Nota: El viaje de los comediantes se proyectó en el XVI festival de cine europeo de Sevilla, en un ciclo dedicado a los musicales europeos denominado "Melodías Excéntricas".
Theodoros Angelopoulos debe su prestigio, como uno de los mejores directores europeos de todos los tiempos, a su trilogía sobre la reciente historia de Grecia. Aquellas tres películas, Días del 36 (Meres Tou ’36, 1972), El Viaje de los Comediantes y Los Cazadores (Oi Kynigoi, 1977), sorprendieron a la crítica internacional y dieron la vuelta al mundo. Sobre todo la segunda, una obra maestra que hemos elegido para una nueva entrega de nuestro cine fórum.
Theodoros Angelopoulos debe su prestigio, como uno de los mejores directores europeos de todos los tiempos, a su trilogía sobre la reciente historia de Grecia. Aquellas tres películas, Días del 36 (Meres Tou ’36, 1972), El Viaje de los Comediantes y Los Cazadores (Oi Kynigoi, 1977), sorprendieron a la crítica internacional y dieron la vuelta al mundo. Sobre todo la segunda, una obra maestra que hemos elegido para una nueva entrega de nuestro cine fórum.
En O Thiassos, Angelopoulos realiza un fresco histórico de casi cuatro horas de duración apoyándose en una compañía de teatro ambulante que recorre el país entre finales de los años treinta y las elecciones de 1952. Su paso por los pueblos y ciudades coincide con el tránsito de Grecia por la influencia fascista previa a la guerra, por la invasión italiana y posterior victoria, por la ocupación alemana, por la guerra civil entre monárquicos e izquierdistas y por la intromisión e influencia en la vida y la política griega por parte de británicos y estadounidenses.
La compañía representa a la propia Grecia en su caminar por ese periodo histórico. Y es que los actores se encuentran divididos entre conservadores y progresistas. Los hay que se echarán al monte, primero como partisanos, después como revolucionarios. Otros serán colaboracionistas y delatores. Los más, andarán asustados, dubitativos, despistados, intentando sobrevivir al vaivén político; como la propia nación. Sólo una cosa les mantendrá unidos: la representación de un drama del siglo XIX, “Golfo, la pastora”. La obra de teatro, que simboliza la cultura y tradiciones griegas —el punto en común de todos sus ciudadanos—, y que ejercerá de hilo conductor de la trama.
Precisamente la forma de narrar esa trama es lo que hace importante a El Viaje de los Comediantes. Además de los larguísimos planos secuencia y las acciones fuera de campo, tan típicos en el cine de Angelopoulos, el cineasta utiliza para su propuesta cinematográfica una estructura dramática fracturada. Con sucesivos flashbacks, y algunas elipsis, el director griego rompe una y otra vez la historia para pasar desde el presente al pasado y viceversa. Lo original del filme reside en la forma en la que el realizador ejecuta ese ir y venir constante.
La compañía representa a la propia Grecia en su caminar por ese periodo histórico. Y es que los actores se encuentran divididos entre conservadores y progresistas. Los hay que se echarán al monte, primero como partisanos, después como revolucionarios. Otros serán colaboracionistas y delatores. Los más, andarán asustados, dubitativos, despistados, intentando sobrevivir al vaivén político; como la propia nación. Sólo una cosa les mantendrá unidos: la representación de un drama del siglo XIX, “Golfo, la pastora”. La obra de teatro, que simboliza la cultura y tradiciones griegas —el punto en común de todos sus ciudadanos—, y que ejercerá de hilo conductor de la trama.
Precisamente la forma de narrar esa trama es lo que hace importante a El Viaje de los Comediantes. Además de los larguísimos planos secuencia y las acciones fuera de campo, tan típicos en el cine de Angelopoulos, el cineasta utiliza para su propuesta cinematográfica una estructura dramática fracturada. Con sucesivos flashbacks, y algunas elipsis, el director griego rompe una y otra vez la historia para pasar desde el presente al pasado y viceversa. Lo original del filme reside en la forma en la que el realizador ejecuta ese ir y venir constante.
Primero una paradoja: Angelopoulos fragmenta el tiempo gracias al flash-back, ¡pero lo hace sin cortar el plano! Lo veremos en la secuencia elegida para el análisis, pero también se observa en aquella más compleja donde unos amigos, en el presente, van caminando alegres por la calle, sin ningún orden, y terminan desfilando como simpatizantes fascistas, con cara de pocos amigos, ya en el pasado.
Otro recurso para organizar la trama: Angelopoulos utiliza a los actores. Es un elemento también moderno, pero más conocido —y que a él le queda estupendamente—, consiste en dejar que los actores abandonen momentáneamente su personaje y se vuelvan hacia la cámara para dialogar con el espectador y contarle algún episodio histórico más.
Otro recurso para organizar la trama: Angelopoulos utiliza a los actores. Es un elemento también moderno, pero más conocido —y que a él le queda estupendamente—, consiste en dejar que los actores abandonen momentáneamente su personaje y se vuelvan hacia la cámara para dialogar con el espectador y contarle algún episodio histórico más.
También usa el sonido para iniciar el salto en el tiempo. Un ejemplo: cuando la compañía llega a una ciudad, los altavoces invitan a votar en las elecciones al ultraderechista Papagos (estamos en 1952), pero, sorprendentemente, cambiarán para anunciar la visita de Von Ribbentrop (estamos ya en los años previos a la Segunda Guerra Mundial), a partir de ahí continúa la acción, pero ya es pretérita.
Estos apuntes nos dan una idea de lo que es capaz de hacer Angelopoulos con una cámara y unos actores. Un cineasta completísimo que realiza sólo ochenta tomas en una película de cuatro horas. Planificador al máximo, casi se puede decir que experimenta en cada escena. Director de largas y bellísimas secuencias sin cortes, interminables obras de arte dentro de una obra maestra.
Y vayamos ahora a la secuencia para el análisis. Se trata de un ejemplo de lo ya comentado. Si les parece, primero la vemos y luego intentamos descubrir lo que nos quiere decir el buen director balcánico.
La escena que vamos a comentar pertenece al primer tercio de la película. Es un plano secuencia de más de tres minutos, donde Angelopoulos viaja al pasado sin cortar la toma.
Comienza en el presente (1952), con un largo travelling con panorámica donde la compañía de teatro pasea por el puerto de la ciudad. Angelopoulos se detiene en el más joven de la troupe como si quisiera hacer referencia no sólo al presente y al pasado de los personajes sino también al futuro. El caminar de los actores va acompañado de una música algo nostálgica que encaja muy bien con la actitud pensativa de cada uno de los comediantes.
La secuencia entra en su segunda parte cuando un altavoz con propaganda electoral se mezcla con la música y finalmente la supera. Aparece en escena un vehículo que lanza panfletos y hace llamamientos para votar al candidato derechista Papagos. La especie de camioneta separa en dos grupos a los actores, mostrando que Grecia sigue siendo un país dividido entre monárquicos y republicanos, entre derecha e izquierda. La cámara abandona a los actores y sigue al destartalado vehículo hasta que desaparece.
El sonido de un tren a lo lejos anuncia el flash-back. El espectador todavía no se da cuenta, algunos percibirán el cambio cuando se aproxima un coche que parece de otra época. El objetivo lo sigue y la cámara deshace el movimiento anterior hasta volver a la calle por donde paseaban los comediantes. Ya no hay nadie, ni hay panfletos en el suelo, ni carteles de propaganda electoral. La calle se ha convertido en un control del ejército alemán. Un soldado germano está de guardia y deja pasar el automóvil. Estamos en tiempos de la ocupación nazi. Angelopoulos ha fragmentado el tiempo sutilmente, pero también ha identificado el candidato ultraderechista de 1952 con los fascistas de los años cuarenta.
Aquí termina la secuencia. He querido incluir algo más de la siguiente toma para ver que la acción sigue en el pasado. Ese coche es de la Gestapo y vienen a detener a alguien…
Espero que os haya gustado.
Ver Ficha de El Viaje de los Comediantes.
Ya no se lleva mucho eso de las escenas sin corte, largas, como el film, ¡de cuatro horas!
ResponderEliminarNo la conocía, lo que siempre es una suerte, porque así la puedo descubrir.
Saludos.
Me ha llamado la atención la utilización de recursos que comentas y la manera de hacerlo tan original y, por lo que dices, conseguida.
ResponderEliminarMuy ilustrativa la entrada.
Igor: No es nada comercial, desde luego. Algunos la tacharan de lenta. Es un cine tan personal como fascinante. Es difícil ver hoy en día una película con tantos y tan buenos planos secuencia.
ResponderEliminarTrecce: Hay algunos más. Rompe el tiempo también con cortes en planos que parecen seguidos. Por ejemplo, los actores van caminando, uno se adelanta, corta el plano y ya no es el actor del presente el que se adelanta sino el del pasado, así continúa la acción, pero en otra época. Está experimentando continuamente, te preguntas cuál será el siguiente truco, como si fuera un mago.
Sí, nos ha gustado mucho. Sobretodo me ha gustado volver a leerte, Ethan. Además no conocía esta película así que con más razón estoy encantado de volver por aquí. Un abrazo.
ResponderEliminarQue chula parece. Me recuerda un poco a una de mis favoritas, "La mejor juventud". Gracias por el descubrimiento, un saludo :)
ResponderEliminar¡Qué maravilla! Todo el cine de Anguelópulos, incluido el último de índole historicista tan denostado por la crítica -de Eleni en adelante-, es fabuloso. Da rabia ver las puntuaciones irrisorias que se le otorgan en filmaffinity, la verdad (aderezadas con esas superficiales citas de críticos criticables).
ResponderEliminarAnguelópulos domina como pocos el tempo lento. Su lenguaje cinematográfico es sutil. Si este efecto lo hubiera tratado Scorsese, por ejemplo, a nadie le quedaría dudas de lo ocurrido (nos daría mil pistas, para que los tontos no nos perdamos con la trama). Pero al realizador griego le va la discreción. Realiza una crítica profunda, descarnada, pero al mismo tiempo se siente víctima de esta Grecia que, como España, ha corrido una época histórica demasiado gris, de escisión política violenta. Cualquier español se puede sentir muy cercano a esta historia trágica griega, así como los griegos se sienten muy unidos al discurrir histórico de España.
Estupendo análisis, amigo Ethan. Más que sobresaliente película.
80 tomas en cuatro horas de metraje. Qué pasada! Creo no haber visto nada de Angelopoulos, de esos directores de prestigio internacional (cine de autor dicen algunos)que son siempre bien recibidos en grandes festivales. Me interesa el tema. De Grecia en esos años convulsos se ha visto poca cosa, y su historia es de lucha y resistencia, con italianos, los nazis, partisanos griegos hacieno de guerrilleros... conozco poco del tema y esta peli puede ayudarme a saber más, y de paso ver buen cine, seguramente.
ResponderEliminarTu post...estupendo. Un saludo, Ethan.
Marcos: Es curioso lo poco conocido que es el cine de Angelopoulos. Creo que esta secuencia da una idea del estilo del director griego. Seguiremos hablando de él.
ResponderEliminarExplorador: Aún no he visto "La Buena Juventud", pero tengo muy buenas referencias, y ahora la tuya. Al menos ya la tengo en mi videoteca.
GCPG: De filmaffinity tengo mis reservas, hay demasiadas críticas malas, hace mucho tiempo que ya no consulto esa especie de batiburrillo donde todo cabe.
Lo de Angelopoulos es cine de altura. Como bien dices, sutil, sin demasiadas concesiones a la explicación. La crítica es continua, la propia de alguien que ha luchado contra la censura en un periodo de su obra. Aunque su cine se posiciona claramente, mantiene su punto de vista lejano utilizando con profusión los planos generales (como en la secuencia analizada) para conseguir un tono objetivo, histórico, el que suelen tener todas sus películas.
Javi: Es que es una sucesión de planos secuencia, tan largos como el del vídeo analizado o más. Algunos muy complejos de realizar, como aquel en el que una muchedumbre celebra la victoria contra los italianos y se cruza varias veces con la compañía de teatro, o ese otro en el que nos muestra un baile que termina en bronca entre dos grupos de personas de diferente ideología política. Hay muchos ejemplos.
Angelopoulos revisa esa historia reciente con "Días del 36", más centrada en un año en concreto. "El Viaje de los Comediantes" abarca el periodo más "caliente" por así decirlo, y "Los Cazadores" sigue en la misma línea, también con flashback originales, a partir del descubrimiento de un cadáver por unos cazadores. En esta ocasión, el salto en el tiempo se realiza desde la habitación donde diversos personajes velan el cuerpo del fallecido. Uno a uno va contando la historia y dando pie a que el director viaje al pasado. Incluso, la misma habitación va cambiando de decorado para introducir el cambio y facilitar el flash-back. También muy recomendable.
Ethan. La escena es técnicamente perfecta. Esa transición entre el presente y pasado está hecha con tanta ocurrencia y sencillez (me imagino al equipo montando el set en tanto llega de nuevo la cámara) que debería de enseñarse en las escuelas.
ResponderEliminarPor otra parte, reconozco haber visto poco cine de Angelopulos.
Pd.- Gracias por tus deseos para mis promociones. Por cierto, allá por el mes de sept u octubre, mis pasos me llevarán a Sevilla.
Raúl: Me pasa lo mismo. Me imagino al equipo limpiando la calle, quitando a todo el mundo, sustituyendo los carteles por los del control, el guardia, etc.
ResponderEliminarAh! Estaremos atentos a esa promoción sevillana.
NUNCA VI NADA DEL GRIEGO ESTE, PERO VEO QUE ES UN FILM MUY RECOMENDADO
ResponderEliminarExcelente análisis, Ethan.
ResponderEliminarHay otra cosa que me gusta mucho de Angelopoulos:
Cuando deja la cámara quieta sobre el trípode y nos regala un laargo plano vacío e inmóvil que nos hace estar atentos a la pantalla esperando que algún personaje entre en cuadro y haga algo, lo que sea.
Y cuando, al fín, el personaje entra en ese espacio vacío, puede que lo único que haga sea cruzar de un lado a otro del pasillo, pero esa espera excesiva desde el punto de vista narrativo, ha conseguido darle una fuerza inaudita a ese paseo del actor.
Saludos.
Ethan: Este es el camino por el que tiene que ir el nuevo espectador. Conociendo lo que es el cine. Deshilando sus contenidos. Era la vieja idea de nuestros viejos y añorados Cineclubs. Me parece una idea fantástica. Tantos directores son rechazados a priori por no tener una pizca de sensibilidad...Muy bueno.
ResponderEliminarUno de mis directores favoritos. La secuencia que adjuntas es muy característica de su cine, creo yo. Para paladear sin ninguna prisa, sin la menor impaciencia.
ResponderEliminarCoñazokis el griego, lo llama un amigo mío, ja, ja. Y supongo que también tiene razón.
Saludos.
Por aqui siempre aprendiendo a ver cine..nunca me voy de vacio. :-)
ResponderEliminarSaludos :-D
Iván: es una buena película para empezar a ver cine de Angelopoulos.
ResponderEliminarGuionista: sí, y también el uso del fuera de campo. En "Reconstruccción", por ejemplo, deja el plano fijo de una puerta mientras sabemos que dentro se está cometiendo un asesinato. Por cierto, otra peli recomendable.
Manuel: Esa es la idea inicial de nuestro cine fórum. Como no se podía ver una película entera (no todos la verían, no hay tiempo) se hace el visionado de una secuencia y se analiza. Algo es algo y es una excusa muy buena para hablar de cine que es de lo que se trata.
Licantropunk: ya he dicho que algunos lo tacharán de lento, pero Angelopoulos tiene su ritmo. Además sin ese tempo no tiene sentido su forma de narrar. Sería otra cosa totalmente diferente y, desde luego, no podría experimentar tanto.
Vamos que nos gusta su lentitud.
Abril: me alegro, es un aliciente para seguir con el cine fórum.
Saludos!
Todo el día pintando el nuevo Cuartel de Verano. Estoy agotada. Siempre me han gustado que me cuenten las pelis lentamente y si de fondo se oye una canzzionzzilla como de radio, mejor. Las cosas, siempre, ocurren en un largo plano secuenzzia, como cuando pintas de beige y guinda ensalada.
ResponderEliminarMe ha gustado el pequeño carromato, un tomasito, supongo.
Me largo, que me caigo de sueño.
Abrazzos, Ethan
Casperuzzita
Me gusta mucho el cine de Angelopoulos, me encanta esta película y has escrito un post magnífico socbre las claves de su cine y, en particular, de esta escena. Felicidades
ResponderEliminarEs cierto eso que dices, Caperuza, la vida real es así, como un largo plano secuencia, y la velocidad a la que transcurre nos parecería lenta si la capturamos con una cámara.
ResponderEliminarGracias, Babel, ya sabía que te gustaba el cine de Angelopoulos, recuerdo tu post sobre el plano secuencia de "La Mirada de Ulises".
Abrazos!