A pocas horas del fallo del jurado, aquí en el XIII Festival
de Cine Europeo de Sevilla, ayer pudimos asistir a la que es nuestra apuesta de
cara a ganar el Giraldillo de Oro: la última película de Olivier Assayas, admirado
director de cine —reconocemos que es nuestra debilidad—,
con una carrera tan sólida como la cinta que presentó en persona el propio realizador, minutos antes de la proyección.
Personal Shopper
es la historia de Maureen (Kristen Stewart), una joven médium que acaba de
perder a Lewis, su hermano gemelo. Antes de continuar con su vida, Maureen espera una señal de Lewis desde el más allá que confirme que hay vida
en el otro mundo. Mientras tanto se dedica a su profesión: personal shopper, es decir la encargada de hacer las compras de
ropas, joyas y demás efectos a Kyra, una celebridad.
Assayas corrigió a la organización del Festival y aclaró en la sala que él no ganó el premio a mejor
director de Cannes por esta película, sino el de mejor puesta en escena (Mise-en-scène). Y dijo
que compartía el galardón con Kristen Stewart; excelente actriz que ya confirmó su buen hacer en Café Society donde demostró haber superado y dejado bien atrás Crepúsculo. No obstante, suponemos que de aquella saga algún recurso habrá utilizado ahora como corresponde a una profesional con cierto recorrido. En cualquier caso, Assayas reconoció que los dos crearon la historia de Personal Shopper y que ambos dieron vida al personaje de Maureen. Y es que la película es casi un soliloquio
de la actriz; toda la cinta es para ella, y ella es la cinta.
El largometraje, como afirmó el realizador, es una película
de fantasmas. Assayas explicó que no cree en fantasmas, pero tampoco en la vida real, sólo
en las ideas. Según el director, en realidad todas las películas son de
fantasmas. Una opinión que flota en el ambiente de la cinta, a la que es difícil
de catalogar. Colgarle el adjetivo de película de terror, o thriller, o drama,
sería quedarse corto.
Personal Shopper
es ese tipo de filmes de los que no dejas de hablar en días y que tienes que
ver varias veces para comprenderlo del todo. Sólo una advertencia para el que
tenga la suerte de dar con él: hay que estar atento a todo. Y eso que la
puesta en escena es sencilla, en apariencia. Y la realización con largas
secuencias perseguidas por la cámara de Assayas y con Stewart en el centro de
todo, tampoco parece demasiado complicada. No se dejen engañar.
Me gusta venir aquí, leer reseñas de pelis a las que no he asistido por los horarios, aunque este año he podido disfrutar más que otros con más tiempo para ver de todo un poco.
ResponderEliminarGracias, seguro tú también habrás disfrutado.
La verdad es que sí, todos los años celebramos esta semana como una fiesta del cine.
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