Con el verano llamando a las puertas de la calurosa primavera de estos últimos días presentamos la siguiente tabla de recomendaciones. En ella destacan, entre otras, el drama de Ettore Scola; el excelente biopic de Maurice Pialat; la adaptación teatral de Laurence Olivier; el surrealismo de Buñuel; los western de Anthony Mann, John Sturges, Delmer Daves y Henry King; las películas negras de Fritz Lang, Rene Clement, John Huston y Jacques Tourneur; y las obras maestras del cine mudo, de Pabst y Robert Wiene.
Pinchar en la tabla para verla mejor (las películas en rojo no son necesariamente las mejores, son las que se comentan más abajo)
Comentarios de algunas de las cintas recomendadas:
Ser o No Ser (To Be or Not to Be de Ernst Lubitsch, 1942). Carole Lombard, Jack Benny. (Veo TV, sábado 20 a las 22:00)
Esta comedia sólo puede definirse como obra maestra. Una gran película con Ernst Lubitsch en plena forma; el director se atreve a meterse con los nazis en la época de su mayor dominio (Chaplin también lo hizo dos años antes con El Gran Dictador).
Una compañía de teatro polaca, que representa a Skakespeare, se ve envuelta en la guerra cuando intenta ayudar a la resistencia con un peculiar montaje “teatral”. El dueño (Joseph Tura) y su mujer (María Tura) dirigen la troupe y también la conspiración. Lubitsch, que no se conforma con la trama bélica, insiste en su toque personal e incluye en la historia los flirteos de María con un joven militar aliado. Esto añade tensión –y carcajadas- a la acción cuando Joseph Tura se preocupa más de los posibles cuernos que de la ocupación alemana.
El filme se divide en secuencias muy bien delimitadas, como actos de una obra de teatro. Sobresalen aquellas en las que Joseph Tura (Jack Benny) se hace pasar por espía alemán; y la larga escena final, con un clímax muy recordado, donde hasta el propio Hitler tiene su papel.
El reparto acompaña a Lubitsch en su parodia: con Robert Stack casi debutando, y Jack Benny especialmente motivado, es Carole Lombard la que destaca por encima de todos. La Reina de la comedia, a la sazón mujer del otro “Rey”, Clark Gable, está sencillamente magnífica. La excelente actriz nunca pudo ver la película en pantalla, murió en un accidente de aviación antes del estreno; se puede decir que en acto de servicio, ya que volvía de un tour para vender bonos de guerra.
Pero si los actores están a la altura, el apartado técnico es casi mejor: Miklos Rozsa en la partitura, Rudolph Maté con la fotografía y Vincent Korda en los decorados y, quien lo duda -aunque Lubitsch también aparecía en los créditos como productor-, Alexander Korda llevando las riendas del proyecto.
Mel Brooks hizo un remake en 1983, muy, muy lejos del original.
Sinfonía de la Vida (Our Town de Sam Wood, 1940). William Holden, Martha Scott. (Canal 300, domingo 21 a las 04:10 y lunes 22 a las 05:30)
Drama que narra la vida en una pequeña ciudad de New Hampshire a comienzos del siglo XX. La cinta de Sam Wood es una notable adaptación de la célebre obra de teatro de Thornton Wilder, ganadora del premio Pulitzer. El propio escritor sufrió lo suyo para llevar su creación a la gran pantalla. Sólo tras varios meses de trabajo con el productor Sol Lesser, y con algunas variaciones –todas consentidas por Wilder-, el proyecto pudo llevarse a cabo. Con Wood al mando, ocupándose de los actores, y William Cameron Menzies llevando la parte visual, la película estuvo a punto de hacerse con seis oscar.
El metraje se reparte en tres actos, todos narrados por el farmacéutico de Grover’s Corner, el pueblo donde casi no sucede nada especial, pero que quiere representar los valores tradicionales americanos. El arranque, y la descripción de la villa por parte del presentador, propician la inclusión de la película en el subgénero del melodrama coral donde un pueblo o una calle son el personaje principal. Es el microcosmos donde se desarrolla una historia que bien podría haber pasado en cualquier lugar. Precisamente en el cine español abundan ejemplos de esta circunstancia cinematográfica lo que provoca que la visión de Our Town, hoy en día, resulte tan familiar. En este caso dos clanes (los Webb y los Gibbs), que pronto formarán uno solo cuando dos de sus hijos se casen, son los que llevan el peso de la historia.
Nadie mejor que Sam Wood para dirigir este drama tan conservador. El realizador –tachado con frecuencia de reaccionario- era un buen artesano que supo dar lo mejor de sí mismo en este tipo de productos. Los primeros minutos son espectaculares: el plano secuencia en el plató, que acompaña a los créditos, es seguido de la presentación de la ciudad que se transforma hasta el tiempo en el que se inicia la historia; y después viene lo mejor, con la introducción de las dos familias a base de transiciones tan sutiles como las de un gato que persigue al lechero, o los pasos de una de las hijas que se mezclan con los de las gallinas y polluelos en la granja. Todo esto se adorna con algunos contrapicados y con la excelente utilización del objetivo en tres niveles (en primer término un objeto difuminado, en el segundo nivel el personaje que el director destaca, y en el tercero el motivo que da continuidad a la acción, el lechero por ejemplo, o uno de los niños que acude a desayunar). Hay que pensar que esta manera de rodar tan estilizada tuvo lugar antes de esa revolución que fue Ciudadano Kane.
Sin quitarle mérito a su trabajo es cierto que Wood tuvo una serie de ventajas para que el largometraje funcionara tan bien: parte del elenco de actores ya habían representado la obra en Broadway; y luego estaba la inestimable ayuda de William Cameron Menzies, al que se le puede atribuir la brillante resolución de ciertas secuencias complicadas, como las del tercer acto, donde son fantasmas los que llevan la acción.
La historia funciona y casi todos los actores están creíbles (muy bien Martha Scott, pero sobre todo los secundarios, con Thomas Mitchell y Guy Kibbee a la cabeza, aunque chirríe algo el protagonista, un jovencísimo –casi irreconocible- William Holden); pero lo que apreciamos más son esos veinte primeros minutos, que de haber tenido continuidad probablemente hoy estaríamos hablando de una obra maestra.
El Cabo del Terror (Cape Fear de J. Lee Thompson, 1962). Gregory Peck, Robert Mitchum. (Canal Sur 2, domingo 21 a las 22:00)
La novela "The executioners", de John D. Macdonald, ha sido llevada a la pantalla en dos ocasiones: la primera de la mano de J. Lee Thompson, de forma impecable y es la que vamos a comentar; la segunda dirigida por Martin Scorsese en 1991, bastante interesante, pero, en mi opinión, inferior al original… leer más.
jueves, 18 de junio de 2009
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Mis preferidas son "Perversidad", "Retorno al pasado" y "El cabo del miedo". No está mal la semana pero se nota el calor agobiante y que la gente buscará terrazas con cócteles refrescantes.
ResponderEliminarGrande Lubitsch, muy grande, esta semana me quedo con ésta.
ResponderEliminarPor qué será que cuando llega el calor me da por preferir comedias, nu sé…
Eso sí, como muy bien demuestra esta película y confirma tu entrada, comedia no es sinónimo de baja calidad ni de película insustancial.
Un beso
Espléndida película. Si pudiera, yo también haría un hueco en mi agenda para volver a ver Ser o no Ser, una de las comedias más inteligentes y divertidas de todo el periodo clásico. Grande Lubitsch.
ResponderEliminarDurante bastantes años muchos directores intentarían aprender de él, siendo su mejor alumno un aventajado Billy Wilder. En la época actual, sin embargo, todos parecen haber olvidado ya esta forma de hacer cine...
Saludos! ;-)
Grandísimo Lubitsch. la ví por primera vez en Chipiona cuando era un chavalito, en el Cine Principal junto a Arsénico por compasión.
ResponderEliminarMe preguntó...¿que tipo de droga se tomo el de la sala de cine para traer esas dos joyas al pueblo más cateto al Oeste del Pecos?
Saludos!
Sí, no ovy a ser muy original. Entre las que comentas, no hay parangón. Lubitsch, siempre Lubitsch.
ResponderEliminarUn buen fin de semana, os deseo.
Oh, ayer se me olvidó comentarte algo:
ResponderEliminarEl cabo del terror: Magistral
El cabo del miedo: Infumable, de lo peor que ha hecho Scorsese. Esperaba mucho más de ella cuando la ví. Haciá aguas por todas partes (nunca mejor dicho) Bajo mi modesta opinión, no la salva ni ese extraordinario reparto encabezado por Robert De Niro
Saludos!
Otra que se queda con Lubitsch entre las propuestas de esta semana, con diferencia. No es la única obra maestra que tiene, aunque de las más conocidas.
ResponderEliminarBuen fin de semana, saludos!
J.Lee Thompson fue un director muy irregular,sobre todo en su última etapa dándonos unas películas horribles.El cabo del miedo,como muy bien dices,sigue siendo superior al remake de Scorsese,y creo que Los cañones de Navarone sigue siendo una película correcta con una banda sonora espectacular.
ResponderEliminarSam Wood fue un todo terreno en la historia del cine.Desde su participación (sin acreditar en los títulos de crédito) en Lo que el viento se llevó,pasando por las dos obras maestras de Los hermanos Marx;Una noche en la ópera y Un día en las carreras.Hay que redescubrir el cine de Wood.
Ser o no ser es una obra maestra absoluta en todos los niveles.
Un abrazo.
Veo que eres tan "negro" como yo Dana Andrews, haces honor a tu nick, si señor.
ResponderEliminarLa comedia refresca; desde luego "Ser o No Ser" debió ser un jarro de agua fría para los nazis en 1942. Besos, muchos, para Vivian.
Eso creo Kinezoe, la peli de Lubitsch debe estar a la cabeza de las comedias de todos los tiempos, aunque para estar por delante de las que se hacen ahora no hace falta mucha calidad. En este caso le sobra muchísima.
A lo mejor teníais un cinéfilo en Chipiona, Ortiga, y no lo sabíais. Desde luego son cintas propias de cine club. Pues suerte que tuvisteis.
Lubitsch, Raúl, siempre Lubitsch. Como dice Kinezoe, un maestro para el resto de cineastas.
De las más conocidas de Lubitsch es verdad, babel, con joyas del calibre de El bazar de las sorpresas, Ninotchka, El diablo dijo no, Una Hora contigo, la octava mujer de barba azul,... Y de su etapa muda habría que rescatar muchas más. Un genio.
Sí, Francisco, Wood es un director muy interesante. Además de las que has nombrado, y entre otras, están Adiós Mr. Chips (mucho mejor que el remake), El Orgullo de los Yankees, Kings Row o Espejismo de Amor (ya comentada en el blog). Un realizador sobrio, que sabía emocionar y que sorprende, de vez en cuando, con algunos planos para enmarcar, como los primeros de Sinfonía de la Vida.
Un fuerte abrazo a todos!
Estupendas pelis propuestas como siempre, la verdad es que ademas como entusiasta del cine clásico es fácil coincidir en las pelis que pones, muchas las he comentado también en mi blog, es normal...bueno Sinfonía de la vida no la tengo comenta la verdad!...pero Ser o no ser si, y es que es una burrada de comedia, en el sentido positivo, quiero decir, pocas, muy pocas comedias son tan buenas como esta, Lubitsch se sale en esta peli, una de las mas grandes, una maravilla, imprescindible, genial, sublime!!!!!
ResponderEliminarDe Cape Fear, totalmente de acuerdo, ademas esta version con Gregory peck es la que mas me gusta también, es fundamental siempre hacer un post comparando las dos versiones ;)
Saludos!
Me acabas de recordar que no he visto "Ser o no ser". Qué mierda de cinéfilo estoy hecho.
ResponderEliminarSaludos.
Las comparaciones son odiosas, pero en el caso del cine creo que son necesarias sobre todo hoy en día donde abundan la falta de ideas y surgen los remakes por doquier. Un abrazo, atikus!
ResponderEliminarLicantropunk: es que no hay tiempo material para ver todas las pelis. De todas formas que suerte la tuya no haber visto todavía "Ser o No Ser". Envidio esa sensación de ver esta maravilla por primera vez. Un abrazo!