Yoshiwara (1937)
En la segunda mitad de los años treinta, el director alemán de ascendencia judía, Max Ophüls, realizó dos películas seguidas un poco antes de exiliarse a Estados Unidos para huir del régimen nazi. Pertenecen al grupo de cintas menos conocidas de su filmografía, pero las recomendamos, no como rarezas, sino como verdaderas joyas de uno de los grandes directores de la historia del cine.
Ambos filmes son adaptaciones literarias de célebres dramas, al estilo de una de sus obras importantes de dicho período pre-Hollywood, nos referimos a Amoríos (Liebelei, 1932), el largometraje que lo consagró, una adaptación de la obra de teatro de Arthur Schnitzler. Cinco años más tarde, Ophüls dirigió Yoshiwara, versión de la novela homónima de Maurice Dekobra.
Yoshiwara narra la historia de un militar ruso, que en plena guerra contra Japón se enamora de una geisha. La joven nipona es en realidad una noble caída en desgracia, pero fiel a su amor por el oficial no duda en traicionar a su país. La tragedia se ve venir y la cinta toma la forma de una ópera con muchos puntos en común con “Madame Butterfly”, solo que ahora los soldados son rusos en lugar de americanos.
En esa época, Ophüls ya era un director prestigioso, tal como demuestra el importante elenco del filme: Pierre Richard-Willm al frente del reparto, secundado de dos actores japoneses tan importantes como Sessue Hayakawa (La marca de fuego, El puente sobre el río Kwai) y Michiko Tanaka. Verdaderas estrellas del país del sol naciente, que triunfaron lejos de su patria: Hayakawa en Estados Unidos y Tanaka en Europa. Por cierto, la actriz ya había interpretado en el teatro “Madame Butterfly” (y más tarde la protagonizaría en cine).
Con la sombra de la ópera de David Belasco planeando por la cinta de Ophüls, discurre Yoshiwara, que el director germano rueda de manera más convencional, sin grandes alardes técnicos, sin los planos secuencias tan afines a su estilo. Una circunstancia que demuestra que Ophüls no solo era un realizador formalista, sino un cineasta completo que dominaba como nadie la puesta en escena, ya fuera convencional o barroca.
Werther (Le Roman de Werther, 1938)
El siguiente filme de Max
Ophüls después de Yoshiwara también es un dramón, pero mucho más
célebre. Se trataba de la adaptación del clásico de Goethe, Werther,
otra cinta de “época” que narra la historia del amor imposible entre el relator
de justicia de un pueblo y la prometida del juez. Cuando este se ausenta, los
amantes dan rienda suelta a su pasión y se prometen, entonces ella le confiesa
su compromiso con el juez. Werther asume la desgracia y no vuelve a ver a su
amante. Pero, claro, las cosas no quedarán así.
Ophüls abre el filme con buenos diálogos entre los dos amigos, Werther y el juez, que hacen referencia a la ilustración y a la revolución francesa que está por venir. Ambos son afines a las ideas progresistas antes de que el amor que sienten por la misma mujer los separe. Una vez que se confirma la ruptura, entonces el debate se extiende a otro de carácter moral cuando Werther comienza a sentir simpatía por un condenado a muerte en un caso de crimen pasional.
La cinta de Ophüls descansa otra vez en una historia de amour fou donde el director vuelve a contar de nuevo con la colaboración de Pierre Richard-Willm en el papel de Werther. Igual que en Yoshiwara, el rodaje es convencional, el Ophüls formalista tampoco se deja ver aquí, aunque sí un esbozo de lo que serán sus obras mayores: la elegancia del movimiento de la cámara, y los planos escondidos detrás de visillos y ventanas, son marca de la casa.
Tanto Yoshiwara como Werther son producciones francesas, igual que sus dos películas siguientes hasta que finalizada la década de los treinta, Ophüls fue forzado a exiliarse. Siete años después, en 1947, pudo rodar, ya asentado en Hollywood, La conquista de un reino, una cinta de aventuras que sería el preludio a maravillas de la talla de Carta de una desconocida, Atrapados o Almas desnudas.
A pesar de no estar entre las consideradas mejores películas de Ophüls, ambas son muy recomendables. Además estamos siempre en lo mismo cuando hablamos de los reconocidos como grandes del cine, con películas consideradas menores en su filmografía, pero cuánto darían algunos por tener en su haber películas de este calibre.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Ya nadie duda en situar a Ophüls entre los grandes cineastas de todos los tiempos. Estas dos cintas, aunque sean consideradas menores, merece mucho la pena acercarse a ellas, incluso desde la perspectiva de sus mejores filmes.
EliminarHola.
ResponderEliminarVi Werther hace muchos años, porque la obra de Goethe me gusta, pero te confieso qu eno recuerdo muy bien la peli.
Qué pena que la gente tenga que exiliarse.
He disfrutado mucho de la reseña.
Feliz día.
No he leído la novela, y me gustaría saber si Ophüls adapta bien el texto de Goethe. En cualquier caso, la película es una delicia.
EliminarFeliz día para ti también!!
Que tal Ethan!
ResponderEliminarTomo muy buena nota de ellas, no las he visto, "Yoshiwara" acabo de localizarla en Filmin, esta semana ya cae fijo. Curiosamente esta madrugada pasada volví a ver "The Reckless Moment" (Almas desnudas 1949), otra de esas joyas que no alcanza los 90 minutos pero que me encanta.
Gracias por las recomendaciones, saludos!
Ya nos dirás qué te ha parecido Yoshiwara. Con respecto a Alamas desnudas, para mí es una obra maestra. Si alguien quiere dedicarse a esto del cine, debería verla para saber cómo usar los recursos estéticos que proporciona una cámara como elementos narrativos.
EliminarSaludos!
La elegancia de Ophüls... ¡Qué gran cineasta!
ResponderEliminarEs verdad, sus películas se disfrutan el doble: por tramas siempre interesantes, y por una puesta en escena que incluye los movimientos de cámara más elegantes de la historia del cine.
Eliminar¡Hola, Ethan!
ResponderEliminarNo comoczo ninguna de las pelis. La verdad es que estoy perdida con el cine clásico. Bueno, con algunas cintas....
Un abrazo y buen día.
El cine clásico es un mundo para muchos desconocido, sobre todo para la gente joven, pero te aseguro que cuando te sumerges en él no puede ser más adictivo.
EliminarAbrazos!
Esa película YOSHIWARA me parece interesantísima, en tanto y en cuanto, no tengo conocimiento de que la guerra ruso-japonesa haya inspirado filmes...al menos que yo conozca. Trataré de buscarla. Gracias por el dato. Y en cuanto a CARTA A UNA DESCONOCIDA del medio paisano del Director, Stefan Zwig...Solo he podido leer el libro...¡Soberbio! No sabía que estaba en 35 milímetros.
ResponderEliminarLa verdad es que hay pocos largometrajes con el tema de la guerra ruso-japonesa. Uno de ellos es el de la batalla de Tsushima, un filme titulado "La batalla del mar de Japón" o también conocido como "La batalla del mar Rojo".
ResponderEliminarCarta a una desconocida es una gran película, te la recomiendo encarecidamente.
Hola, gusto en conocer a Ethan. Personalmente, creo que Ophüls tiene un gran talento como director y eso lo demuestra el logro de una brillante carrera en la industria cinematográfica de Hollywood.
ResponderEliminarVoy a buscar una película de Yoshinawa ... Tengo curiosidad por ver esa película.
Saludos desde Indonesia.
Bienvenido, Himawan, ya nos dirás qué te ha parecido la película. Saludos a los amigos de Indonesia!!
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