
Gomorra hace honor a su nombre al ser un retrato preciso de los barrios bajos (de un barrio bajo) napolitanos. Las drogas, los asesinatos, la prostitución no son esta vez el centro de la denuncia sino el marco que rodea el documento; porque se trata de eso: de un registro fiel de lo que ocurre en el escalón inferior del hampa organizada.
El realismo entendido por Garrone es similar al que nos presentan algunos autores iraníes (pensamos en Kiarostami o Makhmalbaf), al menos en la forma: la cámara en mano, nerviosa, pero no mareante (el propio Garrone es el operador), sirve de herramienta eficaz para mostrar tomas casi subjetivas, generalmente primeros planos, que introducen al espectador en la acción y eliminan casi por completo la poca ficción que sigue la trama. De hecho, el realizador se encarga de separarla de la realidad cuando unos adolescentes juegan a ser los protagonistas de El Precio del poder (Scarface de Brian de Palma, 1983) mientras se van introduciendo en el mundo de la delincuencia. Además, esto le sirve a Garrone para diferenciar –y reivindicar- su cine frente al comercial.

La historia (el documento) transcurre delimitada por las desconchadas paredes de una barriada del extrarradio de Nápoles; una ciudadela pintada de óxido por donde circulan los protagonistas de Gomorra: un niño que no le queda otra que implicarse en una u otra banda para vivir a sueldo de la Camorra; los dos adolescentes citados anteriormente; el “pagador” de la organización, que vive entre dos fuegos; un sastre al servicio de los mafiosos; o todo un entramado para deshacerse de residuos tóxicos, saltándose los mínimos procedimientos de seguridad. Lo que le interesa a Garrone es plasmar en la gran pantalla el punto de vista de los personajes para descubrir los motivos por los que se introducen en ese mundo del que es difícil salir. Creo que lo consigue plenamente.
Para las personas que no hemos vivido nunca en ese ambiente, películas como Gomorra se convierten, posiblemente, en la aproximación más cercana para entender lo que ocurre en los espacios donde habita y opera la delincuencia organizada. Y lo que pasa por sus mentes, contaminadas de miseria y podredumbre: corrompidas por el poder que otorgan el dinero y las armas.
Ver Ficha de Gomorra.
Hola Ethan. El viernes que la estrenan me voy a verla, me apetece mucho esta película. El director ha tenido muchos problemas con la mafia tras el rodaje, lo cual parece lógico si saca a la luz los entresijos de estas bandas teniendo en cuenta cómo se las gastan, je!. Otro motivo es mi ascendencia, en la que algún italiano hay... además, del sur (ahora que nadie me oye y eso... ), pero son buena gentem, eh! je, je
ResponderEliminarUn saludo!
Las referencias son magníficas, ciertamente. Como lo son las de ese festival con el que contáis. En progresión permanente.
ResponderEliminarUn saludo.
Lo mismo nos hemos visto por allí y todo... pero claro, habría que ponerse un distintivo blogger. Lo mismo nos sorprendíamos de la cantidad...
ResponderEliminarEa, ya me está usted boicoteando la sección de estrenos. Vengaaaaa que prometo no meterme más con usted. Hágame publicidad al menos.
ResponderEliminarPD: ¿ la pongo de apuesta o no?
babel: creo que te gustará. Ya que conoces Italia, te recomiendo verla en VOS, fíjate en el dialecto napolitano, hay veces que parece que no están hablando italiano.
ResponderEliminarRaúl: Es cierto, cada año está mejor. Hay varias secciones (Gomorra participa en la oficial); hay una dedicada a Borau, que estuvo en el festival impartiendo lecciones de como se debe hacer cine; otra retrospectiva de David Lean con toda su filmografía; una del cine Danés, etc.
dvd: pues puede ser, este año tengo un abono de seis pelis así que casi todos los días estoy por allí. (soy el de la flor en la solapa jajaja)
dexter: no me gusta el juego, pero yo pondría tu mano en el fuego por Gomorra.
Señores acudan todos a la sección de Dexter (hay un link al final del blog) no les defraudará y quedarán enterados de todos los estrenos de la semana. (Dexter, luego paso por caja)
Hay que ver cómo me ha subido el ego de repente. ¿Qué es eso de que no te gusta el juego, tío Ethan?
ResponderEliminarNo me gusta tanto como a ti, que sé que todas las semanas (los viernes para ser exacto) haces una apuesta. Eso es vicio...
ResponderEliminarUy, pues ese es de los más confesables, tío Ethan, creame
ResponderEliminarBienvenido Mario!
ResponderEliminarMe pasaré por tu blog; no hay problema para intercambiar enlaces.
Un saludo.
Vi la peli hace pocos días y la verdad es que esperaba algo mas. En algunos momentos te pierdes y aunque retrata perfectamente todo ese mundo de mafia, no acabó de convencerme.
ResponderEliminarPor lo visto el libro es una joya
La foto que has puesto de los grillaos con las metralletas es muy divertida... Me partí cuando salieron en calzonzillos berreando y pegando tiros a tutiplein....
Saludos!
El libro ya lo tengo, en cuanto termine "La Bodega" me pongo con él. Me han dicho que es mucho mejor que la película (como suele ocurrir).
ResponderEliminarUn abrazo!