lunes, 13 de abril de 2009

COLABORACIÓN: Belle Epoque (Fernando Trueba, 1.992)


Los Angeles, 21 de marzo de 1.994. 66ª Ceremonia de Entrega de los Premios de la Academia norteamericana en Hollywood. Fernando Trueba conquista el segundo Oscar en la historia del cine español en la categoría de Mejor Film en Lengua no Inglesa, una década después de que José Luis Garci se hiciese con el primero con Volver a empezar. Recuerdo que es el galés Anthony Hopkins el encargado en aquella ocasión de abrir el sobre y anunciar el nombre de la ganadora, "And the Oscar goes to… Belle epoque". Toda una alegría y una sorpresa que casi nadie espera. Ciertamente, el film español no entra aquel año en ninguna de las apuestas ni figura en las quinielas a favoritos en una edición dominada por la presencia de producciones asiáticas. Tres de las cinco aspirantes al galardón proceden del Lejano Oriente y la cosa parece estar entre la china Adiós a mi concubina de Chen Kaige y la taiwanesa El banquete de bodas de Ang Lee. Finalmente y por fortuna ambas deben morder el polvo y la dorada estatuilla se viene para España. Trueba emocionado sube a recoger su premio y lo agradece sorprendiendo a los académicos un discurso que ya forma parte de nuestra historia y nuestra memoria. Especialmente inolvidables son sus últimas palabras: "I would like to believe in God, but I just believe in Billy Wilder. So, thank you Mr. Wilder" ("Me gustaría creer en Dios, pero sólo creo en Billy Wilder, así que, gracias Sr Wilder")
A pesar del guiño, no cabe considerar Belle Epoque como la mas "wilderiana" de las comedias de su autor. Trueba aseguró en alguna ocasión que en el guión que el mismo escribió junto a Rafael Azcona y su hermano David incorporó algún elemento autobiográfico correspondiente a sus años de juventud. Hay también una película anterior en la filmografía del realizador, El año de las luces, que guarda no pocas conexiones con Belle epoque y que en parte se toma como su precursora. En aquella como en ésta, se nos narra el despertar a la vida sexual y afectiva de un adolescente si bien ambas transcurren en períodos cronológicos distintos. En cuanto a las referencias cinéfilas, más que al "Dios" Wilder el director se muestra más próximo a su igualmente admirado Jean Renoir y a títulos como La regla del juego o Una partida de campo que comparten con Belle epoque su marcado tono bucólico y un cierto carácter de alabanza hacia la vida rústica El film suele también compararse con el western de Raoul Walsh Un rey para cuatro reinas más que nada por sus similitudes en el punto de partida argumental (en esta cinta de 1.956, Walsh nos cuenta la historia de un vaquero que recala en un rancho regentado por una mujer y sus cuatro nueras en el que al parecer se halla escondido un tesoro) No, no es la comedia más wilderiana de Trueba, y sin embargo, el espíritu de tío Billy sobrevuela a lo largo y ancho de todo el metraje (recuérdese por ejemplo el pasodoble que bailan unos travestidos Jorge Sanz y Ariadna Gil durante la fiesta de disfraces y que a mí al menos me remite a esa otra rumba que se marcan Jack Lemmon y Joe E. Brown en la inolvidable Con faldas y a lo loco).
Y es que Belle Epoque no es ni más ni menos que una fiesta de principio a fin. Trueba logra que el espectador se contagie y acabe participando de ese gozoso canto a la libertad y a la alegría de vivir que es su película. No es casualidad que su trama se sitúe cronológicamente en los úlimos días de la Segunda República española, un período que aquí se presenta como uno de los más felices y prósperos de nuestra reciente historia, preludio y contrapunto del oscuro pozo en el que está a punto de zambullirse el país para no salir en cuarenta años. En esta particular "belle epoque" se hace muy fácil la exhaltación de la "joie de vivre" y el amor por la vida dados los vientos de libertad que soplan por doquier y que recorren todos los ámbitos de la vida nacional: el pensamiento, la enseñanza, las relaciones sentimentales el sexo… El escenario en el que se desarolla la historia también aparece como un oasis de paz y armonía en medio del convulso panorama político que sacude al país en esos momentos. Trueba y los suyos se marcharon a rodar Belle epoque a un viejo caserón sito en el Algarbe portugués, una región especialmente bella y luminosa que resulta un marco ideal para los intereses de la película.
No obstante, el guión – no podía ser de otra manera estando escrito por quienes está escrito- tiñe la historia de cierta melancolía y amargura que terminan por dar al conjunto de la obra el carácter de una tragicomedia. La obra arranca con un hecho trágico como es el suicidio de los dos guardiaciviles narrado desde una perspectiva humorística que lo convierte casi en un avatar chusco, y concluye con el ahorcamiento del párroco que empaña en parte el final de la historia nos deja un sabor final agridulce. La película tiene como protagonista a Fernando, un ex seminarista que sirive como soldado en el ejercito español y que decide desertar de él en vísperas del estallido del golpe fascista del 36. En su huida el joven encuentra refugio durante unos días en casa de Manolo, un artista retirado y alejado del mundanal ruido que le brinda su amistad y le adopta como pupilo y cocinero. Cuando Fernando está a punto de abandonar la casa de su mentor, éste recibe la visita de sus cuatro hijas que acuden a pasar junto a su padre las vacaciones de verano. Fuertemente impresionado por la belleza de las jóvenes, el muchacho decide cambiar de opinión y quedarse un tiempo más, un tiempo en el que acabará seduciendo sucesivamente a cada una de ellas sin saber de quien está en realidad enamorado.
No cabe duda de que el peso interpretativo de esta comedia coral recae en su quinteto de jóvenes protagonistas sobre quienes nada hay que objetar. Tanto Jorge Sanz, un actor en constante progresión, como sus cuatro compañeras de catre, quiero decir de reparto están más que correctos en sus respectivas composiciones. Sin embargo, y tratándose de una comedia azconiana y de raíces berlanguianas – y está claro que Belle Epoque lo es- algo habrá que decir de su impagable elenco de secundarios. Algo habra que decir por ejemplo de esos Gabino Diego y Chus Lampreave que dan pie a algunos de los momentos más hilarantes y disparatados de la cinta o de ese impresionante Agustín González en un papel que bordada y en el que nunca nos cansábamos de verle. Qué se puede hacer finalmente si no es postrarse de rodillas ante un monstruo de la interpretación como Fernando Fernán Gómez, un actor capaz de convertir en oro todo lo que tocaba y que aquí además se revela como el auténtico espíritu de la película con un personaje hecho a la medida mezcla de bondad y escepticismo. Cómo no acabar perdiéndose en esa mirada triste y lánguida final suya con la que despide no solo a una hija sino también a una época y un tiempo irrepetibles que nunca más han de represar. Como diciendo, tarde o temprano esto tenía que pasar, yo ya me lo olía desde el principio. A fin de cuentas…, nada ni nadie es perfecto.

12 comentarios:

  1. Lo de "morder el polvo" y "avatar chusco" me ha encantado, Dexter.

    Possdata: Ni que acabaras de ver una del Gran Sam...

    Beso

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  2. Yo creo que es la única película en la que veo bien a Jorge Sanz, que me gusta más bien poco en general. Y de los secundarios, además de los que citas, Bonilla y Agustín González son una delicia. Penélope rechina algo aquí, aún le faltaba por andar, pero también se sale. Se pasa un buen rato viéndola, con esa mezcla de contenido político y sexual hecho con un sentido del humor bastante fino que otro director, Almodovar, sabe haer también bastante bien.

    Un placer de lectura esta reseña, saludos!

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  3. Que no es por llevarte la contraria, que para una vez que tengo la suerte de que escribas sobre una película que sí he visto… Pero es que la comparación con “Una partida de campo” de Renoir me ha llegado al alma, vamos, como que no lo termino de ver…
    Respecto al resto del artículo, en líneas generales coincido bastante con tu opinión, aunque me da la sensación que tu valoración de la película es más elevada que la mía.

    Un beso

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  4. Pues coincido bastante, es una pelicula estupenda, me encanta la actuación de las chicas y la de Jorge Sanz y Gabino también son de lo mejorcito, la verdad es que estan todos muy bien.
    Hay películas que salen especialmente bien, creo que tienen a sus avtores en estado de gracia, seguramente culpa del diractor, pero también por otras cuestiones y coincidencias.

    Saludos

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  5. La carrera de Fernando Trueba se cimentó sobre muy buenas comedias. Después de las que comentas logró otra buena con "La niña de tus ojos" y luego se ha adentrado más en el terreno musical, abandonando un tanto el cinematográfico. Las comedias, algunas geniales, de Trueba han pasado a la historia del cine español.
    Saludos.

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  6. Muy currado. La peli se lo merece.Coincido con lo de Babel y Sanz.

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  7. Por alusiones, Vivian, no comparé Belle epoque con Una jornada de campo. Me limité a decir que la película de Trueba, confeso admirador de Renoir, se acerca al espíritu bucólico y campestre que caracteriza muchas de las obras del maestro francés. Y sí a mi las comedias de los Trueba -de Fernando y David- en general me dan muy buen rollo, son como antidepresivas, a pesar de que todas contienen un transfondo de tragedia y amargura que tela.

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  8. Gran post, Dex. A mi me parece una buena película, en realidad casi todas las de Trueba creo que lo son, y ese tono "vive la vida y disfruta" que propugna Fernan Gómez se contagia en seguida al espectador.
    Akgunos dialogos o frases son espectaculares:
    -Ya le valdría más haberme hecho un hijo en vez de las tortillas. (o algo así).

    O el hallazgo de esa impotencia selectiva de Fernan Gomez: "a mi es que sólo se me empina con mi mujer".

    Y esa escena casi de Disney cuando llega la madre y se pone a cantar zarzuela y una tras otra las hijas abren las ventanas para escucharla y saludarla...

    Una maravilla.

    Carpet.

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  9. Saludos cordiales

    ¿Alguien ha visto una película de 1988, de bajo presupuesto y producida por Robert Redford, titulada "Some Girls"? En España pasó sin pena ni gloria, pero tengo la sensación de que en muchos aspectos básicos de sus respectivos guiones son sospechosamente parecidas.

    Gracias.

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  10. Pues ni idea. Ese título a lo único que me suena es a un disco de los Rolling Stones.
    Saludos

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  11. Sí, el título es idéntico al disco de los Rolling Stones aunque nada tiene que ver. Sin embargo, cada vez que veo el DVD de dicha película llego a la conclusión (acertada o no) de que "Belle Epoque" parece que se ¿inspiró? en "Some Girls" (que aquí se tradujo como "Algunas Chicas")En IMDB se expone un pequeño resumen, en inglés, del guión de esa película. Solamente me limitaré a citar muy brevemente algunos de los carácteres. Un estudiante invitado por su novia que llega a una gran casa. La novia tiene dos hermanas. También aparecen un cura, un padre, profesor de universidad bastante excéntrico (que incluso al final de la película le pregunta a su invitado con cuantas de sus hijas se ha acostado), una madre muy protectora de sus hijas (aunque no está divorciada del padre). Una de las hermanas tiene un novio que vive en la casa (a diferencia del personaje de Gabino Diego que vive con su madre) El estudiante, tras diversos avatares, casi consigue acostarse con las tres hermanas (al contrario del personaje de Jorge Sanz) aunque al final solamente lo haga con la hermana mayor... yo creo que hay demasiados elementos coincidentes ¿no crees? Por supuesto admito que las casualidades puden sucederse en cualquier faceta de la vida pero tantas y tan coincidentes dan que pensar.

    Gracias de nuevo por tu amabilidad y por tu paciencia.

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  12. Pues tienes razón, como poco parece sospechoso. Demasiadas casualidades.
    Gracias a ti, por el comentario.

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