martes, 30 de octubre de 2012

FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA 2012


Tan habitual ya como la Feria, es el festival de Cine Europeo de Sevilla. La primera semana de noviembre ya viene señalada en nuestro calendario para que con tiempo podamos hacer un hueco en nuestras obligaciones y la dediquemos a lo que más nos gusta, a ver cine y más cine; todos los días. Este año, la organización nos regala una jornada más que el anterior (un desafío a la crisis que nos alegra), del 2 al 10, y como siempre, nos promete dedicar el certamen a las películas que se hacen en nuestro continente; nos invita a participar en esta toma de pulso cinematográfico a la vieja Europa. 
























Aunque se mantienen las secciones importantes, de nuevo tenemos que hablar de cambios en la programación con respecto a anteriores muestras. Una primera diferencia radica en los emplazamientos de las salas donde se van a  proyectar las películas. La organización ha decidido este año romper con la habitual concentración (los locales elegidos se ubicaban en el barrio de Nervión, en su centro comercial) para proponer un mayor despliegue de salas diseminadas por el centro histórico de la ciudad (aunque es cierto que las sedes se encuentran muy cerca unas de otras: Cines Alameda, Teatro Alameda, Cines Plaza de Armas, Cines Avenida, Teatro Lope de Vega). Suponemos que lo han hecho inspirados en otros festivales nacionales que también intentan promocionar el turismo.

En cuanto a la programación, destacamos la actitud solidaria de la organización y su apoyo decidido a los países europeos más castigados por la crisis, Grecia y Portugal. El primero, es el país elegido como nación invitada en Focus Europa, una sección no competitiva que se dedica a ponernos al día de lo que se está haciendo en un país en concreto (el año pasado fue Rusia, el anterior Holanda, etc.). Del segundo, se van a proyectar las películas más representativas de los distintos certámenes portugueses en lo que se ha llamado Foco Festivales Portugueses dentro del apartado de ciclos y retrospectivas.
 
Hablando de esta sección de retrospectivas, destacamos el extenso repaso que el festival propone de la obra de esa gran documentalista que es Agnès Varda, desde sus cortos más aclamados hasta sus mejores largometrajes. De la que fuera mujer de Jacques Demy nos gustan en especial Cleo de 5 a 7, Los espigadores y la espigadora y Sin techo ni ley, todas ellas presentes en el festival.

Y vamos con las secciones competitivas: en la Sección Oficial, compiten películas de directores tan conocidos como Manoel de Oliveira, Matteo Garrone o Thomas Vinterberg, con otros prácticamente desconocidos, pero con proyectos que optan seriamente al Giraldillo de Oro; cintas que, por supuesto, iremos comentando. Como siempre, la sección que más nos atrae es la selección que la EFA (European Film Academy) ha hecho de las películas que optan a los premios europeos de cine. Y es que la presencia de Haneke, los hermanos Taviani o Benito Zambrano, —todos ellos compiten aquí por el premio del público—, es altamente sugerente. Una novedad de esta edición es la sección Las Nuevas Olas. También competitiva y como complementaria de la sección oficial, Las Nuevas Olas está destinada a los valores emergentes entre los cineastas europeos. Notamos la ausencia de otra de las habituales del certamen como era la sección EURIMAGES (aunque se mantiene como sección transversal) y pensamos que una ha sustituido a la otra.

"César debe morir" de los hermanos Taviani

Del resto de apartados, destacamos la sección EURODOC, dedicada a documentales a concurso; Short Matters!, panorama del mejor cortometraje que se hace en Europa;  y la retrospectiva que se ha programado de la obra del director Gonzalo García Pelayo.

Como siempre, una amplia oferta imposible de ver en su totalidad. Nosotros, desde nuestra privilegiada posición que nos otorga la acreditación de prensa como corresponsal de muchocine.net, nos centraremos principalmente en la Sección Oficial y en la Selección EFA, aunque sin perder de vista otros apartados como el atrayente Las Nuevas Olas, e intentaremos dar testimonio de lo que ya está a punto de suceder en los próximos días.

Programación del Festival.

Ver las pasadas ediciones:
Festival de Cine Europeo de Sevilla 2011
Festival de Cine Europeo de Sevilla 2010





lunes, 22 de octubre de 2012

¡EN GUARDIA! (Le Bossu de Philippe de Broca, 1997)

Nos encanta el cine de género. Las historias de capa y espada son especialmente amigas del celuloide desde épocas tempranas, desde que las películas eran mudas y Douglas Fairbanks acertaba en la diana para ganarse los favores de Marian o hacía méritos para pertenecer al selecto cuerpo de los mosqueteros. Actores como Errol Flynn o directores todoterreno del corte de Michael Curtiz pasaron a la historia del entretenimiento estadounidense y, por extensión, al de todo el mundo.























Paradójicamente, teniendo en cuenta que todas estas hazañas les correspondían a personajes del viejo continente, en Europa se retrasó el filón y no se vivió una época dorada  hasta aquellas aventuras pop dirigidas por Philippe de Broca destinadas a la nueva generación de la posguerra. Sin embargo, ¡En Guardia!, realizada en la segunda mitad de los noventa, es como un reflejo tardío, como una mirada hacia atrás del realizador francés cuando se encontraba casi al final de su carrera. 

De Broca adapta para la ocasión la famosa novela "El Juramento de Lagardere" de Paul Feval y la transforma en un largometraje —otros lo hicieron antes, también para la gran pantalla, y alguno después para la televisión, de hecho es una de las historias con mayor número de versiones— que se estructura en tres fases muy entretenidas y diferentes entre sí. La primera recuerda a la excelente película de Ridley Scott, Los Duelistas (The Duellists, 1977), narra como el caballero Lagardere (Daniel Auteuil en otro registro de categoría, uno más para el mejor actor francés vivo a nuestro entender), sobrino de dos hermanos que regentan una academia de esgrima, vive obsesionado por conocer la famosa y letal estocada de Nevers. Para ello, no duda en venderse como asesino a sueldo o en retar a duelo al mismísimo duque de Nevers (Vincent Perez al que le van bien estas historias de época y parece especializado en personajes que manejan con habilidad la espada), para aprender la preciada técnica de manos de su inventor. El lector llegará a sabérsela de memoria de tantas veces que los distintos personajes la ejecutan.


La segunda parte arranca cuando Lagardere, ya amigo del duque, consigue salvar a Aurore (la hija de Nevers) de una banda que intenta asesinarla. Perseguido por la justicia, Lagardere y Aurore se hacen pasar por comediantes uniéndose a una troupe ambulante hasta que la niña es mayor de edad. El tercer acto, muy del estilo de las aventuras del Conde de Montecristo, se centra en las actividades de Lagardere disfrazado de jorobado (de ahí el título original de la cinta: Le Bossu) para conseguir devolver a Aurore el nombre y las riquezas que le corresponden como hija del duque de Nevers y, de paso, vengarse del tirano que le arrebató todo. 

¡En Guardia!, decimos, es una revisión de los filmes de De Broca de los sesenta y primera mitad de los setenta, de las cintas de aventuras generalmente protagonizadas por Jean-Paul Belmondo —nos acordamos de la excelente Cartouche— o de las películas de acción y las parodias de los largometrajes al estilo James Bond con el mismo actor encabezando el reparto. Como en todas ellas, De Broca se divierte con Le Bossu y divierte al espectador gracias a escenas de acción muy bien rodadas, la mayoría resueltas a la antigua usanza, sin necesidad de hacer uso de efectos especiales, con un ritmo estupendo que huele a cine clásico de sábado por la tarde; y hasta con cierto carácter didáctico —muy interesante y curiosa la descripción del aún primitivo juego de la bolsa en las calles de París.


¡En Guardia! es, por tanto, cine fresco que recupera el entretenimiento de calidad de antaño para adecuarlo a los cánones cinematográficos de los albores del siglo XXI y conseguir un producto europeo competitivo; altamente recomendable.

Ver Ficha de ¡En Guardia!





lunes, 8 de octubre de 2012

ESPECIAL EXPRESIONISMO (II)


3. EL CINE EXPRESIONISTA ALEMAN.

3.1. Características del cine expresionista.- El cine expresionista recoge todas las ideas propias del movimiento y las adapta a su medio. Los rasgos que caracterizan al  cine expresionista son los siguientes:

El Golem

La Ciudad: Emblemática del movimiento expresionista, siempre presente en numerosos artistas y literatos, toma vida oprimiendo a los personajes con sus calles angostas y tenebrosas, y con sus casas de paredes y tejados sostenidos con perspectivas imposibles. Dos ciudades destacan sobre las demás: Praga y Berlín, en especial la primera. Su laberinto de irregulares callejuelas aparece representada en las primeras películas expresionistas: las citadas El estudiante de Praga, El Golem y El gabinete del Dr. Caligari.

Decorados e iluminación: Elaborados en estudios, los decorados presentan líneas rígidas, dentadas y angulosas, de una violencia extrema. Existe una pasión por el arte gótico y primitivo. Se recurre a una metáfora visual, en la que todo es simbología. Los objetos parecen cobrar vida, una vida misteriosa que se corresponde con el estado anímico de personajes y ambiente. La iluminación es esencial para lograr una atmósfera apropiada que se corresponda con lo que el personaje siente o presiente. Como dice Lotte H. Eisner "Los famosos claroscuros de las películas alemanas son atributo esencial del Expresionismo"[1]. En definitiva, la subordinación al decorado e iluminación es absoluta en este tipo de películas.

Las sombras de Nosferatu

Los personajes: El personaje central parece víctima de un encantamiento, con su mirada perdida y andar maquinal se asemeja a un robot sin sentimientos o a un sonámbulo. La narración, la iluminación y el objetivo de la cámara se centran en el personaje para aislarlo del caos que le rodea. Los gestos son violentos cuando se producen, como sacudidas que dan la impresión de una sobreactuación fuera de lugar. El resto de personajes están privados de vida personal, sólo cobran vida cuando aparece el personaje central mostrándose como "radiaciones de su esencia íntima"[2]

La Naturaleza: En principio el Expresionismo niega lo natural y generalmente se rueda en estudio, para expresar con decorados caminos imposibles y paisajes de ensueño que, una vez más, reflejen el estado anímico de los personajes.

Los decorados de Caligari

El estilo narrativo: De apariencia primitiva, pero sólo de apariencia, el estilo narrativo expresionista se fundamenta en la inmovilidad, en la fijación del encuadre y la ausencia de montaje tal como se entiende actualmente. Es decir la supremacía del plano frente a la escena o a la secuencia. Todo para dar una mayor sensación pictórica al espectador.

Reuniendo todas las características apuntadas en una sola dirección se llega a la esencia del cine  expresionista: el totalitarismo estético, es decir todos los elementos que configuran el filme pertenecen a una gran metáfora.

No todas las películas poseen los rasgos arriba descritos, ya que el Expresionismo no debe considerarse homogéneo, conciso, sino todo lo contrario. Muchos de los autores negaron pertenecer a él, aunque sus películas digan lo contrario. Tan sólo una de ellas parece presentar todas las características del movimiento: El gabinete del doctor Caligari.


    [1]Eisner, Lotte H. La Pantalla Diabólica. (Buenos Aires: Ed. Losange, 1955). Pg.19.
    [2]Ibídem. pg.72

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Leer el especial Expresionismo desde el inicio



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