El caso de
Louise Brooks es único en el mundo del cine. Una actriz norteamericana que
triunfó en Europa gracias, principalmente, a dos películas, a dos obras
maestras de George Wilhelm Pabst. Hoy la recordamos en una cinta menos conocida
que las anteriores, pero igualmente interesante; para nosotros su última gran
película europea.
El largometraje lo dirigió Augusto Genina, un realizador italiano que trabajó mucho fuera de su país (también en España, recordemos Sin Novedad en el Alcázar de 1940) y que tuvo el placer de contar con Louise Brooks en esta maravillosa cinta francesa. El filme se rodó al final del período silente y, aunque concebido como mudo, su versión más conocida es una sonorizada con música y doblaje en algunas secuencias. Decir que la película critica a los concursos de belleza y a todo lo que rodea ese mundo, incluido los contratos con las productoras cinematográficas, es quedarse algo corto: la cinta es mucho más.
El argumento, en
parte especular, se basa en una idea de René Clair. El director francés
se encargó también del guión; pero no lo hizo solo: Pabst
se unió al proyecto. Incapaz de dejar a Louise Brooks, después de los dos largometrajes que
convirtieron en mito a la actriz del “Casco Negro”, La Caja de Pandora —o Lulú,
como prefieran— (Die Büchse der Pandora,
1929) y Tres Páginas de un Diario (Tagebuch
einer Verlorenen, 1929), George Wilhelm Pabst siguió a su musa en este
claro antecedente de películas sonoras del corte de Ha nacido una estrella:
Lucienne (Louise
Brooks) es una joven trabajadora que sueña con ser Miss Europa. Sin que su
novio lo sepa, se apunta al concurso de belleza y es seleccionada para representar
a Francia en el certamen internacional de San Sebastián. El éxito complica
tanto su relación sentimental que tendrá que elegir entre una prometedora
carrera como actriz y una vida normal junto a su novio.
La doble autoría
en el guión, más la dirección de Genina, convierte a Prix de Beauté en una
cinta muy atractiva. Se nos ocurre que la primera parte, la que narra la vida
cotidiana de la pareja junto a su amigo íntimo, tanto en el trabajo como en
vacaciones, puede ser más del estilo de René Clair. Genina rueda la trama
realista como si perteneciera a la corriente de películas documentales de
vanguardia (las de Dziga Vertov, por ejemplo). Lo hace tan bien, que el
resultado del arranque nos parece igual de adelantado a su época que el de la
excelente Gente en Domingo (Menschen
am Sonntag de Siodmak, Ulmer, Zinnemann y Wilder, 1930).
La segunda parte,
más dramática, con Louise Brooks en el registro que le dio la fama, es completamente
diferente, pero igualmente interesante. Lulú —¡también se llama así!— desde que
sale del anonimato, gracias al concurso, se ve acosada por los hombres y
arrastrada sin quererlo, sin ser consciente de ello, a un destino trágico. Lógicamente,
esta fase de la historia tiene todos los ingredientes para que el autor no sea
otro que Pabst.
Independientemente
del responsable de cada secuencia, lo que está claro es que la cinta es propiedad
de Louise Brooks. La estrella está más bella si cabe que en La
Caja de Pandora. Muy simpática en ese primer acto realista, casi un
documental sobre la propia actriz, el que asignamos a Clair; y estupenda en el
melodrama final más cercano a la obra de Pabst.
Premio
de Belleza, insistimos, es la película menos conocida del periodo
europeo de Louise Brooks, pero no por ello deja de ser una excelente muestra de
lo que la actriz era capaz de hacer. La estrella se aseguró su pase a la
eternidad gracias a los elogios de los directores de la Nouvelle Vague. Tanto
Truffaut como Godard se dejaron impresionar por la belleza de la actriz y por
los personajes que interpretó. Fue tal la influencia, que quisieron rodar sus
películas como si fueran homenajes a la memoria de Lulú. En Vivir su vida (Vivre sa Vie de
Godard, 1960), Anna Karina es una Louise Brooks revivida. En Jules
et Jim (Truffaut, 1962), las andanzas del triángulo protagonista se nos
antoja muy cercanas a las de la primera
parte de Prix de Beauté.
Después de la
cinta de Genina, Louise Brooks volvió a Estados Unidos para convertirse en una
estrella al estilo Hollywood. No nos explicamos qué pudo suceder para que la
actriz nunca llegara a triunfar en su país. Sí sabemos que no era como las
demás: era culta e inteligente, una
intelectual que dedicó buena parte de su vida al ensayo literario y que nunca
se dejó amedrentar por el agobiante sistema de estudios.
Una fuerte
personalidad que renunció a formar parte del Star-System… Y claro, eso allí no
se perdona.
Os dejo con un clip del tema principal de la
película:
Ver Ficha de Premio de Belleza.
No he visto ninguna película de Louise Brooks y lo cierto es que desconozco casi al completo la vida y obra de esta actriz.
ResponderEliminarSí que la conozco por las inumerables fotografías que de ella se pueden encontrar sobre las actrices de entonces.
Saludos.
Las tres que nombro aquí son muy recomendables:
EliminarLa Caja de Pandora (Lulú) (Pabst)
Tres páginas de un diario (Pabst)
Premio de Belleza (Genina)
De su etapa estadounidense, también son buenas:
Mendigos de la Vida (Wellman)
Una Novia en cada Puerto (Hawks)
Con esas cinco pelis tienes la filmografía imprescindible de esta gran actriz
Saludos
Es una buena historia. No oí hablar de ella, pero sí, y mucho, de Pabst, un clásico (creo que no he visto nada de él). La mujer era fascinante. El corte de pelo le quedaba muy bien. Una belleza muy de otro tiempo, así como de cine mudo. Estas mujeres eran de una belleza clásica tremenda, muy equilibradas. Ahora vende más lo sensual, lo exuberante…moda, aunque lo clásico no lo sea tanto, moda me refiero.
ResponderEliminarUn saludo, ethan. Muy buena entrada.
Te animo a descubrir a Pabst, empieza por La Caja de Pandora. Quedarás fascinado por sus películas y querrás ver más.
EliminarUn saludo!!
Vaya, ¡qué ganas tengo de ver esta película, Ethan! Me gustó mucho "La Caja de Pandora" También tengo que ver "Sin novedad en el Alcázar" que es la otra que recomiendas del director. No la he visto. Un abrazo.
ResponderEliminar"Sin novedad en el Alcázar" es una peli de propaganda del regimen franquista, Genina también hizo alguna de este corte en su país, para mayor gloria del fascismo. Independientemente del mensaje político (que satura la peli) la cinta está muy bien rodada.
EliminarUn abrazo
Gracias por la recomendación, Ethan, tiene una excelente pinta.
ResponderEliminarLouise Brooks en su mejor época, casi nada.
EliminarSaludos!!
Qué interesante reseña nos traes hoy Ethan, más que nada porque Brooks es una auténtica desconocida para mí fílmicamente hablando claro. Sus fotografías las tengo más presentes. Tomo nota para hacer los deberes.
ResponderEliminarPor cierto, ahora que veo a la derecha el cartel de "Shame", la he visto ayer. Me ha gustado bastante. Esperaba encontrarme una historia sobre sexo pero, va más allá. Quedarse en los encuentros furtivos y en las adicciones sería perderse gran parte del sentido de la película. Ambos protagonistas creo que están soberbios.
Un abrazo
Es curioso como esta buena y bella actriz es conocida por su imagen de mito más que por sus películas, que casi nadie ha visto.
EliminarAnimo a los cinéfilos a que la descubran en la gran pantalla, al menos en esas cinco películas citadas más arriba.
Amigo, Ethan. Exquisito detalle el de tu crítica, todo un acierto este film. Un exquisito vintage de una de las sexygirls “Made in Usa” más europeas de la historia; la eterna Louise Brooks. Otra vez haciendo las delicias del personal. Musa del ínclito GWP. Las tengo muy presente por el muy reciente, W.A.Wellman en “Beggars of life” 1928. Un icono de libertad, la creatividad y la valentía hecha mujer (menuda infancia tuvo). Así como una referencia estética y de estilo femenino. Voy muy agobiado entre galenos, el subidón del fútbol, el blog y mis obligaciones. A ver si descansamos, un abrazo.
ResponderEliminarUn canto a la libertad el de Wellman, si señor, una road movie con un encuentro ya legendario entre Louise Brooks y Wallace Berry. Muy recomendable ese Mendigos de la Vida.
EliminarUn abrazo.
De Louise Brooks sólo he visto "La caja de Pandora" pero he leído su libro "Lulu en Hollywood" y me parece una mujer muy interesante y adelantada para su época.
ResponderEliminarMe parece que en algún sitio he leído que no prestaba atención a su carrera y rechazaba papeles importantes para atender su agitada vida personal.
En cualquier caso su imagen es icónica.
Un saludo
No he leído el libro, pero quiero leerlo ya. A ver si me lo agencio pronto. La vida de Brooks es para llevarla a la gran pantalla. Esa reticencia a forma parte del sistema de producción la llevó casi a la indigencia. Fue redescubierta años más tarde trabajando como dependienta. Como digo en la reseña, fueron los jóvenes de la Nueva Ola los que pusieron a Louise Brooks en el sitio que le correspondía.
EliminarUn saludo.
No la conocía, Ethan. Interesante lo que cuentas de ella.
ResponderEliminarUn abrazo
Louise Brooks era toda una intelectual que leía a Schopenhauer y a Proust entre toma y toma, según dicen.
EliminarUn abrazo.
Cuando condensaba la información sobre el recuerdo de Arletty, la actriz francesa fallecida en julio de 1992, recordé a la bella y "turbadora" Louise Brooks. Sus vidas tuvieron un final desgraciado y cierto paralelismo dramático. En cuanto a Pabst:para mí uno de los directores con mejor técnica visual de la historia, utilizando todos los recursos para alcanzar imágenes muy bellas. Los guiones eran otra cosa.
ResponderEliminarPabst movió la cámara como ninguno en esa época (quizás Murnau), y empleaba angulaciones novedosas que luego rescató Welles. De hecho, todo lo que Welles puso de manifiesto en Ciudadano Kane ya estaba inventado mucho antes.
EliminarQué mujer tan interesante, además de bella. No la conocía porque, básicamente, casi nunca veo cine clásico. Gracias a los avances tecnológicos las novedades acaparan nuestra atención.
ResponderEliminarPara el que no lo conozca, el cine clásico presenta muchas más "novedades" que el actual.
EliminarLouis Brooks, en pantalla, se comía al resto de actores; la cámara era suya por completo.
Queridisima Lulu y escandalosamente genial,su mirada representaba lo que todas querian ser y no se atrevian.
ResponderEliminargenial post Ethan.
Un saludo
Lulú eterna.
EliminarGracias, Atticus.
Saludos
Una absoluta desconocida.
ResponderEliminarSaludos.
Me imagino que te refieres a la película. La verdad es que no es de las más conocidas de Louise Brooks. Hubo un tiempo en que la cinta se creía perdida. Afortunadamente, hoy en día la podemos disfrutar.
EliminarSaludos.
Pues en estas lindes me has pillado, Fernando. Ni idea tengo de esta actriz o de sus películas. Pero me pongo a ello, me pongo a ello...
ResponderEliminarCreo que te vas a aficionar a Louise Brooks y a Pabst...
EliminarYo solo conozco a la Brooks de Pabst, pero se me ha caído la baba (con perdón) leyendo tu excelente reseña, intentaré encontrarla sin demora de este filme que no conocía.
ResponderEliminarSaludos
Roy
Ya verás como te sorprende. Atento al final que podríamos encuadrar en el movimiento expresionista. Si es que la peli tiene de todo...
EliminarUna pinta estupenda la película y un tono perfecto el de la reseña.
ResponderEliminarMe la apunto
Besos
La verdad es que es una película para analizarla con mayor profundidad por la cantidad de modelos de representación que usa, desde el clásico narrativo hasta el expresionista, pasando por el de vanguardia e incluso (ver el montaje del final) por el constructivista soviético.
EliminarBesos
Por desgracias, una más por cierto, no se encuentran esas pelis por estos lares... La música me recordó tanto a Edith Piaf.
ResponderEliminarabrazo
En Internet puedes encontrarla. Ya dije que se creía perdida, pero afortunadamente se ha restaurado y circula una versión que se ve bastante bien.
EliminarUn abrazo
Una inolvidable "Lulú" y con un rostro de una belleza arrebatadora y muy moderna. No cabe duda que ese corte de pelo resaltaba las bondades de su faz pero deleitándose en las "brumas" de la obra maestra de Pabst su belleza seductora es imperecedera.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Una belleza inspiradora para muchos. Pabst lo tenía claro.
EliminarSaludos
Un post muy curioso. la mítica Brooks fue la chica Flapper por antonomasia. Por cierto, he de comprarme un bañador como ese señor de la foto junto a Louise. Muy interesante. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarLos modelitos que salen en la peli son para enmarcar. El desfile de moda no está mal, tampoco.
EliminarSaludos
No triunfó en su país porque era independiente, porque al final nunca se sometía... una verdadera heroína actual!!!
ResponderEliminarUna mujer ejemplar, con una corta, pero interesantísima, colección de películas; algunas obras maestras.
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