempos! Enhorabuena por la fan page de facebook muy chula también, te sigo.
ResponderEliminarBienvenida María!!!
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