domingo, 3 de septiembre de 2023

2 X 1: "EL HOMBRE DE MÁRMOL" y "EL HOMBRE DE HIERRO" (Andrzej Wajda)

El hombre de mármol (Czlowiek z marmuru, 1977)

El director Andrzej Wajda —junto con Roman Polanski—probablemente haya sido el cineasta más influyente de la historia del cine polaco. Hijo de un oficial del ejército, que murió en la masacre de Katyn, y resistente antinazi en la Segunda Guerra Mundial, Wajda comenzó su carrera como director con una serie de películas sobre dicho conflicto (más tarde denunció la matanza de Katyn perpetrada por la Unión Soviética aprovechando la invasión alemana con una más que interesante película). Conocido por sus buenas adaptaciones de novelas polacas, Wajda hizo a finales de los años setenta un díptico que analizaba a su manera tres décadas de la historia de Polonia:

En la primera película, El hombre de mármol, una joven estudiante (Krystyna Janda) intenta hacer una película como tesis de fin de carrera sobre el estajanovismo de los años cincuenta en Polonia. Cuando se documenta para el trabajo, se topa con la figura de Birkut (literalmente, con una escultura de mármol abandonada, de ahí el nombre del filme de Wajda), un héroe de esa época, capaz de poner miles de ladrillos en un solo día, famoso en toda la nación, pero que más tarde fue olvidado. Krystyna tratará de dar con él —ahora desaparecido— y con los motivos por los que cayó en desgracia.

Wajda utiliza una estructura muy reconocible, estilo Ciudadano Kane, donde la joven aprendiz entrevista a los amigos de Birkut, a su mujer, al director de cine que lo encumbró, etc., de tal forma que el espectador, a base de flashbacks, se da una idea de cómo era este hombre y, sobre todo, de por qué desapareció. De su subida a la cumbre y de su bajada a los infiernos de la cárcel.

 

La película tiene un doble mensaje: en primer lugar critica la época de la posguerra, de dura influencia estalinista, por no decir injerencia soviética en la vida social y política de Polonia. Las mejores secuencias tienen que ver con la utilización de la figura de Birkut con el propósito de la propaganda descarada. En especial, cabe destacar el rodaje de un documental de la época donde Wajda presenta los entresijos de la filmación (si el héroe se santigua, cortan, si se cansa, tampoco lo ruedan, etc.).

El segundo mensaje es con respecto al cine dentro del cine. Wajda se mete con la censura y las dificultades que ponen las autoridades para rodar determinados temas. La joven protagonista se las ve y se las desea para terminar su película. Supera una depresión y sigue buscando al protagonista. El propio Wajda comenzó con la idea de esta magnífica cinta en 1962, (en plena época del deshielo soviético) pero aun así no le permitieron rodarla hasta pasados quince años. 


El hombre de hierro (Czlowiek z zelaza, 1981)

Cuatro años después de El hombre de mármol, Andrzej Wajda cierra el díptico con una secuela titulada El hombre de hierro. Una película muy similar en cuanto a la estructura narrativa (Ahora es un periodista radiofónico el que quiere hacer un reportaje sobre la figura de Birkut y de su hijo, ambos interpretados por el mismo actor que en la película anterior: Jerzy Radziwilowicz).

La diferencia entre este filme y el primero de la serie es que ahora los poderes públicos le encargan el trabajo al reportero con el fin de desprestigiar al que fuera líder del movimiento obrero y a su hijo. El primero ya fallecido y el segundo casado con aquella cineasta de El hombre de mármol, a la que de nuevo encarna Krystyna Janda.

El periodista va siguiendo un recorrido muy similar al de la cineasta, cuando entrevista a los amigos del hijo de Birkut, a la madre, a su mujer, etc. Otra vez, poco a poco, el espectador irá sacando conclusiones sobre la figura de ambos personajes, padre e hijo: sabrá cómo murió el primero y cuál es la vida del segundo.

 

Wajda se esconde detrás de este formato de semidocumental, lo carga de objetividad,  para, de nuevo, encubrir lo que en realidad pretende el director, que no es otra cosa que criticar el sistema político de su país. Conforme el periodista va hallando pistas sobre el tema de su reportaje, va cambiando su manera de pensar hasta resistirse a hacer el trabajo tal como se lo habían encargado.  

Otra diferencia de El hombre de hierro con respecto a la anterior es su interés desde el punto de vista histórico, ya que desgrana el nacimiento del sindicato Solidaridad. Hasta el propio líder Lech Walesa tiene un papel en la cinta, haciendo de él mismo. El largometraje fue más reconocido que el anterior —aunque me quedo con el primero—, ya que ganó la Palma de Oro de Cannes y fue designado como candidato al Óscar. Más tarde, el gobierno polaco lo retiró de la carrera a los premios de Hollywood porque no quería que representara a ese país.




22 comentarios:

  1. Películas muy interesantes para profundizar en la historia del Este de Europa. El cineasta, recurrente en las retrospectivas de los festivales, tiene un legado muy especial para todos aquellos interesados o estudiosos en cómo se forja o forma la narrativa cinematográfica.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Sin duda, un cineasta muy influyente, con una carrera espectacular, de la llamada Escuela de Varsovia, con directores excepcionales que tuvieron que sortear la censura, algunos se tuvieron que exiliar como Polanski.
      Abrazos.

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  2. No está demás echar un vistazo al pasado reciente de cada país para tener una idea de cómo era la vida entonces en cada uno de ellos y lo que ha costado llegar hasta aquí, cuando algunos nostálgicos parece que añoran ciertos regímenes de los que solo ven lo que les interesa.

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    1. Es verdad, además la lucha de los disidentes fue especialmente dura en Polonia donde desde el final de la Segunda Guerra Mundial ya estaban protestando de la estalinización del gobierno.

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  3. No he visto ninguna de las dos películas, aunque creo sí que he visto películas del director. Lo terrible es que no soy capaz de recordar ningún título, pero su nombre es para mí tan conocido que no puede ser que no haya visto nada suyo.
    Estas dos películas que mencionas tienen muy buena pinta.
    Un beso.

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    1. Hola, Rosa, seguro que has visto alguna película de Wajda. Mira, te recuerdo algunos de los títulos que yo he visto y que son los más emblemáticos del director (aparte de los dos que traigo y de Katyn): Kanal, Cenizas y diamantes, Generación, El bosque de los abedules, Dantón... Es un director con una trayectoria muy larga y una filmografía espléndida.
      Abrazos.

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  4. "El hombre de mármol", "El hombre de hierro"... Un tipo duro este Wajda (perdón por el chiste fácil).

    Saludos.

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    1. Hacía falta ser duro para combatir a los alemanes desde la resistencia y para, luego, enfrentarse a todo un gobierno llevado de la mano de los soviéticos. Wajda no se fue, como otros, y siguió con su cine disidente. De hecho, el gobierno, después de ver la implicación del director con el sindicato Solidaridad, ilegalizó la productora de Wajda.
      Saludos.

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  5. Leyendo tu post me he dado cuenta de que durante años había confundido a los dos cineastas, el polaco Andrzej Wajda y el húngaro Ladislao Vajda, aunque tampoco es que hubiera entrado a fondo en la biografía de ambos.
    De este último, que vivía en Barcelona, recuerdo sus obras de profundo contenido religioso que visioné en el cine parroquial de mi barrio, en la plaza de Sta. Mª del Mar donde veíamos películas muy antiguas en blanco y negro.
    Con descubrimientos geniales como la original de Ed Wood con el pulpo, cuyo impactante meneo de patas visto con mis ojos infantiles, me llevaría años después al disfrute de la magnífica biografía que sobre él rodó Tim Burton, descubriendo en qué consistía el mecanismo de la fiera que tanto me había impactado de niña.
    Tras ver El cebo, que no pude acabar, no quise ver ninguna otra obra suya ni del otro Vajda, a los que creía el mismo cineasta.
    Seguro que de ahí parte mi confusión.

    Como siempre, un placer visitar tus crónicas.

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  6. El cebo es una de las grandes producciones españolas (en realidad una coproducción con Alemania), una película estupenda, quizás un poco fuerte para un niño.
    Aunque el apellido es parecido, la verdad es que no tienen nada que ver el director húngaro con el polaco. El primero hizo casi toda su carrera, lo más importante de ella, en España, mientras que el segundo, como digo en la entrada es uno de los realizadores más influyentes e importantes del cine polaco.
    Un saludo!

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  7. No he visto ninguna de las películas que mencionas. Te mando un beso

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    1. Ambas películas son muy recomendables, especialmente la primera, que curiosamente fue la que menos reconocimiento tuvo.
      Abrazos.

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  8. No he visto ninguna de ellas. Agradezco tu información.
    Un abrazo.

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    1. Pues te las recomiendo. Si alguna vez das con ellas, no dejes de verlas.
      Abrazos.

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  9. Me apetecen las dos un montón. Además la filmografía de Wajda es otra de mis grandes lagunas. Me impresionó muchísimo La tierra de la gran promesa. La única que he visto de este director.
    Beso
    Hildy

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    1. La tierra de la gran promesa es muy buena, un fresco de la Polonia industrial de primeros de siglo, con ese actor fetiche de Wajda: Daniel Olbrychski.
      La verdad es que Wajda tiene una filmografía más que interesante, repleta de buenas películas. Para empezar, te recomiendo la excelente trilogía: "Generación", "Kanal" y "Cenizas y diamantes".
      Abrazos.

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  10. No he visto ninguna, por eso me parece muy interesante tu doble entrada. Así ya sé el camino para corroborarlas cuando pueda verlas. Como ves, siempre aprendiendo.
    Un abrazo.

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    1. Además de ser obras interesantes y bien realizadas, tienen mucho mérito porque Wajda las dirigió en una época convulsa, con un gobierno en contra.
      Abrazos.

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  11. Me gustaron mucho las alusiones al tiempo de la posguerra :D

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    1. Es el tema principal, sobre todo en la primera película: la vida en la Polonia de la posguerra sometida al influjo soviético.
      Saludos!

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