Nola Darling (She’s Gotta Have It, 1986)
Con Ronald
Reagan de presidente y los republicanos en el poder, las películas
protagonizadas por actores negros y, sobre todo, las dirigidas por
afroamericanos, fueron escasas en el Hollywood de los años ochenta. Tan solo tuvieron
cierta repercusión las comedias interpretadas por Bill Cosby, Eddie Murphy o
Richard Pryor. De ahí el mérito de las películas de Spike Lee, un oasis en el
desierto de las cintas, digamos serias, realizadas por cineastas de color.
Mientras estudiaba dirección cinematográfica en la Universidad de Nueva York, Lee fundó la compañía independiente 40 Acres & A Mule Filmworks con la que realizó Nola Darling, su primera obra como actor-director.
Dirigida, producida, escrita, protagonizada y montada por él, la cinta tuvo buena acogida por la crítica y por el público. Rodada en tan solo doce días debido al escaso presupuesto, y con estructura de documental, se trata de una comedia muy en la línea de Woody Allen. Con Brooklyn de escenario principal, Lee muestra como introducción un collage de fotos del vecindario, parecido a lo que hacía Allen en Manhattan (1979), y hasta presenta secuencias donde el puente de ese barrio, en lugar del de Queensboro, es el protagonista.
Con
cierta denuncia racial, aunque no se centra en ese tema, y con referencia a algunas
de las aficiones de Lee (el baloncesto), la cinta tiene apuntes de fantasía
cuando rueda en color secuencias musicales, en contraste con el resto fotografiado
en un espléndido blanco y negro.
La trama se basa en las relaciones de la joven del título con tres afroamericanos. El filme tiene de original las altas dosis de erotismo en un largometraje en el que, por primera vez en la historia del cine, se ve en pantalla a los afroamericanos besarse y mantener relaciones sexuales. En 2017, se estrenó en las pantallas de televisión una serie creada por el propio Lee, basada en su película.
School Daze (1988)
Justo después de Nola Darling, Spike Lee rueda School Daze, un peculiar musical, que se desarrolla en el sur de Estados Unidos, en una universidad privada para gente de color donde hay dos tendencias predominantes: aquellos que abogan por el activismo político en contra de la segregación racial, y los que obvian el problema y dicen estar perfectamente integrados en la sociedad.
Es una cinta que, en cierto modo, adelanta el conflicto del, para muchos, mejor largometraje del director hasta la fecha: Haz lo que debas (Do the Right Thing, 1989). De hecho, School Daze finaliza con un grito, «¡Despierta!» (Wake Up!), con el que arranca la siguiente película, lo que demuestra la continuidad entre ambos filmes.
El grito de la primera cinta lo pronuncia Laurence Fishburne, mientras que es Samuel L. Jackson el que lo hace en la segunda; ambos actores ahora muy célebres, pero en aquel momento comenzando sus carreras, igual que Giancarlo Espósito. Los tres formando parte del elenco de School Daze, y demostrando la importancia de Spike Lee a la hora de descubrir a los nuevos actores afroamericanos.
Como curiosidad, durante el
rodaje de la película Lee mantuvo a los actores reales de las dos facciones en
conflicto en distintos hoteles, uno con habitaciones mucho mejores que las del
otro, para acentuar aún más la enemistad entre los grupos y que esta se viera
reflejada en el filme.
Prolífico autor de vídeos musicales, Spike Lee se despachó a gusto en School Daze con un buen puñado de números, secuencias complejas muy bien rodadas, con música de Bill Lee, padre del director. Además, su hermana, Joie Lee, también tenía un pequeño papel. Todo quedaba en casa.