lunes, 11 de noviembre de 2019

MR. JONES (Agniezska Holland, 2019)

Segunda jornada aquí en el festival de cine europeo de Sevilla, y primera aproximación al apartado de las películas preseleccionadas para los premios de la European Film Academy (EFA). Precisamente, ayer se anunciaron los nominados de estos galardones y, aunque Mr. Jones, la cinta que vimos el sábado, finalmente no se encuentra entre ellos, sí que nos fuimos satisfechos después de asistir al estreno.


Película histórica, del convulso período de entreguerras y basada en hechos reales, es la ultima obra de la directora polaca Agnieszka Holland. La trama gira alrededor del viaje que hizo a la URSS el periodista galés Gareth Jones con el propósito de entrevistar al mismísimo Stalin. Jones había sido asesor del primer ministro británico y previamente había entrevistado a Hitler; sus consejos sobre la guerra que se avecinaba por desgracia nunca fueron escuchados.

Lo que Jones pretendía era investigar por su cuenta, ya sin el apoyo del gobierno inglés. El reportero intentaba averiguar de dónde procedía la financiación de tanta industria nueva en Rusia y, en especial, de tantos carros de combate. Stalin se preparaba para una guerra, pero las cuentas no salían en un país inmerso en una crisis sin precedentes. Todo parecía indicar que la respuesta se encontraba en Ucrania…

Igual que un buen largometraje polaco precedente, Katyn (Andrzej Wajda, 2007) ––no en vano Wajda fue el mentor de Agnieszka Holland––, Mr. Jones escarba en el pasado para denunciar hechos cruentos que no han sido tenidos demasiado en cuenta, que, digamos han pasado desapercibidos. Los realizadores polacos tienen mucho que reivindicar en su particular memoria histórica. Curiosamente, su punto de mira suele mirar más hacia el Este, hacia sus vecinos eslavos, que hacía el Oeste.


  
El conocido axioma de que la historia la escriben los vencedores tiene mucho que ver en lo oscuro que se encuentran unos hechos que estremecen ahora que salen a la luz. El cine es una herramienta poderosa para poner las cosas en su sitio. La directora polaca, responsable de películas tan importantes como Europa, Europa, lo sabe perfectamente. Por eso ha reunido todos los recursos que le proporciona el medio (imagen, música, sonido, excelentes actores, puesta en escena), y toda su energía de gran cineasta, para rodar con vigor una historia que, por momentos, se transforma en la lucha de Mr. Jones por sobrevivir. Una trama que posee la fuerza necesaria para denunciar ante el mundo la catástrofe humana que inspiró a un tal George Orwell para ponerse a escribir “Rebelión en la granja”.

El estilo de Holland es potente, y cinéfilo, con escenas de transición deudoras de movimientos cinematográficos como el de los realizadores de vanguardia europeos, los que filmaban obras maestras como La rueda (Abel Gance, 1923) en aquellos años de locura y crisis. Holland recurre a esas secuencias para tomar carrerilla ante lo que se avecina. Cada vez que Jones se embarca en un viaje, la cámara nerviosa de la realizadora entra en escena; también cuando la mente del protagonista se vuelve turbia como consecuencia de una orgía humana. Orgías de cualquier clase, todas como consecuencia de la decadencia del ser humano; de la humanidad.



2 comentarios:

  1. Me encanta que estas cosas salgan a la luz. Porque ¡somos tan olvidadizos! Y no lo digo solo por mí, que soy un ignorante del montón, sino por una serie de los llamados "intelectuales progres" que siguen creyendo la propaganda de un régimen que parece acabado pero que siempre resurge como un cadáver insepulto en algunas de las naciones tercermundistas. El mejor ejemplo es Pablo Neruda, quien le hizo un poema al padrecito Stalin.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que Stalin fue un genocida, el peor de todos. Lo que se denuncia en esta película fue solo una parte de sus crímenes.

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...