El arpa birmana (Biruma no tategoto, 1956)
Kon Ichikawa, de la generación de Akira Kurosawa, fue un director japonés atraído por el humanismo en todas sus acepciones. De hecho, fue el director del excelente documental sobre Las Olimpiadas de Tokyo (Tokio orinpikku, 1965), aunque su obra no cayó demasiado bien al Comité Olímpico en cuanto Ichikawa se fijó más en el deportista-hombre que en las competiciones deportivas.
Antes de eso, Ichikawa dirigió dos largometrajes por los que se dio a conocer en el mundo entero, diferentes entre sí pero con elementos comunes. El primero de ellos puede ser su obra maestra: El arpa birmana. Una cinta sobre la Segunda Guerra Mundial y sus miserias:
Mizushima,
es un soldado nipón que toca muy bien el arpa birmana —peculiar instrumento
musical portátil, más pequeño que el clásico—, que siempre lleva consigo y cuando
lo toca hace las delicias de sus compañeros de sección y del capitán Inouye, también
músico, que siempre que puede organiza un concierto con el coro de la compañía.
Cuando la guerra termina, los británicos asignan a Mizushima una misión desesperada:
el soldado tiene 30 minutos para convencer a un destacamento japonés para que deje
de luchar. Los rebeldes no acceden y los británicos atacan destruyendo a todo
el grupo. Mizushima, profundamente afectado por el desastre, decide vivir como
un sacerdote budista y dedicar su vida a enterrar a los compatriotas cuyos
cuerpos han sido abandonados por todo el frente.
El arpa birmana es un alegato antibelicista típico de posguerra y de la ocupación estadounidense, que comienza con una trama convencional acerca de una sección en los últimos días del conflicto bélico, pero que pronto cambia al drama de un solo soldado (los planos generales con el protagonista en medio de los campos birmanos vacíos acentúan esa soledad), enfrentado a los desastres de la guerra, que busca una solución interior, religiosa, para salvar tanto horror.
La cinta llevó el nombre de Kon Ichikawa por todo el mundo, ganó varios premios en Venecia y estuvo nominada al Óscar a la mejor película extranjera. Ichikawa volvió sobre ella cuando realizó un autoremake en color en 1985.
Solo en el Pacífico (Taiheiyô hitoribotchi, 1963)
Siete años después de rodar El arpa birmana, Ichikawa filma la historia verdadera de Kenichi Horie (basada en el libro del propio Horie), un joven japonés que está obsesionado por atravesar el Pacífico e ir desde Japón hasta San Francisco en un pequeño velero.
A pesar de ir en contra de las leyes del país, y de la oposición de sus padres —sólo con el beneplácito de su hermana—, el joven va ahorrando poco a poco hasta hacerse con un velero de madera y comprar todos los suministros necesarios para el viaje. Horie se hace a la mar con ilusión, pero las penalidades se suceden durante el viaje: desde tempestades hasta largas jornadas sin viento van mermando las fuerzas del marino solitario.
Solo en el Pacífico
está rodada con la voice over de Horie, que se convierte también en el
narrador de la cinta; y con insertos en flashback, recurso muy utilizado
en este tipo de películas donde hay un único personaje en la mayoría del
metraje. Así, los filmes más modernos como A la deriva (Adrift,
Baltasar Kormákur, 2018) y Espíritu libre (True Spirit,
Sarah Spillane, 2023), por nombrar tan solo dos.
El largometraje de Ichikawa, si bien muestra la soledad del navegante en medio del inmenso piélago azul, por otro lado resulta algo claustrofóbico en cuanto gran parte de ella se rueda en el parvo interior del barco, que además hace agua por las deficiencias y prisas en su construcción.
Igual que en El arpa birmana, Kon Ichikawa apuesta por el humanismo crítico, por la voluntad del ser humano. En esta ocasión es un navegante solitario que a través de sus habilidades, esfuerzo y trabajo es capaz de desarrollar sus posibilidades y llevar a término lo que se proponga.
Interesantes cintas, sobre el comportamiento humano, actuando en soledad.
ResponderEliminarEn cuanto a la película sobre las olimpiadas de Tokio-64, decirte que la vi en el colegio. ;)
Un saludo.
La verdad es que es muy bueno el documental sobre las olimpiadas de Tokyo, sobre todo, muy personal, que no se sujeta a las normas usuales de este tipo de filmes.
EliminarSaludos.
Sé, que eso que comentas, lo dijo Miquel Portet, que nos hizo la introducción a la película.
EliminarSaludos.
No sé quién es Miquel Portet, pero estoy de acuerdo con él :)
EliminarSaludos
Quiero ver la segunda peli
ResponderEliminarIgnoro dónde se puede ver "Solo en el Pacífico", pero "El arpa birmana" la tienes aquí en versión original subtitulada en español:
Eliminarhttps://ok.ru/video/2303412931138
Abrazos!
Cierto es que no solo de Akira Kurosawa vivía el cine clásico japonés. Este tipo de cine humanista me encanta y es el que realmente nos lleva a reflexionar a través de las películas. Anoto el enlace que dejas en la respuesta a Kinga :)
ResponderEliminarAbrazos.
De hecho, "El arpa birmana" no es otra cosa que una reflexión sobre lo absurdo de la guerra, sobre sus horrores y consecuencias. Algo que parece soportar el protagonista sobre sus espaldas mientras entierra a las víctimas directas del conflicto.
EliminarAbrazos.
Cine cargado de humanismo como señalas.
ResponderEliminarEso es, el cine de Ichikawa se decanta claramente por un pensamiento humanista, por otro lado muy común en Oriente.
EliminarNo he visto ninguna pero tomó nota. Te mando un beso.
ResponderEliminarCreo que las dos películas, cada una teniendo en cuenta su contexto histórico y social, te pueden gustar.
EliminarAbrazos!
Hola, Ethan.
ResponderEliminarMe parecen de una individualidad absorbente, y que en ellas reside un dolor personal que seguro se transmite al visionarlas. Con temas que dan pie a la reflexión, a ponerse de algún modo en la piel de sus personajes y empatizar con sus vidas o experiencias vitales.
Un abrazo.
Las dos películas de Ichikawa tienen eso en común: la experiencia individual de un personaje que se encuentra con un objetivo difícil de superar, casi un sacrificio.
EliminarAbrazos!
No las conozco pero seguro que se trata de buen cine y gran tema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cine con mayúsculas, en especial la primera de ellas. No te las pierdas si tropiezas con ellas.
EliminarAbrazos!
Sólo he visto "El arpa birmana" y recuerdo que me gustó bastante. Ichikawa es uno de esos directores nipones que vale la pena reivindicar.
ResponderEliminarSaludos.
Me imagino que te refieres a la versión original. Sí la verdad es que Kon Ichikawa tiene una filmografía más que interesante.
EliminarSaludos.
Apuntadas quedan.
ResponderEliminarA ver si las reponen.
Estaré atento.
Creo que "El arpa birmana" también se puede ver en Filmin.
EliminarSaludos.
ethan, no vi ninguna pero me
ResponderEliminarGusto la reseña que dejas de las peliculas
Un placer conocer tu blog, gracias por tu visita al mio, te sigo.
Abrazos y te dejo un besito
¡Bienvenida al blog, Liz!
ResponderEliminarLas películas de Kon Ichikawa dejan huella, no te quedarás indiferente si las ves.
Abrazos!
Antes de verla trataré de conseguir el libro.
ResponderEliminarSiempre es buena idea leer el libro antes o después. A mí también me gusta hacerlo antes: ahora, por ejemplo, estoy leyendo "La plaza del Diamante" y ya tengo la película para verla en cuanto termine la novela.
EliminarMe gusta mucho el cine japonés, y es una lástima que nos llegue a cuentagotas. De este director solo he visto una película. Por lo que veo, hizo una versión posterior de El arca birmana. Este tipo de cine va a otro ritmo que nos permite disfrutar de cada escena.
ResponderEliminarEs verdad, es un cine mucho más pausado, pero la trama generalmente lo requiere. De la segunda versión de "El arpa birmana" no te puedo decir nada porque no la he visto, aunque la crítica, en general, la pone por debajo de la original.
ResponderEliminarKon Ichikawa demuestra en ambas películas su maestría para abordar temas complejos y universales con sensibilidad y profundidad. "El Arpa Birmana" y "Solo en el Pacífico" no solo son técnicamente sobresalientes, sino que también ofrecen reflexiones profundas sobre la condición humana, la guerra, la paz y la supervivencia. Estas películas son imprescindibles para cualquier amante del cine que aprecie narrativas ricas y emotivas, presentadas con una dirección magistral. pelisflix
ResponderEliminarDe acuerdo contigo, Goapk, has resumido perfectamente lo que se puede esperar de las dos películas de Kon Ichikawa.
EliminarSaludos.