Western irregular de Ray Enright que firma la película con
permiso de Raoul Walsh. La cinta se rodó en 1948 y tardó dos años en
estrenarse. El director estrella de la Warner (Walsh), sólo participó en
algunas escenas de acción y se quedó con las ganas de llevar él las riendas y rodar
un western. Los espectadores tuvieron
suerte —y nosotros también— porque sació su apetito con la excelente Juntos
hasta la muerte (Colorado
Territory, 1949), a la sazón autoremake
de otra maravilla, esta vez del cine negro: El último refugio (High Sierra, 1941).
Montana es, en realidad, un western
de aventuras. Una clásica cinta de género, pero algo desenfadada y con ciertos
tintes de comedia que hoy en día chirrían bastante: Morgan (Errol Flynn) es un
ovejero australiano que llega a Montana con su rebaño para alterar el status de los clásicos ganaderos. Las
peleas entre vaqueros y ovejeros están servidas; y también el romance entre
Morgan y la bella propietaria de los pastos (Alexis Smith, la guapa —y alta—
actriz insignia de la Warner por esa época, junto a Virginia Mayo, Ida Lupino y
Ann Sheridan).
La cinta de Enright es una especie de continuación de San
Antonio (de David Butler, también auxiliado por el arreglatodo Raoul Walsh en 1945), pero con los roles cambiados. Allí,
Flynn era un ganadero desterrado que acude a la ciudad a ajustar cuentas con el
que lo echó; un despropósito en un filme donde coincide el mismo trío de
actores de Montana: la pareja protagonista y el insufrible y gordo S.Z.
Zakall que intenta, en vano, hacer reír a la parroquia.
Una historia absurda, la de Montana (nadie se imagina
a Errol Flynn haciendo de ovejero), pero al fin y al cabo una producción entretenida,
a punto de quedar señalada con el fatal adjetivo de “fallida” si no fuera por
la fuerza de Walsh en las citadas escenas de acción.
El último tren de Gun
Hill (Last train from Gun Hill de John
Sturges, 1959). Kirk Douglas, Anthony Quinn (Paramount Channel, miércoles, 1 de octubre a las 18:30)
Pertenece al extenso ciclo de películas del oeste que
protagonizó Kirk Douglas, y que le reportó grandes éxitos. Además de la
excelente actuación de la estrella, también destaca su implicación personal. La
historia que escribió Les Crutchfield (“Showdown”, como originalmente se
llamaba) pasó con nota el filtro de posibles proyectos de la Bryna, productora
propiedad del actor: un sheriff (Douglas) persigue a unos criminales que han
asesinado a su mujer. El rastro le lleva hasta el hijo de un antiguo amigo. Ni
su compañero de años pasados (Anthony Quinn), ni casi nadie del pueblo, están
por la labor de dejar que se lleve al asesino en el tren del título... leer más.