De la Sección EFA
a la Oficial transcurrió la tercera jornada de ayer, aquí en el festival de
cine europeo de Sevilla. Antes de comentar la cinta que compite por el
Giraldillo de Oro, y que se nos antoja una de las favoritas para ganarlo, demos
un repaso a una película que termina por explotar ante los ojos de los
espectadores como una bomba de relojería:
Se trata de The Tribe, el original filme del ucraniano Miroslav Slaboshpitsky que se desarrolla sin diálogos, sin subtítulos, sólo con el ruido ambiente como único componente de la banda sonora. Y es que el filme narra la vida dentro de un internado para sordomudos, un peculiar colegio como un ghetto donde el mundo del silencio, como digo, estalla ante nuestros ojos.
Lo hace desde el
punto de vista de un alumno que llega nuevo al centro y que pronto se dará
cuenta de que la verdadera “enseñanza” comienza cuando acaba la jornada
escolar. Entonces se verá sumergido en una vorágine de violencia psíquica y
física donde la prostitución, la trata de blancas, las peleas, los robos y la intimidación
están a la orden del día.
Aunque no se les
oiga, los personajes de The Tribe hablan a gritos y parece
que se rebelan de forma despiadada contra un mundo que los margina. Creo que
esa es la intención del director cuando retrata, con un realismo que noquea al
público, la violencia explícita que refleja la situación que vive la propia
Ucrania dentro de una teórica Europa pacífica.
El largometraje
es una denuncia clara, pero también un ejercicio de estilo por doble motivo:
por la dificultad que supone rodar sin diálogos y hacer que con la imagen se entienda
todo lo que ocurre en la pantalla, algo que no es otra cosa que llevar el cine
hasta sus fundamentos y que ya se hacía durante el período mudo; y, por otro
lado, estructurar la cinta en escenas que resultan ser planos secuencia
larguísimos, muy bien planificados, pero la mayoría de ellos de una crudeza no
apta para estómagos delicados; donde destacan la minuciosidad de un terrorífico
aborto clandestino, y la contundencia del impactante final.
Ver Ficha de The Tribe.
Y ahora sí, nos
centramos en la sección Oficial y en una de las películas estrella del festival,
la aclamada Fuerza Mayor o Turist (seleccionada para los Óscar), un filme que viene del
norte, de Suecia concretamente, para hacernos recapacitar acerca de las
relaciones de pareja. Ya nos lo advertía su director, Ruben Östlund, desde una
pequeña isla en Goteborg. Hablaba con el público de Sevilla a través de un
vídeo casero y bromeaba al presentar la película cuando decía que su intención
había sido rodar la mejor avalancha de nieve jamás filmada y la más desastrosa separación
de un matrimonio.
La broma no era
tal, porque la cinta arranca como si se tratase de una película de catástrofes
para, enseguida, centrarse en la verdadera catástrofe del largometraje: las
consecuencias que dicho alud tiene sobre la pareja protagonista:
Tomas y Ebba disfrutan de unos días de vacaciones con sus hijos en un centro turístico dedicado a los deportes de invierno. En la segunda jornada, sufren la angustia de una avalancha que por suerte se queda en nada, pero que los sitúa al borde de la ruptura. Todo por culpa de la reacción de Tomas en el momento del siniestro: sale corriendo sin mirar atrás, abandonando a su suerte a Ebba y a los pequeños.
Tomas y Ebba disfrutan de unos días de vacaciones con sus hijos en un centro turístico dedicado a los deportes de invierno. En la segunda jornada, sufren la angustia de una avalancha que por suerte se queda en nada, pero que los sitúa al borde de la ruptura. Todo por culpa de la reacción de Tomas en el momento del siniestro: sale corriendo sin mirar atrás, abandonando a su suerte a Ebba y a los pequeños.
Para narrar la
historia, el realizador juega con los personajes y con el entorno. Si
bien se apoya en bellos paisajes nevados, pone el énfasis en una suerte de situaciones
aparentemente peligrosas que amenazan a los protagonistas. También recurre al sonido
cuando las explosiones controladas de la estación de esquí da la impresión de
que anuncian una tormenta artificial, algo que en todo momento nos pone en ambiente:
el feliz matrimonio se acerca al punto de ebullición.
La trama de Fuerza Mayor nos recuerda lo frágil de las relaciones de pareja, y nos sitúa dentro de un
cine, el sueco, que tradicionalmente se ha ocupado de este tema desde que
Ingmar Bergman lo hiciera suyo a lo largo de toda su obra. Sin embargo, a
diferencia de Bergman, Östlund huye de cuestiones metafísicas, abandona el
realismo poético y la carga literaria de su antecesor, para trasladar su
reflexión al mundo de los mortales. Presenta con objetividad, y con humor, el
conflicto al espectador, que tenderá a posicionarse a favor de una de las
partes, no en el momento del alud, sino en el debate posterior.
Algo parecido a
lo que le sucede a otra pareja que aparece en la trama, como si nos representaran
a nosotros, al público, y que también se pondrán en una difícil situación al
tener que opinar acerca del comportamiento de Tomas. Al final, la disputa entre
Ebba y su marido sí que tendrá un efecto avalancha. Será cuando provoque una
cascada de dudas entre las parejas que asisten al drama. Si estalla la discusión
entre el público, en ese mismo instante, sabremos que el director se ha salido
con la suya.
Por lo que dices de The Tribe debe ser un ejercicio de alto riesgo tanto de Dirección como de Protagonistas y muy apetecible de descubrir. Supongo que tarde o temprano estará en pantallas comerciales. Esperaremos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Veremos a ver qué pasa con ella, de momento se ha llevado varios premios en Cannes. El problema de estas películas es su distribución. Por su calidad deberíamos verla pronto en cartelera, pero quién sabe.
EliminarUn abrazo.
Me llama mucho más la atención la primera. Cuando he leído que no había diálogos... Casi empiezo a correr. Luego, los sordomundos. Piensas, ah, un retrato de un mundo de amor ideal.... Y tampoco. Así que, ¡peli interesante a la vista!
ResponderEliminarQueda muy lejos de un retrato de un mundo de amor ideal jajaja más bien es todo lo contrario: es una de las películas más violentas que he visto, con un final que te deja aplastado, literalmente, en la butaca.
EliminarEsta es una que quería ver, es difícil acomodar gustos y horarios. Pero, bueno, estáis vosotros que tan bien nos informáis.
ResponderEliminarHemos visto la danesa: Sorrow and joy, pero que de joy nada. Es un drama.
Y El arca de Noé+Septiembre, regulín.
Nos quedan las dos de pintura y ahí espero disfrutar.
Es un problema elegir películas y horarios, además se agotan las entradas, hasta para prensa se nos agota, aunque yo he tenido suerte y hasta ahora he podido ver (podré ver) todo lo que tenía programado.
EliminarUn plato de dificil digestión The Tribe, crudeza y me temo que sin happy end. A ver si tenemos cuerpo para verla.
ResponderEliminarMenos durilla aunque haya catástrofes (literales y de los otros) de por medio en The Turist. Interesantes parecen ser las dos..pero me inclino por ésta última.
Un abrazo Ethan
La verdad es que las dos son muy interesantes, poco comunes y que dejan pensando bastante tiempo. Para la primera hay que prepararse antes porque es brutal. La segunda es de esas que te entra la risa nerviosa, la de no saber si es mejor llorar.
EliminarUn abrazo.
Bueno, pues he oído por la radio "Turist" ha vencido, también en el guión. Supongo que es cine de impacto, no, avalancha hacia la taquilla, ja, ja. Seguro que es sorprendente, pienso, pero lo que leo no me lanza en exceso a verla.
ResponderEliminarSaludos.
Ganadora con justicia, una película para pensar y debatir. Es un cine efectivamente de impacto, pero no de efectos especiales, sino del impacto que perdura, del que habla de las relaciones de pareja. Cuidado que pueden saltar chispas a la hora de comentar la película. Nos lo advertía con risas el director de la cinta; y tenía razón.
EliminarSaludos.