Es decir, todo lo registrado y montado en el documental anuncia la fatalidad de los hechos. Lo destacable de la cinta –que lo es, y mucho- es la forma en la que se ordenan las imágenes. La edición de los Maysles es su opinión acerca de las posibles causas que desembocaron en la tragedia. El tratamiento subjetivo de imágenes objetivas.
Y así organizan la película: primero la llegada de los Rolling a Nueva York, con Charlie Watts montado en una mula (fotografías que luego se usaron para el LP recopilatorio de la gira: “Get Yer Ya-Ya’s Out!”) con imágenes del recital en el Madison Square Garden donde Mick Jagger hace de las suyas coronado con un sombrero del tío Sam. Bajo las notas del Jumpin’ Jack Flash se desata la locura de los fans de la mítica banda.
Después de unas declaraciones de Jagger anunciando un concierto gratuito se suceden las secuencias de los preparativos. El desbordamiento de las previsiones sobre público y automóviles es objeto de la atenta mirada de los realizadores. Y de los propios miembros del grupo de rock que vemos como asisten a la edición de la película gracias a insertos espaciados. Parece que los hermanos Maysles querían tener la aprobación de los Rolling; y de paso mostrar su reacción al ver el montaje que habían preparado.
Y así organizan la película: primero la llegada de los Rolling a Nueva York, con Charlie Watts montado en una mula (fotografías que luego se usaron para el LP recopilatorio de la gira: “Get Yer Ya-Ya’s Out!”) con imágenes del recital en el Madison Square Garden donde Mick Jagger hace de las suyas coronado con un sombrero del tío Sam. Bajo las notas del Jumpin’ Jack Flash se desata la locura de los fans de la mítica banda.
Después de unas declaraciones de Jagger anunciando un concierto gratuito se suceden las secuencias de los preparativos. El desbordamiento de las previsiones sobre público y automóviles es objeto de la atenta mirada de los realizadores. Y de los propios miembros del grupo de rock que vemos como asisten a la edición de la película gracias a insertos espaciados. Parece que los hermanos Maysles querían tener la aprobación de los Rolling; y de paso mostrar su reacción al ver el montaje que habían preparado.
Una vez elegido Altamont (California) como el lugar del espectáculo (después de haber desechado El Golden Gate Park entre otros lugares debido a la poca garantía de seguridad y control que finalmente tampoco se obtuvo) y con sólo un día para montar el escenario y demás infraestructuras, las imágenes se vuelcan sobre el caos que comienza a ser patente cuando público y operarios se mezclan. Y cuando comienzan los primeros recitales. Todo apunta al desastre desde el momento en que la seguridad se pone en manos de la peligrosa banda de moteros Los Ángeles del Infierno. En su afán de despejar el escenario no dudan en apalear a los jóvenes que allí se agolpan, muchos de ellos bajo los efectos del alcohol y las drogas; y se masca la tragedia. Los primeros síntomas de que aquello no va bien lo sufren The Flying Burrito Brothers y, sobre todo, otra mítica banda: Jefferson Airplane, que ve como su propio vocalista, Marty Balin, es agredido por los Hell’s Angels.
Cuando los Rolling Stones hacen acto de presencia aquello ya no tiene mucha solución. Esas imágenes del último tercio de la cinta son impresionantes, con Mick Jagger intentando calmar a la gente y asistiendo a un asesinato en directo. Y viéndolo más tarde en la sala de montaje para comprobar que la victima tampoco era un santo (llevaba una pistola).
¿Y la música? La música, a pesar de todo, existe; y de la buena. Canciones de tres de los mejores discos de los Rolling acompañan a las imágenes de esta cara B de Woostock - su lado oscuro- como se le ha llamado. Ya en directo o en estudio suenan temas de "Beggars Banquet", "Let it Bleed" y "Sticky Fingers" – casi nada; el segundo vinilo es mi favorito, podemos oír de él la balada Love in Vain o el tema que da título al documental-. Respecto a los tres singles de "Sticky Fingers" (Brown Sugar, You gotta Move y la maravilla que es Wild Horses) resultan ser primicias en la película ya que el disco no aparecería en las tiendas hasta dos años después. No podemos pasar por alto la maldita canción del "Beggars Banquet": Simpathy for the Devil. Es el tema que erróneamente se ha asociado con las puñaladas mortales. De hecho el propio Jagger se lamenta de que siempre sucede algo cuando la cantan (estuvieron seis años sin tocarla después de Altamont). Sin embargo, fueron las primeras notas de Under my Thumb las que sonaban mientras se cometía el crimen, y eso que en el montaje final de la película el asesinato está desplazado al final de dicha canción. Si nos fijamos bien se verá a un cariacontecido Jagger cantando sin ganas ese emblemático tema.
Recapitulando. Albert y David Maysles más Charlotte Zwerin nos dicen con sus fotogramas que una banda mediática como los Rolling Stones, que atraen a cientos de miles de personas (muchas más de lo normal dado la gratuidad del recital) no pueden dar un concierto sin la mínima preparación previa; sin un lugar adecuado; y sin la seguridad pertinente. Si todo esto falla a la vez no es de extrañar lo ocurrido. En este sentido son muy elocuentes las escenas del final con la banda escapando literalmente en helicóptero, como si de una versión de Platoon se tratara; con unas imágenes apocalípticas donde el público parece deambular entre las tinieblas.
Nosotros no queremos terminar así; preferimos quedarnos con la música de la mejor banda de rock de todos los tiempos. Les dejo con unas de las pocas secuencias tranquilas de la película:
Ver Ficha de Gimme Shelter.
Guauu desconocia la existencia de este documental y de los hechos que narra. Me has dejado de piedra.
ResponderEliminarPues apuntada queda la recomendación, que los Rolling siempre me han gustado más o menos.
ResponderEliminarUn saludo
Desde luego tuvo que ser tremendo... esta película me la salto si no le importa, que yo soy de estómago sensible ;-)
ResponderEliminarEstupendo post, Ethan. Yo no he visto la peli pero conocía muy bien los hechos que narra y lo de que había una peli sobre el suceso.. De hecho, no sé si la tengo por ahí (me han pasado varias de conciertos de los Stones... pero ya no doy abasto)... Me ha gustado mucho la reseña, como te digo...si bien disiento totalmente del comentario en la penúltima línea.
ResponderEliminarUn saludo.
PD: Wild Horses le encanta a mi mujer... Es un tema genial, claro. Mi mujer dice que la mejor que les ha oído (yo prefiero otras suyas).
Ah, pues fueron famosos en su día, Arual. A la banda les acompañaba la tragedia: unos meses antes fue hallado muerto Brian Jones en su piscina (fundador de los Rolling que acababa de abandonarlos). Le sustituyó Mick Taylor (buenísimo guitarrista, nada menos que de los bluesbreakers de Mayall) que es el que aparece en el documental. Más adelante Ron Wood ocupó su puesto.
ResponderEliminarEl documental es muy bueno, Crowley, muy recomendable, no puedes apartar los ojos de la pantalla en hora y media.
Hay algunas tomas especialmente desagradables, y no sólo la del asesinato que fue captado en directo. Pero la película merece la pena verla Rafa.
Tiene muy buen gusto tu mujer, David. Fíjate que he puesto a los Rolling como mejor banda de Rock de la historia (creo que no soy nada subjetivo al decirlo), no de pop. Pero, sí, me encantan jajaja.
Saludos!
Toda una pieza de museo para los melómanos roqueros aférrimos a los rolling. Por cierto, creo que se ha anunciado la definitiva gira mundial. Ahjora no me la pierdo. Un abrazo Ethan.
ResponderEliminarMe he fijado, me he fijado, pero sigo sin estar de acuerdo.. Ja,ja...
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues ojalá vengan a Sevilla sus Satánicas Majestades, Marcos.
ResponderEliminarIntrigado me tienes, David.
Abrazos!
Así con la boca pequeña decirte que nada sabía de esta obra. Sí de los hechos. Parece muy impresionante, las fotos, excelentes, sobre todo esa en blanco y negro de la banda, con la gente detrás.
ResponderEliminarParece que la lección no ha sido aprendida, por lo visto este verano.
Toca volver a repasar la discografía de estos "lords".
Saludos.
Las fotos te dan una ligera idea de lo que pasó, pero hay que ver la peli. Fíjate en la de blanco y negro que Jagger y Richards están mirando a unos tipos que la están liando en la izquierda de la foto. Los tenían muy cerca. En la película tienen que parar el concierto varias veces para decirles que se calmen. Y el assinato se produce a escasos metros del escenario.
ResponderEliminarYo tuve tiempo de verla un poco antes de la edición de este DVD del que hablas y lo cierto es que estremece... ese momento en el que ocurre y en el que la cámara está tan magistralmente colocada....
ResponderEliminarEric Saarinen era el noombre del operador que captó el instante, sin saber lo que estaba ocurriendo. Estaba en el escenario rodando detrás de los Rolling Stones y grabó la famosa secuencia; sólo días más tarde se dieron cuenta de lo que había registrado la cámara. Supongo que se quedaron helados.
ResponderEliminarSe llegó a decir que la culpa de todo la tuvieron las drogas adulteradas que circularon esos días por Altamont.
El caso es que mucha gente opina que este concierto fue el que acabó con el sueño del movimiento Hippy. El amor libre, la paz, las flores, etc. mostraron su lado más oscuro: la violencia, las drogas, el alcohol...
Me ha encantado la reseña, amigo. Anotado queda el título de este trabajo. El cierre del post, con Wild Horses sonando, es magnífico. Pero qué grandes son los Stones!!...
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.
Grandes, grandes los Rolling!
ResponderEliminarUn abrazo Kinezoe.