domingo, 12 de enero de 2025
VIAJE DE IDA (One Way Passage de Tay Garnett, 1932)
domingo, 14 de mayo de 2023
2 X 1: "PRIVATE DETECTIVE 62" y "MATANDO EN LA SOMBRA" (Michael Curtiz) (II)
Private Detective 62 (1933)
El
gran director Michael Curtiz tuvo una de las filmografías más extensas y de
mayor calidad del universo cinematográfico que ahora llamamos cine clásico. De todas
sus películas destacan aquellas que dirigió en el seno de la Warner Brothers.
De origen húngaro, Curtiz llamó la atención de Jack Warner allá por los años
veinte cuando veía lo bien que se desenvolvía el realizador en Austria dirigiendo
películas épicas (Esclava Reina, Sansón
y Dalila, Sodoma y Gomorra, etc.). Cuando lo contrató, el
productor seguramente ya tenía en mente encargarle El arca de Noé
(Noah’s Ark, 1928), una cinta estilo DeMille con la que prácticamente se
decía adiós al cine mudo.
Pero a Curtiz no solo se le daban bien las superproducciones, enseguida demostró su habilidad para todo tipo de estructuras narrativas. Se quedó en la Warner y ellos que salieron ganando. Dos ejemplos de aquellos filmes tan bien realizados son los policíacos que dirigió en los primeros años treinta con William Powell de protagonista:
En Private Detective 62, el primero de ellos, Powell es Donald Free, el detective privado del título. Después de haber caído en desgracia por haber sido declarado persona non grata en Francia, Free tampoco tiene demasiada suerte al asociarse con Dan Hogan, un colega con pocos escrúpulos, que sigue las instrucciones del dueño de un casino. Free reacciona cuando Hogan y el mafioso planean engañar a una joven a la que el segundo debe mucho dinero.
Entretenido filme, que Curtiz realiza sin muchos medios, al estilo de las películas de serie B, pero con un ritmo muy rápido, una narrativa casi perfecta y un dominio de las elipsis prodigioso. Así, Curtiz es capaz de pasar de un país a otro en pocas secuencias mientras el protagonista se mete en problemas, lo detienen, lo juzgan, viaja en un barco, escapa de él y busca trabajo.
El caso de Curtiz no deja de ser curioso porque le sucedió lo contrario que a la mayoría de directores: de especialista en rodar largometrajes colosalistas, con grandes medios, superproducciones costosas del cine mudo, pasó a dirigir películas de escaso presupuesto, policíacos, dramas, comedias, cintas de aventuras, es decir, de cualquier género, pero siempre con su sello de realizador imaginativo, que manejaba ⸺y acaso inventaba⸺ todos los recursos cinematográficos para convertirse en uno de los que cambió el cine norteamericano para siempre.
Matando en la sombra (The
Kennel Murder Case, 1933)
El segundo de los filmes que
Curtiz dirigió en 1933 con William Powell al frente del reparto fue Matando
en la sombra, adaptación para la gran pantalla de la novela homónima de
S.S. Van Dine, creador del personaje protagonista, el detective Philo Vance:
Vance sospecha que el suicidio de un magnate y coleccionista de cerámica china es en realidad un asesinato. La lista de sospechosos (la sobrina, la amante, la pareja de la amante, el secretario, el cocinero chino, el mayordomo que no falte, el hermano, etc.) es extensa debido al mal carácter del finado y a sus chanchullos comerciales, pero la solución del caso se presenta complicada, ya que la víctima se hallaba en un cuarto cerrado por dentro.
Entretenida trama donde todos tenían motivos para matar a la víctima; donde un jarrón chino y una daga son las claves del misterio; y donde la policía se deja aconsejar ⸺y mandar⸺ por un detective famoso, al estilo de las novelas de Sherlock Holmes o Agatha Christie.
La cinta es un ejemplo del típico
misterio locked-room o habitación cerrada, también llamado “crimen
imposible”. Es, sin duda, la mejor de la larga serie de películas que se
realizaron sobre la figura del detective Philo Vance ⸺en 1940 se hizo un remake
titulado Calling Philo Vance (William Clemens)⸺; Matando en
la sombra es la quinta de la saga, la cuarta y última protagonizada por
William Powell, y la única dirigida por Michael Curtiz, con su acostumbrada
maestría.
La película es un pre-noir donde ya hay algunos estilemas del género que se desarrollaría en los años cuarenta, con la presencia de William Powell ⸺y de Mary Astor, futura femme fatale⸺ un año antes del éxito La cena de los acusados (The Thin Man, W.S. Van Dyke, 1934), que iniciaría otra larga serie de películas inolvidables con Powell, Myrna Loy y el perrito Asta, que por cierto también actúa en Matando en la sombra.
lunes, 21 de mayo de 2018
ESCALA EN HAWAII (Mr. Roberts de John Ford, 1955)
Ver ficha de Escala en Hawaii.
miércoles, 2 de mayo de 2012
CINE EN TV: LOS BLANDINGS YA TIENEN CASA; EL INTERCAMBIO

El trío protagonista es de lujo: Cary Grant (muy bien, como siempre) es un publicista en dura pugna con el slogan adecuado para la campaña en curso; un padre de familia sufridor, acosado por las facturas; y un marido con la permanente sospecha de que le están poniendo los cuernos en cuanto se da la espalda. Myrna Loy es su mujer, un tanto desordenada y que toma decisiones sin tener mucho en cuenta las consecuencias. La actriz, muy bien dotada para la comedia, resulta en esta ocasión algo sosa. Quizás la ausencia de William Powell, su pareja cómplice en tantas películas, tenga algo de culpa en el bajo rendimiento de la estrella. Y, por último, Melvyn Douglas, muy bien en su registro de caballero elegante y algo cínico. Es el narrador de la historia, el tercero en discordia, el abogado de la familia que parece estar deseando que todo se vaya al traste para aprovechar el río revuelto y conseguir que la mujer caiga entre sus redes.

jueves, 2 de abril de 2009
SILENCIO SE... GRABA (Semana del 3 al 9 de abril de 2009)
Pinchar en la tabla para verla mejor (las películas en rojo no son necesariamente las mejores, son las que se comentan más abajo)


En 1939, Michael Curtiz realizó, para la Warner, Dodge City, una película donde Wade Hatton (Errol Flynn) "limpiaba" la ciudad del título. El personaje se presentaba en la pradera como una especie de Búfalo Bill contratado por el ferrocarril. No había ninguna duda de que era un héroe desde el comienzo… leer más

Basada en la novela de Mona Simpson, la cinta narra las relaciones entre una madre, que aún no ha encontrado su lugar en la vida, y su hija, mucho más sensata y con los pies en la tierra.
En lo que parece el mundo al revés –no sólo por la trama en sí-, Wayne Wang realiza con habilidad una película muy alejada del punto de vista que se le supone a una persona nacida en Hong Kong. Y es que el cineasta pertenece a esa peculiar generación de directores asiáticos (con Ang Lee como principal exponente) capaces de llevar a cabo proyectos tan occidentales como éste.
Es cierto que el director se deja llevar por las muy buenas actuaciones de las dos protagonistas. Susan Sarandon interpreta a una mujer desengañada que busca alejarse lo más que pueda de Bay City, un pueblo perdido en Wisconsin, entorno de su anodina existencia. La veterana actriz consigue poner más nervioso al espectador que a su propia hija, y hace que nos acordemos de ese amigo o familiar que vive al día, pero que intenta arrastrar al resto hacia su caos particular.

Natalie Portman (estupenda, nominada para los Globos de Oro), da vida a un personaje que parece continuación al de Beautiful Girls (Ted Demme, 1996), pero más maduro. La joven intérprete encarna a una adolescente responsable que se resiste a dejar su ciudad, más que nada porque conoce a la perfección las locuras de su madre.
La película arranca como una road movie y pronto se centra en las relaciones explosivas entre las dos mujeres. Ligeros flash back aclaran como se ha llegado a esta situación; y diversos personajes secundarios -muy lejos de los principales- hacen las veces de coro oportuno mientras entran y salen de las vidas de las protagonistas. De esta forma, Wayne Wang avanza con paso decidido para explicar cuál es el vínculo que une a madre e hija a pesar de sus evidentes diferencias.
Un conductor de ambulancia (Robert Mitchum) conoce a una mujer (Jean Simmons) y se siente atraído por ella la noche en la que tiene que acudir a su domicilio después de un aviso de grave accidente domestico. Pronto se dará cuenta de que el accidente no era tal y se verá atrapado por la manipuladora mujer, que pretende involucrarle en sus siniestros planes… leer más

Adaptación de la obra teatral de Howard Lyndsay y Russel Crouse, sobre la vida de una familia americana en el Nueva York de principios del siglo XX. La narración gira alrededor del progenitor (genialmente interpretado por William Powell, que fue nominado al oscar), un padre rígido y autoritario que lo último que desea es ser bautizado. Las escenas del arranque de la película, en la presentación de los hijos (todos pelirrojos, como sus padres), y las de la visita de una jovencísima Elizabeth Taylor, son desternillantes. El director todo terreno, Michael Curtiz, demuestra que la comedia se le da tan bien como el género de aventuras o el drama.