Tenue de soirée (1986)
Si hay un director francés que utiliza el cine para provocar
a la burguesía de su país este es Bertrand Blier. Hijo del actor Bernard Blier,
con el que no hay que confundir, se inició en el cine con el documental y destacó como realizador de éxito con la
singular Los rompepelotas (Les valseuses, 1974), obra iconoclasta y descarada que le guiaría en su carrera
posterior hasta el día de hoy.
En la misma línea desafiante contra la moral conservadora, y
con el mismo actor protagonista (Gerard Depardieu), Blier rodó en los años
ochenta una serie de éxitos entre los que destacan las dos películas que hoy
reseñamos.
Tenue de soirée es una comedia muy cercana a Los rompepelotas, en cuanto trata de un trío (dos hombres y una mujer) que se
dedican al robo tan sólo por ir en contra del sistema establecido. La
diferencia entre los dos filmes es la perversión sexual que padecen los protagonistas
de Tenue…
debido a las relaciones bisexuales que se establecen entre ellos: mientras
Antoine (Michel Blanc) no puede dejar de amar a su mujer Monique (Miou-Miou),
ella se siente atraída por Bob (Gerard Depardieu), que a su vez intenta seducir
a Antoine. El conflicto plantea situaciones cómicas, pero también dramáticas
hasta el punto de llevar a los personajes a prostituirse con tal de no cejar en
su intento de normalizar una situación que es imposible de manejar.
Con un guión en ningún caso políticamente correcto, que
seguro hará sonrojar a más de un espectador —hoy el efecto es menor aunque se
adivina lo que supuso en su día—, Blier parece querer dar un golpe en la mesa que
haga saltar todo tipo de prejuicios, en especial el sexual, para finalmente salirse
con la suya.
A finales de los ochenta el cine de Blier se vuelve algo
menos retador (sólo un poco), y también más serio con este estupendo melodrama
que, de todas formas, sigue rozando el surrealismo, de nuevo con Gerard
Depardieu al frente del reparto.
El argumento es otra vez osado: el director de una empresa
de automoción (Gerard Depardieu), casado y con dos hijos, se lía con su
secretaria. Hasta ahí nada nuevo, un triángulo amoroso con sus conflictos,
separaciones y reconciliaciones que no aporta originalidad si exceptuamos un
detalle: la mujer del empresario no puede ser más bella y joven (la
espectacular Carole Bouquet), mientras que la amante es bastante mayor, gorda y
fea (Josiane Balasko).
Una ocasión más para que Blier reparta polémica para todos
los lados: los prejuicios sociales, el tema de la mujer objeto, el rechazo a la
fealdad sin tener en cuenta a la persona, etc. No obstante, la trama parece ir en
el sentido correcto cuando el marido se enfrenta a su mujer y reconoce que se
ha enamorado de otra persona, y esta vez no ha sido por su físico como la
propia esposa podrá comprobar.
Claro que Blier no se conforma con la moralina fácil: pronto
la nueva pareja se tambalea cuando el personaje interpretado por Depardieu
comienza a aburrirse y a darse cuenta que sólo le atraía el sexo. Enseguida la
vergüenza por salir con una mujer poco agraciada y de una clase social baja saldrá
a la luz y todo se vendrá abajo. Es decir, la realidad finalmente se impone a una situación a todas
luces anómala. Eso sí, cuando el empresario quiera volver con su esposa “modelo” ya las
cosas no serán igual…
De Los rompepelotas puedo decir que la vi en el cine de mi provincia cuando era niño. Todavía en los cines no se pedían el DNI, es más, ni lo tenía hecho. Recuerdo que me impresionó muchísimo porque nunca había visto unos pechos de mujer y ese descaro, pero a la vez, natural del sexo por parte de ese trío. No olvidaré a aquella mujer que está en un vagón de tren dándole el pecho a su bebé y uno de ellos le pide que le deje chupar a su amigo. ¡Y no pasa nada! El tipo se pone a chupar. Hoy, que las mujeres sacan el pecho en cualquier parte para dar el pecho a su retoños (no puedo dejar de ser sincero, amigo mío) me pongo a pensar en aquella escena... y... no sé si me atrevo a decirlo... ¡Me dan ganas de pedirles que me dejen dar una churrupaita! Ay, es lo que tiene según qué tipo de películas vistas a la edad no debida.
ResponderEliminarEstupendo post.
Abrazos
¡Ah! Esa road movie genial, y la secuencia que nombras es de lo mejor. Hay otra cinta de Blier muy parecida: "¿Quieres ser el amante de mi mujer?", de nuevo un trío haciendo de las suyas. También "Tenue de Soriée" va en el mismo sentido del descaro y la transgresión.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vi "Tenue de soirée" en un cine en V.O. y me pareció muy divertida ( no tanto cuando la vi en TV con el título "Vestido de fiesta" con un nefasto doblaje) Es curioso que uno de los actores, Michel Blanc, se parece bastante a Bernard Blier, el padre del director. Recuerdo a Bernard de comedias muy buenas como "Amici miei".
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Siempre mejor la versión original, y más en películas como éstas, tan francesas...
EliminarBernard Blier era un poquito más gordito y es verdad que principalmente actor de comedias. En "Buffet froid", otra vez con Gerard Depardieu, lo dirigió su hijo Bertrand, otra de sus pelis recomendables.
Saludos.