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miércoles, 24 de junio de 2009

COLABORACIÓN: Tootsie (Sidney Pollack, 1982)




Hete aquí que indiscutiblemente nos encontramos ante uno de los grandes hitos de la moderna comedia norteamericana, quizá también ante uno de sus últimos clásicos y quién sabe si además al mismo tiempo ante el definitivo principio del fin. Tootsie posee la estructura y el tono de una comedia tradicional de las de toda la vida, y aunque no renucia en ningún momento a ese clasicismo, en ella ya se atisba cómo se va a allanándo el camino hacia nuevas formas de abordar el género. Y no hay más que echar un vistazo al salvo honrosísimas excepciones lamentable estado en el que éste se encuentra en la actualidad para observar que lo del principio del fin no es una apreciación exagerada. En los últimos tiempos nos hemos más que acostumbrado a ver cómo la comedia viene siendo sometida a todo tipo de vejaciones y de cómo historias y guiones más o menos aprovechables, y que juegan más o menos las bazas del film que nos ocupa, acaban erigiéndose en monumentos al mal gusto y a la chabacanería por obra y gracia de la incompetencia de sus responsables. Por fortuna en esta ocasión detrás de las cámaras nos encontramos con un señor que de incompetente tiene más bien poco como es Sidney Pollack que llegó al proyecto de rebote después de que Hal Ashby que iba a dirigir inicialmente la película presentara su renuncia Ashby, responsable durante la década de los 70 de films tan populares como El regreso o Bienvenido Mr.Chance debió pensar aquello de pies para que os quiero cuando se topó de bruces con, Dustin Hoffman al que en la época se atribuía un ego de tamaño inversamente proporcional a su estatura. Acorde a su status de estrella por aquel entonces el amigo Dustin era todo un especialista en amargar la vida de directores y productores por mor de sus continúas exigencias y su manía de meter mano en todos proyectos en cuantos participaba. Y por lo visto Hal Ashby debía tener poca paciencia.
De algun modo en Tootsie Hoffman empieza interpretándose a sí mismo. Él es Michael Dorsey, un actor del off Broadway con fama de duro y difícil entre algunos círculos de su profesión. Para desesperación de su agente- al que da vida el propio Pollack en uno de sus habituales cameos interpretativos- los contratos pasan de largo una vez sí y otra también, cosa que no es de extrañar ya que su representado se ha convertido en una especie de pesadilla para la industria por culpa de su carácter quisquilloso y tocanarices (en realidad esta primera parte no deja de ser una parodia contra los métodos de la escuela Stanislawsky). Dispuesto a cambiar su suerte, Dorsey toma una decisión tan ingeniosa como arriesgada: disfrazarse de mujer y presentarse al casting de una telenovela de éxito que cuenta con millones de seguidores en todo el país (parodia a su vez de la archifamosa Hospital General que arrasó en la tele americana de los 60 y los 70). Asi, convertido en Dorothy Michaels, oculto tras un enorme pelucón y unas gafas imposibles, Michael obtiene el reconocimiento profesional que tanto ansíaba al tiempo que su vida personal entra en barrena. Nuestro protagonista empieza a conocerse a si mismo, descubre su falta de escrúpulos y comienza a sentir remordimientos por haber traicionado a su mejor amiga que también aspiraba al papel; por si fuera poco se enamora de una atractiva compañera de reparto-Jessica Lange merecedora del Oscar de aquel año por su personaje- y a su vez se ve objeto de deseo del padre de ésta. Pollack echa mano de uno de los recursos más característicos de la comedia de enredo como es la suplantación de personalidades, en esta ocasión también de esos. El antecendente obvio son las farsas de los años 20 y 30 que a su vez desembocan en esa comedia de comedias llamada Con faldas y a lo loco. No era fácil tomar el relevo del "Nobody´s perfect" en una década como la de los 80 tan dada a los excesos y a la frivolidad pero Pollack lo consiguió. Al igual que el maestro Wilder, al que ya en los 90 homenajeará con su "remake" de Sabrina, el director de Tal como éramos huye de los clichés y tópicos característicos de este tipo de argumento para apelar al diálogo inteligente y al gag con sustancia.
Frente a la herencia clásica Tootsie reclama también su propia autonomía e incluye alusiones a la nueva cultura pop y referencias a los nuevos movimientos contraculturales en boga a principio de los ochenta. La película contiene asímismo un interesante discurso sobre lo que en una sociedad como la nuestra significan los términos éxito y fracaso, constituyéndose además en una brillante metáfora sobre la realidad que supone ser actor. Y ahí es donde entra en juego el talento de Dustin Hoffman, uno de los bastiones de la película. Como ya hiciera casi una década antes metido en la piel de otro cómico – Hoffman no daba vida a Lenny Bruce, ERA Lenny Bruce- el actor vuelve a brindarnos todo un recital interpretativo. Por su trabajo volvió a ser candidato al Oscar en un año en el que la competencia era de aupa y en el que junto a él aspiraban al galardón nada menos que Peter O´Toole también en un papel de actor problemático en Mi año favorito, Paul Newman, a las órdenes de otro Sidney, Lumet en Veredicto final, Jack Lemmon, el Jerry de Con faldas y a lo loco, esta vez en un rol serio como el de Desaparecido y Ben Kingsley que al final resultó el vencedor con Ghandi. Dustin se quedó a las puertas de lo que hubiese sido su segunda estatuilla. No lo consiguió pero a cambio nos dejó una interpretación memorable en la que quedaba demostrado que su talento interpretativo era también inversamente proporcional a su estatura.

jueves, 4 de junio de 2009

SILENCIO SE... GRABA (Semana del 5 al 11 de junio de 2009)

En estos días de (hostil) campaña electoral, y de advenimientos planetarios, lo mejor es refugiarse en el cine y esperar a que pase la marea de (hostil) propaganda política. Para ello podemos acudir a la programación de las cadenas en abierto, que esta semana nos ofrecen una variada lista de películas. Entre ellas, algunas históricas como Tabú, El Hombre que mató a Liberty Valance, Gilda, Días sin huella, Lawrence de Arabia o El Cazador. Acompañadas de cintas interesantes, de nombres tan ilustres como Otto Preminger, Fritz Lang y King Vidor; o directores que aún trabajan a buen ritmo como Quentin Tarantino, James Ivory, Jim Jarmusch o Roman Polanski. Tampoco faltan autores españoles de la talla de Vicente Aranda o Mario Camus. Que las disfruten, ya verán como esto de las elecciones pasa pronto.

Pinchar en la tabla para verla mejor (las películas en rojo no son necesariamente las mejores, son las que se comentan más abajo)


Comentarios de algunas de las cintas recomendadas:

Celos (Vicente Aranda, 1999). Aitana Sánchez-Gijón, Luís Tosar. (Canal Extremadura TV, sábado 6 a las 00:20)

Aitana Sanchez-Gijón es una novia que espera casarse pronto, pero que vive amenazada por su propia vida anterior. Una fotografía será la culpable de que el turbio pasado intente colarse en el presente. Tampoco ayudarán el carácter patológico de su novio y los intereses de su amiga intima. Vicente Aranda vuelve al género que le dio sus mayores y mejores éxitos, el del crimen, el thriller o el suspense. Y lo hace con una cinta que arranca como una película sobre el maltrato de género, pero que a medida que avanza se torna en drama psicológico. El director sorprende con un final personal, muy del estilo a Amantes (1991), posiblemente su mejor largometraje.



El Regreso (Coming Home de Hal Ashby, 1978). Jane Fonda, John Voight, Bruce Dern. (TvCanaria, sábado 6 a las 23:15)

Drama antibelicista de Hal Ashby que se une -con calidad- a los filmes que trataron el tema de la guerra del Vietnam desde el punto de vista de la sociedad (Nacido el 4 de julio, El cazador, etc.). Ashby retrata con eficacia los dos traumas posbélicos: las infidelidades de las esposas de los soldados que combaten; y las enfermedades físicas y, sobre todo, las psíquicas, de los que participaron en el conflicto. Las actuaciones de los protagonistas están a la altura: Jane Fonda, más contenida que otras veces, se encuentra muy bien secundada por John Voight; pero el que destaca gratamente es Bruce Dern. El actor se saca de la manga una interpretación con cambio de registro incluido: desde el papel de un convencido patriota, antes de incorporarse al ejército, hasta el de enfermo mental -y cornudo marido- después de su “feliz” vuelta a casa.



Lugares Comunes (Adolfo Aristaraín, 2002). Federico Luppi, Mercedes Sampietro. (Canal Extremadura TV, domingo 7 a las 22:15)

Cuando tu propio país se descompone social y económicamente, y te da la espalda, sólo te queda volver a empezar una nueva vida en algún "lugar". Buen momento para aprovechar y efectuar un acercamiento progresivo hacia tus seres queridos y un repaso a toda tu vida… leer más



Asalto a la comisaría del distrito 13 (Assault on Precint 13 de John Carpenter, 1976). Austin Stoker, Darwin Joston, Laurie Zimmer. (Castilla-La Mancha TV 2 y Aragón Televisión, lunes 8 a las 00:30 y miércoles 10 a las 21:45, respectivamente)

Segunda película de John Carpenter que realiza en 20 días, con poquísimo dinero, emulando a Roger Corman en temática y economía de medios. Con 28 años, el joven cineasta se encarga de casi todo: del guión, de la música, del montaje y hasta se apodera de un breve papel (prácticamente un cameo).

Assault on Precint 13 es un filme de acción tramposo. Realmente es un thriller disfrazado de película de terror. Como si fuera un director maduro, en vez de un joven inexperto, Carpenter maneja el ritmo con maestría. Dosifica la violencia para provocar un aumento de la tensión que la hace insoportable para los personajes, y para el espectador. Mucha parte de la culpa del resultado final tan agobiante la tiene la música (muy utilizada posteriormente por grupos de rock y cantantes de hip hop) y la oscura fotografía. La ausencia de luz es tal que hay algunas secuencias que piden la implicación activa del público -para que intente adivinar qué diablos está sucediendo-.

El realizador realmente quería hacer un western. Es muy conocida la anécdota del homenaje a Río Bravo (Howard Hawks, 1959), cuando el propio Carpenter utiliza en los créditos, como editor de la película, el pseudónimo de T.Chance (el personaje de John Wayne en la cinta de Hawks). De todas formas, la trama que se narra en Asalto a la comisaría… ya es suficiente para aproximarse a Río Bravo. Y a otros clásicos. Pensemos en La Patrulla Perdida (The Lost Patrol de John Ford, 1934) y tendremos un claro precedente de la idea de casi no ver los rostros del enemigo que acecha y ataca desde el exterior.

A los guiños anteriores hay que sumar parte de los diálogos, algunos extraídos literalmente de chascarrillos cinéfilos (como los que Hitchcock le comentó a Truffaut en su célebre libro de entrevistas) o de frases de películas de Sergio Leone.

Mucho se ha hablado de John Carpenter como autor de culto (con todo lo malo que eso tiene de cara al gran público y a la crítica) y es notorio el camino desigual por el que transcurre su carrera, sin embargo Assault on Precint 13 es de las películas que más nos atraen. Y es que nos gusta especialmente su mensaje apocalíptico y la forma en como lo transmite. Afuera nos aguarda el peligro; y lo que es peor: ni siquiera la policía está a salvo.
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