miércoles, 25 de agosto de 2010

CINE FÓRUM: MANIQUÍ (Mannequin de Frank Borzage, 1937)

Hoy traemos a nuestro espacio de debate un director algo olvidado, pero magnífico, con un cine inconfundible, labrado a lo largo de muchos años de carrera. Nos referimos a Frank Borzage. Y hemos elegido una de sus mejores películas para observar y comentar su famoso estilo romántico.



Se trata de la primera colaboración de Borzage –y la mejor de las tres películas que hicieron juntos- con Joan Crawford, actriz preferida del director junto a Margaret Sullavan. Mientras con la primera se centró en el melodrama (los tres filmes citados son excelentes muestras del género), con la segunda prefirió denunciar la amenaza totalitaria que se cernía sobre Europa. Ambas coincidieron en otro gran logro de Borzage: La Hora Radiante (The Shining Hour, 1938).

Para el desarrollo de la trama de Maniquí, Borzage se apoya en la figura de la típica trabajadora de 9 a 5 (Joan Crawford en uno de los mejores momentos de su dilatada carrera) y en el entorno de la depresión de los años treinta. Como Ginger Rogers en Espejismo de Amor o en la comedia La Muchacha de la Quinta Avenida, o la propia Joan Crawford en otro melodrama de éxito: Amor en Venta, entre muchos otros, la actriz da vida a Jessie, una joven que desea salir de la pobreza más por la angustia que provoca vivir con una familia en paro, donde ninguno de sus miembros mueve un dedo por buscar trabajo, que por ambición personal. Para lograrlo fuerza una boda con su novio Eddie (Alan Curtis), otro fracasado que sólo espera una oportunidad para hacer dinero fácil. La secuencia del arranque es especialmente emotiva por la desesperación de Jessie que no se atreve a subir las escaleras de su propio portal y prefiere arrojarse a los inseguros brazos de Eddie.

En la celebración, tras la boda, ambos conocen al magnate John Hennessey (Spencer Tracy) que adivina el porvenir de la pareja y, enamorado de Jessie, aguarda su turno. Después de varias miserias, encuentros y desencuentros, los tres personajes se verán las caras en un final algo traído por los pelos pero eficaz y, sobre todo, emocionante.

Borzage utiliza el recurso del primer plano para las secuencias románticas y dramáticas con la ayuda inestimable de la fuerza del rostro de Joan Crawford. Así, la cinta se convierte en un filme atractivo con escenas muy destacadas sobre todo aquellas en las que los protagonistas comparten plano: las del baile, cuando se conocen; la de la fiesta en casa del magnate, con un simpático Tracy "despachando" a una pareja con dos copas de champán para quedarse a solas con Joan; y el viaje de novios, haciéndose bromas muy relajados en lo que parecen tomas improvisadas de una cámara oculta, mérito de Borzage, pero también de ellos.

Mención aparte merece la secuencia del desfile de modas. La que da el título a la película y que sirve para promocionar la cinta. Vestida por Adrian, y entre los decorados de Cedric Gibbons –ambos grandes profesionales de la Metro-, Joan Crawford está en su salsa, muy elegante, luciendo trajes "de anfitriona en una reunión para tomar el te", "para la cena" o "de fiesta". Es cuando nos sentimos identificados con Spencer Tracy que no sale de su asombro mientras la estrella luce los vestidos mejor que cualquier modelo profesional.

En Mannequin podemos encontrar, prácticamente, todos los elementos característicos del estilo creado por Borzage: melodrama romántico, donde las mujeres son las protagonistas; heroínas al borde del abismo, que consiguen salir adelante gracias al amor que lo puede todo; amor que consigue rehacer sus vidas y las de sus amantes, para perdurar eternamente, más allá de la muerte.




Lo que vamos a comentar se desarrolla al comienzo de la cinta; en un restaurante chino donde se está celebrando la boda de Jessie y Eddie. Es el mismo local elegido por el multimillonario John L. Hennessey para comer carpa rellena:




La secuencia que acabamos de ver se encuentra delimitada por dos fundidos encadenados y se puede dividir en tres partes: la presentación de los protagonistas del triángulo y los dos bailes que vienen a continuación.

La escena arranca con el magnate Hennessey y su socio tomando asiento en primer término, mientras, detrás, se puede observar la modesta celebración nupcial. Un cambio de eje señala la aproximación de los personajes. Es cuando Tracy pregunta al camarero por lo que está sucediendo al fondo. Tras la decisión del millonario de invitarles a champán, Borzage cede el punto de vista a la mesa donde comen Jessie, Eddie y sus invitados. Allí, después de disuadir a la simpática –y ebria- Mary Philips a que diga unas palabras, los recién casados aceptan la invitación de Hennessey. Podemos decir que este es el verdadero arranque del drama. Con planos de los novios y contraplanos de Tracy, el realizador subraya el interés del novio por el dinero del armador; y con la determinación de darle las gracias presentándole a su flamante mujer, anuncia que no dudará en utilizar a Jessie para conseguir algo material.

Borzage une por fin a los tres, después de las presentaciones, en un plano medio donde Tracy y Joan están separados por Alan Curtis. El cineasta ya insinúa el conflicto. Luego da paso a la segunda parte: el baile entre la pareja protagonista provocado por la insistencia de Eddie.

Nadie como Frank Borzage para dirigir a los actores, fotografiarlos en primer plano y conseguir que expresen sus sentimientos: los de Tracy, que se está enamorando de una radiante Crawford; y los de ella que, aunque se siente halagada por las atenciones de Hennessey, sigue amando a su marido como demuestra en el siguiente baile.

Es allí, en la última fase de la secuencia, cuando Joan Crawford canta “Always and Always”, canción nominada al Oscar de Edward Ward, a la sazón responsable de la banda sonora (no confundir con la más antigua “Always”, de Irving Berlin, muy parecida, y que también suena en varias películas. Nos acordamos de Deanna Durbin cantándola en Luz en el Alma, el filme negro de Robert Siodmak).

Borzage sigue con su retrato de caracteres y se luce cuando muestra a Tracy, que no deja de observar a la actriz; al guaperas de Eddie, bastante pasivo, excepto cuando intercambia interesadas miradas con el millonario cada vez que se situa frente a él mientras baila; y, sobre todo, a Joan Crawford que, prácticamente, le susurra la canción a su esposo mientras le besa apasionadamente.


14 comentarios:

  1. Es uno de mis directores favoritos, me emociona lo indecible..

    Tuve la fortuna y la dicha de ver en la Filmoteca de Madrid unas diez o doce películas suyas -cómo me hubiera gustado ver el ciclo completo, que fue el que se preparó para el Festival de San Sebastián-, algunas de ellas mudas, como The river, y créeme que nunca olvidaré la experiencia, me gustaría encontrar sus películas pero no sé dónde hacerlo, aparte de la clásica Adiós a las armas, que no es de mis favoritas.

    Los amantes de Borzage, todos ellos, en ese momento en que aparecen nimbados, como con una aureola que les ilumina el rostro, son únicos... es un director que combinaba el erotismo con la espiritualidad de una manera asombrosa...

    Así que te agradezco esta entrada, hay que reivindicar a este maestro; por cierto, no he visto la película Mannequin, me encantaría hacerlo.

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  2. las pocas que he visto de Borzarge me han gustado mucho. Esta no la he visto, pero la escena que has puesto y luego has comentado me ha encantado, así que trataré de verla.
    ¡Qué actorazo era Tracy! A big shot pero en otro sentido. Un pez gordo de la interpretación.

    Ethan, dices los tres films citados, pero no has dado los títulos. Me imagino que te refieres a Three Comrades y esas...

    Me has dejado intrigado con el final (gracias por no destriparla).

    Un saludo.

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  3. Admirable. Después de tu reseña tengo muchas ganas de verla pues uno de mis actores favoritos de todos los tiempos es Spencer Tracy, injustamente olvidado en muchas ocasiones. Un abrazo ethan.

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  4. Qué suerte, Justo, poder ver ese ciclo. Ya me gustaría que se hiciera algo así por estos lares. Borzage tiene un par de obras maestras sólo de su período mudo. Yo he visto bastantes películas de él, pero aún me faltan unas cuantas. "The River" no la he visto, pero ya la tengo en la recámara. "Maniquí" la conseguí a lomos de una mula.
    Tampoco "Adios a las armas" es de mis favoritas, aún siendo la mejor versión de la famosa novela.

    Muchas gracias, Trecce.

    David y Marcos: Tracy era uno de los grandes, servía para todo, dramas, comedias, aventuras,... Un tipo que interpreta con una naturalidad que rápidamente te hace olvidar que se trata de una película y te mete de lleno en la trama.
    Las películas de las que he hablado: las tres de Borzage con Crawford son "Maniquí" (1937), "The Shining Hour" (1938) y "Strange Cargo" (1940). Todas estupendas. Ojo a la última, un guión curioso. Siempre con la carga de erotismo y espiritualidad que comentaba Justo.
    Las pelis con Margaret Sullavan: coincide con la Crawford en "The Shining Hour", y luego dos de las pelis que más me gustan de Borzage: "Tres Camaradas"(1938) y "Tormenta Mortal" (1940), denuncias al nacismo, tremenda la segunda; y la primera, creo que las has visto, con la espiritualidad antes comentada, el amor eterno y la amistad más allá de la muerte. Grande Borzage.

    Saludos!

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  5. Realmente me ha encantado ésta entrada. Porque me has 'descubierto' a un director y sobre todo a los interpretes que amo( sobre todo Tracy ) trabajando en una peli que no he visto pero que quisiera ver..Me has abierto el ' apetito '..
    ¡ Gracias por tu amable comentario en el apartamento ! Me pasaré por aqui porque me gusta mucho lo que he podido ver y leer.

    Un saludo :-)

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  6. ¡Fantástica entrada, Ethan! He disfrutado. Un abrazo

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  7. Diseccionas la escena con una precisión admirable. Siempre es un placer leerte y aprender.
    Saludos.

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  8. Es que llevas mucho tiempo hablando de pelis que no he visto. Me gustó el cartel de ésta, me gustan los carteles de las pelis. Este me llamó la atenzzión porque Tracy tiene la cara amarilla como un albaricoque y después de ver el trailer me sigue parezziendo una cara extrañamente amarilla.

    Hay más cosas que me han llamado la atenzzión: el camarero chino que no es chino con ese gorrito chino y los manteles espantosos y que un multimillonario coma carpa en un chino tan horrible.

    Chino, chino, mandarino.

    que en un chino haya maquinitas con canzziones (será que están en USA)

    Caperuzzita con un gorro chino que le quitó a un chino de una peli

    Possdata: Una madrugada de hazze mucho tiempo, como ésta en la que no podía dormir, escuché en un programa de Garzzi, cómo todos hablaban de una secuenzzia en la que salía un pequeño y escuchimizzado mono. El mono se convirtió durante más de 15 minutos en algo de gran interés zzinéfilo; subido en una mesa, andando por la habitazzión, poniendo su mano en la boca, entrando, saliendo. Todavía me dura el impazzto, así es que no sé por qué no puedo hablar yo del gorro del falso chino.

    Besos insomnes

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  9. Bienvenida abril! aquí tienes otro apartamento cinéfilo.

    Gracias, Elvira y Licantropunk!

    Chester Gan, así se llamaba el camarero chino que no es chino, nacido en San Francisco y encasillado en papeles orientales. (Una nota biográfica para Caperuza, que puede encontrarse en IMDB). Del gorro chino no tengo información, ni de los horribles manteles. Pero lo que está claro es que comer en un chino era barato antes (85 centavos la cena a base de chop suey, según la peli) y ahora.
    De la carpa rellena hablan en una secuencia anterior el magnate y su socio. Este último ya muestra su desagrado y se queja de la insistencia de Tracy con el dichoso plato, por eso pone cara de pocos amigos cuando lo pide en el restaurante.

    Puede usted hablar de monos que abren la boca, de chinos falsos o de lo que guste. Pero hágalo más a menudo que la echamos de menos.

    Besos para Caperuza.

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  10. Bueno, Bueno! Ethan es el tuyo un blog para cinefília de primera. Me quedo con El séptimo cielo y la de 1931, que no recuerdo como se tituló en España -The Bad Girl. Borzage no lo ponen en primera linea, no se el motivo. Enhorabuena por el blog y por la especialización.

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  11. Gracias por ilustrarnos de forma precisa y con verdadero cine, el clásico, el bueno. Qué lástima no tener más tiempo y poder ver estas películas que recomiendas... pero me las apunto.

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  12. Gracias Manuel; Las dos que has nombrado son los dos oscar a mejor director que tiene Borzage. Bad Girl yo la conozco por su nombre en inglés, tampoco sé si tiene alguna traducción aquí. "El Séptimo Cielo" (primer oscar al mejor director, compartido con Milestone, uno en comedia, el otro en drama), "The River" y "El Ángel de la calle", son las tres joyas de Borzage antes de 1930. Y luego vendrían las que hemos comentado. Hay que reivindicar a Frank Borzage.

    Hay que hacer hueco como sea para ver estas pelis, Rafa. Primero el cine, luego lo demás jajaja.

    Saludos!

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