domingo, 17 de enero de 2021

EL BARCO DE LOS LOCOS (Ship of Fools de Stanley Kramer, 1965)

Uno de los cineastas independientes que destacaron en el Hollywood de los años cincuenta y sesenta fue Stanley Kramer. El productor de El motín del Caine (1954) y La hora final (1959) volvió a hacerse a la mar, esta vez con el best seller de Katherine Anne Porter, “Ships of Fools”, a la sazón basado en la obra que el poeta alemán Sebastian Brant escribió en el siglo XV, "El barco de los necios", siguiendo con relativa fidelidad su estructura:


En 1933, el año del ascenso de los nazis al poder, un barco de pasajeros alemán hace la travesía Veracruz-Bremerhaven. A bordo viajan los más variopintos personajes. Cuando el navío hace escala en Cuba, sube una muchedumbre de emigrantes españoles; también una mujer (Simone Signoret) a la que llaman “La Condesa”, activista revolucionaria que ha sido deportada a España. Los pasajeros vivirán distintas experiencias a bordo, algunas trágicas, otras no tanto, pero todas significativas del nuevo orden que se cierne sobre Europa.

Más que una trama convencional, la adaptación reducida del novelón a cargo de Abby Mann resulta un cúmulo de hilos que se cruzan, donde el enlace entre unos y otros es más importante que la historia en su conjunto. Los personajes individuales se imponen al grupo y las subtramas al argumento general. Nada hace prever que en el exterior se viva un momento histórico y sólo la inclusión de la avalancha de refugiados que saturan la cubierta perturba la aparente tranquilidad. Hasta las aguas por donde navega el barco (en ningún momento hay indicios de tormenta o mala mar) son cómplices del engaño en el que viven los distintos personajes. 

De hecho, el calificativo de “locos” hace alusión a lo ajenos que todos se encuentran del desastre que se avecina con la llegada de Hitler al poder. El único personaje que adivina lo que se les viene encima es Glocken, un enano que hace de narrador de la historia cuando en el arranque y en la resolución habla con la cámara. En un guiño bretchiano, Glocken anima a los espectadores a que se encuentren ellos mismos entre los pasajeros del trasatlántico. 


Es un aviso contextualizado al año del estreno de la película. En 1965, la Guerra Fría se hallaba en todo su apogeo y la amenaza nuclear después de la crisis de Cuba se encontraba todavía muy presente en la audiencia. La postura de la avestruz en varios de los personajes, en especial la del judío Lowenthal que se niega a ver lo evidente a pesar de ser apartado de la mesa del capitán (metáfora de la esfera del poder), es denunciada por Glocken en la cinta. Lowenthal llega a decir: “¿Qué nos pueden hacer los nazis a un millón de judíos alemanes, matarnos a todos?” Terrible ironía en 1933, y clara advertencia al público de los sesenta para que despierte y reaccione ante un mundo que se encuentra al borde de la extinción, igual que lo estaba antes de la Segunda Guerra Mundial.

Como es normal, los hilos importantes de la película se reservan a los mejores intérpretes. La subtrama amorosa entre George Segal y Elizabeth Ashley descansa en el egoísmo del primero que antepone su profesión y sus ideas a la vida en pareja; y en las dudas de ella que no sabe si el sexo es lo único que funciona en dicha relación. Kramer los enmarca entre los barrotes de la cama como si el amor que se profesan en vez de liberarlos, los tuviera atrapados. Nada cambiará entre ellos al finalizar el viaje, si acaso la constatación de que todo sigue igual.

Es todo lo contrario a lo que sucede con Oskar Werner y Simone Signoret. Si alguna trama destaca por encima de las demás es ésta. La Condesa y Schumann son dos personajes vulnerables que se necesitan uno al otro: uno de ellos se enfrenta a una condena mientras la vida del otro pende de un hilo debido a una enfermedad mortal del corazón. Mientras eso ocurre, la historia reservada a Vivien Leigh y Lee Marvin es el reverso de la moneda. Ambos son americanos, alcohólicos y decadentes. La primera vuelve a interpretar a la Blanche de Un tranvía llamado deseo, mientras que el segundo se regodea con el registro de macho alfa de la misma obra de Tennessee Williams, aunque veinte años más viejo y con mucho menos cerebro.

El filme resultó bastante premiado: fue nominado a ochos premios de la Academia de Hollywood, llevándose un Óscar a la dirección artística y otro a la fotografía en blanco y negro gracias al buen hacer de Ernest Laszlo, operador que había colaborado con Stanley Kramer en varias de sus mejores cintas.


El post es un extracto corregido para la ocasión del capítulo dedicado a El barco de los locos en mi libro: CINE Y NAVEGACIÓN. Los 7 mares en 70 películas



24 comentarios:

  1. Qué interesante!...Creo que si hay un momento adecuado para ver este filme es el año 2021...Una narración pertinente.

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    1. Es un largometraje con un mensaje claro para los años de la guerra fría, pero es verdad que podría aplicarse a cualquier situación de crisis como la que se vive ahora, y no solo por la pandemia, sino por los populismos que azotan al mundo entero (véase lo que ha ocurrido en USA, o lo que sucede en tu país).
      Abrazos.

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  2. Tiene pinta de muy interesante: Argumento, grandes actores, realizador de prestigio, nominaciones varias a los Oscar...

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    1. Sí que lo es, interesante y con ese mensaje de advertencia, pero también con otros temas. El director, que ya era conocido por su intención social y denuncia política, incluye cuanta referencia a la intolerancia puede. Desde el que protesta porque ha sido discriminado debido a que su mujer es judía (al final sabemos que se encuentra divorciado precisamente por el mismo motivo: porque ha repudiado a su esposa para conservar su trabajo) hasta el matrimonio que impide que su hija se divierta, pasando por el anciano que sólo le importa que le cuiden hasta el día de su muerte antes de que el nieto pueda disponer de algún dinero. Son historias menores dentro del largometraje, que configuran un muestrario muy completo de la intransigencia humana.

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  3. No vi la película, pero unos años después del estreno, The Doors bautizó así a una canción ¿Tendrá relación con este film?
    Voy a investigar eso...

    Abrazos, Ethan querido

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    1. La verdad, no sé si tiene relación con la cinta de Kramer, pero puede que también haga referencia al poema de Sebastian Brant, "La nave de los necios". Se trataba de una serie de cuadros satíricos que criticaban los vicios de la época. Para ello se valía de la metáfora de un grupo de locos que se dirigen en barco hacia la tierra de los tontos, es decir, un viaje sin destino y casi sin estructura donde lo que importa es la sucesión de hilos argumentales aislados que explican la locura de la humanidad. Obra coral cuya influencia se ha dejado sentir a lo largo de los años en la pintura, en la música, en la literatura y, como vemos, también en el cine.
      Ya nos dirás si averiguas algo.
      Abrazos.

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    2. Ahora que leo tu comentario, puede que sea así,la canción tiene más relación con la obra de Sebastian Brant (la cual desconocía).
      De todas maneras en la red no hacen mención a esta posible relación, tendré que verlo con algún fan especialista en The Doors.

      Gracias por orientarme!

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    3. Ya tengo curiosidad por saber cuál es el origen de esa canción. Si tu investigación da sus frutos, nos lo cuentas. Gracias.

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  4. Que tal Ethan!
    Había oído vagamente sobre esta película pero nunca la he visto, me he llevado una sorpresa con tu reseña y el video de presentación (me encantan este tipo de anuncios) por parte del mismísimo S. Kramer. Desde luego el reparto es de campanillas, me estaba fijando en Lee Marvin, no se como seria en su vida privada, pero desde luego el papel de tipo duro y de los que no te quieres encontrar en la vida lo hacia de maravilla.
    Gracias por la recomendación, queda mas que anotada, saludos!

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    1. Lee Marvin hace un papelón. El actor da vida a un racista que lo es por educación o simplemente por ignorancia ya que no es capaz de entender lo que sucede con los judíos. “No te enterabas de lo que ocurría porque estabas demasiado entretenido linchando negros”, le espeta Vivien en una de las frases más ácidas que se lanzan uno al otro. La colisión entre ellos se ve venir y tiene su momento álgido al final de la cinta, que no cuento para no hacer spoiler.
      Saludos!

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  5. El barco como metáfora de un mundo que va a la deriva... Y el último papel en la carrera de Vivien Leigh (1913–1967), quien moriría apenas dos años después del estreno.

    Saludos.

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    1. Es verdad, para Vivien Leigh, "El barco de los locos" significó su última aventura delante de las cámaras. Su personaje de Mary Treadwell era casi un trasunto de ella cuando los ataques depresivos y el alcoholismo que se pueden ver en la gran pantalla, la estaban matando de la misma forma en la vida real. En la escena del espejo da la impresión de que ambas, personaje y actriz, se miran la una a la otra para compadecerse de sí mismas.
      Saludos!

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  6. Hola.
    Qué maravilla. Vo esta película hace muchísimos años, de hecho apenas la recuerdo.
    Soy muy muy fan de Lee Marvin, aunque mi favorita es "La leyenda de la ciudad sin nombre", que tenía grabada en modo bucle y me encantaba.
    Vivien Leight era espectacular, podía enamorarnos siendo Escarlata O´Hara o emocionarnos con una terrible Blanche.
    Mil gracias por la info y me encantaría volver a verla.

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    1. Hacen un trabajo estupendo, tanto Lee Marvin como Vivien Leigh. Sin embargo, no fue reconocido por Hollywood, cosa que sí sucedió con Simone Signoret, Michael Dunn y Oskar Werner nominados en las categorías de actores y actores secundarios. Werner volvería a coincidir con José Ferrer (que hace de empresario pro nazi en la película) en una especie de continuación once años más tarde: "El viaje de los malditos". La película se basaba en hechos reales acaecidos en 1939, unos meses antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Werner repetía personaje cuando daba vida a otro médico alemán, mientras Ferrer se metía en la piel de un hombre tan desagradable como el de su filme anterior. El largometraje era muy similar: reparto coral, viaje en un trasatlántico germano con cientos de judíos deportados, y también una escala en Cuba. La diferencia se hallaba en que ninguno de los pasajeros se encontraba seguro (en 1939 la persecución, internamiento y asesinato de los judíos por parte de los nazis ya era un hecho); nadie tenía garantías de poder desembarcar en otro lugar que no fuera un campo de concentración.
      Abrazos!

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  7. Gran película. Me encanta la escena en que Marvin dice a Vivien Leigh: "¿Pero que les pasa a los nazis con los judíos? yo no tengo nada contra ellos". y Vivien responde: "A lo mejor estaban demasiado ocupados linchando negros para ocuparse de los judíos". Sin duda el papel más destacado de Michael Dunn del que recuerdo en la serie "Jim West" de mi infancia.
    En 1976 se rodó un remake también con Oskar Werner. Vi unas escenas que se rodaron en el puerto de Barcelona simulando el puerto de La Habana. ¡De lejos pude ver a Fernando Rey y Orson Welles! Una experiencia inolvidable.
    Saludos!
    Borgo.

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    1. Si esa escena es muy buena, comentaba la frase con Fran un poco más arriba. Me imagino que sería una experiencia difícil de olvidar ver a estos actores por Barcelona.
      Saludos!

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  8. No creo haberla visto y a tenor de la reseña parece muy interesante.

    Saludos.

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    1. Sí que lo es, interesante y muy recomendable. Si la ves, ya nos dirás qué te ha parecido.
      Saludos.

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  9. Hola Ethan
    No la he visto, pero por la reseña se ve muy interesante, procuraré buscarla. La que he visto fue El viaje de los malditos, que habla sobre el Saint Louis y sus pasajeros. Hay una leyenda urbana que dice que lo que nos sucede a los cubanos es porque no permitimos desembarcar a los judíos en La Habana y así nos hemos convertidos en parias también.
    Saludos.

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    1. No sabía lo de esa leyenda urbana, pero en todos los países cuecen habas. La película que nombras está muy bien, pero me gusta más la de Kramer. Si puedes, échale un vistazo y nos cuentas.
      Saludos!

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  10. Acabo de leer que Alma dice que sos un gran escritor! Me alegro por eso entonces y me da curiosidad por esa saga que escribiste. Saludos para ambos entonces y te felicito por la reseña!

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    1. No, ya te dije: lo que soy es un gran lector. Disfruto leyendo y me lanzo un poco a la aventura escribiendo.
      Abrazos!

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  11. La película la conozco solo de oídas pero ahora, con tu reseña me han entrado ganas de verla.
    Gracias, Ethan. Muy interesantes, como siempre, tus recomendaciones. Al menos ya tenemos un punto de vista del que partir.

    Un abrazo, amigo.

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    1. La película es una metáfora de la humanidad representada en el microcosmos que propone Kramer dentro de ese barco, que parece que vagase por el mar sin un destino concreto. Algunas de las historias se cierran, pero otras quedan abiertas para que el espectador las continúe.
      Abrazos.

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