A pesar de lo
disparatado de la trama, Bola de fuego
resulta más pausada que sus antecesoras,
La fiera de mi niña y Luna nueva. Quizás Hawks se contuvo un
poco debido a la fría acogida que La
fiera de mi niña tuvo por parte de la crítica, una cinta que se adelantó a
su tiempo y que ahora es reconocida como obra maestra. Bola de fuego continúa con el enfrentamiento, algo caótico por
momentos, entre el mundo recto y ordenado de los profesores y el más libre y
desenfadado de Sugarpuss, pero “carece de los destellos de invención demente de
La fiera de mi niña, está más
equilibrada y es fundamentalmente más sensible” (Wood 1982, p.111).
El propio Hawks
sostenía que la película no tenía la intensidad de, por ejemplo, Luna nueva porque era un poco más
alegórica, “al carecer del realismo de otras comedias, no podíamos imponerle el
mismo ritmo” (Bogdanovich 2007, p.256). El director se refería a que Bola de fuego, a diferencia del resto,
se basa en un cuento, en una versión de Blancanieves
donde Sugarpuss es la heroína y los profesores son “Los Siete Enanitos” (aquí
ocho, aunque Potts, el más joven, se transforme finalmente en el “Príncipe
Azul”). Un largometraje, por cierto, muy capriano
por los intérpretes[1]
y por la referencia al cuento de hadas y a los gánsteres implicados en él (recordemos
Dama por un día).
fig. 4.2 |
El letrero del arranque que comienza con la leyenda “Érase una vez, en un enorme bosque llamado Nueva York…” y continúa con el plano general de Central Park, con los ocho profesores caminando al son de una musiquita muy parecida a la de la película de dibujos animados (4.2); la reacción de los científicos cuando se esconden asustados al ver por primera vez a Sugarpuss (4.3); o la secuencia del baile de la conga, eso sin contar con el parecido físico de alguno de los profesores con los personajes inventados por Disney (4.4).
fig. 4.3 |
Hawks afirmó
que la idea de apoyarse en el tradicional cuento de los hermanos Grimm era suya
y que sirvió para desatascar a Wilder y a Brackett que llevaban varios días
trabajando en el guión y no conseguían terminarlo. Ambas cosas fueron desmentidas
por Wilder cuando años más tarde le confesó a Cameron Crowe, entre risas, que
“Hawks era uno de los grandes embusteros de la historia” (Crowe 2002, p.204).
Sin embargo, en la misma entrevista reconoció que “algo” aprendió de él como
director de cine.[3]
Desde luego, “algo” se llevó de la experiencia si tenemos en cuenta que una de
sus películas más aclamadas, Con faldas y
a lo loco (Some Like It Hot,
1959), sigue una línea argumental muy parecida,[4] con la matanza del día de
San Valentín como partida (en Bola de
fuego también se nombra el citado crimen) y con una adecuada mezcla de
elementos entre el cine de gangsters y
la comedia.
fig. 4.4 |
Seguir leyendo.
Leer el capítulo desde el inicio.
[1] Ya
sabemos que Barbara Stanwyck era la actriz fetiche de Frank Capra; también
Cooper participó en varias de sus mejores películas. A ambos, como pareja, los
utilizó Capra con éxito unos meses antes en Juan
Nadie. Sin duda, un buen reclamo comercial que Hawks aprovechó para Bola de fuego.
[2] Hawks
lejos de ocultar su intención, la subraya cuando en una secuencia entre Dana
Andrews y Barbara Stanwyck, el primero dice: “Me han dicho que vives con los
siete enanitos”
[3]
Bastante más de lo que reconoció Wilder ya que acudía todos los días al rodaje
para tomar buena nota de cómo dirigir una película. Ese mismo año, Wilder se
estrenaría como realizador en Hollywood con El
mayor y la menor (The Major and the
Minor, 1942), otra comedia escrita por la pareja Wilder-Brackett. También
le sirvió a Wider el rodaje de Bola de
fuego para conocer a Gary Cooper y a Barbara Stanwyck, futuros
colaboradores suyos.
[4] El McGuffin, como lo llamaba Hitchcock, o
pretexto para desencadenar la acción, es similar: Jack Lemmon y Tony Curtis se
refugian en una banda de música para huir de unos gánsteres.
He dejado el comentario en la entrada de más abajo asi que sólo añadir que no puedo estar más de acuerdo con tus argumentos, en la semejanzas y valoraciones.
ResponderEliminar¡Qué grandes títulos todos ellos!.
Otro beso
Es verdad, hablamos de "Bola de fuego", pero también de "La fiera de mi niña", de "Luna nueva", "Con faldas y a lo loco", "Juan Nadie"... dan escalofríos sólo nombrarlas.
EliminarBesos.
Sigo disfrutando del repaso.
ResponderEliminarY yo que me alegro, amigo.
EliminarUn abrazo
¡Lo que da de sí el tema y lo que aprende uno!
ResponderEliminarSaludos
Y lo que queda jajaja, sólo estamos empezando.
EliminarSaludos