Gary Cooper, como Errol Flynn, encarna al típico héroe solitario de las mejores películas de Walsh; igual que su antecesor, la actuación de Cooper destaca por su sobriedad y laconismo. Sin embargo, es en torno al personaje al que da vida el actor donde se concentran algunas de las diferencias que existen entre Tambores lejanos y Objetivo: Birmania:
El capitán
Wyatt de Cooper se aísla más, si cabe, en su soledad que el capitán Nelson de
Flynn, y se encuentra muy por encima de los soldados a los que manda, con los
que apenas se relaciona. Es un héroe con un pasado trágico (su esposa fue
asesinada por unos soldados) que vive en una isla rodeada por los Everglades
(evidente metáfora); que está acostumbrado a la selva (otra diferencia con
Nelson), que prefiere la vida salvaje a la civilización y que incluso viste
distinto al resto (5.41),[1] con una indumentaria de
explorador que se mimetiza con el entorno y que refleja su íntima relación con
los nativos (su mujer era india y tiene un hijo mestizo). A pesar de partir de
un perfil típico de héroe de western
psicológico,[2]
Walsh no se decanta por desarrollar el posible deseo de venganza del capitán,
prefiere atender a la aventura propiamente dicha y saldar el drama particular
de Wyatt con una declaración final donde perdona a los agresores de su mujer.
El contexto social
también marca una importante distinción entre las dos películas. En Objetivo: Birmania, la guerra en el
Pacífico aún estaba por decidir y la crudeza del conflicto se hace sentir en el
naturalismo de las imágenes en blanco y negro; mientras que en Tambores lejanos, la historia que se
cuenta no es contemporánea, la propaganda carece de sentido y eso hace que
Walsh no profundice demasiado en la personalidad de los protagonistas y se
centre más en la colorista aventura que en el drama; aunque, eso sí, ponga el
mismo acento en la batalla del hombre contra la naturaleza. Aspectos, ambos, el
de la aventura y la lucha por la supervivencia, que resalta el director cuando
al final resuelve el conflicto con un duelo a muerte entre el jefe indio y
Wyatt (5.42). Secuencia submarina muy bien fotografiada por Sid Hickox, el
hábil operador de la Warner con el que Walsh trabajó en numerosas ocasiones y
que aquí hace un excelente trabajo con el technicolor de la época.[3]
El reclamo
estelar de Cooper —el único de la película— deja poco protagonismo a los
secundarios que, comparados con los de Objetivo: Birmania, son bastantes menos, podríamos decir que sólo tres (5.43), y con
pocas líneas de diálogo, todo para beneficiar a la acción. Por el lado cómico,
se sitúa Arthur Hunnicutt, un actor que debe su fama al registro de películas
como Río de sangre, o el que hemos
visto en El Dorado, exactos, ambos,
al que utiliza en Tambores lejanos,
esto es, el explorador veterano que conoce al dedillo cada palmo de terreno y
que es capaz de seguir el rastro como si de un indio se tratase.
Junto a Hunnicutt, el otro actor de reparto que destaca es Richard Webb. Interpreta al teniente Tufts, un oficial de marina tan desplazado de su ambiente naval como el barco al que arrastran por tierra (5.44). Tufts es el blanco de los ataques de las serpientes, pero también de las burlas de Wyatt. El teniente se nos antoja el sustituto del reportero de la película original, por lo extraño que se siente en tierra, pero, sobre todo, porque se erige en el narrador de la historia, aunque en este caso la voice over de Tufts acompañe a la acción a lo largo de todo el metraje.
Como bien ha
visto Roberto Cueto (2008, p.197), el arranque de Tambores lejanos es muy similar al que más tarde se usará en Apocalipsis Now (Apocalypse Now de Francis Ford Coppola, 1979) o, lo que es lo
mismo, al de la novela en la que se basa la película, “El Corazón de las Tinieblas”
de Joseph Conrad. Tufts relata a bordo de la embarcación el objetivo de su
misión: encontrarse con el capitán Wyatt, un militar que vive en la jungla y
hace la guerra por su cuenta (como el coronel Kurtz, al que interpretaba Marlon
Brando en la cinta de Coppola).
Leer el capítulo desde el inicio.
[1] Como
Alan Ladd en Rebelión en el fuerte (Saskatchewan, 1954), otro western de Walsh que guarda ciertas
semejanzas con Tambores lejanos. El
protagonista es un inspector de la Policía Montada del Canadá, hijo adoptivo de
un jefe indio, que siempre que puede se cambia la casaca roja por la
indumentaria de explorador. Además, termina por liderar un grupo que tiene que
atravesar un territorio hostil de intrincados bosques infestados de indios.
[2]
Pensemos en westerns del estilo de Encubridora (Rancho Notorious de Fritz Lang, 1952) o El último tren de Gun Hill (Last
Train from Gun Hill de John Sturges, 1959), donde el protagonista sólo vive
para vengarse de los asesinos de su pareja.
[3] Como
ya vimos, Sidney Hickox fue el director de fotografía de Juntos hasta la muerte, pero también de Al rojo vivo, Camino de la
horca, Fighter Squadron, Silver River, Uncertain Glory, Northern Pursuit, Gentleman Jim, The Man I Love,
One Sunday Afternoon y Más allá de las lágrimas, todas de
Walsh.
Que tal Ethan!
ResponderEliminarAmbos actores representan lo mejor de aquel cine, a mi Flynn me caía muy bien, ya se que luego el tipo tenia sus luces y sus sombras pero desde luego en pantalla me lo pasaba genial con sus aventuras. Al leer tu entrada y esa referencia a "Objetivo Birmania" me ha venido a la cabeza un recuerdo muy lejano de la infancia, se trataba de uno sobres de papel de la marca "Montaple", costaban 5 o 10 pesetas y traían en su interior soldaditos de plástico y también pequeños aviones o tanques. Luego uno tiraba de imaginación o trataba de recrear aquellas historias vistas en pantalla. Lo dejo aquí que me pongo en plan nostálgico y en casa me dicen que soy muy pesao...jeje
Saludos!
Recuerdo esos muñecos de plástico. Jugabas con vaqueros y soldados, daba igual, la trama la ponías tú jajaja. Daban mucho juego las películas que veías en la tele, luego las querías reproducir en casa.
EliminarSaludos!
Grandes películas y míticos actores.
ResponderEliminarSí, señor, además todo el peso de la película delante de la cámara (detrás estaba Raoul Walsh) recaía en estas estrellas del celuloide como fueron Gary Cooper y Errol Flynn.
EliminarHe visto las dos película y tal vez por no haberlas visto seguidas, no me había fijado en esa característica de autoremake. Sería bueno verlas ahora una detrás de otra. A ver si las pillo en alguna plataforma. Recuerdo aquellos ciclos de cine en la tele de cuando yo era niña, y recuerdo en especial el de gary Cooper que me dejó por siempre enamorada del actor.
ResponderEliminarUn beso.
Es una buena decisión verlas una detrás de la otra. Te darás cuenta de que la estructura de ambas películas es la misma. Hay diferencias entre ellas, las que he apuntado en el post, pero el autoremake es muy claro.
EliminarEs verdad lo de los ciclos que ponían en la tele, por desgracia hace ya mucho tiempo que no se emiten. Por cierto, hay un programa en el canal trece los viernes por la noche, "Classics", igual al desaparecido "Qué grande es el cine" de Garci.
Abrazos.
Muchas gracias por la información. Miraré en el canal trece.
EliminarUn abrazo.
Voy a tener que volver a verlas para fijarme en los detalles. Gracias por la info.
ResponderEliminarUn saludo!
Si las vuelves a ver, mira primero Objetivo: Birmania y luego Tambores lejanos. Veras la cantidad de cosas en común que tienen las dos.
EliminarSaludos!
Con la amplia información que nos traes de estas dos películas y actores, me han entrado ganas de verlas una vez más ¡Me encantan!. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las dos películas son muy buenas por separado, si las ves juntas, una detrás de otra, aumenta el interés al ser una un remake encubierto de la anterior..
EliminarAbrazos.
Ambas películas las vi hace tiempo. Aunque me gusta más tambores lejanos. Las dos son muy buenas. Te mando un beso.
ResponderEliminarYo prefiero Objetivo: Birmania, pero Tambores lejanos me parece una película muy entretenida e interesante.
EliminarAbrazos.
Por falta de tiempo me es imposible seguir el ritmo de tus publicaciones, pero, cada vez que puedo pasar, suelo leer tu última publicación más alguna anterior de las que no llegué a tiempo, aunque comente solamente en una.
ResponderEliminarCon esto te quiero decir que disfruto mucho leyéndote, por lo interesante de tus artículos y por la sencillez y ameno de tu narrativa.
Gracias, por tu buen hacer.
Un abrazo.
Muchas gracias, Manuel, por tus palabras. Es un placer verte por aquí y leer tus comentarios.
EliminarAbrazos.
¡Qué grandes actores y qué grandes películas! Por cierto, no tenía controlado el nuevo programa de Garci en 13, que he tenido ocasión de recuperar en Internet gracias al comentario que le hacías más arriba a Rosa.
ResponderEliminarSaludos
Pues sí, el programa se emite todos los viernes por la noche y tiene el mismo formato que aquel extraordinario de los años 90 en la 2, también suelen participar en los debates viejos conocidos como Oti Rodriguez Marchante o Eduarto Torres-Dulce, y otros nuevos cinéfilos. Creo que este viernes dan Rocky.
EliminarSaludos.
Unos grandes actores. Gary Cooper me encantaba. Su mirada atrapaba.
ResponderEliminarTendré que revisar las dos películas para observar todos los detalles.
Un abrazo
Gary Cooper era un actor estupendo, de las grandes estrellas de Hollywood. Además, según dijo Raoul Walsh, Coop era un gran tipo, muy buena persona.
EliminarAbrazos.
Interesante y ameno tu blog. Gracias por visitarme.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bienvenido, Rafael, un placer tenerte por aquí.
EliminarAbrazos.
Unos actores estupendos!
ResponderEliminarEran otros tiempos, todo un Star System que los espectadores adoraban e iban fieles a los cines a manifestar era adoración por ellos.
EliminarSeguramente las he visto, aunque no lo recuerde exactamente... y menos que menos estos super detalles que mencionas. Como siempre que paso por aquí, me vienen ganas de sentarme a ver buenas películas... de hecho en estos días me he acordado de ti; estoy leyendo un eterno pendiente, es decir, "Rebeca" de Daphne Du Murier y, como obviamente sabrás, hay dos películas hechas del libro, una del maestro Alfred Hitchcock y otra más reciente del 2020... quisiera tu opinión, porque la del maestro la veré sin dudas, pero la otra, ¿valdrá la pena según tú? ...ahí me dices.
ResponderEliminarBesos!
No he visto el remake del 2020, así que no puedo decirte si merece la pena o no, sólo te diré que no había necesidad de hacer un remake de esa obra maestra que es "Rebeca" de Hitchcock. Hay algunas películas que merecen que las dejen en paz.
EliminarAbrazos.
Acabo de ver que Tambores lejanos está en youtube y también en Amazon prime, así que este fin de semana ya tengo película de fijo. Objetivo Birmania la ví hace muchísimos años en mi viejo cine de Barrio, uno de mis hermanos siempre me llevaba aunque casi siempre yo salía medio escaldada de la aventura, a él le encantaba llevarme a ver pelis de terror y como yo era más pequeña que él siempre terminaba engañándome.
ResponderEliminarEspero que la disfrutes.
EliminarQué buenos recuerdos los de la infancia y cuantas historias alrededor del cine. Los hermanos mayores siempre se salen con la suya jajaja.
Saludos!