Ante la inminente llegada de los carnavales se nos presenta una semana con películas disfrazadas de diferentes géneros: westerns de grandes especialistas como Ford, Hathaway, Sturges o Walsh; comedias de la altura de la secuela de La Pantera Rosa o la obra maestra El Maquinista de la General; melodramas de Martin Ritt o Nikita Mikhalkov; y cintas enmascaradas dentro del cine negro, nos referimos a Detour, Agente Especial o Historia de un policía. Todas estas, y muchas más, candidatas a un sitio preferente en nuestra videoteca.
Pinchar en la tabla para verla mejor (las películas en rojo no son necesariamente las mejores, son las que se comentan más abajo)
Comentarios de algunas de las cintas recomendadas:
Traffic (Steven Soderbergh, 2000). Michael Douglas, Benicio del Toro, Katherine Zeta-Jones. (CARTV, sábado 7 a las 01:05)
Oscarizada película del, aquí todavía, independiente Soderbergh. Filme coral, donde las vidas de los personajes se entrecruzan levemente con el tema central de la droga. Michael Douglas encarna al máximo responsable de la lucha contra dicha lacra social en EEUU, pero, paradójicamente no se libra de ella al tenerla en su propia familia; Benicio Del Toro es un policía mejicano que se debate entre traicionar a un general corrupto, jefe de un cártel, y seguir con su vida luchando contra la droga al nivel de los barrios marginales; y Katherine Zeta-Jones es la mujer de un capo de los estupefacientes, al principio ajena al negocio, pero luego decididamente activa cuando su marido ingresa en la cárcel. La película tiene un final feliz algo forzado, pero en general se muestra bastante pesimista en cuanto a la solución de este problema. Destacan la excelente fotografía y la interpretación de Douglas y Del Toro.
Super Size Me (Morgan Spurlock, 2004). Morgan Spurlock. (TV3, martes 10 a las 00:55)
Con datos tan alarmantes como que la obesidad es la segunda causa de muerte en Estados Unidos –y que pronto alcanzará al tabaco en este siniestro liderato- y que, por ejemplo, en Missouri una de cada cuatro personas tienen sobrepeso, arranca este documental de Morgan Spurlock premiado en diferentes festivales.
Para demostrar lo dañino de la comida rápida, el director se somete a una dieta rica en grasas durante treinta días. En ese periodo Spurlock sólo comerá alimentos procedentes de la empresa McDonalds. La cinta efectúa un seguimiento cercano de la respuesta del cuerpo del realizador ante tanto "manjar" basura. Lo que pretende el documental es demostrar que las denuncias efectuadas contra diversas compañías como McDonalds tienen un fundamento científico.
El largometraje se centra en el experimento, pero se adorna de todo tipo de estadísticas multimedia y entrevistas con un estilo muy parecido al del cineasta de moda, Michael Moore. Sin embargo pronto evoluciona de forma preocupante a medida que el estado de salud de Spurlock se va deteriorando. El espectador asiste a este proceso, en vilo y con una angustia creciente, ante cada nuevo análisis de sangre. Morgan Spurlock se aprovecha de la situación para subrayar su denuncia, y lo hace manejando la película como si fuera un thriller. De hecho, el documental se divide en episodios, cuyos títulos son presentados por unas amenazantes mascotas de McDonalds, que han cambiado su atractiva forma de seducir a los niños por una expresión casi diabólica.
Gracias a este periodismo agresivo –y suicida- el director consiguió su propósito cuando, a los pocos meses de estrenarse su película, fueron retirados del mercado los productos McDonalds de tamaño Super Size; aquellos con los que continuamente era tentado el propio Morgan Spurlock.
El Último Tren de Gun Hill (Last Train from Gun Hill de John Sturges, 1959). Kirk Douglas, Anthony Quinn. (TvCanaria, martes 10 a las 15:15)
El Último Tren de Gun Hill, pertenece al extenso ciclo de películas del oeste que protagonizó Kirk Douglas, y que le reportó grandes éxitos. Además de la excelente actuación de la estrella, también destaca su implicación personal. La historia que escribió Les Crutchfield (“Showdown”, como originalmente se llamaba) pasó con nota el filtro de posibles proyectos de la Bryna, productora propiedad del actor: un sheriff (Douglas) persigue a unos criminales que han asesinado a su mujer. El rastro le lleva hasta el hijo de un antiguo amigo. Ni su compañero de años pasados (Anthony Quinn), ni casi nadie del pueblo, están por la labor de dejar que se lleve al asesino en el tren del título.
El guión de James Poe destacó sobre los demás porque la trama pertenecía a la serie de películas que se realizaron a la sombra de Solo ante el Peligro (High Noon de Fred Zinnemann, 1952). Eran cintas pertenecientes a un subgénero que quería aprovechar el tirón y seguir con la acertada simbología Mccarthysta del héroe abandonado a su suerte, pero decidido a seguir hasta el final; eso sí, sensiblemente preocupado y no exento de tentaciones para dejarlo todo.
En contraposición al western de Zinnemann, donde el protagonista roza la cobardía, surgieron otros con el ánimo de volver a dejar en buena situación la figura del representante de la ley y confirmar que no necesitaba a casi nadie para llevar a cabo su misión. La trilogía de Howard Hawks, Río Bravo(1959), El Dorado(1967) y, en menor medida, Río Lobo (1970), podrían encontrarse en esa línea. Sin embargo, Last Train from Gun Hill pasa por ser una mezcla de las dos corrientes. En efecto, Matt Morgan, el crispado sheriff -nadie mejor que Kirk Douglas para dignificar la crispación- actúa también solo, sí, pero sin temor; quizás por la inmunidad que otorga los deseos de venganza. Realmente es un personaje más cercano al interpretado por Arthur Kennedy en Encubridora (Rancho Notorious de Fritz Lang, 1952) que al de Gary Cooper en Solo ante el Peligro.
Para llevar a buen término el filme, Kirk Douglas se rodeó de verdaderos especialistas: utilizó el productor más eficiente, Hal B. Wallis; se sirvió de uno de los mejores directores de fotografía, Charles Lang, que ya había ganado un premio de la Academia y, nada menos, que 17 nominaciones en toda su carrera; y redondeó la faena con la música del gran Dimitri Tiomkin, el mismo que participara en la ya muy citada cinta de Zinnemann. Pero sobre todo consiguió poner al frente del proyecto a John Sturges –un director siempre en alza- para asegurarse una película entretenida y con creciente suspense hasta el final. Del realizador ya nadie duda acerca de su habilidad para la puesta en escena y para el aprovechamiento de los formatos scope. Si su mejor activo es la destreza en las secuencias de acción propiamente dichas -el arranque y el último cuarto de hora son de una tensión tremenda-, en Gun Hill demuestra que también sabía emocionar. El último plano, una panorámica desde el punto de vista de Matt/Kirk, en el ya famoso tren, así nos lo confirma. ¿Hay mejor forma de acabar este artículo que recordando esa imagen?
jueves, 5 de febrero de 2009
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Tres grandes recomendaciones, si señor. Indispensables.
ResponderEliminarSaludos.
Buenas. Traffic hace tiempo que la vi y tengo un vago recuerdo de su contenido. Me pondre a ello. Un saludo
ResponderEliminarAlgunas, como cada semana, muy buenas, Ethan. Otras excepciomales.
ResponderEliminarEl maagnífico artículo que te has marcado sobre la peli de Sturges, no puede quedar sin un aplauso.
¿Es en ésta en la que está basado el western del Tren de las 3:10?.
Un buen finde para tu y también para Vivian.
Absolutamente de acuerdo con Raúl, plas, plas, plas.
ResponderEliminarSobre “El tren de las 3 y 10”, si te refieres a la de Crowe es un remake de una con el mismo título cuyo protagonista era Glen Ford. Para más información, consultar a Ethan, que sabe mucho más de estos menesteres que yo.
Por cierto, hablando de todo un poco, no creo que "Traffic" tenga precisamente un final feliz.
Besos
Licantropunk: eso creo yo amigo, muy distintas las tres, pero altamente recomendables.
ResponderEliminarLaura: Son muchas pelis y hay poco tiempo ¿no?
Raúl: Siguiendo con el comentario de Vivian, "El Tren de las 3:10" ("3:10 to Yuma" de Delmer Daves, 1957), con Glenn Ford de falso "malo" y Van Heflin (este último daba vida a un personaje muy similar al que ya hizo en "Raices Profundas") iba en el mismo sentido que "Solo ante el peligro" y se estrenó antes que Gun Hill; es decir son dos pelis que pertenecen a ese subgénero dentro del western, ambas muy parecidas.
Saludos a tod@s
El Último Tren de Gun Hill, todo un clásico del cine del oeste.
ResponderEliminarComo dice David, nunca te cansas de verlo, al menos yo, y siempre, aunque sepas el final, te mantiene en tensión. Esa es la habilidad de un director como Sturges.
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