Volvemos de nuevo a la Sección EFA (European Film Academy)
del XX Festival de Cine Europeo de Sevilla, donde se agrupan las películas
seleccionadas para los premios anuales europeos, una sección donde solemos
encontrarnos a gusto. A pesar de la decepción que supuso Slow, de
la que dimos cuenta la pasada jornada, las expectativas sobre Sala de
profesores eran buenas y tenemos que decir que no nos ha defraudado.
La película dirigida por el realizador alemán, hijo de
inmigrantes turcos, Ilker Çatak, es una vuelta de tuerca más acerca del mundo
escolar, casi un género que ha dado muy buenas cintas a lo largo de la historia
del cine, generalmente de mucha calidad. Sala de profesores mantiene
esa calidad media casi desde el comienzo:
La nueva profesora de matemáticas y educación física, Carla
Nowak (muy bien interpretada por Leonie Benesch, que lleva el peso de todo el
filme), ejerce sus labores con inteligencia y originalidad hasta que una serie
de robos interrumpe el normal transcurso de las clases. Carla no está de acuerdo
a cómo se está llevando a cabo las acciones desde la jefatura del centro y
decide investigar por su cuenta. Pronto descubre indicios que apuntan a una
persona en concreto como autora de los hurtos. El problema es que los medios
que Carla ha utilizado para investigar están provocando consecuencias que terminan
por escapar de su control.
La cinta comienza con cierto suspense, pero se desarrolla
como un conflicto entre profesora y alumno —nada nuevo por otro lado en este
tipo de películas, véase Rebelión en las aulas o Semilla de
maldad, por citar sólo dos ejemplos— donde la tensión aumenta con el metraje.
Çatak, para generar ansiedad en la docente, utiliza todos los recursos que el
cine proporciona: comenzando por el formato estrecho de la cinta —nada de
grandes panorámicas— y continuando con la música, el montaje, la profundidad de
campo, y hasta el foco, cuando alterna el protagonismo de una escena en
concreto entre dos o más personajes.
Carla no sólo se ve asediada por los alumnos, también por sus
compañeros —que ella sea en realidad polaca no me parece nada gratuito. Con
el estrés in crescendo llegamos a un final abierto, que no soluciona el
conflicto, pero que con un excelente plano nombra a la persona ganadora de la
batalla (¿o no?). Película, pues, interesante, candidata alemana al Óscar a la
mejor película de habla no inglesa, con un par de premios en la Berlinale y, aquí, en el festival, en condiciones normales sería aspirante al
premio del público.
Parece que el nivel va mejorando.
ResponderEliminarSí, esta película me ha parecido buena, digna de presentarse a un festival.
EliminarQue tal Ethan!
ResponderEliminarInteresante la propuesta. La imagen que acompaña la entrada me ha recordado un articulo que leí recientemente, un joven profesor confesaba que abandonaba la profesión ante la impotencia y la desesperanza de lidiar con sus alumnos.
Voy tomando nota de tus recomendaciones.
Saludos!
A esta profesora tampoco se lo ponen fácil los alumnos, en especial uno de ellos, bastante inteligente. La película está bien.
EliminarSaludos.