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sábado, 11 de noviembre de 2017

EL TALLER DE ESCRITURA; SIN AMOR

Penúltima jornada, aquí en el festival de cine de Sevilla, y casi todo decidido a la hora de escribir estas líneas en cuanto a premios se refiere. Mañana daremos el palmarés completo mientras hoy esperamos el fallo del jurado. Veamos lo que dio de sí el viernes:

EL TALLER DE ESCRITURA (L’atelier, Laurent Cantet, 2017)

La cinefilia empedernida que padecemos nos empuja a clasificar las nuevas películas que vemos según un criterio genérico que a veces no existe. Si existiera el subgénero de las cintas que se desarrollan en una escuela donde los alumnos debaten los temas de actualidad (ya hay unas cuantas: La ola, La clase, del propio Cantet, etc.) en ella podríamos encuadrar El taller de escritura, aunque con matices:


Olivia (Marina Foïs) es una escritora profesional a la que contratan para dar un taller de verano en La Ciotat. Todos los alumnos vienen de fracaso escolar o de algún problema de adaptación, y en un principio se muestran reacios al trabajo en común para dar a luz una novela policíaca. Poco a poco van entrando en el juego y, de paso, sacando temas de rabiosa actualidad, como el racismo, el terrorismo, la intolerancia, etc. De todos ellos destaca Antoine (Matthieu Lucci), por su inteligencia, pero también por su insistencia en la provocación…

Con personajes bien definidos, Laurent Cantet se mueve por donde mejor sabe (ya lo demostró en la citada La clase), creando polémica, enfrentando clases sociales y razas. La lucha de la clase obrera, las motivaciones de los que atentan contra la vida de los demás, la religión, son el centro del vehemente debate.


No obstante, el director no se conforma con la porfía, quiere ir más allá para centrar el objetivo de la película en algo más concreto: Olivia se fija en Antoine y se pregunta qué le lleva a comportarse así. Entonces el alumno le echa en cara sus defectos como escritora. Olivia sufre una crisis que intenta solventar conociendo mejor al alumno y así definir el personaje principal de su actual novela. Lo que no sabe es con lo que se va a encontrar.

La diferencia, por tanto, con el resto de películas de su “género” es la transformación de cinta coral a enfrentamiento entre profesora y alumno. Un conflicto que pondrá sobre la mesa el preocupante resurgir de la extrema derecha en Europa, y en Francia en particular, y la indefinición moral de cierta parte de la juventud. Temas nada banales que Cantet afronta con un intencionado final ¿feliz?




SIN AMOR (Nelyubov, Andrey Zvyagintsev, 2017)

Zvyagintsev, otro viejo conocido, asiduo del festival (Elena, Leviatán), presenta su nueva cinta con la expectación de alguien que siempre se lleva algún premio en el certamen. En esta ocasión la película viene con galardones tan importantes como el premio del jurado en Cannes y con la garantía de ser la película rusa que opta al Óscar al mejor filme extranjero.


En la Rusia de primeros del siglo XXI, el matrimonio formado por Zhenya (Maryana Spivak) y Boris (Aleksey Rozin, un fijo en las películas de Zvyagintsev) hace aguas, se hunde. Nacida la unión de un embarazo no deseado, la pareja por fin ha decidido divorciarse. El principal inconveniente es la custodia del pequeño Alyosha: ninguno de los dos quiere quedárselo. El niño que oye la discusión se desespera. Las cosas realmente se ponen feas cuando el hijo desaparece.

Zvyagintsev sigue ocupado en relatar la descomposición gradual de Rusia desde el fin de la URSS. La metáfora de la pareja que se deshace funciona bien cuando se le acompaña de las noticias de la radio que hablan de corrupción, de la guerra en Ucrania, etc. La promesa de que todo cambiará cuando se divorcien tampoco parece que vaya a solucionar las cosas, puesto que no hay amor verdadero en ninguna relación.


Nada en el director ruso es gratuito. Cuando Zhenya hace ejercicio en la terraza, en una cinta mecánica y con un chándal adornado con las letras RUSIA, y mira a la cámara, ya sabemos que la nación del realizador se dirige hacia ningún sitio. Cuando el piquete de búsqueda registra un enorme edificio (se supone de la época del régimen anterior) y ve el estado de descomposición, también sabemos a qué se refiere Zvyagintsev.

Nada escapa a la crítica del cineasta. No sólo la esfera política y social, también el fanatismo de la religión ortodoxa instalado en instituciones y empresas es de nuevo puesto en evidencia por el objetivo del director.  Y no es que cualquier pasado fuera mejor, sino que el presente es un desastre y el futuro se muestra tan incierto como el resultado de la búsqueda del pequeño Alyosha.





domingo, 9 de noviembre de 2014

LEVIATÁN (Leviathan de Andrey Zvyagintsev, 2014)

Fructífera jornada la de ayer, la segunda del festival de cine de Sevilla, donde pudimos asistir a una buena película que viene del frío, pero que no nos dejó indiferente. La cinta rusa tiene en su haber el premio a mejor guión en Cannes, ha sido elegida por su país para participar en los Óscar, y aquí ha dejado el listón muy alto demasiado pronto:























Leviatán narra las desventuras de Nikolai, un mecánico que vive con su mujer Lilya y con su hijo Roma, a la orilla del mar, en una casa de su propiedad. El terreno donde se asienta la vivienda y el taller es reclamado por el alcalde, el cacique del lugar, y pronto será expropiado injustamente. Para ayudar en el pleito, viene de Moscú el abogado Dimitri, viejo compañero de armas y buen amigo de Nikolai. Dimitri trae consigo buenas noticias: posee unos documentos que prueban las actividades ilegales del alcalde y sus secuaces.

Con esta estructura de western arranca la cinta de Zvyagintsev (viejo conocido del festival, ya consiguió un premio con Elena en un certamen anterior): un forastero viene de Moscú para ayudar a su amigo y, de paso, arreglar las injusticias cometidas por el cacique del lugar. El abogado se tiene que enfrentar sin ayuda a todos los poderes fácticos: la policía, los jueces, la iglesia y el más temible de todos, el representado por el alcalde corrupto. Pronto comprobaremos que ni esto es una película del oeste ni Dimitri tiene unas intenciones completamente sanas: su relación con Lilya va más allá de la simple amistad y eso puede traer consecuencias desastrosas; también el enfrentamiento con el alcalde las traerá.


Para concebir Leviatán, Zvyagintsev se basó en un caso real sucedido en Granby, Colorado, y en la Biblia, concretamente en el libro de Job del que podemos oír algunos fragmentos en boca de los personajes. Todo para mostrar con dureza la situación casi feudal que sufren algunas ciudades de la Rusia post-soviética. No nos parece un ejercicio de nostalgia por el antiguo régimen comunista, del que aún se recuerdan vestigios como el de la solitaria estatua de Lenin que asiste impávido a los acontecimientos, pero sí de denuncia de la descomposición del sistema. Así, la actuación de la justicia se limita a una verborrea inútil; la influencia de la iglesia se vuelve en contra de los feligreses y alienta el caciquismo debido a intereses comunes; y la inoperancia de la policía beneficia al poder. Mientras esto sucede, el alcohol descontrola las relaciones y vicia el comportamiento entre los miembros de la familia y los amigos.

Para reflejar todo esto con realismo, el director ruso escamotea casi todas las escenas explícitas de violencia y sexo con la intención de incidir, de subrayar la tensión con la que se vive en el pueblo, donde se masca la tragedia. El esqueleto de una ballena varada en la bahía va en ese sentido. Es una imagen impactante que utiliza el realizador como metáfora de un sistema putrefacto. También se puede interpretar el uso de los restos del cetáceo como recuerdo del pasado, de lo que fuera un lugar próspero en su día; o como un anuncio del futuro próximo, de la tragedia que se cierne sobre Nikolai y su familia.




Ver Ficha de Leviatán.


sábado, 12 de noviembre de 2011

PALMARÉS DEL FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA 2011

Último día en el Festival de Cine de Sevilla con el visionado de dos películas de la Sección Oficial. Antes de conocer el resultado final de la votación del jurado (de los distintos jurados) hemos asistido a la proyección de Elena (Andrey Zvyagintsev, 2011). Una cinta rusa perteneciente al bloque de largometrajes que visitan el certamen que, como hemos dicho, este año homenajea al cine que se viene haciendo últimamente en Rusia. Se trata de un drama de apariencias, donde los personajes que al principio caen bien se tornan en seres despreciables y, al contrario, los que rechaza el público serán los que se ganen las simpatías. Aunque nada es tan radical, nadie es bueno del todo ni tampoco malo. La cinta es en sí pesimista con una sociedad que parece desunida, donde cada uno va a lo suyo, con una violencia implícita que caldea el ambiente (esa enorme central nuclear lo está avisando). Buen filme, por tanto, con una actuación destacada (luego nos enteramos que ha ganado el premio a la mejor actriz):Nadezhda Markina, la mujer que encarna a Elena.

A continuación acudimos al último pase de Holidays by the sea (Ni a vendre ni a louer de Pascal Rabate, 2011), un divertido largometraje repleto de sketches muy elaborados que rescata el cine de Jacques Tati y lo pone al día.
En realidad es un homenaje al gran director y humorista francés y la película repite aquella excelente Las Vacaciones del Señor Hulot (Les Vacances de Monsieur Hulot de Jacques Tati, 1953), pero con nuevos personajes y algunos gags subidos de tono.



Y, por fin, el palmarés. Este es el resumen de los premios otorgados en el Festival de Cine Europeo de Sevilla 2011:

GIRALDILLO DE ORO - MEJOR PELÍCULA
SIEMPRE FELIZ, de Anne Sewitsky.

GIRALDILLO DE PLATA
SI NO NOSOTROS, ¿QUIÉN?, del director Andrés Veiel.

PREMIO ESPECIAL DEL JURADO
EL MOLINO DEL TIEMPO, de Lech Majewski.

MEJOR DIRECTOR
Steve McQueen, por SHAME.

MEJOR ACTRIZ
Ex aequo a Nadehhda Markina¸ por ELENA, y a Bien de Moor, por CODE BLUE.

MEJOR ACTOR
Ex aequo a Michael Fassbender, por SHAME, y a August Diehl, por SI NO NOSOTROS, ¿QUIÉN?

PREMIO SELECCIÓN EFA
Premio a la Mejor Película THE ARTIST, de Michel Hazanavicius.
Mención especial a LÍDICE, de Petr Nikolaev.

PREMIO EURIMAGES – MEJOR COPRODUCCIÓN EUROPEA
SHUN LI AND THE POET (IO SONO LI), dirigida por Andrea Segre.

PREMIO EURODOC
LA ROCA, de Raúl Santos.
Mención especial a LAS CONSTITUYENTES, de Oliva Acosta.

PREMIO FIRST FILMS FIRST
El premio a la Mejor Dirección Novel es para Morteza Farshbaf, por la producción iraní MOURNING.

PREMIO ASECAN
La Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía (Asecan) ha concedido su premio a EL MOLINO DEL TIEMPO de Lech Majewski.
Mención especial a MERCADO DE FUTUROS, de Mercedes Álvarez.

IV PREMIO DE CINE UNIVERSITARIO
En la categoría de No ficción al cortometraje ALMA, de José Javier Pérez Prieto; y en la categoría de Ficción, al corto CUANDO NOS CONOCIMOS, de Jesús Méndez Cestero.

PREMIO JURADO CAMPUS
TRES VECES 20 AÑOS, de la directora Julie Gavras.



Este año no podemos estar más de acuerdo con el jurado, al menos en los premios principales, además, hemos tenido la suerte o el acierto en la selección previa, de haber visto la mayoría de las cintas premiadas. De la Sección Oficial hemos ido contando nuestro parecer y si nos han seguido habrán visto que ninguna película nos ha parecido redonda, aunque sí hemos destacado las comedias por encima de los dramas. En este sentido, nos alegramos de la ganadora, Siempre Feliz (Happy Happy), (y del premio que otorga la Universidad cosechado por la otra comedia, Tres veces veinte años), y del criterio del jurado que ha elegido Happy Happy “por mostrar un retrato de la Europa contemporánea a través de la vida de gente ordinaria, por contar una historia edificante y sutil sobre seres humanos y por celebrar el amor y la calidez en las relaciones humanas como el pegamento que mantiene todo unido”.

En el apartado de interpretación nos parece justo el reconocimiento a la actuación de Michael Fassbender en Shame y también, como hemos comentado, al muy buen trabajo de Nadezhda Markina en Elena. Sólo discrepamos de los premios otorgados al director de Shame y a los conseguidos por Si no nosotros ¿quién?, pero es difícil coincidir al cien por cien con el jurado.

Del resto de galardones, comentar la unanimidad al elegir a The Artist como mejor película de la sección EFA (cualquiera de las que hemos visto en este apartado podría haber ganado la sección Oficial si hubiera competido allí, estamos hablando de The Turin Horse o Le Havre, por ejemplo, tal es el nivel de estas películas). Y, por último, nos alegra también el premio conseguido por la muy buena película de Andrea Segre, Shun Li and The Poet.

Esto es lo que ha dado de sí el Festival de Cine Europeo de Sevilla y sólo nos resta decir que esperamos estar de nuevo aquí el año que viene para contarles lo que ocurra en la siguiente edición.

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"Puentes y Sombras" dentro de poco tiempo en estas páginas
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