Pinchar en la tabla para verla mejor (las películas en rojo no son necesariamente las mejores, son las que se comentan más abajo)
Comentarios de algunas de las cintas recomendadas:
Me enamoré de una bruja (Bell, Book and Candle de Richard Quine, 1958). James Stewart, Kim Novak. (TV3, viernes 17 a las 18:25)
Divertida comedia de Richard Quine, que no pretende la carcajada, pero consigue la sonrisa continua del espectador a lo largo del metraje.
El realizador cuenta con su actriz fetiche, Kim Novak, protagonista de sus mejores filmes. La estrella, muy elegante, vestida por Jean Louis, es una hechicera más sutil que la interpretada por Veronika Lake en otro largometraje inolvidable: Me casé con una bruja (I Married a Witch de René Clair, 1942). Además tiene a su lado a James Stewart, su compañero en la excelente Vértigo (Alfred Hitchcok), realizada ese mismo año. A pesar de que en las dos cintas contemporáneas los personajes y la trama son radicalmente diferentes, existe una curiosa coincidencia que las une: la presencia de algo mágico y fantástico que flota en el ambiente.
Sin apartarnos del casting, hay que decir que los secundarios son de verdadero lujo: Jack Lemmon y Elsa Lanchester. A esta última se la recuerda por otra película de corte fantástico: La novia de Frankestein (Bride of Frankestein de James Whale, 1935), pero es justo reconocer que también participó –brillantemente- en varias películas interesantes, algunas al lado de su marido, Charles Laughton.
El lastre de este tipo de largometrajes, su evidente guión -sólo viendo quienes son los actores y el título de la película ya podríamos deducir casi la totalidad de la trama-, es solventado con maestría por Richard Quine. Para ello el director propone una sucesión de agradables escenas, dentro de una comedia ligera, todas adornando el objetivo principal del filme: el inevitable conjuro en el que caerá el no tan inocente James Stewart.
Don Quijote de La Mancha (Rafael Gil, 1947). Rafael Rivelles, Juan Calvo. (Castilla-La Mancha TV 2, sábado 18 a las 00:30)
La célebre obra de Cervantes sobre “El Caballero de La Triste Figura”, ha sido llevada al cine o a la televisión en multitud de ocasiones. Ya sea en clave de humor, o bien adornado con tintes trágicos, o sirvendo de motivo musical o presentado para la animación, las distintas versiones han tenido siempre un interés especial por lo universal del personaje. De todas ellas destacan, por su carácter personal, las realizadas por G.W. Pabst (1933), la inacabada de Orson Welles (1955) o la excelente debida a Grigori Kozintsev (1957). En un escalón ligeramente inferior podríamos situar al Quijote de Rafael Gil, del que vamos a hablar en la siguientes líneas.
La cinta es una de las más fieles al texto de Cervantes, y quizás ese puede que sea el motivo por el que ha sido tradicionalmente tachada de película despersonalizada. Y es que desde sus comienzos ya nació con esa etiqueta: un proyecto de CIFESA para realizar una superproducción a la española –así se califica al largometraje en los propios créditos-, un encargo que, lógicamente, cayó en las manos de uno de los tres mejores directores “caligrafistas” de la época (Rafael Gil, junto a Juan de Orduña y Sáenz de Heredia).
Me enamoré de una bruja (Bell, Book and Candle de Richard Quine, 1958). James Stewart, Kim Novak. (TV3, viernes 17 a las 18:25)
Divertida comedia de Richard Quine, que no pretende la carcajada, pero consigue la sonrisa continua del espectador a lo largo del metraje.
El realizador cuenta con su actriz fetiche, Kim Novak, protagonista de sus mejores filmes. La estrella, muy elegante, vestida por Jean Louis, es una hechicera más sutil que la interpretada por Veronika Lake en otro largometraje inolvidable: Me casé con una bruja (I Married a Witch de René Clair, 1942). Además tiene a su lado a James Stewart, su compañero en la excelente Vértigo (Alfred Hitchcok), realizada ese mismo año. A pesar de que en las dos cintas contemporáneas los personajes y la trama son radicalmente diferentes, existe una curiosa coincidencia que las une: la presencia de algo mágico y fantástico que flota en el ambiente.
Sin apartarnos del casting, hay que decir que los secundarios son de verdadero lujo: Jack Lemmon y Elsa Lanchester. A esta última se la recuerda por otra película de corte fantástico: La novia de Frankestein (Bride of Frankestein de James Whale, 1935), pero es justo reconocer que también participó –brillantemente- en varias películas interesantes, algunas al lado de su marido, Charles Laughton.
El lastre de este tipo de largometrajes, su evidente guión -sólo viendo quienes son los actores y el título de la película ya podríamos deducir casi la totalidad de la trama-, es solventado con maestría por Richard Quine. Para ello el director propone una sucesión de agradables escenas, dentro de una comedia ligera, todas adornando el objetivo principal del filme: el inevitable conjuro en el que caerá el no tan inocente James Stewart.
Don Quijote de La Mancha (Rafael Gil, 1947). Rafael Rivelles, Juan Calvo. (Castilla-La Mancha TV 2, sábado 18 a las 00:30)
La célebre obra de Cervantes sobre “El Caballero de La Triste Figura”, ha sido llevada al cine o a la televisión en multitud de ocasiones. Ya sea en clave de humor, o bien adornado con tintes trágicos, o sirvendo de motivo musical o presentado para la animación, las distintas versiones han tenido siempre un interés especial por lo universal del personaje. De todas ellas destacan, por su carácter personal, las realizadas por G.W. Pabst (1933), la inacabada de Orson Welles (1955) o la excelente debida a Grigori Kozintsev (1957). En un escalón ligeramente inferior podríamos situar al Quijote de Rafael Gil, del que vamos a hablar en la siguientes líneas.
La cinta es una de las más fieles al texto de Cervantes, y quizás ese puede que sea el motivo por el que ha sido tradicionalmente tachada de película despersonalizada. Y es que desde sus comienzos ya nació con esa etiqueta: un proyecto de CIFESA para realizar una superproducción a la española –así se califica al largometraje en los propios créditos-, un encargo que, lógicamente, cayó en las manos de uno de los tres mejores directores “caligrafistas” de la época (Rafael Gil, junto a Juan de Orduña y Sáenz de Heredia).
El director español comienza su carrera como documentalista y sirve a los intereses republicanos durante la Guerra Civil, hasta que, en 1939, se pasa al régimen franquista. A partir de aquí se inicia su verdadera trayectoria cinematográfica; un prolífico recorrido donde alterna películas de importancia (sobre todo sus primeras comedias, algunos melodramas y eficaces adaptaciones literarias) con otras, digamos oficialistas, muchas de ellas carentes de interés hoy en día, pero otras dignas de mención por su indudable calidad. Entre ellas destaca esta buena versión de Don Quijote de La Mancha.
A pesar de las secuencias propias del ciclo histórico (los “Glorias” al inicio y al final de la película, o algunos discursos “patrióticos” de Don Quijote, clara distorsión de la verdadera intención de Cervantes), el filme contiene grandes momentos como los travellings que enmarcan el arranque y la conclusión de la primera parte; la escena de los molinos; o las secuencias de los combates con el bachiller, al más puro estilo del cine de aventuras que se realizaba en Hollywood. Son ejemplos del buen oficio de Gil que, con una puesta en escena muy académica, consigue unas tomas que parecen extraídas de los mejores grabados de la novela.
Para el reparto se siguió con la costumbre –equivocada- de los primeros años de la posguerra de situar al frente del casting a un reputado actor de teatro. La responsabilidad recayó en Rafael Rivelles, que no desentona en su papel, pero que se excede en la declamación propia de las tablas. A su lado, Juan Calvo interpreta a uno de los mejores Sancho Panzas de la gran pantalla. Su protagonismo en el episodio del gobernador de la Ínsula, no lo desaprovecha el actor y convierte la secuencia en casi lo mejor de la película. El resto del elenco acompaña muy bien a la pareja principal. Tanto Fernando Rey como Manolo Morán (mi debilidad, no dejaré de alabar la espontaneidad de este magnífico profesional) y una jovencísima Sara Montiel, cumplen con nota su trabajo.
Creo que la cinta de Rafael Gil no ha sido tratada con la justicia que merece debido a su inclusión dentro del cine de propaganda. Opino que si nos abstraemos de su carácter político y nos fijamos en los aspectos puramente cinematográficos nos daremos cuenta de sus bondades: la excelente dirección de Rafael Gil, que aprovecha los recursos que la productora le asigna, para conseguir una impecable puesta en escena.
Un Rostro en la multitud (A Face in the Crowd de Elia Kazan, 1957). Andy Griffith, Patricia Neal. (Popular TV, Lunes 20 a las 00:30)
Crítica social a cargo de uno de los directores más críticos de la sociedad americana. A pesar de que recuerda a películas como Juan Nadie (Meet John Doe de Frank Capra, 1941), resulta pionera en la denuncia contra la televisión y su capacidad de crear –y destruir- ídolos de masas; por lo que, finalmente, es un antecedente directo de filmes como Network, un mundo implacable (Network de Sidney Lumet, 1976). Destacan las interpretaciones de Patricia Neal y del debutante Andy Griffith. No perderse el arranque, con la canción dedicada a la libertad del personaje interpretado por Griffith, y el final cargado de una fotografía expresionista que sirve para amplificar el drama.
Ummm, y además en Versión española con coloquio y todo (esperemos que esté el "madrileño" Gael)
ResponderEliminarPD: A la chica del Nezzcafe. Ahora ya no tienes ezzcaptoria ni ezzcuza ninguna para verla
Un rey para 4 reinas, umm, si antes hablo de ella.
Volveré a ver por vigésima vez "Me enamoré de una bruja". Para mi tiene un encanto especial y no me canso de verla.
ResponderEliminarHola Ethan,
ResponderEliminarsiempre he pensado que la mirada de Kim Novak envolvía a sus películas en un gran halo de misterio ...
me gusta me enamoré de una bruja y me encanta "Vértigo", en esta película James Steward nos hace sufrir a todos lo que él siente.
Muy buenas recomendaciones como siempre.
Un saludo,
Maribel.
Me enamore de una bruja es una gran peli, cuenta con actores como James Stw. uno de mis favoritos y es una peli muy graciosa, siempr la confundía con una de mis pelis favoritas de siempre, "Me Case con una Bruja", en la que actua Veronica Lake, junto con M.Monroe, mi actriz mas sexy y de la que me enamore al instante...jeje...conste que no quiere decir que sea la mejor actriz!
ResponderEliminarBueno hoy no me lio mas , la verdad es que sólo queria hablar de Veronica ;)
Saludos
...donde se veía con cuál de las cuatro "reinas" se iba a ir Gable sólo con ver los créditos.
ResponderEliminarDana Andrews: Yo no la he visto veinte veces, pero tres o cuatro sí. Y no pierde nada de su encanto.
Cierto, Maribel, creo que era la actiz adecuada para ese tipo de películas; con una mirada entre triste y meláncolica, pero a la vez seductora. Y, sobre todo, muy elegante.
Atikus: "Me casé con una bruja" es otra peli recomendable, a la que he hecho referencia en el post, y que es inevitable compararla con ésta.
Saludos a todos!
No está nada mal, ese sencillo homenaje (ese amable recordatorio, más bien) que hace de la peli de Rafael Gil, uno de los que cayeron en injusta desgracia por culpa de la absurda abominación de todo lo que nos oliera a rancio.
ResponderEliminarSu cine, el cine de aquella época y factura, con todas las críticas que objetivamente le pudieramos hacer, no es ni más ni menos que el germen de lo que después hemos conocido y admirado.
Abrazos.
...pues aquí seguimos en nuestra lucha (casi en solitario) reivindicativa del cine clásico español; continuaremos con ella.
ResponderEliminarUn abrazo
Curioso que a la reseña sobre Gil le siga una sobre Kazan, porque los dos han visto, en demasiadas ocasiones, enjuiciado su trabajo como directores por sus actitudes o posicionamientos personales.
ResponderEliminarRespecto a la película de Gil, despertaste mi interés, intentaré conseguirla, y al menos en parte saldo un poco mi deuda con Cervantes, porque lo que es leer el libro, por ahora va a ser que no…
Me sumo a tu defensa del cine español, no tanto del actual, ya sabes que en eso soy bastante crítica y escéptica respecto a la calidad de nuestro cine, pero sí en cuanto a la reivindicación de nuestro cine clásico, en el que podemos encontrar muy buenas películas, además de verdaderas joyas.
Ando algo out por cuestiones de índole variada, pero, en cuanto tengo un poquito de tiempo, esta es mi primera parada.
Besos
Yo tampoco he leido el libro de Cervantes(reconozco que no he podido), pero sí he visto varias películas sobre él. Sirva la reseña para unirnos a los homenajes que estos días tradicionalmente se hacen al Quijote.
ResponderEliminarUn beso.