viernes, 13 de enero de 2012

VAMPYR (Der traum des Allan Grey de Carl Theodor Dreyer, 1932)


A caballo entre el cine mudo y el sonoro, el genio cinematográfico que fue el director danés Carl Theodor Dreyer realiza una película singular, casi contemporánea al Drácula de Tod Browning, menos famosa que ésta, pero igual de influyente y, como poco, de la misma calidad.






















La cinta de Dreyer es la primera que dirigió después de su obra maestra La Pasión de Juana de Arco. También es su debut en el cine hablado aunque pertenezca más al período silente. En efecto, el uso de intertítulos, los pocos diálogos y la sonorización posterior al rodaje confirman que se trata de una película de transición. Este hecho no supone ningún menoscabo al filme, sino todo lo contrario: gracias al tratamiento de la imagen muy por encima de la palabra podemos disfrutar de un despliegue de recursos cinematográficos destinados a contar una historia fantástica, un sueño o una ilusión, verdaderamente única.

Dreyer se vale del director de fotografía Rudolph Maté (que ya brillara en la citada “Juana de Arco” y poco antes de emigrar a Estados Unidos donde continuará una carrera ascendente como técnico y posteriormente como director) y de su propio criterio para adaptar libremente la colección de relatos de Joseph Sheridan Le Fanu titulada “Las criaturas del espejo”. Es tan personal la versión de Dreyer que la película podría situarse dentro de la corriente vanguardista de la década anterior (hablamos de Delluc, L’Herbier, etcétera), de la surrealista contemporánea de Buñuel y Dalí o de la expresionista de Wiene o Murnau (aquí es inevitable citar a Nosferatu).

La historia de Dreyer se centra en el deambular de un personaje principal, Allan Grey (interpretado por Julian West al modo expresionista de, por ejemplo, Conrad Veidt en Caligari), que arranca como si fuera un espectador más, observando, espiando y recorriendo inquietantes lugares sin saber si son reales o imaginarios —Dreyer avisa de este extremo en la introducción—. Es tan pasiva su actitud en el primer tercio del largometraje que el resto de personajes se comportan como apariciones (o la aparición es él) y actúan casi sin tener en cuenta la presencia de Grey. Es la parte más surrealista de la cinta. Aquí, las sombras cobran vida, los insertos de carteles de las posadas toman partido por formas espectrales, y hasta la silueta de un campesino se torna en la estampa del temible segador: la muerte.

Grey protagoniza la acción en la segunda fase, desde que se aloja en el Castillo de Courtempierre. Entre los muros vive un hombre con sus dos hijas. El padre, atormentado, sufre por una de ellas que yace enferma en la cama. La joven tiene unas marcas en el cuello que hacen presagiar lo peor. Grey sospecha del siniestro doctor que la visita todas las noches, mientras él lee con detenimiento un tratado sobre vampiros.

Es la tercera parte la que le da la fama a la película por un par de detalles que se repetirán a lo largo de la historia del cine: el sueño de Grey que vive su propia muerte, y la angustia de uno de los personajes cuando es sepultado en un molino por una lluvia de harina. Para nosotros, esta fase de la cinta también es la mejor, pero por otro motivo: por ser una excelente mezcla de las dos anteriores. Grey se desdobla en cuerpo y alma para pasear invisible a los demás por los lugares de la acción —como al principio—, pero, simultáneamente, su cuerpo es el protagonista activo de la trama. 

Vampyr fue —nos parece increíble— un fracaso en su día, tanto que el director danés tardaría años en recuperarse. Por suerte lo hizo y nos dejó algunas películas (sólo citarlas dan escalofríos): entre ellas Ordet, Gertrud y Dies Irae. Las tres obras maestras. Para nosotros Vampyr también lo es.


Os dejo con una secuencia de la primera parte de Vampyr; Dreyer y Maté hicieron cosas como estas:



Ver Ficha de Vampyr.


17 comentarios:

  1. Entre Nosferatu, Dracula de Browning y Vampyr, me quedo con la de Dreyer con los ojos cerrados.

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  2. P-E-L-I-C-U-L-A-Z-A

    Perdón por ser tan escueto pero no se que decir ante tan magna obra. Además hace poco que la he vuelto a ver, lo cierto es que Dreyer entendía un poco de esto ¿no?

    Saludos
    ROy

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  3. Peliculaza, siento ser tan escueto, pero es que además la he visto de nuevo hace poco y siempre aparecen montones de detalles en los sucesivos visionados. Lo cierto es que Dreyer sabía algo del tema... ¿no?

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  4. Genial y acojonante película. La adoro. Muy buen post.

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  5. Pues a mí, Ethan, me gusta Dreyer, pero VAmpyr y Juana de Arco son sus dos películas que prefiero. Tengo VAmpyr en una hermosa edición en dvd que reviso de vez en cuando y me encanta. Creo que el hecho de que esté entre el mudo y el sonoro juega a su favor y sin quererlo, termina por darle la estética neblinosa y de límite entre el sueño y la realidad que tanto la trama como la estética pretenden. PAra mi, una auténtica obra maestra y una película única y por muchos motivos irrepetible. Un abrazo.

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  6. Ricar2: no me extraña nada tu elección.

    Roy: creo que sí, que Dreyer sabía lo que hacía. Menudo monstruo cinematográfico.

    Cinemagnific: exacto, genial es el calificativo más adecuado para esta maravilla.

    Trecce: a mí también me lo parece.

    David: Envidia me das con esa edición especial, y qué razón tienes con tu comentario: la transición entre los dos períodos cinematográficos ayuda para dar esa sensación que tan bien describes.

    Saludos!

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  7. Carl Theodor Dreyer es tal vez el director que con más naturalidad y perfección realizó la transición del cine mudo al sonoro. En la nueva etapa, conservó en sus films la pureza del silente, la fuerza de la pura imagen, añadiéndole el valor de la "palabra" hablada. "Vampyr" es un ejemplo de ello.

    Magnífico recordatorio, Ethan.

    Salucines

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  8. Yo creo que "Vampyr" es más muda que sonora, en su concepción y en la intención del director. De todas formas, es muy cierto lo que dices de la superioridad de la imagen en toda su obra posterior. Dreyer nunca abandonó el cine silente.
    Saludos!

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  9. Es una película magnífica. Sus personajes, su expresividad, dejan un impronta indeleble en la memoria cinéfila de uno. Desfilar por una pesadilla: una ambientación sublime. Hasta las telarañas de las paredes son auténticas. La generación post-rodaje de los diálogos contribuyen a hacerla más extraña aún.
    En fin (o sea, en film), fundamental.
    Saludos.

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  10. Siente devoción por Dreyer, pero no puedo con esta película: demasiado surrealismo para mis gustos. Saludos.

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  11. Vaya, muchas gracias. Me encanta Drácula y sus revisiones. Pro primero he de ver Ordet. Un saludo :)

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  12. Licantropunk: hablando de la expresividad de los personajes, destaca la de la mujer poseída, como aprieta los dientes en una media sonrisa diabólica.

    Angelus: la primera media hora, sobre todo, es la más surrealista, después hay una trama más o menos lineal, hasta que el protagonista se desdobla.

    Explorador: Maravilla de las maravillas es "La Palabra", "Ordet". Prepárate para ver una obra maestra.

    Saludos!

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  13. Curioso film, al que la crítica le costó alabar. No se sabe bien si por la propia inercia del autor empecinado en introducir muchos elementos que generaban confusión: como la fragmentación del espacio y su sincopada visión del argumento. No obstante, nos hayamos dentro de una obra esencial dentro de los movimientos surrealista y expresionista El estreno del film constituyó un fracaso comercial que alejó a Dreyer de las cámaras durante 12 años. Querido, Ethan, felicitarte por la recomendación y aquel que no lo haya visto ya tiene una razón de peso para apuntarla en su agenda, saludos

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  14. Estoy contigo: hay que acercarse a este Dreyer singular y dejarse llevar por el deambular de Allan Grey entre las sombras.
    Saludos!

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  15. Totalmente desconocida para mí, Ethan,... de lo que no me siento orgulloso. Claro.

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  16. hola a todos, me encanta el blog, es genial.
    si os gusta la literatura de vampiros y fantastica, acabo de empezar un blog sobre el tema, y me encantaria que participarais en el. os espero en mi cementerio. un saludo
    http://elcementeriodeloslibros-talamasca.blogspot.com/

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