Gente viva (Blonde Crazy, 1931)
La larga carrera del actor James Cagney comenzó con el inicio de los años treinta en la Warner Brothers, estudio en el que se mantuvo durante toda la década, la más prolífica de su carrera (33 películas). Uno de los directores que más veces lo dirigieron en esa época fue Roy del Ruth. Dos películas de este artesano son las que vamos a comentar ahora:
En la primera, Gente viva, Cagney es el pícaro y mujeriego botones de un hotel en el que realiza pequeñas estafas hasta que se enamora de una camarera recién contratada (Joan Blondell). Junto a ella va dando golpes cada vez mayores, pero en el camino la relación entre los dos sufre altibajos a medida que los “trabajos” se vuelven más peligrosos.
Atractivo filme de Del Ruth, un realizador que se especializa en musicales y películas policíacas, casi como el propio Cagney, actor con un registro ideal para las segundas cintas, pero también con condiciones de bailarín ⸺en la cinta hace sus pinitos con el claqué en alguna escena. No en vano, comenzó su carrera en las tablas del music-hall, interviniendo en comedias musicales y en obras dramáticas hasta que la llegada del sonoro le cambió la vida al ser contratado por la Warner.
En
cualquier caso, Gente viva no es ni un musical ni un largometraje
de gánsteres, aunque se le acerque a este segundo género poco a poco. De hecho,
lo mejor de la cinta es el cambio que va sufriendo la película desde una comedia
romántica hasta un policíaco. Es verdad que no llega a la altura de obras coetáneas
como Enemigo público (The Public Enemy, William A.
Wellman, 1931), pero se queda en un filme entretenido, con giros continuos de
guion donde los estafadores también son estafados como en la secuencias de los
falsos billetes falsos, y en la de la carrera de caballos.
La interesante trama se complementa con buenos planos de Del Ruth donde destaca el cenital de la enfermería de la cárcel, con fotografía de bajo tono, muy minimalista, casi abstracto, muy del estilo de la Warner; y con finales de secuencia made in Cagney, rematados por el tipo duro que es, enfrentándose a otros más grandes que él, pero menos atrevidos. Ojo a un Ray Milland jovencísimo, casi irreconocible. Como pasatiempo extra les recomiendo contar el número de bofetadas que se dan unos y otros.
Taxi (Taxi!,1932)
Justo después de Gente viva, el director Roy del Ruth vuelve a colaborar con James Cagney en Taxi, otra película del mismo corte que la anterior, pero, digamos, más negra:
Cagney ahora es Matt Nolan, un taxista independiente que no se deja intimidar por la todopoderosa compañía Consolidated, que quiere deshacerse de los pequeños taxistas y no duda en usar métodos gansteriles para hacerlo. Uno de los compañeros de Matt, es el padre de Sue (Loretta Young), que en su lucha por mantenerse independiente termina en la cárcel y muere allí. A pesar de la tragedia, Sue opta por el diálogo para solucionar el problema, mientras que Matt está más por la labor de responder a la violencia con violencia…
El tema que trata la película, el de las controversias entre los taxistas independientes que luchan por sus licencias, y las grandes empresas que intentan que el reparto del pastel sea cada vez más grande para ellos, es bastante actual y ayuda a que la cinta mantenga su interés a pesar de los años.
El carácter radical de Cagney,
aunque permanece en el bando teórico de los buenos, recuerda mucho al registro de
sus películas de malvado, con sonrisa que hiela la sangre como en la citada Enemigo
público de ese mismo año. De hecho, las mejores secuencias se reservan
a Cagney enfrentándose a sus enemigos. También funcionan los planos fijos de la
pareja Cagney-Young, sencillos, pero eficaces.
Cagney de nuevo, a la menor oportunidad, quiere lucirse como bailarín y hace algunos bocetos de números que demuestran lo bien que se le da el musical ⸺no olvidemos que ganará el Óscar unos años después con Yanqui Dandy (Yankee Doodle Dandy, Michael Curtiz, 1942). Esas secuencias quedan perfectas gracias a que Roy del Ruth sabe cómo introducirlas en una puesta en escena desenfadada. Al menos hasta que el drama se torna en tragedia y la película se vuelve cada vez más oscura; algo parecido, pero más intenso, a lo que sucedía en Gente viva.
Uno de los grandes, Cagney, con unos registros muy particulares y, aunque algo encasillado, demostró más de una vez, que podía interpretar casi cualquier papel que le pusieran por delante.
ResponderEliminarMuy cierto, de hecho, en estas dos películas se le pueden ver varios registros: el cómico, el dramático, el musical, etc.
EliminarQue tal Ethan!
ResponderEliminarMe las apunto, estas no las he visto. Me estaba acordando de Cagney como taxista en "The Roaring Twenties" (Los violentos años 20/ 1939).
Saludos!
Bueno esos son palabras mayores: "Los violentos años veinte" es un peliculón de uno de los grandes, de Raoul Walsh, con un Cagney en buen estado de forma y con Bogart de villano poco antes de convertirse en una estrella.
EliminarSaludos!
Cagney siempre tuvo ese toque de granuja simpático que supongo que fue la clave de su éxito.
ResponderEliminarSaludos.
Es justo ese registro el que tiene en "Gente viva" y, en menor grado, también en "Taxi". Aunque hay otras películas que de simpático nada.
EliminarSaludos.
Sin llegara ser de mis favoritos James Cagney siempre me gustó. He visto Taxi, pero no recuerdo Gente viva, aunque con todo lo que vi en mis años de infancia y adolescencia, seguro que todo no lo recuerdo.
ResponderEliminarApunto Los violentos años veinte que ya solo por el título atrapa.
Un beso.
No se recuerda todo, quizás sólo las películas que te impactaron más.
EliminarThe Roaring Twenties merece mucho la pena verla, una de las mejores películas de Cagney (y de Walsh).
Abrazos.
Una buena pareja Roy del Ruth y el gran Cagney la que nos recuerdas hoy con dos títulos muy apetecibles. Y sí, parece que las controversias entre los taxistas y licencias han llegado hasta nuestros días. Abrazos ethan!
ResponderEliminarLas dos películas son muy atractivas, y Cagney inunda la pantalla con su empuje en cada una de las escenas y eso que era bajito.
EliminarPor lo que se ve, lo de los taxistas viene de antes.
Abrazos!
Me gustan las producciones con varios registros
ResponderEliminarPues estas dos películas, sobre todo la primera, son difíciles de clasificar porque no son comedias románticas, aunque al principio lo parezca, ni dramas, ni policíacas ni películas de gangsters, ni cine negro...
EliminarPor esto me fascinan jejeje Feliz semana :D
EliminarHola!
ResponderEliminarNo conozco ninguna de las dos pelis. Me queda mucho por ver y aprender del cine clásico!
Creo que es imposible haber visto todas las películas del cine clásico, lo importante es disfrutar de él.
EliminarAbrazos.
No he visto estas películas.
ResponderEliminarEs un actor que me gusta mucho. He disfrutado con varias de sus buenas interpretaciones.
Un abrazo.
James Cagney era un actor con una personalidad arrolladora. Aquí, en cualquiera de las dos películas, está magnífico, con una soltura impropia de un principiante.
EliminarAbrazos.
No recuerdo haber visto ninguna de estas dos películas, y quizás por esto mismo, te agradezco doblemente el que me hayas dado a conocer estas dos joyas del cine clásico, y, a su actor principal y a su director.
ResponderEliminarUn placer siempre leerte.
Abrazos.
Las dos películas merecen la pena. Como bien dices son dos joyas del cine clásico. Dos ejemplos del cine que se hacía en la Warner a principios de los años treinta.
EliminarAbrazos.
Saludos y buen verano. Abrazo.
ResponderEliminarBuen verano para ti también.
EliminarAbrazos.
Siempre me ha encantado James Cagney, Te mando un beso.
ResponderEliminarA mí también me gusta James Cagney, un actor de carácter: película en la que participaba, película que ya interesaba.
EliminarAbrazos.
El cine de Roy del Ruth es una de mis grandes lagunas. Tiene varios títulos apetecibles, pero no he visto ninguno. Incluso sus Melodías me faltan... Tan solo he visto la de Minnelli. Ni tampoco su versión de El halcón maltés.
ResponderEliminarRespecto a James Cagney es de esos actores que digo: qué bueno carreras tan largas, siempre me faltarán buenos títulos que descubrir. Y lo confirmas con estas dos películas que has reseñado. Pero además con tus textos has señalado ya características que perfilarían su carrera. Qué actor más carismático, pero a la vez qué bueno es también en el papel adecuado. Lo mismo te hace reír que llorar, siendo malvado o buena persona. En la tragedia o en la comedia, James Cagney siempre deja su huella. No sé por qué pero hoy me viene a la cabeza una película donde me gusta mucho: "Ciudad de conquista" de Anatole Litvak.
Beso
Hildy
Bueno, creo que has nombrado las mejores películas de Roy del Ruth, aquellas Melodías de Broadway, muy buenas ambas. El director se movía como nadie en el musical, en estas dos películas que traigo hay como borradores del género que creo que le atraía más.
ResponderEliminarCagney era bueno en todo, en el drama y en la comedia. La película que recuerdas es muy buena y recomendable, "Ciudad de conquista", con una de las mejores damas de la Warner: Ann Sheridan, haciendo pareja con Cagney; también una cinta medio musical.
Abrazos.