jueves, 7 de agosto de 2008

SILENCIO SE... GRABA (Semana del 8 al 14 de agosto de 2008)

Reanudamos la sección con las siguientes recomendaciones, películas que yo no dudaría en grabar:

Pinchar en la tabla para verla mejor.


Granujas a todo ritmo (The Blues Brothers de John Landis, 1980) John Belushi, Dan Aykroyd, Carry Fisher.

Famoso musical donde dos hermanos delincuentes reúnen a una vieja banda de blues para recaudar el dinero suficiente para un orfanato. El motivo casi da lo mismo, una especie de macguffin que sirve para ver todo tipo de persecuciones de coches y, sobre todo, para oír buena música a cargo de algunos de los mejores intérpretes de blues y soul de la historia. Entre ellos incluimos a la banda de la cinta: The Blues Brothers, que publicarían varios álbumes de éxito, de ahí lo legendario de la película. Destacan los números de Aretha Franklyn y Ray Charles, así como el concierto final donde cantan y bailan el fallecido a edad temprana John Belushi y el cómico Dan Aykroyd, habitual en las películas de Landis y coguionista con el propio director. A partir del concierto, la película se alarga demasiado y carece de sentido (si es que alguna vez lo tuvo).



Ivanhoe (Richard Thorpe, 1952) Robert Taylor, Elizabeth Taylor, Joan Fontaine, Goerge Sanders.

Primera película de la trilogía que sobre aventuras medievales realizaron el productor Pandro S. Berman y el director “todo terreno” Richard Torpe para la Metro-Goldwyn-Mayer. Las otras dos fueron Las aventuras de Quentin Duward y Los caballeros del Rey Arturo, todas de gran éxito, todas con un protagonista común (Robert Taylor renaciendo de sus cenizas como el “ave Fénix”), pero de diferente calidad. En mi opinión Ivanhoe, es la más cuidada de las tres por varias razones: en primer lugar la trama se encuentra mejor urdida, lejos de la algo infantil de Quentin Duward o la más melodramática del Rey Arturo. En segundo lugar los actores están a gran altura, con un curioso duelo entre Elizabeth Taylor y Joan Fontaine por el amor del caballero sajón Wilfred de Ivanhoe. Por último, Thorpe consigue que las espectaculares escenas del torneo permanezcan en nuestra memoria, encabezando una lista de aventuras vividas en nuestra infancia aquellas tardes de sábado frente al televisor.

Un chascarrillo cinéfilo: Joan Fontaine repite el mismo momento histórico en esta película (Las Cruzadas, con Ricardo Corazón de León fuera de su patria y Juan Sin Tierra reinando) que el de la cinta protagonizada por su hermana mayor allá por el año 1938. ¿Qué quién es su hermana mayor? ¿Qué cuál es la película? Respuesta: Olivia de Havilland en la obra maestra de Curtiz y Keighley Robin de los bosques.



El Perdón (The Claim de Michael Winterbottom, 2000) Wes Bentley, Peter Mulan, Natasha Kinski, Milla Jovovich.

Atípico, pero atractivo western del excelente realizador Michael Winterbottom. Muy en la línea de Los Vividores (McCabe and Mrs. Miller de Robert Altman, 1971) en lo que respecta a la estética, el entorno y el carácter realista de la trama; aunque difiere en la estructura y en la ausencia de comedia. Y es que la historia del cacique del pueblo que ve como su pasado acude para rendirle cuentas es casi una tragedia. La elegante cámara de Winterbottom nos regala algunos planos memorables, como el de la muerte de un personaje que el director esconde tras un caballo o el largo travelling final que recuerda al de Infierno de Cobardes (High Plain Drifters de Clint Eastwood, 1973).



El Dorado (Howard Hawks, 1967) John Wayne, Robert Mitchum, James Caan.

El Dorado es un remake de Río Bravo (1959) y un anticipo de Río Lobo (1970), todas de Howard Hawks, uno de los grandes. Con esta trilogía el genial director quiso ofrecer una alternativa a Solo ante el peligro (High Noon de Fred Zinnemann, 1952). Y lo consiguió: el sheriff sólo necesita de sus colaboradores (un borracho, un anciano y un muchacho imberbe) para solucionar sus problemas, dejando al margen al pueblo que para eso lo eligió... leer más


Lluvia (Rain de Lewis Milestone, 1932) Joan Crawford, Walter Huston.

A causa de la "lluvia" del título, unos pasajeros quedan atrapados en una isla tropical mientras esperan el barco que los lleve a su destino. Entre ellos se encuentran los dos protagonistas: Sadie Thompson (Joan Crawford), una prostituta que huye de Estados Unidos donde es reclamada por la justicia; y un reverendo muy rígido (Walter Huston), que intentará llevar por el buen camino a Sadie, no sin antes hacer que pague por sus pecados... leer más


Jubal (Delmer Daves, 1956) Glenn Ford, Erneste Borgnine, Charles Bronson, Rod Steiger.

El largometraje pertenece al subgénero de western psicológico, iniciado por El pistolero (The Gunfighter de Henry King, 1950) y ratificado por Solo ante el peligro. En este tipo de filmes el tratamiento de los personajes y la relación entre ellos eran más importantes que la propia acción. Las peleas, los tiroteos, los indios y demás tópicos que siempre habían caracterizado al género eran sustituidos por situaciones complicadas. La venganza, los celos y las envidias propiciaban tragedias al más puro estilo de Shakespeare, siempre acompañadas de legendarias canciones que resumían la historia.

En Jubal, asistimos a una versión de “Othello”, en la que un errante cowboy (Jubal, encarnado por Glenn Ford) es recogido por un ganadero bonachón y confiado (Ernest Borgnine). A pesar de no ser bien recibido por uno de los vaqueros del rancho (Rod Steiger), Jubal accede a trabajar allí. Pronto será acosado por Valerie French, una femme fatale, a la sazón mujer de Borgnine y amante de Steiger. Con estos ingredientes el drama estaba servido. Bastaba una visita nocturna de la “ligera” Valerie French y una calumnia del celoso Steiger para propiciar el enfrentamiento entre Jubal y su jefe.

El oficio de Delmer Daves presenta la tragedia con impresionantes secuencias rodadas en exteriores y con la nocturnidad de los interiores para las escenas de mayor tensión. Pero lo mejor de la cinta es la exposición de caracteres: así el histrionismo “made in actors studio” de Rod Steiger es contrarrestado por el conformismo de Glenn Ford con su mala suerte; o la actitud en extremo confiada de Borgnine -que prácticamente echa a su esposa en brazos de Jubal- es neutralizada por la explosión de celos cuando surge el adulterio.

Pero, ante todo es una película de género. Delmer Daves se encarga de recordárnoslo. Lo hace con escenas de doma de caballos, o con los ensayos entre Charles Bronson y Glenn Ford, cuando el primero le lanza el revolver al segundo para que éste dispare. Todo un adelanto de lo que sucederá en el tercer acto; una escena que recuerda mucho a dos de los “Ríos” de Howard Hawks (Río Rojo y Río Bravo).

El director va más allá cuando concluye la trama: una polea y un gancho, que se balancean siniestramente, no presagian nada bueno. Imitan a la soga justiciera y esperan atentos el resultado del inevitable enfrentamiento final. Sin duda, un detalle de buen realizador para una excelente película.
Ver Ficha de Jubal.

6 comentarios:

  1. Buena películas en general, las que recomiendas. Sensacionales la de Thorpe y la de Hawks, e interesante la de Winterbottom. Jubal, siquiera por la intervención de Ford, que nunca ha sido santo de mi devoción, no la consideraría imprescindible.
    Gracias, Ethan, por tu visita.

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  2. Pues es cierto, Glenn Ford fue un actor algo desigual, y tampoco es que me entusiasme mucho. Sin embargo actuó en películas tan importantes (a parte de Gilda) como aquellas de Fritz Lang ("Los sobornados" y "Deseos humanos") y los excelentes western de Delmer Daves: "Cowboy", "El tren de las 3: 10" y el que nos ocupa, "Jubal". Creo que esas tres cintas se cuentan entre las mejores de ambos, de Ford y de Delmer Daves.

    Una aclaración: las recomendaciones para grabar son todas las de la tabla, de ellas, las que están señaladas en rojo son las que se comentan aparte. Las comento no porque sean imprescindibles (algunas lo son) sino por que ya tengo algo escrito acerca de ellas o porque a lo mejor no son tan conocidas o porque las he visto hace poco.

    Saludos y gracias por el comentario.

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  3. Se agradece la nota aclaratoria.
    Ciertamente, en cuanto a Ford, las películas que refieres no son nada desdeñables, y si buscaron su participación en cintas del calado de Gilda o Los sobornados, sería por algo. Sin embargo siempre lo he considerado un actor apático, casi inexpresivo, que normalmente (ni qué decir en el rol de cawboy) no me hace conectar entre él y su personaje.

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  4. De acuerdo contigo. Glenn Ford hace que algunas películas se contagien de su apatía y terminen resultando igual de sosas que él.
    Es curioso que sus mejores cintas son aquellas en las que aparece algo más crispado.

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  5. Éste es para Vivian: Eres un sol.

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  6. Glups, ahora soy yo la que se pone colorada :)

    Un beso.

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