lunes, 15 de junio de 2015

ESPECIAL 2 X 1: "EL CAPITÁN BLOOD" y "EL HALCÓN DEL MAR" (Michael Curtiz) (IV)


El Halcón del mar (The Sea Hawk, 1940).- La situación de la Warner al comienzo del rodaje de El halcón del mar era sensiblemente diferente a la de cinco años atrás cuando se estrenó El capitán Blood. En el estudio ahora reinaban dos estrellas consagradas (Errol Flynn y Olivia de Havilland), un director que ya era el mejor de la productora (Michael Curtiz) y un músico prodigioso: Erich Wolfgang Korngold. Tal circunstancia hizo que Jack L. Warner se plantease la nueva producción de aventuras de una forma también muy distinta.  

En realidad la película se concibió justo después de comprobar el éxito de El capitán Blood, pero las complicaciones con el guión retrasaron la realización del filme. Warner quería explotar la gallina de los huevos de oro que eran las novelas de Sabatini y encargó a sus guionistas la adaptación de la primera novela del célebre autor: “The Sea Hawk”. Un libro que, al igual que “The Captain Blood”, ya se había llevado a la gran pantalla durante el período mudo (Frank Lloyd, 1924), además con bastante más éxito. Los problemas a la hora de encontrar un adecuado tratamiento de la historia exigieron el concurso de hasta cuatro escritores: Robert Neville, Delmer Daves —futuro director—, y los guionistas que finalmente aparecieron en los créditos: Howard Koth y Seton I. Miller. Después de pasar por tantas manos, el libreto resultó completamente diferente al de la versión silente que era bastante fiel a la obra de Sabatini. Tan distinto resultó el guión que realmente de la novela de Sabatini sólo tomaba el nombre de la historia y poca cosa más:

Estamos en 1585, con el dominio mundial de España y la amenaza que representa una posible invasión de Inglaterra por parte de la Armada Invencible. En las Islas Británicas, el capitán Thorpe (Errol Flynn) es un corsario que pertenece a “Los halcones del mar”, pero que prácticamente sigue las órdenes directas de la reina Isabel de Inglaterra (Flora Robson). Thorpe acaba de apresar una galera que llevaba a bordo al embajador español ante la reina de Inglaterra (Claude Rains) y a doña María (Brenda Marshall). Reprendido por la reina, aunque sólo de cara a la galería, y enamorado de doña María, Thorpe parte a una misión en Panamá para interceptar un convoy cargado de oro. La idea es hacerse con el botín en tierra donde nadie lo espera, pero la operación es detectada por espías de palacio y por el embajador español. Ajeno a la conspiración, Thorpe cae en la trampa, es apresado y conducido a galeras con su dotación. Al cabo de un tiempo sirviendo como esclavo, Thorpe consigue escapar llevándose consigo una embarcación española, el nombre del traidor de la corte inglesa (Henry Daniell) y las pruebas de la invasión que se prepara contra los británicos.

La trama de Sabitini se modificó teniendo en cuenta el contexto político de guerra mundial que se vivía en 1940. A nadie se le escapa que el imperio español era un remedo del de Hitler, y que el espiche final de la reina Isabel se refería a la situación extrema que vivía Inglaterra bajo la amenaza de una inminente invasión alemana. Por tal circunstancia, por presentar al rey Felipe II como un tirano que ansiaba gobernar el mundo, la película fue prohibida en nuestro país. En Estados Unidos, por entonces neutral, se cortó un plano del final en el que la flota inglesa del siglo XVI era sustituida poco a poco por buques de guerra contemporáneos, un claro mensaje bélico que sí se mantuvo en la versión que se distribuyó en el Reino Unido.

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6 comentarios:

  1. A la censura franquista no le gustaba que los españoles fueran los villanos de las películas. Fraga, ministro de cultura, presionó para que los españoles pasaran a ser portugueses en "Queimada" con Marlon Brando. No estoy seguro pero creo que en "El hidalgo de los mares" el doblaje convirtió en franceses a los españoles, uno de ellos era Christopher Lee, por cierto.
    Saludos!
    Borgo.

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    1. Es cierto, una bobada porque en esa película, enseguida, los españoles se hacen aliados de los ingleses en contra de los franceses, es cuando Gregory Peck se da cuenta de que ha metido la pata y tiene que volver a recuperar el navío español que le ha regalado al cacique de turno.
      Saludos.

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  2. Excelente repaso. Es lo que me gusta de tener blogs amigos y blogueros como tú. Un abrazo bucanero.

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    1. Lo mismo digo, ¡menuda serie sobre músicos y música de cine te estás marcando!
      Abrazos.

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  3. Al menos en el cine los héroes no son olvidados. Me queda una brizna de melancolía al pensar en este film, y hasta en su gestación, que reseñas. A veces uno del cine solo espera pasar un buen rato, y este capitán lo conseguía, y vaya si lo hacía.
    Saludos.

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    1. Y no sólo un buen rato: la cantidad de veces que habré visto la película, cuando antes tenían la buena costumbre de reponerlas en la televisión.
      Saludos.

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