La carrera del veterano director alemán Wim Wenders ha
tenido luces y sombras, si bien más de las primeras que de las segundas, con
éxitos como El cielo sobre Berlín, París Texas o El
amigo americano; una filmografía desigual salpicada de documentales
—estos sí, casi todos excelentes— tan buenos como aquel sobre los últimos días
en la vida de su colega Nicholas Ray (Relámpago sobre el agua), o
ese otro sobre el cine de Yasujiro Ozu (Tokyo-Ga), y unos cuantos
rebosantes de música como Buena Vista Social Club.
Largometrajes que son ensayos cinematográficos como los realizados en la segunda década del siglo XXI donde ha podido rodar sus dos mejores trabajos en el terreno de la no ficción, ambos nominados al Óscar al mejor documental. El primero de ellos, Pina, es un homenaje a la bailarina alemana Pina Bausch, fallecida pocos días antes del comienzo del rodaje.
El filme es en realidad un musical cuando se
estructura en capítulos dedicados a cada uno de los bailarines de la escuela de
Pina, testigos de las enseñanzas de su maestra. Un grupo heterogéneo,
internacional, que opinan y dan su versión acerca de la visión que tenía la
bailarina a la hora de interpretar el baile moderno, de romper los límites
entre el teatro y la danza.
Junto a las opiniones de los alumnos, estos interpretan segmentos de las creaciones más notables de Pina, coreografiadas por ella misma, a veces en un teatro, otras en las calles de la ciudad, dentro de los tranvías o en la propia academia. Son números expresionistas que dejan huella tras haberlos visto, y representan aspectos de la vida misma sublimados gracias al baile.
Destaca el número Café Muller, que se desarrolla en una cafetería repleta de sillas donde los bailarines danzan a través del laberinto que se abre ante ellos, gracias a la intervención de otro artista que va retirando los elementos del atrezo, con una perfecta compenetración con los que danzan a su alrededor —dicen que cuando Wenders, en un principio no interesado demasiado en la danza, vio esta obra en el teatro, rompió a llorar. El número es un ejemplo de los muchos que hay en el filme, todos preparados y representados en el teatro con éxito. La película termina con una frase pronunciada por la propia Pina que resume su obra: «Dance, dance, otherwise we are lost».
La sal de la tierra (The Salt of the Earth, 2014)
El
siguiente documental realizado por Wenders es La sal de la tierra,
en mi opinión puede ser el mejor documental del director hasta la fecha, no
solo por lo bien estructurado y dirigido que está, sino por la repercusión
mundial que ha tenido el trabajo de Wenders. La cinta narra la vida y la obra
del fotógrafo recientemente fallecido Sebastião Salgado,
y esta codirigida por el hijo del protagonista: Juliano Ribeiro Salgado. Rodada
en gran parte en blanco y negro, colores de las expresivas instantáneas del fotógrafo
brasileño, la película sigue una organización lineal, que arranca en la
infancia del protagonista y continúa en su juventud, cuando se licencia en Economía. Gracias a su mujer, Salgado se apasiona por la fotografía, dejando el trabajo
como economista para centrarse en su nueva profesión.
A partir de aquí, comienza a trabajar en varios libros que recogen sus instantáneas —algunos les lleva una década de trabajo— viajando por todo el mundo a más de 100 países, recogiendo conflictos internacionales, masacres, hambrunas, éxodos y todo tipo de calamidades. Así, los volúmenes titulados Otras Américas, o Sahel son muy descriptivos. Otros trabajos, como el dedicado a los trabajadores del mundo —entre ellos, los pescadores gallegos— son notables. Quizás el más impresionante es el reportaje realizado en Kuwait cuando en la Primera Guerra del Golfo, Sadam Husein mandó quemar los pozos de petróleo. Las imágenes de aquel infierno, donde el humo era tan denso que no dejaba pasar la luz y los días sólo tenían noches, son espectaculares y han dado la vuelta al mundo.
Lo siguiente fue Éxodo, cuyo tema central era los movimientos de masas de personas que huían de la guerra, como lo ocurrido en Ruanda en los años noventa con el genocidio de tutsis a cargo de los hutus y, más tarde, al contrario. Lo visto allí, reflejado en durísimas fotografías, parece una pesadilla, como si el testimonio de Joseph Conrad en El corazón de las tinieblas se quedara como una simple anécdota.
Pero lo mejor del documental, por lo que es conocido, se desarrolla cuando Salgado termina el ciclo de su vida, volviendo, con «el alma enferma» después de presenciar tanto horror, al lugar donde pasó su infancia: un vergel convertido en un desierto a causa de la tala descontrolada de árboles. Entonces su mujer tiene una idea, casi una utopía: plantar cientos de miles de árboles para deshacer el desastre y volver a tener una selva tropical. Tras varios años, lo consiguen y demuestran que los destrozos hechos por el hombre se pueden revertir, eso sí, plantando cerca de dos millones de árboles.
Por último, decir que el título
del documental viene de un pasaje de la Biblia. En Mateo 5:13 se dice : «Ustedes
son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿Cómo volverá a
recuperarlo? Ya no serviría para nada, excepto para ser echada afuera y
pisoteada por los hombres». También hay una referencia explícita al nombre del fotógrafo,
porque Salgado en portugués significa salado. Sebastião Salgado es la sal de la
tierra, y lo demuestra con la contribución que él y su familia han hecho en el lugar donde viven.



Aparte de su carrera como realizador de películas, con algunas que quedan para el recuerdo, como documentalista es uno de los mejores, sin duda.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo: los documentales de Wim Wenders no se olvidan.
EliminarNo he visto ninguna de las dos pero me parecen interesantes. Te mando un beso.
ResponderEliminarSon documentales muy diferentes entre sí, pero, desde luego, interesantes ambos.
EliminarAbrazos!
Maravillosa idea la de repoblar. Un beso
ResponderEliminarCierto, es verdad que en esa parte de la tierra (en Brasil) las lluvias torrenciales favorecen el crecimiento de las plantas, pero aun así el logro de Salgado y su familia es impresionante y meritorio.
EliminarAbrazos!
Interesantes su aportación documental.
ResponderEliminarUn abrazo.
Wim Wenders es un documentalista experimentado. Todas sus nominaciones a los Óscar han sido por sus documentales y no por las películas de ficción.
EliminarAbrazos!
Sobre Pina, me has transportado al mundo de Pina Bausch con tus palabras. La forma en que describes esos números expresionistas, como el inolvidable Café Müller, me hace imaginar la danza como un latido vivo, un diálogo entre el alma y el cuerpo. Esa frase final, «Dance, dance, otherwise we are lost», resuena como un mantra que abraza el espíritu de la creación. Y qué hermoso que hayas capturado la esencia de cómo Wenders, conmovido hasta las lágrimas, transformó su mirada sobre la danza en este homenaje tan vibrante Y luego, La sal de la tierra…Qué manera de narrar la vida de Sebastião Salgado!. Has tejido su historia con tanta delicadeza que siento el peso de sus viajes, el dolor de las tragedias que capturó y, sobre todo, la esperanza que florece con ese proyecto utópico de reforestación. La referencia bíblica al título y el guiño al nombre de Salgado son detalles que enriquecen tu entrada.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias, Miguel, me alegro de que te haya gustado. La verdad es que ambos documentales merecen mucho la pena verse, incluso más de una vez. Ahora no recuerdo que documentales ganaron el Óscar en 2011 y 2014, pero deben ser muy buenos para arrebatarles el premio a estas dos grandísimas obras de arte.
EliminarAbrazos!
Oh, ¡me encanta esta entrada sobre este director que también me gusta. Es muy completa y detallada. Gracias. Abrazo.
ResponderEliminarA mi también me gustan las películas de Wim Wenders, en especial los documentales. Estos dos que hoy presento se llevan la palma, están en la cima de la filmografía del director alemán.
EliminarAbrazos!
No he visto "Pina". Sí "La sal de la tierra", y coincido en que se trata de un trabajo excelente sobre un personaje extraordinario.
ResponderEliminarSaludos.
Así es, un hombre que ha disfrutado de su trabajo, pero que ha sufrido por todo lo que ha visto y, finalmente, ha sabido revertir el desastre causado por los seres humanos.
EliminarSaludos.
Estimado y apreciado amigo, hoy te quiero dar las gracias muy especialmente porque soy un gran consumidor de películas documentales; y con tu excelente descripción sobre estos dos documentales has despertado en mi el interés por este director alemán y sus obras. Así que me pongo manos a la obra, a ver si consigo encontrarlos.
ResponderEliminarEncomiable ese proyecto convertido en realidad de reforestar lo dañado por el hombre.
Un fuerte abrazo, y gracias por los temas tan interesantes de tus publicaciones, de los que siempre aprendemos mucho.
A mí también me gustan los documentales y veo bastantes a lo largo del año. Me alegro de que te haya gustado e interesado la entrada. Ojalá los consigas pronto y los disfrutes como los disfruté yo.
EliminarAbrazos!
También a mi me gustan mucho los documentales. Me parece muy interesante tu información y estoy segura de que los que citas deben de ser muy buenos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo son, muy buenos, estos dos documentales juntos al citado "Buena Vista Social Club" recibieron sendas nominaciones a los Óscar.
EliminarAbrazos!
Paris Texas me marcó... hay películas que te llegan en un momento especial de tu vida y son como avisos del destino.
ResponderEliminarSaludos.
Cierto, el estado de ánimo con el que te enfrentas a una película determinada puede marcarte -y marcarla- para siempre.
EliminarSaludos.
Me ha sorprendido lo extenso de la filmografía de este hombre y que solo haya visto cuatro o cinco de sus largos, pero yo no soy demasiado de documentales, y eso influye.
ResponderEliminarSí vi el que dedica a Sebastião Salgado, tan excepcional como el fotógrafo al que retrata. De hecho me han entrado ganas de revisitarlo.
Es verdad que Wenders tiene un largo recorrido, y que sus documentales son magníficos. A mí también me entran ganas de volver a ver "La sal de la tierra". Destaca de entre una obra tan extensa.
ResponderEliminarLas he visto las dos. Ambas muy interesantes. A Pina Bausch ya la había incluido Almodóvar en "Hable con ella". En cuanto a Salgado, qué decir de unas imágenes que transmiten por sí solas el sufrimiento humano.
ResponderEliminarSaludos.
No recordaba ese dato de Pina Bausch en una película de Almodóvar. Lo de Salgado es algo único. Sus fotografías, pero también su testimonio, describen los horrores que presenció.
EliminarSaludos.
Interesante entrada Ethan, he visto (La sal de la tierra).
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un documental magnífico, de esos en los que sigues pensando días después de haberlo visto.
EliminarAbrazos!
Impecables reseñas, Ethan.
ResponderEliminarNo los vi. Creo que empezaría por el segundo, me interesa un poco más. Curiosos todos los detalles que das, incluso sobre el doble sentido que puede encontrarse en el título.
Justo esta semana estuve hablando bastante de Joseph Conrad y El corazón de las tinieblas, porque una compañera de trabajo vió recién ahora por primera vez, Apocalypse Now, y me llevó a las analogías con el libro.
Abrazos, amigo!
Creo que si hay que elegir, yo también me quedaría con el segundo documental, es impresionante. Cuando lo vi, algunas cosas me recordaron a la novela de Conrad, por eso lo menciono en la reseña.
EliminarAbrazos!
Queridísimo Ethan, qué bonita dupla nos has regalado. Me interesa el Wenders documentalista y estos dos documentales en concreto me gustaron bastante, sobre todo porque no deja de ser un creador mostrando el proceso creativo de otros dos artistas en disciplinas diferentes pero tan cinematográficas como la danza y la fotografía.
ResponderEliminarBeso
Hildy
Es verdad que son disciplinas muy filmables la danza y la fotografía, y, desde luego, ambos documentales son en sí obras de arte cinematográficas a cargo de un artista de la talla de Wim Wenders: el de Pina da voz a los alumnos de la bailarina, que se convierten en los narradores; el de la fotografía da voz al propio Salgado.
EliminarAbrazos!
No sabes cuánto agradezco que me hayas indicado que existía este documental. Me gustaría saber en qué plataforma está, porque no me lo quiero perder.
ResponderEliminarPor cierto, hace tiiempo publiqué una entrada acerca del trabajo de Salgado en Kuwai. Te dejo por acá el enlace
https://tigrero-literario.blogspot.com/2020/05/para-wilfen-vargas-en-1991-luego-de-que.html
Y yo me alegro de que te interese el documental, no debes perdértelo. Desconozco en qué plataforma puede verse.
EliminarTu entrada la vi en su día y te comenté que estuve cerca de allí, me faltó decirte que estuve a bordo de un buque de la coalición de la ONU en el embargo a Irak.