En 1941,
cuando Hawks se puso al frente del proyecto de Bola de fuego, ya había desarrollado un personal estilo de comedia
desde Hojas de Parra (Fig Leaves, 1926) hasta Luna nueva (His Girl Friday, 1940), pasando por La comedia de la vida (Twentieth
Century, 1934) y La fiera de mi niña (Bringing up Baby, 1938). Todas ellas se
basan en la particular visión que tenía Hawks acerca de la guerra de sexos. Un
tema que no era nuevo en la comedia, pero que el director modificó con un par
de elementos que fueron muy eficaces de cara al público: lo disparatadas de las
situaciones y la supremacía de la mujer frente al hombre.
Aunque en Hojas de Parra ya se percibe un esbozo de cómo entendía Hawks la relación de pareja, es en La comedia de la vida, dentro de la propia película, cuando Hawks transforma el género. Lo hace mientras conduce una cinta que evoluciona a la vez que el personaje interpretado por Carole Lombard; un cambio provocado, paradójicamente, por las enseñanzas del que luego será su víctima: John Barrymore. Lombard pasa de ser una mujer inocente, una actriz desconocida e insegura, a una estrella arrogante e imprevisible que pasa por encima de su Pigmalión hasta obligarle a suplicar que vuelva con él. El prototipo de mujer hawksiana nace en el largometraje para ya no volver a abandonar al cineasta en toda su carrera.
Si La comedia de la vida es el inicio, La fiera de mi niña es la confirmación,
la película que supuso la cima del género en su vertiente “alocada” o screwball comedy (ya tratada en el
capítulo anterior) y quizás la cinta más cercana a Bola de fuego. Ambos filmes se sirven de la misma trama, recurrente
en casi todos los largometrajes humorísticos del autor,[1] para narrar el caos en el
que se convierte la vida ordenada de un cándido científico después del punto de
giro de la trama: la irrupción inesperada de una mujer tan errática como dominante.

El argumento
de Bola de fuego tiene su origen en
el relato corto, “From A to Z”, que Billy Wilder escribió en Alemania antes de
su exilio.[2] El propio Wilder se lo vendió
a Sam Goldwyn y éste consideró que la historia era muy adecuada para que la
protagonizase Gary Cooper, su actor insignia de esa época. Goldwyn llegó a un
acuerdo con la Paramount por el cual los estudios le cedieron a Wilder y a
Charles Brackett para escribir el guión de Bola
de fuego a cambio de que Cooper participase en el siguiente proyecto de la
Paramount: Por quién doblan las campanas
(For Whom the Bell Tolls de Sam Wood,
1943).[3]
Para dirigir a Cooper, Goldwyn pensó en Hawks, el director que tan sólo unos meses atrás le había hecho ganar un Óscar al actor por la interpretación de El Sargento York (Sergeant York, 1941). Una película que recuerda Hawks en Bola de fuego con un simpático guiño en la secuencia donde la banda de Lilac secuestra a los profesores: Dan Duryea hace el mismo gesto que Cooper en El Sargento York mientras apunta con su pistola y comenta: “la semana pasada vi una película…” (ver fig. 4.1).
Lo que resulta
curioso es que Hawks aceptara ponerse al frente de Bola de fuego teniendo en cuenta lo mal que lo pasó mientras
filmaba Rivales (Come and Get It, 1936), el último largometraje que realizó para
Goldwyn. Un rodaje conflictivo, con continuas intromisiones por parte del
productor, que acabó en despido.[4] Quizás fue ese recuerdo, y
el éxito de Hawks fuera del ámbito del magnate, el que contribuyó a que Goldwyn
dejara trabajar en paz a Hawks en Bola de
fuego.
[1] Además
de en las dos citadas, la trama se repite en Nace una canción (el remake
de Bola de fuego), La novia era él, Me siento rejuvenecer y Su
juego favorito.
[2] En
los créditos de Bola de fuego, Billy
Wilder aparece junto a Thomas Monroe como autor de la historia original. Ambos
fueron nominados a los Óscar en dicha categoría.
[3] En el
acuerdo, además de los guionistas, la Paramount cedió a Bob Hope con el que
Goldwyn hizo They Got Me Covered,
dirigida por David Butler en 1943.
[4] Si
Hawks renunció o Goldwyn lo despidió, aún no está claro, lo que sí parece
seguro es el motivo: las continuas correcciones de Hawks al guión. Rivales la finalizó William Wyler que
siempre sostuvo que la cinta era de Hawks.