Arranca
el festival más corto desde hace años del certamen sobre cine europeo de
Sevilla, y lo hace con malas noticias pues hemos tenido que renunciar nada menos
que a cinco películas que ansiábamos ver. El retraso en conceder las
acreditaciones y las pocas sesiones por película han conducido a que no haya
entradas en casi ninguna de las cintas que a priori se estimaban las más interesantes.
Nunca antes no había sucedido tal cosa.
A pesar de todo, hemos podido asistir al estreno de Slow, película que se presenta al
premio del público, dentro de la Sección EFA, o selección de películas
nominadas a los premios de la Academia de Cine Europea. Es el segundo
largometraje dirigido por la realizadora lituana Marija Kavtaradze, que viene
con el premio de mejor director en el festival de cine independiente de
Sundance bajo el brazo. Desde luego, es una cinta independiente, rodada casi
artesanalmente, y en época de pandemia si atendemos a varias de las secuencias.
La trama de la película es original: Elena (Greta Grineviciute) es una profesora de danza, que enseña a un grupo de discapacitados. En el trabajo conoce a Dovydas (Kestutis Cicenas), un traductor de lenguaje de señas para sordos. Pronto entre ellos surge una amistad que tiende a ser algo más que romántica. Cuando Dovydas le confiesa a Elena que es asexual, que no siente ni nunca ha sentido deseo sexual por otra persona, su relación comienza a hacer aguas.
Se agradece la intención de la directora al proponer este argumento insólito, también el clima de realismo, al que sin duda ayuda la interpretación de los actores —que no tienen por qué ser modelos, como sucede en la mayoría de las películas que vienen de Hollywood—. Además la cinta se desarrolla por buenos cauces cuando la vida laboral de ambos protagonistas es una metáfora de lo que les sucede en la intimidad: Así, la frustración de la relación se deja ver a través de la forma violenta en la que baila Elena. Mientras que el hecho de que Dovydas sea intérprete para sordos, que viva en un ambiente de silencio (su hermano es sordomudo y la familia habla por señas, eso sin tener en cuenta el entorno laboral), es una limitación que se asemeja a la que sufre en su relación con Elena.
Lástima que una vez que estos buenos elementos se han presentado a la audiencia, una vez que se han desarrollado y se han repetido un par de veces, el filme se queda sin tener nada más que decir. El final abierto tampoco aporta nada nuevo a una cinta que se vuelve ciertamente decepcionante cuando da la impresión de que sobran al menos tres cuartos de hora de película.
El cine independiente suele tener un arma de doble filo entre la buena artesanía de rodaje y el pasarse a veces de frenada en el ensimismamiento narrativo que nos puede llegar a aburrir. Seguro que vienen mejores propuestas.
ResponderEliminarUn abrazo y buen festival.
Y mira que la película se llevó varios aplausos en el estreno, digamos que, en el símil taurino, la cinta se llevó división de opiniones.
EliminarAbrazos.
Esperemos que las pelis que puedas ver en adelante resulten de mayor interés.
ResponderEliminarEn un principio ésta no la iba a ver, pero al quedarme huérfano de películas por no haber entradas, al final fui a verla.
EliminarHola Ethan!
ResponderEliminarNo ha sido un buen comienzo por lo que nos cuentas. A veces ciertas películas vienen precedidas de arrasar en festivales y luego se la pegan en taquilla.
Saludos!
Esta película supongo que se distribuirá más o menos bien por eso de haber ganado un premio importante en Sundance. Si ese es el caso, no sé cómo ira en taquilla, igual gusta a la audiencia, ya digo que algunos aplausos se llevó en la sala.
EliminarSaludos.