lunes, 30 de noviembre de 2015

EL AUTOREMAKE EN EL CINE: CAPÍTULO 4.2 (IV)

Volviendo a la secuencia del saloon, la creíble actuación de Martin y el empleo de encuadres poco habituales en el cine de Hawks son necesarios para dotar de expresividad a una escena sin diálogos: nos referimos al plano detalle de la escupidera; a los primeros planos de Dude y Burdette; a la patada que le da Wayne al recipiente de metal para evitar que Martin coja la moneda; al contrapicado de Wayne (4.23), que le hace parecer más gigante aún cuando le reprocha a Martin su actitud con la mirada; y al picado que fotografía a Dean Martin en una situación deshonrosa al lado de la escupidera (4.24).

4.23
4.24


Conviene destacar la excelente interpretación del cantante en esa secuencia y en toda la película. Un papel por el que estuvo interesado desde el principio y por el que luchó para conseguir salir del encasillamiento al que le tenía sometido Hollywood.[1] Su registro dramático, dando vida al borracho Dude, es tan bueno como el de Gerard Philipe en Los Orgullosos (Les Orgueilleux de Yves Allegret, 1953). Si Hawks vio la película de Allegret, y se dejó influenciar por el director francés, no lo sabemos, pero no nos extrañaría cuando los dos personajes visten igual, se han dado a la bebida a causa de una mujer, viven en un pueblo fronterizo, son victimas de las burlas de la gente con tal de conseguir un vaso de whisky e, incluso, se parecen físicamente.

La escena “muda” del saloon finaliza con el asesinato de un parroquiano que interviene para ayudar a Dude. Burdette lo mata a sangre fría y abandona el local para dirigirse a otro bar —esta vez “sonoro”— donde es arrestado por Chance. Hawks establece, en el inicio de la película, el peligro al que se enfrentan los héroes: el saloon repleto de sicarios de Burdette es sinónimo de muerte. Cada vez que Chance y Dude van allí saben a lo que se exponen, y el público también; Hawks lo ha dejado bastante claro gracias a otro elemento recurrente en su cine.[2]

 El hecho de elegir entrar por la puerta de atrás o por la de delante, esto último mucho más arriesgado, adquiere un significado especial cuando, en una de las escenas mejor rodadas, Chance deja que Dude acceda al local desde la puerta principal. El sheriff pretende ayudarle a recuperar su autoestima, quiere que demuestre que está superando su adicción y que todavía sirve para desempeñar su trabajo como agente de la ley (4.25). Realmente es Hawks el que le da a Dude una segunda oportunidad: retoma el arranque, con la entrada al bar, las risas de los matones, la escupidera…, todo igual, excepto la actitud de Dude que ha cambiado sensiblemente. Con el peligro también vuelven los silencios y las angulaciones extremas. Ya hemos comentado la aversión de Hawks a este tipo de encuadres. Sólo los utilizaba cuando había una razón para ello: en este caso el suspense es el que fuerza el regreso del primer plano, del plano detalle (el de la sangre goteando en la jarra de cerveza) o del fuerte picado (punto de vista del pistolero que acecha en el piso de arriba, ver 4.26).

4.25
4.26

Por el mismo motivo, por lo incierto de la acción, también son una excepción los dos travellings, el de la patrulla nocturna repleta de sobresaltos,[3] y el del canje de prisioneros, ambos con montajes paralelos. En el primero, son Chance y Dude los que se reparten los encuadres; en el segundo, Dude y Burdette. Sólo en contadas ocasiones como las citadas se permiten las tomas algo más barrocas, lo habitual es que el director de fotogra­fía, en este caso Russell Harlan, gestione el objetivo “invisible” de Hawks con planos medios y generales a la altura de los ojos para seguir la acción con el mayor disimulo posible. Otras habilidades de Harlan son el uso de una fotografía muy expresiva que mezcla los tonos calidos con los colores intensos (4.27), y el manejo de la cámara con poca luz en una película esencialmente oscura —rozando el cine negro en clave de western— para sorprender con planos bellísimos de puestas de sol (4.28). 

4.27
4.28
Así pues, no estamos de acuerdo con Perales cuando afirma que en la película “no hay ni un solo encuadre hermoso” (2005, p. 143). Sí le damos la razón al observar la sobriedad del atrezzo y los decorados, adecuados a la historia que se está presentando.[4] Una austeridad que, por otro lado, beneficia a la puesta en escena de las secuencias de acción, dosificadas con habilidad por Hawks cuando las intercala entre aquellas más pausadas donde dialogan los personajes entre sí, donde se definen caracteres y donde se establecen las relaciones de amistad y amor. Si en Río Rojo y en Río de sangre Hawks separaba las secuencias diurnas, con predominio de la acción, de las nocturnas, dedicadas al descanso y a la conversación, en su tercer “río” el director alterna las escenas en el interior de la cárcel, donde se concentran los lazos de amistad entres los personajes masculinos, con las que tienen lugar en el hotel, espacio para la construcción de una historia de amor. De nuevo el uso del diálogo “a tres bandas”, y el excelente trabajo de uno de sus guionistas preferidos, Jules Furthman, son las herramientas utilizada por Hawks para ir tejiendo la relación amorosa entre Chance y Feathers.[5]


Leer el capítulo desde el inicio.


[1] Martín estaba actuando en una sala de fiestas de Las Vegas y tuvo que alquilar una avioneta para llegar a tiempo a la entrevista con Howard Hawks. Cuando Hawks se enteró, le dio el papel sin necesidad de prueba adicional alguna.
[2] El saloon de Río Bravo es como la marca roja que no se debe superar en Peligro… Línea 7000, como el rinoceronte en Hatari!, como la niebla en Sólo los ángeles tienen alas o como los escualos en Pasto de tiburones, por poner tan sólo unos pocos ejemplos de la forma en que Hawks advierte del peligro al arrancar la película.
[3] Obsérvese la diferencia con la patrulla nocturna del final de la película: al carecer de suspense y tensión, Hawks la rueda de forma convencional, sin apenas movimiento de cámara.
[4] Río Bravo se rodó en los estudios que la Universal utilizó cerca de Tucson para filmar Arizona (Destry Rides Again de George Marshall, 1939).
[5] En la elaboración del guión de Río Bravo participaron Howard Hawks, Jules Furthman y la escritora Leigh Brackett que se ocuparía también de los libretos de El Dorado y Río Lobo.


lunes, 16 de noviembre de 2015

PALMARÉS DEL FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA 2015

Aún conmocionados por los sucesos ocurridos en París el pasado viernes 13 de noviembre, pasamos a comunicar el fallo del jurado del duodécimo certamen cinematográfico aquí, en la capital andaluza:



PALMARÉS SEVILLA FESTIVAL DE CINE EUROPEO 2015
El Jurado Internacional de la Sección Oficial del Festival de Cine Europeo de Sevilla 2015, compuesto por TIZZA COVI, INGRID GARCÍA JONSSON, ADRIAN MARTIN, SANTIAGO MITRE y LOIS PATIÑO, ha decidido otorgar los siguientes premios:

GIRALDILLO DE ORO
PelículaLA ACADEMIA DE LAS MUSAS (España, 2015)
Dirigida por: José Luis Guerín

GIRALDILLO DE PLATA
PelículaLAS MIL Y UNA NOCHES / ARABIAN NIGHTS (Portugal, Francia, Alemania, Suiza, 2015)
Dirigida por: Miguel Gomes

Premio ESPECIAL DEL JURADO
Película: RABIN, THE LAST DAY (Israel, 2015)
Director: Amos Gitai

Premio a la Mejor DIRECCIÓN
Película: THE OTHER SIDE (Francia, Italia, EEUU, 2015)
Director: Roberto Minervini

Premio al Mejor GUIÓN
PelículaONE FLOOR BELOW(Rumanía, Francia, Alemania, Suecia, 2015)
Escrita por: Alexandru Baciu

Premio a la Mejor ACTRIZ 
Película: IN THE SHADOW OF WOMEN (Francia, 2015)
Actriz: Clotilde Courau

Premio al Mejor ACTOR
PelículaONE FLOOR BELOW(Rumanía, Francia, Alemania, Suecia, 2015)
Actor: Teo Corban

Premio a la Mejor DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA
PelículaTHE OTHER SIDE (Francia, Italia, EEUU, 2015)
Director de Fotografía: Diego Romero


El Jurado Camp_US de la Universidad de Sevilla de la Sección LAS NUEVAS OLAS del Festival de Cine Europeo de Sevilla 2015, compuesto por JUAN CARLOS DE LA FUENTE BONILLA, CARLOS FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, DAVID PERALTA MOYA, JULIA ROSADO ORTEGA Y BLANCA VÁZQUEZ BOGEAT, ha decidido otorgar los siguientes premios:

PREMIO A LA MEJOR PELÍCULA DE LA SECCIÓN LAS NUEVAS OLAS
PelículaPOZOAMARGO (México, España, 2015)
Dirigida por: Enrique Rivero

PREMIO ESPECIAL NUEVAS OLAS 
PelículaBERSERKER(España, 2015)
Dirigida por: Pablo Hernando

MENCIÓN DE HONOR 
Película: DEAD SLOW AHEAD (España, Francia, 2015)
Director: Mauro Herce

El Jurado de la Sección LAS NUEVAS OLAS NO FICCIÓN del Festival de Cine Europeo de Sevilla 2015, compuesto por CINTIA GIL, FERNANDO VÍLCHEZ y RAYMOND WALRAVENS, ha decidido otorgar el siguiente premio:

PREMIO NUEVAS OLAS NO FICCIÓN
Película: THE EVENT (Holanda, Bélgica, 2015)
Dirigida por: Sergei Loznitsa

MENCIÓN MUY ESPECIAL
Película: NO HOME MOVIE (Bélgica, Francia, 2015)
Dirigida por: Chantal Akerman

El Jurado FIPRESCI (Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica) del Festival de Cine Europeo de Sevilla 2015, compuesto por BRUNO HACHERO HERNÁNDEZ, SANJIN PEJKOVIC y HOLGER RÖMERS, ha decidido otorgar el siguiente premio:

PREMIO A LA MEJOR PELÍCULA DE LA COMPETICIÓN OFICIAL RESISTENCIAS
Película: TRANSEÚNTES (España, 2015)
Dirigida por: Luis Aller

El público infantil y juvenil de la sección EUROPA JUNIOR del Festival de Cine Europeo de Sevilla 2015 ha decidido otorgar mediante su voto el siguiente premio:
PREMIO GIRALDILLO JUNIOR 
Película: YOKO Y SUS AMIGOS (España, Rusia, 2015)
Dirigida por: Juanjo Elordi y Rishat Gilmetdinov

El público de la SELECCIÓN EFA del Festival de Cine Europeo de Sevilla 2015 ha decidido otorgar mediante su voto el siguiente premio:
GRAN PREMIO DEL PÚBLICO 
PelículaMUSTANG (Francia, Alemania, Turquía, Qatar, 2015)
Dirigida por: Deniz Gamze Ergüven

El Jurado EURIMAGES del Festival de Cine Europeo de Sevilla 2015, compuesto por la distribuidora internacional OLIMPIA PONT y la realizadora y programadora ELENA LÓPEZ, ha decidido otorgar el siguiente premio:

PREMIO EURIMAGES A LA MEJOR COPRODUCCIÓN EUROPEA
PelículaLANGOSTA / THE LOBSTER (Grecia, Reino Unido, Irlanda, Holanda, Francia, 2015)
Dirigida por: Yorgos Lanthimos

El Jurado ASECAN (Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía) compuesto por JOSÉ F. ORTUÑO, MARTA JIMÉNEZ ZAFRA MILA FERNÁNDEZ LINARES, ha decidido otorgar los siguientes premios: 

PREMIO SGAE AL MEJOR CORTOMETRAJE PANORAMA ANDALUZ 
Película: SHOW ME NOW (España, 2015)
Dirigida por: Manuel Jiménez Núñez

PREMIO ESPECIAL SGAE A LA CATEGORÍA ARTÍSTICA DE DIRECCIÓN 
Película: EL JUEGO DEL ESCONDITE (España, 2015)
Director: David Muñoz

MENCIÓN ESPECIAL
Película: BLA BLA BLA (España, 2015)
Dirigida por: Alexis Morante

PREMIO ASECAN A LA MEJOR PELÍCULA DE LA SECCIÓN OFICIAL
Película: LAS MIL Y UNA NOCHES / ARABIAN NIGHTS (Portugal, Francia, Alemania, Suiza, 2015)
Dirigida por: Miguel Gomes

II PREMIO OCAÑA A LA LIBERTAD 
Película: EISENSTEIN IN GUANAJUATO (Holanda, México, Finlandia, Bélgica, Francia, 2015)
Dirigida por: Peter Greenaway

PREMIO MARVIN & WAYNE 
Película: LA INMENSA NIEVE (España, 2015)
Dirigida por: Carlos Rivero

Con la gala de clausura anulada en solidaridad con las víctimas del ataque terrorista, ha finalizado tristemente el festival. Un sabor amargo que, sin embargo, intentamos superar para centrarnos en los premios, y para comentar la siempre difícil decisión del jurado:


José Luis Guerín y algunos de los actores de "La Academia de las Musas"


En primer lugar, hay que decir que hemos tenido la suerte de haber visto muchas de las cintas galardonadas por el jurado internacional, no obstante, con respecto al Giraldillo de Oro, la película española del buen director José Luis Guerín (aún nos acordamos de esa maravilla del cine documental que era En Construcción), no tenemos nada que reseñar puesto que no fue de las elegidas para visionar, seguramente debido a la convicción de que La academia de las musas se estrenará con normalidad en todas las salas de cine españolas. 

Aunque se nos antoja acertado premiar con el Giraldillo de Plata el gran fresco de Miguel Gomes sobre la realidad social de su país, esa original mezcla de fantasía y documental que es Las mil y una noches (El inquieto, El desolado y El embelesado), sin embargo nos pareció una propuesta algo desigual, con momentos brillantes y con otros tediosos; dicho esto siempre con la reserva de que nos faltó por ver la primera entrega de la trilogía.

Del resto de premios, hay que destacar los de mejor realización y mejor dirección de fotografía que se llevaron los autores de The Other Side. Una cinta dura, un documental dirigidio con valentía por Roberto Minervini al que le pudimos escuchar junto a su operador antes y después de la proyección de la película, tal como relatamos en la crónica correspondiente. Y el de mejor guión y mejor actor protagonista a One Floor Below, otro retrato realista tan de moda hoy en día en el cine del viejo continente. Películas altamente recomendables, por supuesto, pero no comerciales, por lo que mucho nos tememos que tendrán dificultades para la distribución.

Algo que no pasará con Mustang (premio del público con todo merecimiento) y, sobre todo, con Langosta, que si bien se ha llevado el galardón de EURIMAGES que premia a la mejor producción europea financiada con dicho fondo, creemos que es muy poco bagaje para una de las mejores películas que han pasado por el festival, y seguramente una de las mejores del año a nivel mundial.

Para finalizar, sólo decir que echamos en falta alguna recompensa para los muy buenos filmes: Mia Madre y Madame Marguerite, dos largometrajes que seguro darán que hablar en los próximos meses; igual que dará que hablar el siguiente festival de cine europeo en el que esperamos estar de nuevo para comentar todo lo que sea de interés.

Un abrazo a todos los lectores del blog y hasta la próxima.


sábado, 14 de noviembre de 2015

THE HERE AFTER (Magnus von Horn, 2015); LAS MIL Y UNA NOCHES: EL EMBELESADO (O encantado de Miguel Gomes, 2015); LANGOSTA (The Lobster de Yorgos Lanthimos, 2015)

Con el palmarés del festival tras los talones, escribimos nuestra última crónica antes de conocer la decisión del jurado, y hacemos una apuesta algo arriesgada porque no hemos podido ver todas las películas, aunque sí las tres siguientes:

THE HERE AFTER

Compitiendo por el premio del público viene esta cinta del norte de Europa, dirigida por el realizador sueco Magnus von Horn. La organización del festival la compara con The Hunt (Thomas Vinteberg, 2012), por aquello de haberse financiado con la misma productora, y por tratarse de una caza en toda regla, en este caso contra un joven que acaba de salir del reformatorio tras cumplir condena por asesinato. 























A nosotros, sin embargo, nos parece más en la línea de El Hijo (Le Fils de Luc y Jean-Pierre Dardenne, 2002) con una trama muy similar (incluso hay escenas calcadas como la del comienzo dentro del automóvil), donde la reinserción de alguien que ha cometido un error a tan temprana edad parece tarea imposible, aunque siempre queda margen para la esperanza.

No obstante, The here after tiene sus propias características que la hacen diferente a cualquier otra. Desde luego, el frío acento del país nórdico, patente en la puesta en escena y en la violencia explícita, es una de ellas; y la presencia de la muerte que planea a lo largo de todo el metraje configurando un halo de pesimismo, es otra. Y no sólo por lo que se refiere a la trama, sino por el miedo latente que familia y compañeros tienen hacia el recién llegado, por todo lo que rodea a la enfermedad de la mascota, por la subtrama que concierne al abuelo demente, y por lo morboso de la relación entre el joven protagonista y su nueva, y a la sazón, única amiga.



LAS MIL Y UNA NOCHES: EL EMBELESADO.

Como no se puede estar a todo, nos hemos decidido por ver la tercera entrega de la trilogía que Miguel Gomes ha realizado en torno al cuento de Sherezade. De la célebre historia, el director luso sólo ha tomado la estructura y poco más para producir un enorme fresco donde la realidad social de su país se mezcla con la fantasía de su ferviente imaginación.























Habrá que ver el resto de la trilogía para darse una idea más completa, pero esta tercera película nos ha parecido de nuevo irregular debido a algo que ya le sucedió al director cuando nos presentó aquella cinta tan atractiva que fue Tabú (2012) Como le ocurrió entonces, la parte de fantasía supera con creces a la parte semi documental: la mezcla ingeniosa de fábulas como las del ladrón, el procreador guapo, pero tonto, y el genio del viento, son de un frescor que, como dice el título, embelesa. El anacronismo intencionado es un recurso humorístico bien llevado por el realizador; igual que la música y los bellos encuadres de la costa invitan a la contemplación de imágenes muy bien filmadas.

Sin embargo, el intento de enlazar estos cuentos al más puro estilo Pasolini con el documento acerca de los pájaros pinzones, creemos que no está a la altura. Primero porque se alarga muchísimo en el tiempo, y segundo porque la crítica política —el verdadero propósito de la cinta, al menos en esta parte— se consigue sólo a medias cuando Gomes va presentando a los personajes aficionados a la cría de pájaros: la mayoría se encuentra en paro y viven en precario en las casas sociales que el gobierno ha construido para sustituir a las chabolas de la periferia de Lisboa. Una manifestación de las fuerza de seguridad y comentarios del autor al inicio de la cinta parecen insertos para dotar de suficientes elementos de denuncia a una cinta que, o no los necesita, o no se han utilizado bien.

Añadimos unas letras acerca de la segunda parte de la trilogía, que acabamos de ver: Las mil y una noches: El desolado. Bastante mejor que la tercera, comentada más arriba. Se echa en falta algo de la fantasía del Embelesado, de su rodaje a lo Pier Paolo Pasilini, pero sin embargo la mezcla de documental y ficción está mucho más conseguida. La crítica social y política es rotunda y adecuada. Destacamos los relatos de la juez y los cortos de la torre de apartamentos. Ya sólo nos queda ver la primera entrega.



LANGOSTA

Nuestra apuesta para ganar el Giraldillo de Oro y algún premio más. Sobre todo por la originalidad de la trama, algo que ya es sinónimo del nombre del director: Yorgos Lanthimos.























Creemos que el cineasta griego se ha superado en esta ocasión con un filme que navega entre la comedia, la ciencia-ficción y el drama. Lanthimos se imagina un mundo estructurado en torno a la relación de pareja. Por un lado, digamos viviendo de forma normal, se encuentran los casados; por otro, escondidos y perseguidos por la ley, están los solteros, los que quieren vivir sin la responsabilidad de formar una familia. Entre medias, sobreviven los que no tienen una relación, pero la buscan desesperadamente. Para estos últimos, el gobierno ha ideado un hotel que los acoge con la intención de que encuentren a su media naranja. El problema es que si no lo consiguen en cuarenta días, tendrán que ser reconvertidos en otra especie animal.

Una trama tan absurda como divertida. No sabemos si la intención de Lanthimos era rodar una comedia —funciona muy bien como tal—, creemos que sí, aunque la seria actuación de todo el elenco, encabezada por un Colin Farrell con barriga cervecera de funcionario que quiere terminar sus días reconvertido en una langosta, nos hace dudar de si no estamos ante un drama fantástico.  



El estilo de Lanthimos mejora por momentos. En esta nueva propuesta se nos antoja que camina entre el Woody Allen de El Dormilón (Sleeper, 1973) y los sketchs humorísticos de Roy Andersson. En cualquier caso, es un estilo único muy atractivo donde el protagonista (Farrell) deambula perdido en esta extraña civilización, intenta encajar en cualquier de los tres estamentos, sin lograrlo del todo. Es decir, como cualquiera de nosotros.





Nos acabamos de enterar del resultado del palmarés (mañana lo colgaremos aquí): no hemos ganado la apuesta, aunque casi: Langosta, se ha llevado el premio EURIMAGES de las cintas coproducidas por ese fondo europeo. La ganadora del Giraldillo de Oro es una película española que no hemos visto: La academia de las musas (José Luis Guerín, 2015). ¡Ah!, Roberto Minervini (The Other Side) se ha llevado el de mejor dirección, ¡con todo merecimiento! Ampliaremos la noticia.


THE OTHER SIDE (Roberto Minervini, 2015)

Soy de la opinión que, en general, hay que acudir al cine con las menos referencias posibles a la hora de ver una película nueva. Nada de leer reseñas o críticas, ni siquiera saber de qué va el filme. No obstante, la excepción que confirma la regla (seguro que hay más) es la nueva película del italiano afincado en USA, Roberto Minervini.























El realizador tuvo la deferencia de venir a la sala a hacer una breve introducción, y a someterse al final de la proyección a todas las preguntas que le quiso hacer el público. En este caso, como digo, es bueno saber de antemano que la cinta es un documental con muy poco de ficción. Sólo algunas escenas de transición y otras alegóricas han sido preparadas, el resto es un rodaje libre, cámara en mano, de lo que sucede en las dos historias que propone Minervini.

El director vive allí, con esa gente, y sólo ha querido plasmar en pantalla a lo que se enfrentan Marc, Lisa y el resto de personajes, que insisto, son reales, ninguno es actor y de ahí que las secuencias más crudas impacten tanto. En opinión del realizador, es imposible simular ciertas escenas: o se ruedan tal como suceden o se nota el artificio. Vimos algo parecido hace un par de años aquí, en el Festival de Cine Europeo, cuando Danis Tanovic dirigió a personas reales interpretándose a si mismo en La mujer del chatarrero. Se trataba de una historia que se quería reproducir con los mismos personajes que la vivieron.

Minervini va mucho más lejos que Tanovic en su propuesta realista: todo lo que ocurre en la gran pantalla está sucediendo sobre la marcha, como la vida misma. La película es dura, muy dura, y más sabiendo que todo es real. Drogas, alcohol, grupos paramilitares, marginados todos ellos, son los protagonistas de este documento extraordinario, pero no apto para todos los públicos. El mismo Minervini nos confesó que a veces se tuvo que ausentar del rodaje porque no podía aguantar (dejo al cámara y a los técnicos solos rodando lo que pudieran).



Lo único que une a las dos historias, en lo que coinciden el grupo de enganchados a la metanfetamina y la banda paramilitar organizada de ultraderecha, es que todos ellos odian a la Administración Obama. Le echan la culpa de lo que ocurre a su alrededor y ambos grupos desean acabar con el sistema.

Otro aspecto que puede relacionar ambas tramas, es el de la protección. Mientras los radicales aseguran que todo lo que hacen es para proteger a sus familias, los drogadictos se cuidan entre ellos, aunque siempre planea la duda de si lo hacen para conseguir más droga.

Sólo un apunte final para el espectador que quiera ver el largometraje: el título, The Other Side, no se refiere a lo diferente de las dos historias, sino al significado de la frase, algo que nos aclaró Minervini: es un slang norteamericano que tiene un sentido violento cuando se pronuncia ya que se trata de excluir a alguien por no ser o pensar como tú. “Eres un other side, no te queremos”, sería la frase completa.




jueves, 12 de noviembre de 2015

ONE FLOOR BELOW (Un etaj mai jos de Radu Muntean, 2015)

¿Hasta que punto considera que lo que ocurre en el bloque de apartamentos donde vive le concierne? ¿Debe intervenir o lo más prudente es dejar que cada uno resuelva sus problemas, mientras éstos no le afecten directamente a usted o a su familia? Esas y otras preguntas son las que el director rumano, Radu Muntean, quiere responder con su interesante cinta que compite para hacerse con el Giraldillo de Oro, aquí en el Festival de Cine Europeo de Sevilla.


Patrascu es un padre de familia, casado con la socia del negocio de matriculación de vehículos que ambos regentan. Un día, al regresar de su paseo diario, oye ruidos en el primer piso. Una pareja discute acaloradamente. Cuando pasa por delante de la puerta del apartamento, ve salir al responsable de los gritos: es Vami, su vecino de abajo. Unos días más tarde, la policía invade el bloque: la mujer que vivía en el piso de la pelea ha sido hallada muerta con la cabeza destrozada. En el interrogatorio pertinente, Patrascu opta por no decir nada y seguir con su vida. Sin embargo, no podrá evitar tropezarse con Vami, ni que éste se relacione con su familia.

En la línea realista del cine europeo de los últimos años (nos acordamos de los hermanos Dardenne, por ejemplo), Muntean rueda una cinta personal donde su cámara observa la tranquila vida de una familia de clase media; donde las imágenes y los diálogos no cuadran con el interior de los personajes que suponemos se encuentran en ebullición después de haberse cometido el crimen. El efecto de esta paradoja sobre el espectador es de lo más interesante: casi se puede oír lo que piensan los protagonistas, que se encuentran al borde del estallido. La tensión tiene que salir por algún lado, pero no sabemos cuándo ni cómo. Es la dosis de suspense de una película donde la puesta en escena es meramente auxiliar. Todo lo que ocurre forma parte del decorado, como una capa externa desdramatizada, mientras lo verdaderamente importante sucede en algún lugar del cerebro de Patrascu.


Con una ligera referencia a películas como Teorema (Pier Paolo Pasolini, 196) y a otros filmes del estilo, donde un extraño se introduce progresivamente en la vida de una familia, avanza el largometraje con tiento, pero de forma lineal hasta poner al protagonista en una situación límite. La intención de Vami no está clara. Tampoco se sabe si es el asesino o no. Da la impresión de que ya que comparte con Patrascu un terrible secreto, también quiere compartir todo lo demás.

En resumen, atractivo thriller realista que, salvo algunas secuencias más flojas, mantiene al espectador atento a la más mínima señal que haga saltar todo por los aires.


martes, 10 de noviembre de 2015

MADAME MARGUERITE (Marguerite de Xavier Giannoli, 2015)

Con la Sección Oficial a cuestas, ayer asistimos a la proyección de una de las cintas más esperadas del festival: una coproducción francesa, belga y checa que se viste de tragicomedia, del género que parece renacer en Europa después de que los italianos lo inventasen allá por los años cincuenta.Y es que más que francesa, la película de Xavier Giannoli parece transalpina (igual que el apellido del director galo), por la puesta en escena, por las interpretaciónes de todo el reparto y, sobre todo, por la trama:


La baronesa Marguerite (Catherine Frot) es aficionada a la ópera y suelde dar recitales benéficos en su mansión a las afueras de París. Lo que ella no sabe, pero lo sufren los demás, es que canta horriblemente mal. Desafina continuamente y no se da cuenta de que la audiencia la alaba por interés. Algunos, los incondicionales, no están por la labor de decirle la verdad para no causarle daño. Entre ellos se encuentran su infiel marido y dos recientes admiradores: Hazel, la joven voz femenina que triunfa en el circuito operístico gracias a la oportunidad que Marguerite le concedió; y Lucien Beaumont, un crítico musical que no sabe si reírse de la baronesa o encumbrarla como adalid de la vanguardia anarquista.

Dicha pareja será el contrapunto romántico a la trama principal: la joven sí canta bien, el crítico sí la quiere, todo es tan bonito y romántico que pasa desapercibido en comparación con el drama que se vive a espaldas de la baronesa. Drama o tragedia, porque la comedia está casi descartada gracias a habilidad del director en lograr que, sistemáticamente, se nos congele la sonrisa.



El último —o el primer— fan de Marguerite es Madelbos, su mayordomo. La adora, le sigue la corriente como si fuera una diva, y colecciona sus fotografías como si de estampitas de santos se tratase. Un personaje que recuerda mucho al que diera vida Erich Von Stroheim en la muy similar El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard, Billy Wilder, 1950).

Igual que en el filme de Wilder, la ambientación de Madame Marguerite es una loa a todo lo kitsch, un monumento a la decadencia, si bien, aquí se encuentra más justificado por desarrollarse la trama —basada en hechos reales— en los locos años veinte del art déco y la extravagancia.

Entre las dos películas, protagonizadas por una señora ya entrada en años que se cree una estrella, la principal diferencia estriba en que el papel interpretado por Gloria Swanson era el de una mujer que podía presumir de gran actriz del cine mudo, mientras que el personaje de Marguerite es aún más patético pues nunca ha destacado en nada, simplemente ha soñado que antaño fue la mejor soprano de la historia. En cualquier caso, en ambos filmes la locura y el delirio presiden el argumento que, inevitablemente, se precipita hacia el mismo final.

Mientras tanto, como es de esperar, el largometraje destaca por la música. La banda sonora y la selección de obras maestras es una maravilla. Arias de Lakmé, Norma o La flauta mágica, harán las delicias de los aficionados a la ópera; siempre, claro está, que Marguerite no cante.



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